Partida Rol por web

Tras despedirse de Fran, Hina siguió a toda prisa a BK y su compañera, llegando a clase justo a tiempo. Seguramente si hubiera ido por su propio pie no lo hubiera conseguido. Tendría que volver a darle las gracias a la peliblanco esa tarde, ¡y no se podía olvidar del helado! Aunque si que se arrepentía un poco de haberla "amenazado" después de la ayuda prestada, aunque no se esperaba que ese fuera realmente su punto débil...

¡Pero basta de distracciones! Era hora de demostrar a la profesora y a sí misma que podía concentrarse en clase. Tomó apuntes, respondió correctamente si le preguntaban. Parecía otra persona, estaba motivada a esforzarse al máximo. Hasta pudo adornar sus apuntes con dibujos de flores, conos de helado y conejitos. 

Desde luego no le podía ir mejor, y eso repercutió favorablemente en sus ánimos. Hina tenía una sonrisa radiante, estaba deseando de que llegase la tarde para poder reunirse con las demás e ir a ver clubes. Luego al terminar las clases iría a contarle a BK y Rubi la idea de Ami-chan sobre los helados del fin de semana. ¡Se moría de ganas!

Aunque estés liada con los exámenes... ¡Mucho ánimo! 

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Yaya y Ayami llegaron justo a tiempo para entrar en las clases. Yaya resopló porque al ver que el camino estaba vacío, se temió lo peor y se vieron obligadas a acelerar, pero al final, lo consiguieron.

Cuando ambas entraron en la clase, suspiraron tranquilas y se sentaron en sus respectivos lugares, aunque a ninguna se les pasó que no habían visto a Fran por el camino, lo cual significaba que o bien no le había dado tiempo... o bien no le había importado.

La que sí estaba en la clase era Yuki.

No tardaron en ver a Tamao y Noriko que se dirigían con prisa hacia Miatre. Al verlas, Tamao se acercó corriendo a ellas.

Holaaaa. Mitsuki-chan, Mai-chan, os hemos estado buscando en el descanso pero al final no os hemos encontrado. ¿Qué hacéis ahí? ¿Sabéis que hay que entrar ya a clase? Quedan tan solo unos pocos minutos.

Tras cerca de media hora, disfrutando de su pequeño descanso a la orilla del lago, la peliblanco volvió a abrir los ojos, la música de su móvil aún resonando en sus auriculares, ahora en una canción completamente diferente con la cual había comenzado. No tardó mucho en levantarse del suelo, sentándose un momento para desperezarse al mismo tiempo que se llevaba la mano a la boca al bostezar. Había sido una buena y breve siesta, si bien no sería bueno permanecer mucho tiempo en ese sitio, cuando bien podría hacer otras cosas. Al incorporarse, se sacudió la posible suciedad que habría quedado en su ropa al acostarse en la orilla, antes de considerar qué otro lugar visitaría a partir de ese instante.

Había un par de opciones, y le había prometido a las chicas que visitaría la mayoría de los clubes con ella, por lo que no sería bueno visitar el club de tiro con arco, cuando bien podría hacerlo con el resto. Una opción más preferible, en ese momento, era visitar el salón de música, tal vez incluso podría encontrar una guitarra que poder tocar con sus dedos, teniendo en cuenta que dudaba que pudiera regresar a Ichigo a buscar la suya, sabiendo que podrían atraparla si la veían en los dormitorios. Si iba a Spica a visitar aquel salón, y se cuidaba de no ser vista mientras entraba a la institución, no debería de haber problema si la veían por los corredores del colegio, pudiendo decir que le habían dado permiso de ir al baño o que tenía que buscar algo. En Ichigo no tendría excusa alguna que poder dar si la atrapaban merodeando.

Habiéndose decidido, la guitarrista optó por dirigirse a su siguiente destino, Spica, específicamente el salón de música, el cual se había quedado con las ganas de visitar anteriormente. En el camino, se cuidaría de que nadie la descubriera caminando por los terrenos, ya que sería un poco problemático. Mientras caminaba en la dirección que había elegido, la música en su reproductor continuaba siendo reproducida, al mismo tiempo que la peliblanco sonreía alegre, al no encontrarse esclavizada durante horas en una de esas aburridas clases. Sabía que tarde o temprano tendría que ir a algunas, o tendría problemas, pero siempre podía evitar un par cuando no tenía ganas  de cursar.

-Suzumi-san, Mizushima-san -saludó a las dos muchachas. Ambas tenían pinta de estar apuradas, y no era para menos. El descanso estaba a punto de terminar.- Nos hemos librado de una buena por un pelo. Gracias -dijo a sus compañeras, y lo juntó con una formal reverencia. En un principio, a Mitsuki no terminaba de cuadrarle la personalidad de Tamao, la veía demasiado saltarina y expresiva. Sin embargo, la peliazul les había demostrado en varias ocasiones que era muy servicial, y las había ayudado en todo lo que había podido. Parece que me equivocaba totalmente. 

-Vamos a clase, entonces. Mai-chan, espero que estés lista.

Estaba siendo un día muy tranquilo para mi. Desde que me desperté en mi cuarto y no vi a Yaya, y durante las clases las cuales parecían normales.

Yo estaba en mi asiento tranquila preparando la siguiente clase... y entonces vi como llegaban Yaya y Ayami resoplando un poco. Parecía que habían llegado a las prisas... ¿de donde venían? La verdad es que hoy no había hablado con mi compañera de cuarto y tenía curiosidad por saber que había hecho, así que me acerqué tímidamente a ellas -Ho-Hola Yaya-chan... ho-hola Ayami-chan...- les saludé a las dos -N-no te veo de-desde e-esta mañana... ¿que ha-has he-hecho ho-hoy? Pa-parecía que ve-veniais con pri-prisa....

Sí, Yuki-chan, porque creíamos que llegábamos tarde. Es muy fácil salir, dar una vuelta y no darse cuenta de que el descanso se acaba.

Yaya mirá entonces a Yuki.

No te he dicho nada antes, pero esta mañana me parecía que estabas muy cansada. Por eso no te he despertado y me he ido yo antes. Se nota que no estás acostumbrada a trasnochar.

Tamao y Noriko aparecen por el camino con prisas, Tamao se para al vernos y nos dice que están apunto de empezar las clases otra vez.

-vaya, no teníamos ni idea de cuando terminaba el descanso, demonos prisa, Mitsuki-

Le dije a mi amiga levantándome del banco y empezando andar hacia la academia, aun nos quedaba entrar y subir las escaleras para llegar a la clase, estaba segura de que llegaríamos aunque igual algo deshidratadas por la carrera.

El resto de la mañana pareció transcurrir sin mayores sobresaltos, y cuando todo hubo terminado, las voces de las alumnas resonaban en todos los caminos, mientras hablaban sobre cómo había ido el primer día de clase, y se dirigían de vuelta a Ichigo.

El ambiente era alegre y distendido y ninguna parecía estar preocupada, ni por las clases ni por los deberes.

Las clases habían terminado y los deberes debía realizarlos ya por la noche antes de dormir, era cuando me apetecía mas pensar.

Debíamos ir a comer a Ichigo por lo que pensaba que tal vez vería a Rubi por el camino, estaría genial que fuéramos a comer juntas, me pregunto si a Mitsuki la molestara, no quiero dejarla con Kiyashimi-san, no creo que tenga buenas intenciones con ella pienso para mi misma.

-¿tienes hambre, Mitsuki-chan?-pregunte a mi compañera de camino a Ichigo.

Y por hoy las clases habían finalizado. Hina soltó un pequeño suspiro una vez la maestra abandonó el aula. Al final había logrado remontar tras el pequeño desastre de por la mañana, si se aplicaba bien no tendría muchos problemas para sacar adelante los deberes que tuvieran, lo que significaba que... ¡Tendría más tiempo para ir a ver los clubes en la tarde con las demás!

Aunque antes de eso, su estómago le pedía algo de combustible. Recogió sus cosas en su cartera y se levantó de su pupitre, acercándose hasta donde estaba BK y Taiga. - Menos mal que ya terminamos, ¡me muero de hambre! ¿Vamos a por Rubi-chan? - preguntó animada mientras esperaba a sus compañeras.

Seguramente no andaría muy lejos por lo que podrían ir a comer todas juntas. Casi parecía mentira lo mal que había dormido en comparación con la energía que desbordaba ahora, eso sí, seguramente esta noche caería como un tronco.

La peliblanco se la había pasado, el resto de la mañana, ausente de clases, merodeando por los terrenos de Astraea Hill, para luego infiltrarse nuevamente en Spica, sin ser vista por las hermanas, y llegar hasta el salón de música, donde había permanecido allí tocando una de las guitarras que había encontrado en el salón. Sin duda, había sido mejor que quedarse encerrada en un aula, escuchando las lecciones aburridas de una de las profesoras, teniendo que soportar como le taladraban la cabeza, sólo para llenar su mente de información poco importante para ella. Sabía muy bien, que no podía faltar a todas las clases, si bien, esa mañana, se había visto en la necesidad de escaparse, sólo para disfrutar un poco del día a su modo.

No obstante, poco a poco, tras pasar unas horas en ese sitio, fue notando las voces de las chicas que caminaban por los corredores, suponiendo que ya debían de haber terminado las clases de esa mañana. Aquello, le recordó que probablemente ya sería hora de comer, y no había duda de que su estómago le pedía algo que llenara aquel vacío, por lo que consideró que era momento de salir del salón en buscar de algo de alimento. Además, no se había olvidado de que luego se reuniría con sus amigas para recorrer los clubes de la institución, por lo que no quería demorarse demasiado al comer, cuando había algo más interesante de por medio.

Tras colocarse nuevamente los auriculares en sus oídos, no tardó mucho en comenzar a caminar en dirección a Ichigo, esperando que nadie supiera que se había ausentado de clases, anteriormente. Por otro lado, quería encontrarse con Ayami o Hina, las cuales habían resultado ser muy buenas con ellas, al punto de encariñarse con las mismas y considerarlas unas excelentes amigas. Era probable que elegirían clubes diferentes a los que la guitarrista estaba interesada, pero al menos recorrerían juntas los clubes para elegir a cuál deseaban apuntarse.

Saludé a Yuki al volver a clase escuchando de rebote su conversación con yaya mientras me preguntaba si Hina había llegado a tiempo y si Fran simplemente lo había hecho. Seguidamente entró la profesora y las clases no tardaron en continuar.
Para cuando me di cuenta ya habían acabado las clases, se me habían hecho menos pesadas de lo que esperaba así que me encontraba de buen humor, lo único que comenzaba turbar mi estado de ánimo era el hambre... pero ese problema estaba apunto de ser resuelto.
-¿vamos?- pregunté con una sonrisa a Yuki y Yaya tan pronto como terminé de recoger mis cosas -me muero de hambre- admití algo avergonzada llevándome una mano a la barriga.

Para cuando salimos noté cierta presencia entre la multitud de chicas que se habrían paso hacia Ichigo -¡Fraaaaaaan!- grité tras hinchar mis pequeños pulmones tanto como pude, colocando mis manos frente a mi boca e inclinándome hacia adelante con la esperanza de que me escuchara y se nos uniese durante el camino.

Parecía que todas tenían cierta prisa por ir a Ichigo, probablemente igual de hambrientas que la peliblanco, algo que ésta podía comprender más que bien. Por un momento, se preguntó qué habría de comer, aunque le daba igual siempre que dejara satisfecho a su estómago. Aún así... no estaría mal helado de postre, o algo igual de dulce y cremoso. Después de todo, con lo prestigioso que era aquel colegio, parecía que la comida nunca se quedaba atrás, al igual que las instalaciones de aquel sitio. El hecho de que tuvieran un lugar donde pudieran montar caballos lo demostraba. De cualquier manera, la guitarrista no se apresuró demasiado, prefiriendo caminar a su ritmo, tranquila, mientras disfrutaba de otra canción en su reproductor de música del móvil.

No obstante, cuando pretendía continuar caminando, pudo escuchar a alguien exclamando su nombre, alguien cuya voz podía reconocer a pesar de que estuviera escuchando música con sus auriculares. Tras echar hacía atrás dichos auriculares, la joven rebelde se giró para comprobar que en efecto se trataba de su adorable compañera de cuarto, la cual había deseado llamar su atención. Esbozando una sonrisa de alegría, la guitarrista no dudó en alzar su mano en saludo, antes de dirigirse hacia donde se encontraba la rubia, contenta de poder caminar hacia los dormitorios, disfrutando de su compañía.

- ¡Ey! ¡Ami-chan! ¿Cómo te fue en clases? ¿Bien? Espero que sí. - Le preguntó amable, esperando que a su amiga le hubiera ido bien durante la mañana, ya que no sería bueno que estuviera preocupada por su desempeño en su primer día de clases. De seguro, en ese momento, estaría deseando una buena copa de helado, por lo que esperaba que ese fuera el postre durante el almuerzo. Sonriendo, llevó su mano derecha a la cabeza de su amiga, como por lo general hacía en un gesto afectuoso, como si fuera la hermana mayor. - ¿Vamos a comer o quieres hacer otra cosa antes? Muero de hambre... espero que haya algo delicioso. - Comentó en forma de deseo, realmente deseando que fuera uno de sus platos favoritos. Por otro lado, decidió no hacer comentario respecto al hecho de que había faltado a clases, o de lo contrario su amiga se preocuparía o incluso la regañaría por aquello. Era mejor fingir inocencia, aunque, si le pregunta, tendría que decirle la verdad, ya que a Fran no le gustaba mentirle a sus amistades.

Mientras tanto, sus auriculares resonaban, entre su cuello, la canción que se reproducía en ese instante.