Partida Rol por web

Escuché a la chica diciendo que ya se me pasaría mi tartamudeo con el tiempo -E-eso me gu-gustaría... pe-pero ta-tambien de-deberé po-poner de mi pa-parte...- le dije a Yaya -E-eso si... te-tendré que se-seguir ha-haciéndolos... e-espero no mo-moleste- le terminé diciendo. Al menos una vez a la semana tenía que hacer esos ejercicios, grabarlos y enviárselos a la terapeuta... que esté en este colegio no cambia que deba quitarlo. 

Entonces Yaya me dio una caricia en la mejilla que me puso colorada y me hizo saltarme un latido... pero que también me sacó una pequeña sonrisa. Era... una chica muy simpática, muy amable conmigo, y me trataba genial... creo que nunca había tenido una amiga así -De a-acuerdo... po-pondré una que quería ve-ver de-desde hace tiempo... a-así la podremos ver e-estos dí-días... ju-juntas...- le terminé diciendo a Yaya. Abrí la carpeta de una de las series, una llamada "Citrus" de la que había oído hablar aunque no supiera de que tratase, y una vez le di, me senté al lado de Yaya para ver el primer capítulo. Vestida con mi bata y zapatillas favoritas, con una taza de te humeante entre las manos y unas pastas que comer, una serie en el portatil... y por primera vez, con una amiga al lado, era genial. Durante la serie, casi de forma inconsciente apoyé la cabeza de lado en el hombro de Yaya... para estar cómoda mientras veía el capítulo. Era un momento muy tranquilo... y eso me gustaba mucho.

Al ver cómo Mai tomaba asiento sobre la cama de Ayami, la peliblanco se sentó también, abandonando la comodidad de estar acostada, al mismo tiempo que buscaba una camiseta negra, con una frase en blanco al frente que decía "Punk's Not Dead", de entre las vestimentas que tenía disponibles, antes de cubrirse el torso con la misma para así mostrarse más seria con la castaña y que no pareciera que se estaba tomando aquello a la ligera. Después de todo, la chica quería algo de comprensión de su parte, incluso si Fran no estaba segura de poder cumplir con esa necesidad. Sentada sobre la cama con las piernas cruzadas, miró en silencio a la joven hasta que ésta expresó lo que estaba en su mente.

En ese instante, la peliblanco abrió los ojos sorprendida, teniendo en contener sus emociones ante lo que había dicho Mai. No estaba enojada con ella, pero tampoco pensaba lo mismo que ella. No sabía muy bien por qué la castaña no soportara a Momomi, pero estaba claro que a Mai no le agradaba nada, por lo que iba a respetar su opinión. Era verdad que Momomi había destruido la ilusión de Fran con respecto a la posibilidad de tener algo romántico con ella, incluso luego de aquel beso, si bien eso no significaba que la odiaba. Al menos le había dicho la verdad... incluso si la había ilusionado antes con su actitud que parecía que había estado flirteando con ella. Aún así... no podía odiarla por eso, aunque sí estar triste y dolida.

- Mm... Mai, no sé qué te ha hecho, pero yo no la odio. Estoy dolida por algo relacionado con ella pero... mejor lo olvido. - Dijo en un tono claro de tristeza, teniendo que contener las lágrimas, viéndose en la necesidad de pensar en algo feliz para no amargarse más de lo que ya se había amargado antes. Sólo quería olvidarse de ella y mirar hacia adelante. Sin embargo, no importa lo que hiciera, no paraban de recordarle de una manera u otra a la castaña. - Igual... si quieres hablarme de tu problema, te escucho. Si eso te ayuda a soltarlo todo. - Le aseguró gentil, dedicándole una sonrisa cálida, antes de volver recostarse sobre su cama para mirar el techo de su cuarto. No iba a darle la espalda a una buena persona, a pesar de que tuviera que escuchar la mención de Momomi en dicho tema de conversación.

Nada más entrar en a la habitación me senté de un saltito en la cama, devolviéndole la sonrisa antes de escucharla.

-Lo siento...- murmuré cabizbaja, ya había salido el tema así que  no tenía demasiado sentido tratar de ocultarlo -me hubiese gustado explicártelo de primeras pero no quería nombrarla ya que parecías esforzarte por pretender que nada había pasado- expliqué a medias y con voz triste para Fran antes de tratar de exponer exactamente de que hablaba apretando los puños -...en el club de cocina ella dijo algo que no puedo simplemente ignorar, lo siento- pronuncié incapaz de repetir sus palabras -por eso te pedí hacer aquella carrera cuando la vi en la entrada- comenté con ojos llorosos a la par que esbozaba una sonrisa y de mirar a Mai para expresarle mi opinión sincera de Momomi -no creo que ella sea una buena persona-

 te-tendré que se-seguir ha-haciéndolos... e-espero no mo-moleste

Yaya sonrió.

-Claro que no molestarás, pero si te da vergüenza hacerlo delante de mí, no tienes más que decírmelo y me iré a dar una vuelta, ¿de acuerdo?

Tras hablar de aquello, Yuki se decidió por una serie que decía quería ver desde hacía tiempo. Yo asentí y ambas nos colocamos para verla, una al lado de la otra, con una taza de té en las manos y comiendo las pastas. Era como si todo fuese perfecto.

Cuando además Yuki se apoyó sobre el hombro de Yaya, ésta enrojeció como su compañera de cuarto solía hacer, feliz de sentirse tan bien juntas. Yaya inclinó ligeramente la cabeza y la apoyó a su vez sobre la de Yuki, y si no cerró los ojos fue porque no quería relajarse demasiado y que se le cayese la taza al suelo.

Pero todo era... perfecto.

Intuía que Fran no sentía odio hacia Momomi solamente algo de dolor ya que había estado flirteando con ella por lo que entendía que no quisiera escuchar sobre ello pero aun así tenía que saberlo, yo misma estaba preocupada ya que había estado jugando con dos de mis amigas y eso no lo podía tolera.

Ayami puso su granito de arena indicando que Momomi no era buena persona y eso yo lo tenía más que claro.

-no me gusta que intente jugar con la gente de esa forma, yo ya sabía anoche que Momomi había ligado con Mitsuki y después en la fiesta, no me convencía mucho, en la comida de hoy vi como jugaba con las dos y claramente no me gustaba nada lo que estaba haciendo, quien sabe si lo ha hecho con mas chicas…-comento apoyando la idea de Ayami-chan que tenía los ojos llorosos le puse una mano en su hombro y añadí-tranquila, pienso igual que tu, de echo Mitsuki me contó que antes de que yo llegara había visto a Momomi en dos ocasiones, la primera vez coqueteo con ella, en la segunda fingió que no sabia quien era....y eso me parece muy sospechoso-

Una vez llegaron a su cuarto, recogieron lo necesario para hacer los deberes. Ahora sólo quedaba volver al cuarto de Ayami y Fran. - ¿Lo tienes todo Rubí-chan? Pues vamos cuando quieras. -preguntó amable mientras sonreía, sujetando su cuaderno y estuche entre sus brazos. No iba a molestarse en cambiarse, puesto que el uniforme no le resultaba del todo incómodo. Y de todos modos nunca se quitaba su maxi-rebeca rosa.

-Ah, casi lo olvido.. Siento no haberte p-podido esperar antes. Al final no me apunté al club de Cocina.. Me fui para acompañar a Ami-chan en busca de Fran. No quise dejar que se fuera sola. - se disculpó entonces poniendo carita triste, le sabía mal pensar que la hubiera buscado antes y haber desaparecido, esperaba que las otras chicas la hubieran avisado como pidió, pero por si acaso no estaba de más explicarse. 

En cuanto a Rubí le pareciera bien, irían de vuelta con las demás.

Las primeras palabras de su compañera de cuarto, llamaron su atención por completo. ¿Por qué se disculpaba? No había hecho nada malo, o al menos no había visto que hiciera nada parecido. Sin embargo, al escuchar la explicación, de Ayami, la peliblanco se mostró un tanto preocupada por lo que sea que había escuchado de Momomi. ¿Acaso había hablado sobre lo que había sucedido entre ellas? Eso... no estaba bien. Fran no habría deseado que el resto se enterara de ello, si bien estaba claro que la castaña había dicho algo cuando se había encontrado con Ayami en el club de cocina. Esa había sido la razón por la cual su amiga no se había apuntado a dicho club. Por un momento, no pudo evitar mostrarse bastante molesta, aunque no con la rubia, sino con Momomi, por lo que sea que le había dicho a su amiga.

No tardó mucho en volver a levantarse y sentarse sobre su cama, escuchando con atención cada palabra por parte de Ayami. Cuando la dulce chica se mostró bastante mal por lo que había sucedido, al punto de que sus ojos llorosos amenazaban con nuevamente una escena que no haría más que entristecer a la guitarrista, se levantó sin dudarlo para abrazar a su amiga con todo el cariño que pudiera necesitar en ese momento. No quería que la escena de la noche anterior se repitiera de nuevo, más cuando su compañera de cuarto no tenía la culpa de nada. - Ey... tranquila, Ami-chan. No tienes la culpa de nada. Momomi no debería haber hablado sobre lo que sucedió entre nosotras. Eso es algo que debería de olvidarse y no hablarlo con todas. - Se expresó un tanto mosqueada con la castaña. No había esperado que hiciera eso, incluso si hubiera querido decir la verdad, eso... no era correcto. Era como si todo fuera un juego para ella.

- ¿Podrías... decirme lo que dijo? - Preguntó un tanto en duda, ya que, por un lado, no quería escucharlo, si se trataba de algo malo pero... por otra parte, necesitaba saber lo que había dicho, para saber la clase de persona que era Momomi. Eso le ayudaría a olvidarse de ella por completo, si realmente era una mala persona que se dedicaba a jugar con el resto. Lo lamentaba por Mitsuki, en verdad, pero si en verdad era como decía Ayami y Mai, se alegraba de no tener nada con ella. - Me gustaría saberlo, incluso si duele un poco. - Le explicó gentil a su amiga, mientras continuaba abrazándola y acariciando su espalda para que ésta estuviera un poco mejor. No le gustaba que estuviera mal por ella, no cuando la que debía de cuidar de sus amigas era Fran, o al menos así lo veía ella.

Las palabras de Mai no hicieron más que incrementar el desagrado hacia Momomi en la peliblanco, principalmente porque era verdad que la castaña había actuado de manera juguetona con ella, sólo para luego rechazar sus sentimientos y arruinar toda ilusión que pudiera tener con ella. Tal vez... la había juzgado mal, anteriormente, pensando que era una buena chica, que incluso había sido tan amable de decirle la verdad. Era posible que no ella no hubiera sido más que un juego para la castaña, alguien con quien divertirse, para luego quedarse con Mitsuki ya que... como había dicho, era más inocente y sensible... Puede que le agradaba más esa clase de chicas ya que significaba que podría divertirse más tiempo con éstas, mientras las engañaba con otras. Aún así, se habia equivocado con la guitarrista... ella también podía ser bastante sensible, y le había dolido enterarse de aquel lado de Momomi. - Si es así... deberías de hablar con Mitsuki, Mai. No conmigo. Deberías explicarle lo que sabes de ella, para que Momomi no juegue también con Mitsuki. - Le aclaró a la chica, aún mimando a su amiga, esperando que Mai comprendiera lo importante de ser sincera con su amiga, incluso si podía dolerle. Por su parte, Fran ya había terminado por completo con Momomi. No le interesaba meterse en aquello. Lo único que sabía era que jamás volvería a dedicarle una sola palabra a esa chica, no luego de saber que había jugado con ella.

Al llegar al cuarto junto a su compañera de habitación, este se encontraba en el mismo estado que lo hubieron dejado: limpio y ordenado. En lo alto de la cama de Rubí, descansaba el estuche y el cuaderno que debía de coger. Así pues, lo abrazó entre sus brazos y se giró:

¡Listooo! -exclamó con una sonrisa de oreja a oreja.

Hina se disculpó y Rubí alargó su brazo para darle dos toquecitos en la cabeza a su compañera, moviendo la cabeza en tono. No tienes nada de lo que disculparte. Yo salí más tarde y al final, mañana, tengo que inscribirme en los dos clubs... Si quieres podemos ir al de Misterios, si al final te has decidido -bajó su mano hasta la nariz de su compañera y luego, se la llevó a la suya-¡Vaya!, eres como yo, un reno. Hace frío. ¿Nos vamos?

Hina y Ruby recogieron sus cosas (cuaderno, libro, estuche... ) y se fueron a la habitación de Fran. Tras golpear la puerta suavemente, abrieron y vieron a Fran conversando con Mai y Ayami.

Mientras estabais hablando, llamaron a la puerta y entraron Ruby y Hina, dispuestas a hacer los deberes.

Agarré con fuerza a mi compañera mientras me cubría en su abrazo, asintiendo ante su pregunta, si quería más detalles sobre lo ocurrido definitivamente se los daría, tenía derecho a ello -dijo que te habías tomado mal que estuviesen juntas y que saliste corriendo a Spica por lo que seguramente no querrías apuntarte a cocina... entonces miró a Mitsuki - expliqué mientras picaban a la puerta para a continuación pronunciar las palabras exactas que siguieron a aquel suceso y para mí la gota que colmó el vaso -No es culpa tuya... ni de nadie. No podemos decirle al corazón lo que debe sentir- pronuncié antes de explicar porque me había molestado -en su momento ya dudaba de que realmente estuviese enamorada y pensaba que de ser así lo que no estaba justificado era que hubiese jugado dandote esperanza siguiendo tu juego... pero ahora todo parece bastante más turbio- Sequé las lágrimas que se me habían escapado rápidamente y me separé para abrir la puerta a las recién llegadas aún con los ojos rojos -¡Un momento!- dije para aquellas que esperaban fuera -¿Crees que ella no lo ha notado?- pregunté a cerca de su compañera a Mai frente a la puerta antes de abrir.

Antes de que abriesen la puerta, mientras esperaban, Rubí sostenía en una mano la libreta y el estuche y, con la otra se apoyaba en el hombro de su compañera.

Parecen que están hablando de algo serio... -susurró sin apartar la mano del hombro de su compañera. Luego, le dio dos toquecitos en este y le comentó mirándola a los ojos seriamente: si te ocurre algo, Hina -chan, no dudes en decírmelo, somos compañeras  -se sonrojó- y quiero que confíes en mí y nos...nos apoyemos en lo bueno y en lo malo.

Rubí apartó la mirada y miró sonrojada a la puerta blanca esperando que le abriesen.

Ahora ya estábamos en la liga correcta después de que Ayami comentara que Momomi le había dicho unas palabras hirientes sobre su compañera, las cuales la rubia nos explico detenidamente a lo que conteste:

-¿amor? Tenemos 16 años, algunas incluso menos, no creo ni que sepa lo que es realmente, creo que tenemos muy poca edad para saber si lo que sentimos es amor, ni siquiera yo misma se que siento por Rubí, puede que me guste pero eso no significa que sea amor…-comento poniéndome a mi misma de ejemplo.

Después Fran comento que debería hablar con Mitsuki de todo esto lo que ella no sabía era que yo ya lo había intentado:

-créeme que lo intente incluso antes de que acabaran “juntas”-digo acompañando mis palabras con el gesto de las comillas y añado- da la impresión de que Momomi busca personas a las que pueda engatusar, personas a las que pueda manipular, personas que no sean fuertes, Mitsuki me dijo que tendría cuidado y después….pues para mí que no lo ha tenido-

Llamaron a la puerta, seguramente eran Hina y Rubí que venían hacer los deberes, por suerte el tema le pareció Ayami lo bastante delicado como para que alguien más lo escuchara.

-y si lo ha notado se hace la tonta por que ya se lo he dicho un par de veces pero ya sabéis que cada uno hace lo que le parece, aunque Mitsuki sea mi amiga y compañera creo que no me escucha-comente un poco triste.

Parecía que Momomi les había contado todo lo que había sucedido con ella, algo que no hizo más que molestar a Fran, ya que no hubiera esperado que hiciera eso. Se suponía que era algo personal, y aún así había hablado de ello, y lo peor era que había dicho que no era culpa de nadie, cuando había sido la castaña la que había jugado con ella con esa actitud traviesa, a pesar de que ya tenía una novia. Pensaba que era una chica amable pero... ahora no estaba segura de eso. Ayami tenía razón, le había dado esperanza, siguiendo su juego, para luego aplastar sus sentimientos sin piedad alguna, con la excusa de que era mejor que le dijera la verdad. Claro que sí... bien podría haberla rechazado desde el principio, cuando la peliblanco había flirteado con ella frente a Mitsuki. En cambio, había dejado que continuara haciéndolo, a pesar de lo directa que había sido al expresar que estaba interesada en Momomi.

- Sí... tienes razón en enojarte, Ami-chan. - Afirmó una vez que su amiga se separaba de ella para dirigirse hacia la puerta. Parecía que Hina y Rubí habían regresado de su cuarto con sus cosas, por lo que era hora de hacer los deberes, incluso si la joven rebelde no estaba de buen humor para hacerlos. Aún así, una promesa era una promesa, y ella no faltaría a lo que había prometido, por más que estuviera demasiado disgustada con lo que sabía ahora de Momomi. - Aunque no quiero que te pelees con alguien por mi culpa, o que no puedas apuntarte a un club que te gusta por algo así. - Le dijo con cierta preocupación, esperando que la rubia se apuntara a cocina si realmente deseaba hacerlo. A diferencia de Fran, que ya no podría ni ver a la castaña, era posible que su compañera de cuarto pudiera apuntarse si simplemente la ignoraba. De cualquier modo, no tardo en dirigirse también a la puerta con la intención de darle la bienvenida a las chicas que estaban esperando que alguien les abriera.

- Cualquiera puede enamorarse, Mai, no por eso significa que sea amor desde el principio pero... yo pensé que podría haber algo con Momomi, aunque ahora veo que me equivoqué. Fui una tonta. - Dijo con cierta amargura en su voz, reflexionando sobre las palabras de la chica. Tenía razón, era difícil hablar de amor, pero eso no quería decir que no pudieras tener sentimientos por alguien y gustarte lo suficiente como para querer tener una relación con esa persona. Sin embargo, no había duda de que se había equivocado con Momomi, y que no tardaría mucho en olvidarse de ella, no luego de saber la clase de persona que era y cómo jugaba con otras chicas como lo había hecho con Fran. Esa no era la clase de persona a la cual, la peliblanco, deseaba dedicarle su corazón. Lo lamentaba por Mitsuki, por encariñarse con alguien así, aunque quién sabe, tal vez la castaña decidía afirmar la relación con ella. Y sí no era así... eso no era algo en lo que la guitarrista debiera de meterse.

- Si ya hablaste con ella, entonces no hay mucho que puedas hacer. Mitsuki tiene que pensar por sí misma. Si es un error de su parte, pues tendrá que aprender de él. No es bueno involucrarse mucho, o se enojará contigo, y no quieres pelearte con una amiga, ¿verdad? - Le aconsejó a Mai, tras oír la explicación de cómo ella había intentado persuadir a la rubia de que no buscara una relación con Momomi. Si realmente había escuchado las advertencia de su amiga, no había duda de que Mitsuki al final las había ignorado, ya que de lo contrario no se habría juntado con la castaña. Sin embargo, Fran era la de la idea de que era mejor no presionar demasiado a alguien con su opinión, si ya se le había advertido y la persona continuaba encaprichada con aquello que le habían dicho que tuviera cuidado. Una cosa era que una amiga te pidiera ayuda, y que tú la ayudaras como era debido, y otra muy diferente era cuando tomaban sus propias decisiones y no te pedían ayuda. No había mucho que se pudiera hacer al respecto en casos así. - Será mejor dejar el tema... no quiero hablar mucho más de eso, la verdad. Si Momomi es esa clase de persona... tarde o temprano tendrá lo que se merece por el karma. Yo no pienso volver a hablarle. - Afirmó al final de manera decisiva, habiendo tomado una decisión con respecto a la castaña. Para Fran, Momomi no la merecía, por lo que estaba bien que se hubiera dado cuenta de la clase de persona que era, tarde o temprano encontraría a alguien que realmente supiera apreciarla como correspondía.

Tras decir eso, no tardó mucho en abrir la puerta, adelantándose a Ayami con una sonrisa, como si pretendiera dar por terminado aquel tema de conversación. Hablar algo más de Momomi no haría más que enfurecerla más de lo necesario, y realmente prefería olvidarse de ella por completo y dejar que el tiempo continuara su curso. Había pensado que era una buena persona, pero parecía que se había equivocado. Parecía que no tenía tanta facilidad como creía para identificar a las chicas que realmente merecían su cariño. Tendría que tener más cuidado con eso. - ¡Ey! ¡Chicas! Vengan, entren. Vamos a hacer los deberes que ya es hora. ¿Tuvieron problemas en el camino? - Preguntó gentil a Hina y a Rubí, esperando que éstas no hubieran oído demasiado sobre aquel tema de conversación, si bien sabía que deberían de haber oído algo. Sin embargo, prefería no decir nada al respecto, y mejor cambiar de tema, al mismo tiempo que le daba la bienvenida a las mismas para que no pudieran ver los ojos enrojecidos de su compañera de cuarto. Lo menos que quería era que Ayami pasara un mal momento. - Siéntense donde prefieran. - Les indicó a las dos, mientras cerraba la puerta una vez que éstas entraron. La peliblanco se había deshecho de la parte superior de su uniforme, habiéndolo sustituido por una camiseta negra con una frase en blanco que decía "Punk's Not Dead". Tras cerrar la puerta, regresó a su lugar en su cama, tomando asiento mientras buscaba sus cosas para hacer la tarea, no pudiendo evitar mostrar una expresión de claro desagrado ante lo que haría en ese momento. Odiaba estudiar.

Momomi sospechaba que había sido lo suficientemente rápida cerrando la libreta, pero no estaba segura. Como además sintió una punzada de culpabilidad por ocultárselo a Mitsuki, la miró a los ojos y se lo confesó.

-Bueno, la verdad es que creo que no los he hecho muy bien, pero no quiero que te preocupes. Ahora mismo es que tengo otras cosas en la cabeza. Aún... me acuerdo de cómo me ha evitado Fran. No debería estar molesta conmigo porque no puedo evitar que tú me gustes más que ella, pero... no sé.

Momomi estaba acostumbrada a ser sincera en cuanto a lo que pensaba y sentía, y claro, muchas veces, decir la verdad tenía un duro castigo. Esta era una de esas veces.

-¿Crees que me he equivocado en algo con ella? Cuando hablábamos, yo solo sentía que compartíamos muchas cosas, pero nada más. ¿Hay algo de malo en eso?

Como Mitsuki suponía, Momomi no había sido del todo sincera respecto al resultado de su tarea, y estaba lista para ayudarla. Lo que no había previsto es que la conversación fuera a torcerse hacia otro tema de conversación: Fran... otra vez. 

-¿Crees que me he equivocado en algo con ella? Cuando hablábamos, yo solo sentía que compartíamos muchas cosas, pero nada más. ¿Hay algo de malo en eso?

Mitsuki no sabía cómo responder a eso. Su instinto más gutural le pedía que dijera que sí, que había tonteado descaradamente con Fran. Ayami se había dado cuenta, y se había enfadado con Momomi por jugar con los sentimientos de la guitarrista; Fran se había dado cuenta y se había molestado; Mai se había dado cuenta y no terminaba de aprobar su relación; y ella misma se había dado cuenta y se había sentido tan celosa que había tenido que huir, argumentando dolor de estómago. Pero soltar toda esa retahíla no haría ningún bien. Mitsuki necesitaba un momento para organizar sus ideas antes de contestar, así que aprovechó para coger su silla y ponerla al lado de ella. 

-Momi-chan, creo que eres una persona muy directa. Y que las cosas que dices se pueden malinterpretar por ello, si no se te conoce bien. -Mitsuki dudó, esperando estar haciéndolo bien. -Quizá Fran sintió que le estabas dando falsas esperanzas. -No había rastro de reproche en sus palabras; quizá porque, en el fondo, Mitsuki era la primera que esperaba que todo aquello no fuera más que un malentendido.   

Desde luego, sintió que había algo más entre ellas y que le correspondía, de eso no había duda. Pero eso no significaba que hubiese jugado con sus sentimientos, si es que ella pensaba así.

-Sí, sé que soy muy directa, así que puedo entender que interpretara que entre ella y yo podía haber algo más que simple amistad, pero es que me parece que su reacción ha sido... demasiado fuerte. Yo no he jugado con ella para nada. Pensé que podíamos ser buenas amigas... y al final, parece que ha sido justo al contrario.

Momomi se levantó de la silla y miró directamente a Mitsuki. 

-Si yo no te gustara, preferiría que me lo dijeras y aunque me sintiera mal, te agradecería que lo hicieras, en lugar de continuar dándome esperanzas.

Tras decir esto, Momomi colocó los brazos alrededor del cuello de Mitsuki.

-Sufriría, pero no me enfadaría. Y Fran... parecía enfadada.