La tirada es que encuentras la escalera y que puedes bajar por ella o subir en principio sin peligro.
Asiente a Romanov..
Saca el hacha, por si tiene que combatir a alguien en combate cerrado
Presta verdadera atención de donde pisa, pero sobretodo de las zonas donde podían caer en una emboscada, son de esa clase de cosas, que Fet les enseño y siempre se han de tener en cuenta.
Veo que Kumiko se anima a explorar. Encuentra una escalera que desciende, al parecer. Es muy arriesgado que vaya sola, pero de seguro los demás podríamos hacer demasiado ruido.
-Bien, pero ten mucho cuidado. Si ves algo sospechoso y puedes retroceder sin hacer ruido, hazlo. Si te siguen, podremos usar la entrada como "cuello de botella" de ser necesario- miro a Scarface -. Ve tras ella, pero a distancia, por si tiene que huir, de ese modo ambos saldréis a tiempo sin estorbaros. Han y yo nos quedaremos en la entrada, cubriéndoos. Buena suerte.
Saco la pistola en la mano derecha y el cuchillo en la izquierda. Avanzo despacio y sin hacer ruido tras Kumiko. No haber encontrado pisadas me daba cierta tranquilidad. Era fácil saber si un almacén era frecuentado por alguien gracias a eso. Había tanta mierda que era imposible que alguien se moviese por ahí sin dejar rastros.
Puede que tengamos suerte y no nos toque enfrentarnos a nada pero…
Me gustaría ir delante. A mí ya me mordió una cosa de esas y parece que soy inmune a la infección. Y si ocurre algo malo… soy el tipo más prescindible del grupo…
¿Los que quedáis arriba esperáis o dais una vuelta?
En principio espero, Han no sé lo que hará ^^
No tengo problema en eso.. - responde a Romanov, cuando dice de que se quede con ella para cubrir la entrada.
Podemos esperar un tiempo por si tenemos que cubrirlos o ir a por ellos, ya cuando estemos de nuevo todos juntos, seguimos explorando todo esto, aunque vamos a necesitar días con lo grande que es esto... - dice a Romanov ,aferrando el hacha y mirando a los alrededores.
La verdad que se le daba igual ir detrás que esperar, lo que sea que fuera atacar, le daría lo mismo una cosa que otra.
Empieza a rascarse un poco la coronilla, la espera a largo plazo le ponía nervioso.
Scarface bajó primero y detrás Kumiko. El haz de luz de la asiática no tardó en encontrar al lado del final de las escaleras a una figura diminuta. Parecía ser una niña rubia, con un camisón blanco y que está acurrucada en un montón de sacos viejos. Parece estar durmiendo, ajena a vosotros y al ruido que habéis hecho al bajar, que ha sido mínimo al ir con cuidado.
Las escaleras por las que han bajado Kumiko y Scarface.
Kumiko trata de buscar en la figura de la niña desde lejos algo que delate su estado, manchas de sangre en la ropa o cualquier signo extraño, algo que no encajara.
Espera un momento Scar, creo que deberíamos avisar a la jefa -se da la vuelta y sube tan cuidadosamente como estaban bajando y comunica a sus compañeros que están a la espera lo que ha visto.
No sé si debería tirar Percepción+alerta o percepción+subterfugio así que, como dije antes, mejor no tiro nada hasta que me lo indiques.
No veis en la niña nada que indique que ya no es una niña, al menos en principio. Ella está hecha un ovillo durmiendo.
Nada que tirar, puedes decírselo.
Un hilo de voz llega desde la escalera - Estad atentos, parece que hay una niña dormida aquí abajo, no he podido ver mucho más- tras un breve silencio habló de nuevo - no hay mucho espacio en la escalera asi que lo comprobaremos Scar y yo si os parece bien.
A Kumiko no le hacía ninguna gracia, ¿una niña durmiendo cuando aún era de día y en un sótano? Era mala señal, desde luego.
Usa las luces ultravioleta, si la chamuscais, no es una niña... - ahora que caía en ello, era una tontería haberlo dicho, ya lo sabrían de sobra.
¿ seguimos esperando o investigamos la zona ? - dice mirando a Romanov y luego mirar alrededor, después se rasca la coronilla.
La verdad que la espera lo estaba matando, ya se empezaba a impacientar, si no hacía algo mas que quedarse ahí quieto, esperando, se le hacía eterno.
Una niña...pensé frunciendo el ceño. Sin duda estaba de acuerdo con Hann. Una chiquilla, durmiendo de día en un lugar a oscuras, era probablemente un strigoi, aunque había que asegurarse.
Me asomé al hueco de la escalera, escrutando las sombras con ayuda de la linterna, aunque apenas se podía apreciar nada.
-Mejor esperamos un poco más. Si tienen problemas y nos alejamos, no podremos ayudarlos en caso de que huyan.
Me acerco a la niña absolutamente convencido de que es uno de esos monstruos pero, en el fondo, siempre queda la esperanza de estar equivocado.
Vamos pequeña. No me jodas. Ya he visto demasiada mierda como para tener que matar a una pequeñaja.
Apunto a la cabeza de la niña con la mano derecha y le doy unas pataditas suaves para hacerla reaccionar.
Eh. Princesita. Es hora de levantarse.
La niña levantó la cabeza, cuando Scarface la hizo moverse. Su mirada al principio soñolienta se tornó rápidamente asustada. No era una de esas cosas, al menos no aún. Dio un salto hacia atrás, hacia la oscuridad y soltó un pequeño grito de terror. Comenzó a arrastrarse asustada hacia la oscuridad del sótano, a ciegas.
Scarface hizo un movimiento abajo que provocó que por el hueco de las escaleras se elevara un chillido infantil.
Guardo mis armas en el pantalón mientras doy un paso atrás. Me pongo de rodillas y me siento sobre mis talones para estar a una altura más aproximada de la niña.
Tranquila princesa. Sé que no soy muy guapo pero no voy a hacerte daño.
Probablemente le resulte más fácil confiar en una afable cara femenina… que en el Grinch que robo la navidad.
Aletha, deberías ver esto…
Guardo la pistola en la funda que cuelga en mi costado y miro a Han: -Vigila. Voy a bajar. Te avisaré en cuanto vea que no hay peligro.
Comienzo a descender las escaleras, que chirrían con cada peldaño que piso.
Aletha bajó para ver qué había en el sótano, pero sin las linternas no podíais ver ya nada. Al enfocar su haz de luz hacia donde miraba Scarface, puedo ver a una niña pequeña, pálida y con un camisón blanco raído. Al reflejarle la luz delante de la cara, reculó aún más hacia la oscuridad. Se alejaba como podía de vosotros, mientras empezaba a sollozar.