Partida Rol por web

Su propio infierno

Siempre queda el infierno

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13/01/2009, 15:27
Enrique Ceballos

- Bien - comentó el rugbier mientras movía la barreta de lugar, la dejaba a sus pies y tomaba el mango del hacha para des-clavarla de la puerta

Quique respiró profundamente y miró al cantante - Bien hecho... verifiquemos que hay aquí... y nos aseguramos que, en caso necesario tenemos un lugar para descansar si nos hace falta. Una puerta con llave... es la primera que encontramos en este maldito lugar -

Seguro de sus fuerzas, pegó un tirón y anuló su propia "invención" previa, dejando el hacha apoyada en la pared y volviendo a tomar la barreta - Cuando quieras - le comunicó a Jim - Y que sea lo que Dios quiera - agregó en voz baja. Repentinamente tomó consciencia que hacía muchos años que no rezaba "Y este es un buen momento para empezar a hacerlo nuevamente" se planteo en silencio

Notas de juego

Por cierto... que hora es? como estamos de "cansancio"... y como afecta este en Kult.

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13/01/2009, 21:43
Director

Por un extraño impulso Quique miró su reloj: no eran más que las 2:10 de la madrugada. Parecía que habían pasado años desde que habían entrado en la casa ¿Se había dicho a que hora había sucedido el incendio aquella fatídica noche? De alguna forma Quique intuía que eso ya no tenía importancia. La actuación del grupo había roto el desencadenante de sucesos, o eso parecía.

Jim, ajeno a los pensamientos de su compañero, giró completamente la llave y abrió la puerta. Estaba oscuro y olía mal, agrio... A orina. Y probablemente a algo peor. El músico alumbró con su linterna el interior. Parecía un despacho de tamaño medio. Quizás unos cinco metros hasta el fondo y poco más de tres metros de ancho. Había al fondo una enorme mesa de madera sobre la que reposaban un sinfín de papeles, libros, unas bandejas metálicas con informes... Tras la mesa una gran silla de piel con ruedas, de las que denotan una cierta posición por parte de su dueño. Y contra la pared del fondo un par de archivadores metálicos. Las paredes estaban repletas de títulos y fotos, en un mosaico que casi cubría toda su superifice. Ante la mesa de madera otras dos mesas más sencillas para los visitantes. Y a un lado, cerca de la puerta, un diván.

El despacho estaba revuelto: había algunos marcos tirados por el suelo y sus cristales rotos devolvían una sinfín de reflejos del haz de luz de la linterna. Había también algunos libros tirados, y unas manchas de sangre. Parecía como si alguien hubiera pisado uno de los marcos y se hubiera cortado con el cristal. Las manchas - no demasiado abundantes, un mero rastro en la alfombra - conducían de forma ineludible hacia la mesa. Y en el momento en que la linterna alumbró esa zona la silla de cuero se movió ligeramente. Algo o alguien se ocultaba al otro lado de la mesa de despacho.

Notas de juego

No os afecta el cansancio para nada. Tenéis la adrenalina sobre máximos ;)

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13/01/2009, 23:03
Jim Stevenson

Jim entró con precaución en la sala, que era a todas luces un despacho. Mantuvo la respiración mientras el haz de luz de su linterna iba descubriendo los detalles de la estancia. Se fijó en el desorden, y mientras alumbraba al suelo, pudo ver el leve rastro de sangre, que se dirigía hacia la mesa. Cuando alumbró la silla y esta se movió, Jim dio un pequeño bote, mientras su corazón se aceleró. Allí había alguien. Al menos se estaba escondiendo, lo que probablemente significase que no fuese alguien peligroso. Ese pensamiento reconfortante pasó por su cabeza, mientras hacia un gesto al resto, señalando hacia la mesa.

El cantante tragó saliva. –¿Ko… Kowalsky?- preguntó, con la mano aferrándose cada vez con más fuerza a las tenazas -¿Eres tu?

 

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14/01/2009, 03:56
Enrique Ceballos

Quique ingresó en la habitación tras el cantante. Su imagen no era, precisamente, tranquilizadora, con la barreta en la mano e intentando olvidarse del temor que lo embargaba, esperaba que quien fuera que estaba encerrado en el lugar contestara.

Sin embargo no puedo menos que preguntar en el tono más bajo que pensó que oirían sus compañeros - Pero... si es Kowalsky... quien cerró la puerta -

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14/01/2009, 09:28
Mary Craven

Un rostro se asomó por detrás de la mesa. Era una mujer regordeta, que temblaba de pies a cabeza, parecía realmente aterrada.Vestía un uniforme de enfermera que bien podría haber sido la moda de 1920. Su rostro rechoncho, manchado de sangre, reflejaba un nerviosismo cercano a la histeria.

- ¿Qui... quienes son ustedes? - preguntó entre sorprendida y aliviada - ¿De donde... de donde han salido? ¿Son la policía?- la esperanza se diluyó en su voz al ver el aspecto de Jim - Pero... ¿quienes son ustedes?- repitió, insistentemente.

En su uniforme había una chapita identificativa:

 

Mary Craven
Enfermera Jefe

 

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14/01/2009, 14:03
Enrique Ceballos

Que el viejo hospicio era una caja de sorpresas era algo que Quique no dudaba, pero la presencia de la enfermera fue la gota que derramó el vaso - Pero... como que quienes somos?... Solo unos visitantes, pero Ud... Ud. quien es? que hace acá? -

El rugbier hizo sus preguntas una tras otra, casi sin respirar, demostrando con las palabras que la situación lo estaba superando - Y quien la encerró? Y porque? Y cuando? - continuó su retahila de preguntas mientras bajaba la barreta y miraba a la mujer con curiosidad - Y que está pasando aquí? - terminó, bajando el tono de voz y meneando la cabeza apesadumbrado - Esto no es un loquero. Es... Es... una casa de locos! - exclamó sin ser consciente del juego de palabras que, inadvertidamente había realizado

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14/01/2009, 14:40
Nicholas Walker

-No os confiéis, las cosas en este lugar nunca son lo que aparentan -dijo Walker sin importarle que la mujer pudiera oir sus palabras-. De donde sale esta mujer ahora, ¿eh?

La respiración del doctor se había agitado incialmente al detectar movimiento por encima del hombro de Quique. Ver que se trataba de una falsa alarma, aparentemente, sirvió para tranquilizar parcialmente sus ánimos pero no pudo deshacerse de toda la tensión acumulada a tiempo.

-¿Quién coño es usted? -le espetó a la enfermera- ¿Eh? ¿Qué hace aquí? ¿¡Dónde está Price!?

Siguió enfocándola con la linterna mientras escupía las preguntas sin ningún control.

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14/01/2009, 18:57
Alicia Izaguirre

Estirando el cuello lo más que pudo por encima del hombro de Enrique, Alicia consiguió echar una ojeada dentro de la habitación.

-No creo que sepa quién es Price ¿Ha visto su ropa?  -Comentó Alicia a la última pregurta del dr. Walker. -Si hasta parece salida de un museo y todo.

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14/01/2009, 19:56
Kathleen Smith

-Tal vez no sepa quien es Price pero sí sabrá quien es Kowalsky y puede que alguna cosa más sobre lo que pasó aquí- la mente de la actriz empezaba a ver la noche del incendio mucho más prsesente de lo que le gustaría.

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14/01/2009, 21:34
Mary Craven

La mujer parecía realmente aterrada por aquella acometida de preguntas y comentarios. Su voz temblaba al contestar, mientras se apoyaba en la pared que tenía tras ella como si quisiera atraversarla para huir de aquellos extravagantes desconocidos:

- ¡Yo mismo me encerré! ¡Ellos quisieron entrar! - dijo la mujer mostrando un llavero similar al que tenía Jim - ¡Huía de los dementes! ¡Se han fugado de sus celdas! y... oh, señor, señor... ¡vengándose de nosotros!- la enfermera Craven rompió a llorar en un mar de lágrimas - Oh, señor, señor... Nos lo merecemos todos... Kowalsky, Walker... Los enfermeros.. Oh señor, señor... No entiendo como pudieron convencernos de que lo que hacíamos era bueno para la ciencia... Era terrible... ¡Todos meremos morir!

La mujer era ahora un manojo de nervios descontrolado:

- Nos mataran a todos... ¡Y tienen derecho! ¡Lo tienen de verdad! ¡Ojalá tan solo nos maten y no quieran resarcirse de todo el daño causado!

Al ver el rostro del doctor Nicholas a la luz de una linterna lo señaló como quien señala a un ladrón, quizás a un asesino, cuando está declarando en un juicio:

- ¡FUE USTED! ¡USTED NOS CONVENCIÓ A TODOS DE QUE ERA LO CORRECTO! ¡Nada se puede detener ante la ciencia! ¡Monstruo!

La mujer sollozaba ahora tapándose la cara. Era evidente que pensaba que el doctor Walker era su antepasado.

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15/01/2009, 00:13
Jim Stevenson

A diferencia de Walker, que alumbraba a la señora directamente con la linterna, Jim apartó la suya, alumbrando al suelo, para no molestar y poner más nerviosa a la enfermera. Observó el antiguo uniforme que llevaba, pero no le resultó extraño, no a estas alturas.

-Cerrar la puerta, vamos- sugirió el cantante. Así tal vez se sintiese más segura la asustada enfermera- ¿Lo ve? Ya está, así no podrán entrar. ¿Tranquilícese, de acuerdo? Nosotros no somos ninguno de esos dementes, y no vamos a hacerla daño- Jim dejó las tenazas en el suelo, y se acercó despacio a la señora, mostrándole la palma vacía de la mano, en gesto tranquilizador.

Cuando la mujer reconoció a Walker, Jim se detuvo un momento. Su ceño se frunció, mirando de reojo al doctor. Otra vez su antepasado tomaba protagonismo. Jim emitió un leve bufido, y volvió a centrar su atención en la enfermera. Lo mejor que podían hacer antes de nada era calmarla.

-No, no es quien piensas. Tan solo es un familiar del Walker que conoces. Vamos, tranquilícese y hablemos- la voz de Jim era suave, y la acompañó con una sonrisa amistosa. Cuando quería sabía como tratar a la gente. Siempre se le había dado bien ganarse la simpatía de los demás. Pero la situación era demasiado tensa en esos momentos, y tal vez sus encantos no diesen resultado.

 

Notas de juego

bueno, lo primero de todo a ver si conseguimos calmarla. Lo ves, Walker tiene la culpa de todo! XDD

Dejo una tirada de retorica, por si sirve para calmarla.
Cachis, fallo por uno. ¿Un plus por la sonrisa profident que le he lanzado? XD

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15/01/2009, 02:25
Nicholas Walker

Los ojos del doctor, abiertos de par en par, estaban fijos en la maldita bruja que berreaba como si le fuera la vida en ello. Sintió el impulso de arrojarle la linterna a la cabeza y esparcir sus sesos por la pared, de machacarle el craneo hasta que se callara de una vez y para siempre. Por suerte para ambos Jim intervino rápidamente, no sin antes soltar ese bufido típico que sacaba siempre de quicio a Walker.

Con la puerta cerrada tras de sí, se apoyó en la pared y dejó que su cuerpo se deslizara suavemente hasta quedar sentado en el rincón. Apoyó la cabeza en las palmas de las manos y los codos en las rodillas. Estaba cansado, manchado de sangre, sin afeitar. Parecía un pordiosero y en cierta medida comprendía que la mujer los hubiera tomado por locos. ¿Quién no lo estaría?

Quizás lo que vio en el techo era solo una alucinación; histeria colectiva. Tenía que serlo, ¡estaba perdiendo el juicio! A lo mejor Price les había dado alguna droga con la bebida en el barco y todo esto era producto de su imaginación. ¡Quizás estaba soñando! La herida del costado seguía doliéndole a rabiar pero quizás también era una alucinación...

Enfocó la linterna al suelo en busca de cucarachas o algún otro bicho asqueroso. Seguro que aquel lugar estaba comido de insectos y arácnidos de todo tipo y tamaño, como pelotas de tenis. Sintió picores en las piernas y se levantó rápidamente para empezar a sacudírselos por si acaso.

Tenían que salir de ahí, y la única forma de arrastrar a los demás era encontrar el motor de marras y cargarselo a hostias si era necesario. Y luego marcharse lejos y olvidarse de esa pesadilla. Por lo menos había encontrado las notas... ¡Sí, las notas! No podía olvidarlas bajo ningún concepto. Solo tenía que recordar dónde las había dejado.

-Vamos a por el motor, estamos perdiendo el tiempo. Dejad a esta loca aquí y vamos a por el motor o nos darán las uvas. ¡Vamonos de aquí de una vez!

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15/01/2009, 02:47
Enrique Ceballos

Quique, mansamente, cerró la puerta, haciendo caso a las instrucciones del cantante. Parecía que en este caso la fuerza no serviría de nada y sus años como capitán del equipo lo habían hecho aprender que para cada tarea había que confiar en quien estaba mejor preparado para ella. Es cierto que en caso necesario el podía correr como un wing, o incluso formar de medio scrum ó apertura, pero sabía que solo era en caso de emergencia, lo mejor era que cada uno hiciera aquello para lo que estaba preparado. Y el no estaba preparado para hablar. Esperaba que el cantante si lo estuviera.

La histeria del medico no le sorprendió. Ya se estaba acostumbrando a las excentricidades de cada uno de sus compañeros - Si, si, ya buscaremos el motor... y lo destruiremos - le contestó - pero primero debemos saber donde está. Y quizás Mary pueda ayudarnos -

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15/01/2009, 13:20
Alicia Izaguirre

Alicia comprendió que el cuchillo no iba a ayudar aconvencer a la enfermera de que sus intenciones no eran hostiles y decidió guardarlo. Se lo puso en la cintura como muchas veces había visto que lo hacen en series o películas, sólo que en la pantalla parecía más fácil de lo que en realidad era. Cuando finalmente terminó de acomodar el cuchillo sin clavárselo, se quedó cerca de la puerta que ahora estaba cerrada.

Toda esta situación parecía sacada de una película de clase B. Sería divertida si no fuera porque sus vidas realmente estaban en peligro y si no fuera por aquello que había visto en el techo de la celda. Ahora no le parecía demasiado descabellada la idea de que este doctor Walker fuera el mismo que todo el mundo estaba acusando.

También estaba el tema del dichoso motor que ahora estaban discutiendo sus compañeros.

-Enrique tiene razón, tal vez la enfermera pueda decirnos algo al respecto.

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15/01/2009, 17:05
Kathleen Smith

La reacción de la enfermera respecto a Walker no la sorprendió. Si lo que fuera que hubiera escrito en aquella vieja máquina reclamaba a Walker, era de esperar que el resto de personas dementes o cuerdas también lo reconociesen. Trató de acercarse a aquella mujer, para tranquilizarla. -Tiene que respirar, está a punto de tener un ataque de histeria... Vamos, tranquilicese.

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15/01/2009, 20:51
Mary Craven

La mujer pareció tranquilizarse al cerrar la puerta. Cuando Jim se aproximó a ella se abalanzó en sus brazos con todo su peso. Temblaba terriblemente y lloraba sin control. El cantante la abrazó como quien toma a una niña pequeña y asustada. Necesitaba calmarse. Todos necesitaban calmarse.

Durante un par de minutos el grupo permaneció silencioso contemplando la escena, tomándose un respiro. Finalmente la enfermera se separó un poco de Jim para sentarse - más bien desplomarse - en el asiento de cuero.

- Yo... Esto es una locura ¿saben? Me da la sensación de que todo esto ya lo he vivido... No así... Ustedes... es como si no encajaran en un puzzle que hay en mi mente. Puedo recordar el fuego y el dolor... Y una mujer que se reía, caminando desnuda a la cabeza de los dementes... No era una interna... ¿Lo habré soñado? Oh señor, pero esto se parece tanto a mi pesadilla. ¿Me estoy volviendo loca? Puede ser eso... Quizás ni siquiera estén ustedes aquí... Su aspecto es extraño...- miró las melenas de Jim desconcertada - Sus ropas... Son extravagantes... Oh, señor, es eso: me he vuelto loca... El señor me está castigando por nuestros pecados... Yo no quería...- sollozó de nuevo - ¿cómo podía negarme? Tanto dolor... Nadie merece tanto dolor, ni siquiera esos desalmados que habían causado tanto daño..

Notas de juego

Jim: El roleo también da sus bonos, de hecho te iba a dar un +2, así que pasas la tirada. Por los pelos pero la pasas. :)

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15/01/2009, 21:53
Jim Stevenson

Jim recibió a la enfermera en sus brazos, con cara de absoluta sorpresa. Del impacto casi se le cayó la linterna que sostenía en la mano izquierda. No esperaba esa reacción, a pesar de que no era la primera que se tiraba a sus brazos… aunque generalmente solían ser más jovencitas.

Tímidamente al principio, Jim rodeó a la mujer con su brazo libre, mientras dejaba que se desahogase entre sollozos. Tras un par de minutos pareció calmarse, al menos lo suficiente como para hablar.

-Mira, se que nuestro aspecto te puede parecer extraño... pero la verdad es que… bueno, es difícil de explicar…-realmente ni Jim sabía que es lo que tenía que explicarle. ¿Qué le diría? ¿Qué posiblemente hacía muchos años que hubiese muerto, como Kowalsky? ¿Que pertenecían a épocas distintas? ¿Realmente era eso lo que había ocurrido? Hace unas horas le habría parecido una locura simplemente el pensarlo, pero después de todo lo que había ocurrido, lo que habían visto…- Hemos estado con Kowalsky, y según lo que nos ha contado, a el también le ha pasado lo mismo que a ti. Lo de la sensación de haber vivido todo esto ya, me refiero. Así que no, no creo que estés loca.

Jim hizo una pausa, dando un respiro a la mujer. Luego se acercó a ella, y arrodillándose junto al asiento donde reposaba, la cogió de una mano.

-Creo que es importante que recuerdes los detalles de esa pesadilla que has tenido, y que nos lo cuentes. Estamos intentando detener esta locura, y seguramente necesitemos tu ayuda.

 

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16/01/2009, 01:43
Enrique Ceballos

El rugbier permaneció callado. Parecía que Jim tenía la situación dominada... o de eso se quería convencer. Atento a que nadie los sorprendiera por la espalda, acercó su cabeza a la puerta con el fin de asegurarse que no hubiera nadie afuera con intenciones de entrar

Notas de juego

Veamos que averigua Jim con su piquito de oro... y que no haya nadie dispuesto a "interrumpir" la explicación que, espero, nos de la enfermera. Escucho a través de la puerta... cerrada

Cargando editor
16/01/2009, 12:05
Director

Notas de juego

Cita :

Veamos que averigua Jim con su piquito de oro... y que no haya nadie dispuesto a "interrumpir" la explicación que, espero, nos de la enfermera.
 
Matute, por dios, esto empieza a ser serio: no utilices la sección de notas para meta jugar, te lo suplico. Si lo vuelves a hacer tu PJ sufrirá las consecuencias, lo siento.

 

Cargando editor
16/01/2009, 12:34
Enrique Ceballos

Notas de juego

SOLO MASTER

Pero... donde está el Metajuego?

Si Jim YA HIZO LAS PREGUNTAS.

Y el "no interrumpir" venía por el lado de los locos, precisamente por eso estoy con la oreja en la puerta para asegurarme que no pase.

No lo entiendo.. donde está el metajuego?