Partida Rol por web

Se lo esperaba.

La reacción de Fran fue completamente sensiblera, demostrándole que había mucho más bajo aquella fachada de lo que ella misma dejaba entrever. Y a pesar de no desear hacerle daño, sabía perfectamente que aquellas cosas necesitaban su tiempo. Así que cuando Fran salió corriendo, a pesar de alargar el brazo para detenerla y estar a punto de ir tras ella, decidió que necesitaba darle espacio. 

La observó mientras se alejaba a la carrera hacia Spica y ella decidió seguir andando hacia Miatre, en donde esperaba encontrarse con Mitsuke en el club de Cocina. Ya iría a Spica más tarde.

Lo sentía mucho, de verdad, y sobre todo, lamentaba estar perdiendo a una gran amiga potencial. Pero Momomi siempre había sido leal y jamás había jugado con los sentimientos de las demás. Le gustaba Mitsuki, y en aquellos instantes, Fran podía ser su apoyo más importante... pero nada más.

Momomi continuó el camino una vez se perdió en la distancia la figura de Fran.

Mitsuki llegó a Miatre y se la encontró en la entrada junto con otras dos chicas a las que no conocía. Estaba como recitando en voz alta o algo así y parecía bastante alegre. Muchas alumnas las miraban al pasar, pero ninguna se detenía.

Desde luego, no parecía que se encontrase mal, aunque eso era algo que no podría saber hasta que no hablara con ella.

Tamao y Hina se separaron del resto del grupo y empezaron a dirigirse hacia la salida de Ichigo. Noriko, al ver que se iba su compañera de cuarto, la siguió también fuera, pensándose todavía en qué club iba a apuntarse.

En ese momento apareció también la compañera de BK, Taiga.

-Rebeca-chan, ¿te vas a apuntar a esgrima? Pues yo también. Las compañeras de cuarto tienen que estar juntas para poder ayudarse -dijo muy seria. Higurashi siempre era muy seria.

Fran llegó rápidamente a Spica, subió a las clases y comenzó a buscar el club de esgrima. La pequeña carrera que se había dado había sido suficiente como para descargar un poco de la tristeza que sentía y concienciarse de que debía descargar su frustración con la esgrima.

Cuando encontró el cartel entró en la clase. Una chica alta le esperaba sentada a la mesa.

Bienvenida -dijo muy seria, poniéndose en pie -. Soy Kenjou Kaname. ¿Estás interesada en el club de esgrima?

Al observarla de pie te diste cuenta de que era bastante alta. No te extrañaba nada que estuviese en esgrima, porque su cuerpo parecía ágil y especialmente preparado para moverse con rapidez.

En el camino hacia Spica, la peliblanco había tenido tiempo para calmar aquel dolor en su pecho, así como para secar las lágrimas que se le habían escapado por la decepción y la frustración de no poder tener algo especial con Momomi. No sabía por qué la castaña se había comprometido tanto con alguien que apenas conocía de hacía un día atrás, si bien no quería pensar mucho en aquello. Había perdido en su intento de ganarse el afecto de su primer enamoramiento en aquel lugar, y era algo que debía de aceptar. Sus ojos estaban ligeramente rojos, debido al hecho de que, si bien no había llorado de manera lamentable, no había podido evitar que algunas lágrimas corrieran por sus mejillas ante la tristeza de no poder profundizar aquel enamoramiento tan hermoso. Fran no había querido hacerle daño a Mitsuki, pero tampoco había podido evitar acallar la atracción que sentía por Momomi, había sido algo inevitable, y lo había pagado con la desilusión.

De cualquier forma, tras calmarse lo suficiente, llegó hasta donde supuestamente se encontraba el club de esgrima. No había duda de que vóley sería descartado por la guitarrista, no porque no le gustara, sino porque no deseaba ver a quien había perdido la oportunidad de querer con todo su corazón, al menos no hasta que se pudiera olvidar, o al menos ocultar en lo más profundo de su ser, de aquellos sentimientos carentes de reciprocidad. Sería difícil, de por sí, ver a Momomi cuando asistiera a clases... Ahora tenía otro motivo más para ausentarse de las mismas en ciertos momentos, y lo peor es que aquello le recordó que, en su momento, había invitado a la castaña a saltarse algunas clases con ella, si bien ahora eso no sería posible. No pudo evitar suspirar al pensar en ello. En definitiva... la mejor elección, era el club de esgrima. Allí no sólo podría descargar un poco aquella frustración que sentía, sino que también haría lo que mejor sabía hacer, además de tocar la guitarra. Ni siquiera sabía si quería apuntarse al club de cocina, si no fuera porque era posible que Ayami y Hina se apuntarían.

Una vez recompuesta de aquella montaña rusa de emociones, la peliblanco ingresó al club de esgrima, intentando mostrar una expresión que demostrara que se encontraba bien, incluso si realmente no lo estaba. Allí, pudo notar a una chica de actitud seria sentada en una mesa, como si esperara a cualquier nueva ingresante. Debía de ser la presidenta del club, o al menos alguien que estuviera a cargo de reclutar nuevas integrantes del mismo. Sea lo que fuera, una vez que la chica se puso de pie, Fran pudo notar que era bastante alta, y eso que ella también lo era, con su metro setenta y siete. Sin embargo, a diferencia de la peliblanco que era mitad extranjera en cuanto a sangre, la muchacha, llamada Kaname, parecía completamente japonesa, por lo cual, su altura, era bastante peculiar. Por otro lado parecía alguien fuerte, así como ágil, probablemente una digna adversaria en aquella actividad.

- ¿Eh? Ah, sí. Hola, Kaname. Mm, yo soy Francesca Rokuma, aunque puedes llamarme Fran como todas. - Aseguró en un tono amable, intentando olvidarse sobre lo que había sucedido con Momomi, centrando su mente en el club de esgrima y en el hecho de que Kaname parecía una chica competente a la hora de practicar esgrima. Si había chicas como ella, no habría de aburrirse entrenando en aquel club. Sería algo ideal para despejar su mente de cosas en las cuales no había sentido que pensara demasiado, no cuando ya había quedado todo bastante claro para ella. - Sí, me gustaría unirme al club. Antes practicaba kendo pero como no hay un club de esa actividad, prefiero unirme al de esgrima. - Le explicó, ahora un poco más tranquila, a pesar de que sus ojos continuaran levemente rojos por la anterior emoción negativa de su parte. Había escuchado algo de esgrima, si bien no tenía mucha idea de la misma, excepto la forma en la que se enfrentaban, entre otras cosas básicas.

Mientras Mitsuki caminaba de camino a la biblioteca, escuchó cómo Fran centraba su atención en Momomi y le pedía el númer de teléfono. Se quedó quieta en el sitio un instante, dudando en si volver, pero en seguida continuó su camino. No puedo comportarme como una celosa compulsiva. Tengo que confiar en Momi. Sus pasos la llevaron hasta el lago, donde se encontraba el edificio. El lugar era completamente idílico, rodeado por la naturaleza, tanto que irradiaba paz. Y el interior era igualmente impresionante, con altas estanterías llenas de libros, algunos modernos, otros antiguos y cautivadores. Sin embargo, la chica no tenía tiempo de pararse a admirarlo, pues quería encontrar cuanto antes a Mai para asegurarse de que estaba bien. 

Un rápido recorrido por la biblioteca, y algunas preguntas a alumnas que había por allí, le confirmaron que Mai no estaba. Mitsuki entonces caminó despacio hacia Miatre, donde se suponía que se iba a encontrar con Momomi, cuando escuchó una voz que se alzaba por encima de las demás. La chica se acercó movida por la curiosidad, y encontró sin quererlo a su amiga en la entrada de la escuela, junto a otras dos alumnas. Con una mezcla entre extrañeza y diversión, fue a ver qué era lo que estaban haciendo. Una vez se acercó lo suficiente, levantó una mano para saludar a Mai. 

Es una decisión acertada, pero te advierto que el esgrima requiere entrenamiento y concentración. No todas sirven para una actividad como esta. El entrenamiento será constante, pero a cambio, te aseguro que cuando compruebes tu progresión, te sentirás agradecida.

Kaname anotó en una libre el nombre de Fran.

-¿Sabes de alguien más que venga a apuntarse? Cuántas más seamos, mucho mejor

- Sí. Kendo también requiere un buen nivel de entrenamiento y esfuerzo, y estoy bastante entrenada como para soportar esa clase de actividad. - Le aseguró con confianza, para luego dedicarle una sonrisa amable, demostrando que comprendía muy bien lo que quería decir. Tal vez, otras tendrían que habérselo pensado mejor, pero la peliblanco ya estaba acostumbrada a los entrenamientos rigurosos, no por nada era bastante ágil así como fuerte, por lo que no solía tener miedo de meterse en una pelea cuando cabreaba lo suficiente a alguien. De cualquier manera, en vez de enojarse con Kaname, por el hecho de que la tratara como una principiante en esa clase de deportes, simplemente sonrió complacida, ya que se notaba que la chica sólo quería que nadie pasara un mal momento en su club.

No obstante, cuando la joven alta le preguntó sobre si sabía si habría alguien más que estuviera interesada, la guitarrista permaneció callada durante un momento, reflexionando sobre la posibilidad de que algunas de sus amigas hubiera querido apuntarse a ese club. Estaba segura que Ayami y Hina habían dicho que no, y dudaba que Momomi también lo deseara, menos luego de lo que había sucedido... Además, ella estaba muy preocupada por unirse a los clubes en los cuales estuviera Mitsuki, por lo que lo dudaba. Sin embargo, creía recordar que Rebecca había dicho que estaba interesada... aunque eso no quería decir que fuera a unirse al final. - Em... no estoy segura, pero creo que Rebecca Evans estaba interesada... pero no lo confirmó, así que no prometo nada. -  Le explicó en un tono que parecía pedirle perdón por no saber mucho al respecto. Se había marchado con Momomi antes, pensando que tendría un buen momento a solas con ella, si bien, al final, había resultado todo lo contrario, y al mismo tiempo no había podido confirmar dónde se apuntarían el resto de sus amigas.

- No sé mucho de esgrima pero... soy bastante buena en los deportes, así que no creo que tenga mucho problema. Espero no decepcionarte, Kaname. - Le dijo en un tono que demostraba que parecía estar un poco mejor en cuanto a ánimos, ahora que tenía la mente centrada en lo que haría en el club, y lo bien que se la pasaría entrenando con el resto. A Fran se le daban mejor esas cosas antes que los estudios, por lo que significaba que estaría en su "elemento". - Por cierto, ¿cuándo comenzamos? ¿Mañana? - Preguntó entusiasmada, recobrando aquel brillo característico de ella, luego de haber pasado un momento amargo, anteriormente. Tenía que olvidar de Momomi, sería lo mejor para ella, aunque no estaba segura si podría abrirse emocionalmente a alguien más, no luego de la desilusión que había sufrido. Por otro lado, quería descubrir qué tan buena era Kaname practicando esgrima. Parecía que sería una adversaria bastante buena, aunque también era posible que la apariencia engañara. Si bien, si era la presidenta, deberia de ser medianamente competente.

Las demás y yo salimos a la entrada para recitar algunos párrafos y así conseguir más miembros para el club de teatro cuando vi que Mitsuki se acercaba entre el gentío.

Era agradable ver una cara amiga, también me había preocupado por ella ya que comprendía perfectamente que Kiyashiki-san había estado tonteando con Fran y eso era desagradable por lo que había actuado de la misma forma que ella cuando Suzumi-san había empezado a hablar con Rubí de repente y sin mucho motivo, y en parte estaba con un duelo en mi interior; pensaba que no había sido maduro actuar de esa forma pero también pensaba que de esa forma dejaba claro a Rubí que me había molestado, aunque Rubí no tenía la culpa de que Suzumi la hubiera visto de repente como una belleza de persona.

Termine de pronunciar un párrafo de Macbeth y la salude:

-Mitsuki-chan, ¿Cómo estás? ¿Quieres que te acompañe?-

Espero no decepcionarte, Kaname.

Estoy segura de que no lo harás, Rokuma-chan.

Kaname miró satisfecha a Rokuma. Ciertamente parecía dar el tipo para el club de esgrima.

Por cierto, ¿cuándo comenzamos? ¿Mañana? 

Kaname negó con la cabeza.

No. Tenemos que esperar a que se asigne un día para todos los clubs, de manera que no coincidan unos con otros y todas podamos asistir a los que nos hemos apuntado. Mañana se publicarán los horarios en el tablón. Las representantes de las tres escuelas y las Etoile se encargarán de hacerlo.

Al oír a la posible presidenta del club decir que estaba segura que no la decepcionaría, la peliblanco asintió alegre, contenta de que hubiera tantas personas amables en ese colegio, como también lo había demostrado Shion, al ofrecerse a ayudarla a estudiar... a pesar de que Fran estuviera segura de que aquello no sería otra cosa más que una gran decepción para la amable rubia. De cualquier manera, lo que sí no le pareció correcto a la guitarrista, fue el hecho de que Kaname la hubiera llamado por su apellido, al igual que verse obligada a usar un honorifico, incluso si aquel era señal de su edad más que otra cosa. No es que estuviera enojada, sino que la peliblanco prefería que la llamaran por su nombre. - Mm, gracias... aunque puedes llamarme Fran... o Fran-chan, Kaname. Me gusta que me traten de manera familiar. - Le explicó con cierto cuidado, ya que no era que deseara ofenderla o algo parecido, sino que no se sentía a gusto llamándola por su nombre, mientras la chica usaba su apellido. No era algo a lo que estuviera acostumbrada, debido a su forma de ser.

Notó la mirada de la joven alta, que parecía analizar su comportamiento, como si estuviera viendo si daba la talla o no, aunque por su expresión, parecía que la guitarrista había encajado en la clase de persona que Kaname consideraba que sería ideal para su club, o al menos parecía lo suficientemente convencida, algo bueno, ya que Fran no quería llevarse otra decepción, incluso si ésta no tenía mucho que ver con algo romántico. Deseaba dar una buena primera impresión a la chica que estaba a cargo de reclutar las nuevas integrantes del club, por lo que era importante que su actitud fuera la correcta y que no pareciera insegura o algo parecido. Estaba claro que a la joven rebelde no le faltaba confianza en cuanto al hecho de que pensara de que sería más que capaz practicando esgrima. Sólo quedaba que no tuviera una relación problemática con ninguna de las integrantes del club, puesto que la peliblanco prefería llevarse bien con todas, en lo posible.

La respuesta no fue la que la guitarrista habría esperado, en cuanto a cuándo comenzarían las actividades del club. Parecía que llevaría un día extra para organizar todo y que los horarios no entraran en conflicto con otros clubes, algo lógico, si se tenía en cuenta que de lo contrario no tendrían muchas asistencias en alguno de los mismos. No obstante, Fran hubiera querido comenzar al día siguiente, para poder despejar su mente en otras cosas más importantes, en vez de volver a pensar en Momomi y lo que no había podido ser. De todas formas, siempre podría pasar un tiempo con sus amigas, divirtiéndose, o tocando la guitarra. No tenía que depender completamente de los clubes para poder distraerse. Además, también era cierto que le había prometido a Shion que estudiaría con ella al día siguiente, luego de clases. ¿Tal vez ella quería unirse al club de esgrima? Tendría que preguntarle luego, cuando la viera de nuevo.

- ¿Hace mucho que practicas esgrima, Kaname? - Preguntó con cierto interés, buscando cambiar el tema y no parecer demasiado decepcionada por el hecho de no poder comenzar el entrenamiento al otro día. La verdad era que la muchacha parecía muy hábil para aquel deporte, por lo que quería saber cuánto tiempo llevaba practicando, y si había competido de una forma más seria, en algún torneo o algo parecido. Por cómo se comportaba, con aquella actitud seria, daba la idea de que debía de tomarse muy en serio esa actividad.

Al final unas pocas chicas me respondieron a la pregunta que hice en general por accidente... cosa que me hizo callarme de golpe y no saber como responderles -Esgrima me parece peligroso... creo que lo dije ya... ¿o lo pensé? Ya ni siquiera se que digo en voz alta y que no- pense en mi cabeza. Muchas se decantaban por el club de literatura o el de cocina... literatura había mucha gente... y en cocina no quería intoxicar a nadie con mi comida. Cocino de pena.

Yaya me propuso Tiro con Arco... lo que me hizo negar con la cabeza algo roja por instinto -E-eso es mu-muy pe-peligroso... ¿y-y si di-disparó a a-alguien po-por error? M-mi pu-pulso e-es ho-horrible... _{me-menos cu-cuando sa-saco fo-fotos... pe-perdón Yaya}- le dije a la chica, arrepentida por no querer apuntarme a ese club con ella pese a que le pedí que me escogiera uno por mi.

Antes de que pudiera darme cuenta, ya todo aquel gran grupo que éramos se iba separando poco a poco, cada una yendo a apuntarse a un club mientras que yo aún sin saber del todo que hacer. Rebecca por su parte me preguntó si podía acompañarme al club de fotografía a apuntarme -Va-vale... co-como quieras s-si no te ca-causa molestia...- le dije a la pelirrosa... aunque cuando dijo lo del deporte negué -Y-yo si qui-quiero a-algo de de-deporte... pe-pero a-al n-no ha-haber na-natación n-no se... a-aún n-no se se-seguro que e-escoger...- respondí a eso algo roja. Quería un deporte donde los accidentes no sean peligrosos ni pueda herir a nadie y donde los equipos si hay no fueran grandes... aparte de tenis no se me ocurre otro -D-de mo-momento i-iré a a-apuntarme a Fotografía... e-es el u-único se-seguro qui-quiero entrar... ¿o so-sólo de-dejan a-apuntarse hoy?- dije, pero pregunté algo nerviosa al ver que podía haber la posibilidad de que tuviese que elegir hoy todo si o si.

Entonces llego la compañera de cuarto de BK, queriendo que ella se apuntase a esgrima con ella... diciendo que las compañeras de cuarto tenían que estar al lado para ayudarse. Supongo que entonces BK se iria con ella a Esgrima... porque eran compañeras. Esas palabras me hicieron mirar a Yaya y sentirme aún peor conmigo misma por haber rechazado ir con ella a Tiro con Arco -S-si... si qui-quieres i-ir a a-arco... po-podemos i-ir ju-juntas...- terminé diciéndole a Yaya. Si ella quería, nos apuntariamos... aunque me diese un miedo brutal.

Mm, gracias... aunque puedes llamarme Fran... o Fran-chan, Kaname. Me gusta que me traten de manera familiar.

Kaname sonrió. Por fin alguien que hablaba sin tantas florituras y que le gustaba que le llamasen solo con su nombre.

-Fran está bien. Tú puedes llamarme Kaname -le dijo.

- ¿Hace mucho que practicas esgrima, Kaname?

-Desde que llegué aquí. Mis padres querían que hiciese algo de deporte y la esgrima siempre me había parecido de una gran elegancia, que requería mucha habilidad. Así que en primero me apunté al club y al año siguiente, yo misma lo llevé. 

Kaname empezó a dar vueltas por la clase.

La idea es realizar entrenamientos intensivos para al final, o bien hacer una demostración pública o una competición, según la cantidad de alumnas que se apunten. ¿Estás de acuerdo?

La joven Fran no era como la mayoría. Se notaba que no había estado sujeta a la misma disciplina que el resto y también que era una rebelde.

Le gustaba su actitud.

Lo ideal es encontrar a más chicas, así que espero que a lo largo de la tarde todavía aparezca alguna más. Tendremos que ser pacientes. En esgrima, la paciencia es un arma tan poderosa como un movimiento rápido.

Bueno, pues vamos todas juntas a Spica y después acompañaré a Yuki a Fotografía, ¿vale? 

BK era todo energía.

Yo creo que dejarán que nos apuntemos más días, pero cuanto antes lo hagamos, antes empezaremos, ¿verdad, Yaya?

Sí, los clubs están abiertos todo el trimestre, aunque empezaremos antes si nos apuntamos ya.

S-si... si qui-quieres i-ir a a-arco... po-podemos i-ir ju-juntas..

¡Ay, sí? ¡Genial! -Yaya cogió las manos de Yuki y empezó a dar pequeños saltos de alegría.

Pues vamos a hacer eso. Primero Spica para apuntarnos a tiro con arco y esgrima, y después Le Rim. Fotografía.

¿Vamos?

-Mai-chan -saludó a la muchacha, aliviada al comprobar que había estado acompañada y leyendo, y no sola y amargada como se había imaginado. -Te estaba buscando. Cuando fui al tablón a mirar los clubes y vi que estaban todas menos tú, me asusté un poco. Me dijeron que te habías marchado. -Dudó en si preguntar qué había pasado. No quería presionarla y que se lo contara si no quería, así que decidió esperar. -¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué estabas leyendo eso en voz alta? 

Me sentí tentada de contarle lo ocurrido con Suzumi-san y Rubí pero estaba con las demás y no me pareció un buen momento por lo que decidí despedirme de ellas e ir dentro con Mitsuki, volvería con ellas cuando terminara de inscribirme en el club de Literatura.

-Chicas, os dejo por aquí un segundo que voy a apuntarme al segundo club y vuelvo para ir a las otras escuelas-dije a modo de disculpa.

Cogí a Mitsuki del brazo y camine con ella hacia el interior de Miatre.

-la verdad es que Suzumi-san empezó a interesarse por Rubí de repente, no es que sea algo que me suela pasar pero me dio un ataque de celos y soy bastante impulsiva, cuando me enfado prefiero marcharme y no discutir con nadie….-le explique, necesitaba desahogarme y Mitsuki iba a pasar conmigo mucho tiempo por lo que había decidido que sería mi confidente, eso de tener a alguien con quien desahogarse siempre estaba bien.

Mitsuki escuchó con atención a Mai. Cuando había preguntado por ella, Fran le había dejado caer que Rubí había sido el motivo de que se marchara, pero cuando escuchó sus palabras no pudo evitar abrir los ojos en expresión de sorpresa. -¿Suzumi-san? ¿Nuestra Suzumi-san? -le preguntó. Tamao parecía tan inocentona que le costaba imaginársela coqueteando con Rubí, y menos aún delante de Mai. -¿Has hablado ya con Fuyimaku-san de esto? Si te ha molestado y te gusta, deberías decírselo -le aconsejó, aunque ella misma había decidido salir huyendo antes que confrontar a Momomi. 

-¿Dices que vas a apuntarte a dos clubes? ¿A cuáles? -se imaginaba que uno era el de literatura, y que por eso estaba recitando aquellos pasajes en la calle. 

Mitsuki se quedó boquiabierta cuando le conté que había sido Suzumi-san la que había intentado atraer la atención de Rubí.

-tu Suzumi-san….-dije secamente-no le he dicho nada porque me da miedo que no sienta lo mismo por mi…-añadí tímidamente.

Mitsuki decidió dejar el tema a un lado y me pregunto por los clubs:

-me he apuntado al club de Teatro y estábamos buscando miembros, vamos a hacer una obra sobre una princesa enamorada de su dama de compañía, las dos se escapan del castillo y encuentran una bruja, la doncella le da a la bruja de comer y esta le ofrece concederle un deseo, la pobre muchacha pide a la hechicera que la convierta en príncipe-empecé a contarle.