Partida Rol por web

¿Conocía Frisbee los riesgos de esa práctica? ¿Sabía cómo ejecutarla? ¿Simplemente lo había visto o leído y estaba siendo arrastrada por la euforia del sexo y de su rol de dominio? Tú poco podías hacer en tu total y absoluta indefensión. No hubo práctica anterior, ni pruebas ni ejércicios preparatorios.

¿Confianza? O confiabas en Frisbee o estabas realmente loca para entregarte de esta manera en manos de una cocainóma. 

Frisbee presionó tanto que acabó por bloquearte la entrada de aire. Durante unos segundos. Después relajó la presión. Su mano presionaba la zona superior, hacia la mandíbula. Bloqueó de nuevo. Y así, prosiguió, cortando el suministro de aire, más tiempo, menos espaciado, dejándote lo justo para tomar aire durante un momento. 

-Eres completamente mía, muñequita. Tu culo es mío. Tu coño. Tu placer depende de mí. Tu respiración. Tu vida.

Y sin detenerse en la alucinante follada que te estaba dedicando. Tal vez no importaba que no fuese lo que tú querías y parecía que no estaba dispuesta a darte. El placentero dolor del meneo, la asfixia intermitente, te coducían a un orgasmo en el que ibas a morir. Cada vez que soltaba y el caudal de aire entraba combinando con su rítmica penetración, creaba una armoniosa sensación delirante en tu cerebro.

Los últimos estrangulamientos se demoraron en tiempo, justamente a la vez que tu ama aumentaba un grado la cadencia de sus caderas, aunque siempre sin salir demasiado de tu cálido y estrecho interior. Frisbee cerró la válvula una vez más y no la abrió, y a ti te iba a llegar un tsumani en cuanto pudieras respirar de nuevo... 

Los segundos sin entrada de aire se sentían como minutos, eternos pero no eran desagradables porque Alice no estaba. Sin llegar a perder la consciencia, el cerebro empezaba a consumir dióxido de carbono en lugar de oxígeno y se producía una pequeña intoxicación la cual permitía que el cerebro pareciera desconectar, al menos en parte porque las sensaciones seguían ahí, pero cubiertas como si echaras una gruesa manta sobre un altavoz.

Entonces cuando Frisbee abría de nuevo su presión y el aire volvía a circular, cada músculo y cada tendón de Alice volvía a un estado no sólo relajado, sino absolutamente maleable y voluble, ajenos a su voluntad, Aunque hubiera estado desatada no habría podido moverse, el cerebro se centra en llenar de oxígeno la sangre y los órganos, dejando el sistema motor en segundo plano. Pero además otra cosa...cada vez que volvía, el sexo de Alice rezumaba una catarata de fluidos, como si se abriera una presa, era demencial, casi parecían pequeñas corridas igual lo eran, pero sin orgasmo.

Claro que ni Alice ni Frisbee sabían nada de oxígeno ni de dióxido de carbono, la morena sólo sabía que los oídos le zumbaban y que veía centellas de colores en la oscuridad de sus ojos vendados...tan sublime que es imposible resistirse.

Y cada vez que se producía una nueva secuencia de cierre y apertura de la entrada de aire, más profundo se sumía en ese estado porque los niveles de dióxido de carbono eran mayores y los segundos de entrada de oxígeno eran muy justos para producir una renovación total. No era nada excesivamente peligroso en un puñado de repeticiones cuando se trataba de personas sanas.

Entonces la tatuadora aprieta y Alice esta tan ida que ni siquiera le preocupa que no vuelva a abrir, esa posibilidad no existe para ella.

Ahora no puedes rogar más con las caderas. El control, el movimiento, el dominio absoluto lo tiene ella. Eres su muñequita. Su juguete. Su objeto. Te derrites por debajo igual que un helado al sol. Tus nalgas cimbrean al compás que marca ella. Sientes cada penetración, lejana pero intensa, dulcificado el dolor casi inexistente. No lo hay. Tan solo el deleite del placer del polvo que no termina y dura infinitos minutos. 

La presa de Frisbee se retira, el aire inunda tus pulmones, el oxígeno refresca tu sangre y tu cerebro. Una nebulosa de estrellas centellea detrás de tus ojos, fuegos artificiales, tus piernas tiemblan, tus muslos se bañan en un manantial sedoso y cristalino. El pañuelo de la boca desaparece y tu grito silencia la  música a todo volumen. Detrás, tu ama te folla más, también ella compartiendo tu orgasmo.

Y cuando permaneces tirada en el suelo, en tus sueños orgiásticos, boqueando entre eléctricas sacudidas de placer, Frisbee se quita el strap on, casi lo arranca y, aullando, a horcajadas todavía sobre ti, se frota frenética en la parte baja de tu espalda, justo en el tattoo. 

Carpe Diem.

Sus manos presionan tu espalda. Su apunto de apoyo.
Y se corre contigo. 

La cabeza de Alice está a punto de perderse del todo pero al final no ocurre, en su lugar se queda blandita como un montón de nata montada que va perdiendo su forma en el plato hasta quedarse en una masita dulce y esponjosa pero chafada.

No sabe como sostiene el peso de Frisbee, simplemente no lo hace, su cadera, las rodillas y las cuerdas que impiden que sus piernas se abran hacen todo el trabajo, pero no siente ningún dolor, o tal vez es tan intenso y tan canalizado por el placer que simplemente el concepto de dolor ha desaparecido del diccionario, borrado y reescrito. 

En su estado de semi inconsciencia o medio lúcida se da cuenta de que ya no lleva la mordaza pero es que tampoco está en el sofá, sino en el suelo, lo sabe por el tacto duro de éste y probablemente esté frío pero eso tampoco lo nota. Ni tampoco ha oido su grito orgásmico ni el de Frisbee, la musica se oye lejana, pero ese zumbido en los oidos persiste...¿estaba el subspace? No...al parecer esta vez no había entrado, pero había abierto la puerta otras sensaciones, a otros placeres desconocidos.

Sinceramente, ahora sí que dudaba de poder llegar a sentir más.

-Fris...¿ama?- pregunta, casi tiene un desliz, no sabe cómo está ella ni si quiere seguir jugando. Por su parte Alice esta satisfecha...si quería darle más o que ella le diera más, lo haría, sin duda pero si durmieran ahora acurrucadas tampoco se quejaría.

La nata montada de tu cerebro * se asienta, percibe el mundo real, donde estás y qué estás haciendo. Realmente estás destrozada, podrías seguir, pero un buen descanso te sentaría de fábula. Entretanto, Frisbee, recuperándose también de sus espasmos y clímax, te va desatando muñecas, tobillos, te quita la venda de los ojos. 

Te come a besos, desesperada y ávida de tu boca. Sus pupilas están muy dilatadas y, en tu fluctuante percecpión de la realidad, te parece que va pasadísima. ¿Es producto del orgasmo? ¿Es un flipe por la forma y el tiempo dedicados a follarte como lo ha hecho? ¿Cuántas rayas se ha metido? Preguntas, pero ninguna de las dos se encuentra como para responder o resolver enigmas. 

Va tan tocada que, cuando se da cuenta de la cascada en tu entrepierna, no puede evitar sumergirse en ese delicioso mar único y solo para ella. -La puta hostia- Lame tus muslos interiores, lame tu sexo, completamente sedienta y a la vez ebria de ti. Su lengua asciende vientre arriba hasta tus senos y al manjar que es tu boca. Para regresar a tus tobillos, de pronto, ahí la ves.

-El tattoo...-Besa las marcas que la soga ha dejado en tu piel. Luego va a por un cigarrillo. Está zombie perdida, bailando al son de la música que suena hasta que cae sobre el sofá, extenuada, y tu corres para socorrerla y a la vez acurrucarte en su regazo. 

-Esto es follar y lo demás putas gilipolleces. -Te pasa lo que queda del pitillo. Una ducha iría bien, aunque no estáis para moveros mucho. Mejor quizás una siesta. -¿Cómo estás, Alice? -parece haber salido del juego- ¿Cómo estás, muñequita? EStoy supercolgadísima. Jajaja. Joder, se nos olvidó las palabras de seguridad, jajaja.  Qué subnormales que somos, jajaja. 

Cuando la libera, sus articulaciones se estiran dolorosamente al despertar e incluso se nota algún crujido, pero los besos son tan ricos que le alivian todas la penas...que en verdad no son tan penas. Se retuerce gustosa bajo sus besos, disfruta de su libertda abrazándola y abriéndose para ella, que sacie su sed...unos últimos coletazos antes de darse cuenta de lo realmente destruida que está, se ha quedado totalmente vacía y en blanco, pero no tarda en levantarse tras Frisbee y acurrucarse junto a ella en el sofá.

-¿Olvidarse?...no...no se me han olvidado...-confiesa con un tono travieso y divertido. Se acomoda en su pecho y la acaricia tiernamente con las yemas de los dedos- Si que ha sido...la puta hostia...-toma lo que queda del cigarro y casi lo termina de dos caladas de tan fuerte que aspira.

-Creo que no podemos subir más el nivel, ¿hemos tocado techo? -pregunta con media sonrisa y le besa entre los pechos, cariñosa, entrando en modo gato feliz.

Tú entras en modo gatita feliz pero ella parece seguir cachonda o al menos tiene picos de excitación. Guía tu boca hacia sus pezones y tu mano a su sexo, casi ella misma introduce tu dedo muy adentro de su abierta flor. -Lo quiero rápido y furioso, muñequita. -No te responde a tu pregunta, quizás ni estaba por ella.

¿Ha entrado en modo ama de nuevo? La masturbas como te pide, con energía, mientras comes de sus tetas. Es un nuevo momento sublime. ¿Te la podrás follar así algún día con el dildo?  Frisbee tarda en correrse y lo hace con leves sacudidas y apagados gemidos. Tironea de tus cabellos para que la beses, te pide, te exige besos devoradores de almas. Y así esta vez la besas tú, dándole todo lo que desea tu ama. Finalmente un sopor opiáceo os envuelve en su capullo de sosegadas respiraciones y el sueño os acaba por vencer.

Cuando despiertas, ya está oscuro afuera. Estás recostada sobre tu amiga, que fuma, indolente, tumbada boca arriba sobre el sofá, formando círculos con el humo del cigarrillo. La música suena a un volumen muy bajito. Trepas y le regalas besitos, mirándola con devoción. Notas saliva en las comisuras de tu boca. Estás atrapada por Frisbee. ¿Cómo vas a dejar de mirar a esos ojos? ¿cómo podrás pasar un solo día sin follar con ella, aunque sea sexo vainilla? ¿Cómo resisitirás el tiempo sin sus besos, sin su boca en la tuya, o su lengua muy adentro en tu coño? ¿O sin escuchar la voz de tu ama exigiendo que te portes bien? *

-Hola, honey. -te sonríe- Me has baboseado un poco, jajaja, cerdita. Me mola que me babosees, jajaja. -añade, traviesa. Te pasa el cigarro - Cuando regreses a este jodido mundo de los vivos, qué te parece si preparas unos sandwiches y unas birras. 

-Pues si a mi ama le gusta tendré que dormir más a menudo así...- comenta con ese aire de gatita adormilada, incluso llega a frotarse un poco la mejilla contra su piel. 

Deja pasar unos minutos para "volver al mundo de los vivos" y se despide con un beso para ir correteando a la cocina y preparar los sandwiches y unas birras. De paso se toma la molestia de reponerlas para que no se quede sin latas en la nevera. Su cerebro vuelve poco a poco a la realidad y se encuentra con esas mariposas en el estómago...se había pillado, Frisbee se portaba de puta madre con ella, le daba cuánto quería y lo disfrutaba, tenía sus defectos, claro pero...era tan agradable estar con ella, ya no solo por el BDSM... En el fondo era una detallista, la comida en ese lugar tan bonito, el retrato...era una caja de sorpresas y estaba segura de que le quedaban muchas por descubrir.

¿Y Michelle? Joder...que inoportuna vocecita. Ahora no.

En pocos minutos vuelve con la comida y la bebida y hace un sitio en la mesa para ponerlo todo.

-¿Así te gusta, ama?- y se ríe divertida, por cada vez que Frisbee la llamara muñequita, ella le correspondería, a ver hasta dónde llegaba el juego.

Tu amiga alza una ceja, observándote, perpleja. ¿Ama? En su mirada interrogativa lees la pregunta, ¿continua el juego? Estáis completas, satisfechas, seguramente sin ninguna clase de ganas de sexo en este momento pero eso no impide que el rol dominante-sumisa persista -Acércate y date la vuelta -Ella sigue tumbada, como la señora de la casa y tu ama que es. Examina las marcas que te ha dejado el cinturón. -Me pasé, ¿no?, muñequita. Me dejé llevar un poco por el juego. 

Se pone en pie, te pasa su propia camiseta y ella pilla otra larga que está por ahí tirada. -Me moló bastante -confiesa de espaldas a ti, con la boca pequeña camino del baño de la planta baja. Se trae una crema y la aplica con cuidado en tu espalda, mientras con la otra mano se va comiendo el sandwich que has preparado cariñosamente para ambas.

-Me puso muy cachonda follarte de esa manera, muñequita. Lo que te decía, sentir como te ibas corriendo y mojándome mis propios muslos...joder, tía. Es una puta pasada. Y extraño, porque total, que yo no tengo polla para sentir lo que siente un tío, jajajaja. Bueno, toda la situación, todo lo que hicimos...conforme avanzábamos, me iba gustando. No me dejó indiferente. No me mata pero...mola.

Te pasa un dedo con crema por la rajita del culo. ¿Necesitas aquí un poco de crema?, Jajajaja. Aunque, muñequita -y aquí el dedo te da un suave masaje externo- también me gustaría...-el tono de su voz cambia, pasa a ser el de tu "ama"- quiero follarte el coño en alguna ocasión con el strap on. ¿Lo has probado?

-No, no te has pasado, me gustó mucho, ya lo sabes.- dice, quitándole toda la.importancia, aunque le agradaba mucho que Frisbee quisiera cuidarla ahora. Se le ocurrió que no habían hablado de esa parte, eso que había leído por ahí y que Sey le había recordado también. Los cuidados de después* y sin embargo a Frisbee le salían naturales, igual que la misma dominación. Le hace caso y se ofrece retirándose el cabello de la espalda para que le ponga cremas, pero no la interrumpe mientras habla.

-Si... noté que te iba gustando cada vez más y eso...eso también me estaba gustado a mí y fue como...bua...muy bien. -​​​​​​-intenta expresar con palabras todo lo que ha sentido durante la sesión pero le resulta inabarcable.

-No,lo cierto es que no lo he hecho, jaja- reconoce sin tener que pensarlo mucho.- hace tiempo que no tengo una polla ni nada parecido en el coño, no sé, supongo que he estado ocupada probando todo lo que me he estado perdiendo toda la vida. - se gira y le pone un beso casi tierno en los labios, aunque largo- me encantaría que lo hiciéramos. Tendré que comprar un dildo doble para que tú también sientas ahí cuando me folles. No es justo que todo sea para mi jeje...¿Que otras fantasías tienes? Me encantaría ayudarte a hacerlas realidad.

-¡Coño! Un dildo doble, ¿de esos que me has enseñado? Nah. No lo veo. -Te abraza por la cintura y repite tu casi tierno beso largo, pero no se resiste al final de darte un mordisquito.- Sabes qué pasa, que no le das lo mismo a la otra persona si a ti se te va la puta cabeza. Mira, el puto sesenta y nueve, es una mierda. No se, una buena follada de "tijeras" con una corrida a la vez, vale, pero que correrse al mismo momento está sobrevalorado y no es fácil.

Le da un mordisco al sandwich- A mí me la suda eso. Primero te corres tú, luego yo o al revés, qué más da. Lo pasamos bien, ¿no? Y si un día no hay orgasmo, no es un drama. La gente es como muy gilipollas. 

Sigue comiendo, y soltándote algún beso. Reflexionando sobre fantasías. -Igual te parezco sosa pero sobre fantasías....se encoge de hombros- Yo siempre he ido sobre la marcha...¿Quién me iba a decir que follaría con un dildo? Ya ves. Bueno...me gustaría despertar por las mañanas descubriendo que mi chica me come el coño...

Se ríe a carcajadas - Oye, que tú has preguntado, eh, maldita muñeca diabólica. 

Sí, estás genial con ella. Te da lo que quieres y tú a cambio te estás entregando por completo. No piensas en su forma de vida quizás algo desordenada. En la coca. Las birras. Su forma de conducir. ¿Hay más? Una caja de sorpresas por descubrir...No es que tú seas un ángel precisamente... pero en absoluto eres mala tía...Blancos, grises y negros...

-Umm pues deseo concedido...todas las mañanas que despertemos juntas te despertaré así. Aunque luego me tenga que ir a trabajar me llevaré tu sabor en la boca.- le dice mordiéndose el labio inferior y vuelve a besarla, embelesada con ella, no puede quitarle los ojos de encima.

-Ya entiendo...no se, no tengo mucha experiencia con mujeres así que me dejo guiar por ti, si no te atrae la idea, lo dejamos así...los orgasmos están sobrevalorados, hay sensaciones incluso mejores, el camino es mejor que la meta. Hoy por ejemplo...he disfrutado tanto estando atada para ti...todo ese rollo de policía...sublime.- afirma aunque en realidad no sea necesario porque su forma de humedecerse había sido más que evidente.

Se estira para alcanzar un cigarrillo después de dar cuenta de su bocadillo y lo enciende mientras, por pura costumbre, revisa un momento sus mensajes.

-¿Qué quieres hacer ahora? ¿Una ducha? ¿Peli? Joder ¿qué hora es? jaja no tengo ni idea, que fantasía...

-Qué dices loca. Que es jodidamente feo que te suelten, lávate la boca guarra que te huele a coño. Aunque su sabor sea igual que un puto melón maduro -que la niña es una fina de cuidado...

Quizá no te has dado cuenta, pero has abierto la caja de Pandora. Mientras miras los mensajes, distraída, te cae su pregunta.

-¿Eso quiere decir que te vienes a vivir conmigo? De puta madre. -Frisbee lo ha entendido así. O lo quiere entender. Te das cuenta de que avanza unos pasos hasta invadir tu propio espacio. La miras, y tú misma lo has pensado, no puedes quitarle los ojos de encima, ensimismada. Pero si cruzas miradas, sabes que pasarás a la fase de embobamiento. 

-No quiero que te vayas de finde. -su voz es la tonalidad de siempre, suave, algo grave, con ese deje sutil de determinación y sugerente mando- Ya imagino que te vas a follar a tu jefa. No se todavía qué tienes con ella, pero te deseo conmigo este par de días. Para que me comas el coño por las mañanas, para follar mañana, tarde y noche. 

Su dedo te alza la barbilla. Sus ojos son los de una depredadora frente a la cervatilla que quiere comerse. Sus labios dos imanes. Su olor corporal, el perfume de la tentación. -Quiero que te quedes -repite, reforzando la idea. Sabe que estás en un momento vulnerable y ella suele tomar lo que desea. 

Se queda perpleja y casi sin respiración por la serie de suposiciones y peticiones que hace Frisbee...tanto que casi se siente que va a marearse. Su mirada queda atrapada por la suya, traga saliva, la sorpresa casi la ha golpeado como una bofetada...y no de las que le gustan.

-Eh yo...no...no puedo Frisbee...-empieza, le tiembla la voz, está incómoda y aparta la mirada- No puedo eh...Michelle...no...no es solo la tía a la que me tiro ¿vale? Es mucho más que eso...es...es complicado pero no puedo fallarle, me apetece verla y...por favor no me hagas elegir...- su tono es casi suplicante, se cierra en banda, no está preparada para afrontar este problema. 

A la tatuadora no le ha gustado tu respuesta. Su expresión de disgusto lo dice todo. Tienes la impresión de que no se esperaba para nada tu negativa. También ella ha recibido una torta en su arrogancia y confianza de tu sí. 

-Mierda. ¿Y yo que soy, la otra tía que te tiras? -se mueve y pilla un cigarrillo. Lo prende antes de continuar.- ¿Qué es mucho más? ¿Complicado? Explícamelo. Joder. No soy una puta idiota. -No es un tono agresivo, pero sí de mosqueo. Asertiva con su punto de cabreo.

Le da un par de caladas al pitillo- No me jodas, honey. La verás el puto lunes. Yo no te he dicho nada hasta ahora. Pero, mierda, joder, mírate al espejo cuando me miras. ¿Qué quieres que piense? -fuma de nuevo.

-¿Crees que vas a pasarlo bien estos dos días pensando en mí? Explícame que puta mierda tienes con esa tía. ¿Yo solo estoy para follarte y adiós? -de momento no se muestra tolerante con ese no me hagas elegir...

Recuerdas, tal vez, en un flash, las palabras de Sey...

Instintivamente, Alice se aparta para mirarla con las cejas alzadas, una parte de ella quiere hacerse pequeña y desparecer, pero otra no está dispuesta a dejarse pisar. Suspira, fuma mira al suelo y luego al frente. Si...es cómo decía Sey...

-Intento ser sincera contigo Frisbee, porque me importas...estoy empezando a sentir cosas increíbles por ti, es cierto, pero también siento cosas increíbles por Michelle. Cuando llegué aquí...a esta ciudad ella fue la primera persona que conocí, al principio sólo era sexo y trabajo, pero se me ha ido de las manos, ella ha estado ahí para cuidarme y aconsejarme...ha hecho cosas por mí que ni te imaginas.- su respiración se entrecorta, el corazón le va a mil.

-Creo que te quiero, Frisbee... pero tienes que darme tiempo para aclararme en todo lo demás.- le pide mirándola con ojos suplicantes y un gesto abatido- Cuando dejé mi vida pasada...no fue para enamorarme de una sola persona y ceñirme a ella...si sólo me quieres para ti...es mejor que me lo digas ahora, por favor.

-¿Y tú crees que yo no siento cosas por ti? Tía, te he dicho que te vengas a vivir aquí. Que te quedes el maldito finde conmigo. ¿Te hago un mapa?

Frisbee se está poniendo nerviosa. Su muñequita se le rebela. -No te acuestas con toda la puta gente que te hace un favor o te ayuda. ¿O eres poliamorosa? Porque yo no.-fuma intensamente.- ¡Joder! ¡Me cago en mi puta madre!

Se queda un poco parada con tu confesión, "creo que te quiero". Está confusa. -Tiempo para que te aclares. Aclarar qué, ey Frisbee, a ti te quiero para que me des por el culo. A Michelle para darle yo. Ah, y me follo a un tío también. Vamos a montar una puta comuna todos follando con todos. No, todas follando con Alice. Menuda mierda.

Frisbee apaga con rabia contenida el cigarrillo. Se prepara un porro en sustitución.- Perdona. Imagino que es un lío para ti. Pero compréndeme, me estás diciendo que te comparta. Me daba igual si era solo sexo...pero ahora...Y ella qué, ¿se ha enamorado de ti? ¿Acepta que tengas sexo conmigo, que...que me quieras, o no tiene ni puta idea de nuestro rollo?

Alice se esta poniendo nerviosa también...joder con lo fácil que hubiera sido poner una maldita excusa... Traga saliva y fuma...escucha a Frisbee, aguanta el chaparrón de verdades que le suelta.

-Claro que sé que sientes cosas por mi...pero yo no...no quiero estar con una sola persona. No quiero que la rutina me vuelva a matar ¿lo entiendes? No no se si soy poliamorosa, no se si estoy enamorada de ti ni de Michelle es que no lo se, ¡maldita sea! Yo no quiero que todo sea tan complicado...

Se levanta y empieza a pasear de un lado para otro, no muy lejos. Detrás de ese cigarro se enciende otro, no sabe qué más decir, todo se estaba yendo a la mierda y una parte de ella quería simplemente, huir.

-No se si ella está enamorada de mi...no hemos hablado de eso.-confiesa despacio, con la vista clavada en la ventana- Pero esto no va a ser un juego de que "si ella me dice que no, me quedo contigo" porque no quiero que nadie me pertenezca ni pertenecer a nadie...Ella sabe que tengo algo contigo y supongo que tampoco le gusta la idea de compartirme pero ella no me hace elegir. -al menos por ahora ¿no?- Hace tiempo que me lo dijo, me dijo que no podía esperar tenerme para ella sola. Me gustaría que tu tampoco lo esperases...- gira un poco la cara para mirarla.

A la mierda...eres una campeona Alice...menudo lio...mira lo que has hecho