Partida Rol por web

-Nada, mujer. Tú pregunta lo que quieras, me vas informando de tus progresos y vemos si te parece que cedes demasiado. -te da la impresión de que sonríe- Va, si eres una tía con suerte, una dómina a estrenar y una mujer madura que te equilibra. Alice, me voy a pillar yo tu lugar, jajaja.  
Está a punto de desconectar. 

Ah.Lo que te mandaré te hará ver que tu conducta no fue tan exagerada. El problema en tu caso fue que el receptor no esperaba tu acción. Cuando ambas partes están de acuerdo y confirman lo que quieren y pactan niveles, todo fluye. -se escucha ruido de tráfico.

Te soy sincera, son videos porno, cortitos, de 15 o 30 segundos. Es pornografía de alta calidad, en blanco y negro, y ajustada a la realidad. Sobre todo es pegging, diversas formas de tomar y sodomizar a hombres en particular, también hay mujer mujer o tríos. Amordazados o no, atados con sogas o correas, diferentes posturas y agresividad en el acto. No dudo de que ya habrás visualizado escenas semejantes, pero como te digo, estos videos son rigurosos con el mundo real. Seguro que tú no fuiste tan..."salvaje" como algunas de las mujeres que salen en esos videos. Venga, un beso.

-Ojalá lo pueda ver como tu, Sey.- se refiere a su referencia de tener a dos mujeres a su alrededor- Pero me temo que yo la voy a cagar, y si no, al tiempo.- se ríe un poco con un ligero matiz de amargura pero no hace hincapié en ello sino que salta a la siguiente parte de la conversación.

-Eh, parece de lo más interesante, en realidad y no quiero que suene como que me voy a masturbar alocadamente viéndolos eh...bueno puede que un poco.- se ríe de nuevo más animada de pensar en otra cosa- Vale entonces...nos vemos para el jueves ¿a que hora? y eh...¿tengo que llevar algo? ¿alguna ropa? Me dices todo por correo si quieres o mensajes ¿si? Vale no te entretengo más, nos vemos el jueves. Un beso.

-Sobre las 17h, ya quedaremos. Ven con ganas y sin nervios -te anima Sey- Yo llevaré algunos juguetes y objetos. ¿Te gustaría alguna cosa en particular? Buenas noches.

Te quedas más tranquila. La  mujer transmite confianza. En realidad las decisiones recaen sobre ti, pero al menos te sientes arropada. En cierto sentido, si lo miras bien, estás rodeada de personas que te cuidan, te tienen cariño. Sin embargo no te es suficiente; el fuego dentro de ti arde y amenaza con arrasar con todo.

Al rato aparece Brenda. Se ha escabullido con un tupper de sopa y otro de salmón a la Papillot. Te das cuenta que estás hambrienta. Charlas con la chica unos minutos, se tiene que ir antes de que Rose sospeche. Tienes claro que es una buena amiga y ya no la imaginas de nada más, pero te sigue en el estómago esa sensación de lo fácil que sería atraparla en tus redes. ¿Le sucedería igual que a ti con Frisbee? Es tentador, pero no.

Los videos no llegan. Te acabas por acostar y pasas una noche no excesivamente agitada, más o menos duermes bien y te despiertas con ánimos y optimista. Miras el  móvil, ya tienes el mensaje.

Sey tenía razón. Has visto escenas similares. Pero están muy bien rodadas, en la frontera entre el erotismo extremo y el porno. Algunas te impactan más que otras. Algunas te hacen relamerte los labios. Esas posturas…hacer eso con un hombre…o una chica…te da igual, pero darle a un hombre te excita más. O que te den a ti. Tu cuerpo se calienta. Piensas en la cita de esta tarde noche con Frisbee, en los consejos de Sey, ¿podrás manejar la situación? ¿Vas a ir? Tienes muchas ganas pero...siempre hay un pero...Puede salir mal, pero si no te lanzas no lo sabrás...O muy bien y entonces...

Las imágenes son hipnóticas.

Uff...definitivamente...tengo que quedar con Frisbee...mierda jaja... Piensa para sí mientras se despereza, toda la perez mañanera de le había evaporado con aquellas imágenes. Vuelve a verlas...todas las posibilidades son...increíbles y su cuerpo reacciona a todas ellas, especialmente a aquellas en las que empatizaba con la parte sometida...estaba muy claro lo que le pedía su libido aunque los vídeos de mujeres sometiendo a hombres le dieron un buen puñado de ideas que se anota para cuando tenga la ocasión. Se ríe al pensar que estos videos son "alimento" para su dualidad interior. No podía ser de otra manera, se termina tocando. Y luego una buena ducha...y necesita tocarse otra vez bajo el agua. Vaya manera de empezar el día.

Ay lo primero era terminar el mensaje para Michelle, recuerda que se lo dejó a medias. Lo repasa, en él le dice que menos mal que lo ha aclarado y que bueno, en otra ocasión será, los plugs estaban en su casa así que...si, a la vuelta jeje. 

Después de eso se pone a buscar los billetes para ir a Escocia el sábado por la mañana. Esperaba que no fuera muy difícil encontrar un vuelo que cuadrase bien con los autobuses, aunque tampoco le importaría coger un taxi. Entretanto le escribe un mensaje a Frisbee.

Asunto despejado. ¿Sigue en pie lo de esta noche?

Enviar. Bueno el guante había sido lanzado, Alice mira al cajón donde guarda su strap-on. Hoy si...hoy tenía que salir de dudas. 

Menudo inicio de día. La ducha te devuelve al mundo relajada y contenta. Luego te pones con los vuelos, encuentras varios por la mañana, eliges y compras. Hay conexión constante y luego un taxi. O quizá Michelle puede venir a buscarte. ¿Y la rubita misteriosa? Será otro finde, que hay muchos.

Toca algo de curro, aunque la verdad es que no hay demasiado, Michelle lo tiene todo bastante controlado. Mañana sí que tienes trabajo, y más delicado, justamente el jueves, que a la tarde tienes la cita tan importante con Sey. Tu jefa te ha enviado un archivo en email, con datos para una cita en persona a las once de la mañana. Ella no peude acudir, claro, y al interlocutor no le van las videollamadas. Te pasa la documentación y explicaciones. Más que nada es darle detalles de la compra venta de un lote de monedas de la antigüedad griega , ¿monedas griegas? , y largas hasta que la semana próxima Michelle en persona se encuentre con él. Te dará más detalles esta noche o por la mañana para que lo tengas fresco.

Vaya. Hum.

Aparece Brenda. Y te trae el desayuno. Anoche no tuvo mucho tiempo de admirar el tattoo del pie. Le encanta, se queda flipadísima, con esos arrebatos y optimismo que desprende siempre.

-Me hago uno así. Se lo diré a Frisbee.

Cuando se marcha, te pones con lo tuyo, y te lo sacas pronto. Después te pones a fumar en el balcón. Estás nerviosa, inquieta, excitada por la cita con ella. Y también mañana. Presientes que hoy y mañana tu vida puede dar un vuelvo, o un gran avance. Y luego el fin de semana con Michelle. Miras el móvil, no hay respuesta de Frisbee. Lo mkismos duerme. ¿La llamas? ¿Tanto necesitas escuchar su voz? ¿Quieres confirmar la quedada? ¿Y si te pones con el poco trabajo que queda o te entretienes con otra cosa? ¿Un paseo, comes fuera, te tranquilizas hasta la noche?

La ansiedad te consume. Tal vez te iría bien un poco de maría. Uff.

Casi sería mejor salir a comer fuera...tenía ganas de pizza y de un helado de la heladería que ya conocía tan bien. Dar un paseo le despejaría las ideas, no tenía en mente ningún plan concreto...pero entonces recordó su abultada cuenta corriente y pensó en completar el plan con una relajante tarde en un centro de estética; masajes, depilación, uñas, un retoque en las puntas...si, sonaba perfecto. Pero primero comer y postre claro.

Mientras Frisbee contestaba o no, decidió que la tarde era sólo para ella y su autocuidado, que se lo había ganado. Puede que la tatuadora respondiese o no pero también sabía que su ritmo de vida era complicado, tal vez más tarde tendría noticias suyas y si no...bueno eso era un problema de la Alice del futuro.

El postre se te hizo más placentero cuando te llego el mensaje tan anhelado de Frisbee, a su manera, un video de pocos segundos con un beso y un guiño. -A las ocho en la pensión.

La tarde fue para ponerte espectacular (un poco más) e intentar sumergirte en un estado de relax que se te resistía. ¿No sería mejor centrarse nada más en el fin de semana con Michelle? ¿O en la sesión de Sey? No, no, tu joven cuerpo te pedía marcha a tope, y tu cerebro no descansaría de su ansiedad hasta experimentar todo aquello. Y todo estaba en tu cabeza, lo más probable es que para esas mujeres fueran unas citas sin mayor relevancia. ¿Seguro? ¿Qué emociones sentían Michelle y Frisbee por ti? ¿Y tú por ellas? Ambas te atraían muchísimo, a Michelle…no querías darle nombre a tus sentimientos. Y con Frisbee…era deseo sexual en particular, el deseo y la necesidad y excitación del peligro y riesgo que representaba salir simplemente a tomarse una cerveza con ella, o el temblor en tu piel y en tu paladar cuando la escuchabas “sugerirte” alguna cosa. Sus maneras rudas, directas, sin filtros.

Del local de estética salió un bellezón que robaba el aliento y paralizaba corazones. Alice. Podías tener al mundo a tus pies. Pero tú querías besar los pies de una chica. O de dos. Una mala. Otra buena.

Casi tienes que correr para llegar a la hora, subir de dos en dos los escalones, coger la mochila con el strap on, un instante de duda, segundos antes de que apareciese tu amante, adelantándose unos minutos a la hora. Fue quitarse el casco y toda la ciudad dejó de existir, ya solo veías sus ojos y su boca y todas aquellas imágenes de Sey representando a ambas. ¿Demasiadas expectativas?

-Joder, Alice. Soy capaz de follarte sobre la moto -fue su saludo, sonriente como una súcubo infernal. Además, también ella se había maquillado más de lo que era normal en su aspecto habitual.

Alice robaba alientos, seguro pero Frisbee... Frisbee era capaz de robar almas y voluntades, era ver esos ojos negros y esos cabellos indomables y el mundo se quebraba, innecesario, desaparecía y se hacía añicos.

Cuando la mira de aquella manera devoradora e impresionada, Alice supo que había hecho bien en tomarse la tarde para "mimarse". Le encantaba que la tatuadora apreciase su puesta a punto y su esfuerzo...¿había algún esfuerzo en dejarse mimar en un centro de estética? Bueno qué más daba eso ahora.

La morena da dos pasos, toda sonrojada para acercarse a la tatuadora y le pasa los brazos por la nuca con una eterna sonrisa anclada en sus labios:

-Lo peor es que dejaría que lo hicieras...-musita mordiéndose el labio, sus ojos van desde los de Frisbee hasta la boca de ella, ansiando un beso.- Estás preciosa...tengo una sorpresa para ti, pero...también una mala noticia. -se encoge un poco de hombros ante la segunda novedad.- Esta noche no se nos puede ir la olla ¿vale? Mañana tengo mucho trabajo, una cita con un cliente importante y otro asunto después de comer. La noche es toda para ti pero tengo que estar decente para mañana ¿vale?- le está...¿pidiendo permiso? tal vez ¿suplicando que no la deje destruida esta noche? Ni Alice lo sabía, pero todo era demasiado importante al día siguiente y tenía que salir bien. Juega con sus manos en sus cabellos mientras espera su respuesta.

-Si no se me va la puta olla contigo te estoy insultando -te responde. Y apenas acaba la frase que te da un "muerdebeso" característico que tanto te apetece y un lametón ascendente. La sorpresa la pasa por alto, quizá pensando que si es sorpresa, mejor no preguntar. Se deja acariciar sus cabellos, y tú la cintura por sus manos de artista. Te mira embelesada, ¿no será que tú también la dominas en cierta manera? O como poco la has seducido. 

-Coca para mí, hierba para la niña buena. Solo si quieres. Un poquito, ¿vale? -Los siguientes besos son un incendio para ambas. Tú no te quedas atrás en esa forma vehemente de besaros. No será amor pero jamás has tenido antes estas brasas al rojo en tu piel. Ladea la cabeza, sonríe traviesa- Claro. Confía en mí, honey. Hum, déjame ver el tattoo. -examina con ojos de experta su obra de arte - Genial, de puta madre. 

Eso quieres, confiar en ella. La motocicleta arranca. La primera parada es en una pizzería con terraza al aire libre. Frisbee toma asiento como si montase en un caballo.- Llenamos el buche antes, cómo es aquella mierda, barriguita llena, corazón caliente. No, contento. ¿De qué la quieres? Ven aquí y cómeme la boca, honey. 

-Bueno un poco...en verdad ha sido un día largo y me vendría bien un poquito si.- dice con una risilla al tiempo que se subía a la moto. Llegan a la pizzería en un abrir y cerrar de ojos ¿realmente estaba tan cerca?

-Pizza ¿eh? De maravilla la verdad es que me apetecía bastante y también he comido pizza - divertida por la coincidencia, se levanta y se echa sobre la tatuadora para devorarla, ansiosa de ella, ansiosa de darle todo lo que pida- Pero adoro repetir con lo que me gusta...- ¿de verdad había dicho esa cursilada? ayyy que mal

Carraspea y sonríe echando un vistazo a la carta por encima aunque ya sabía qué pediría:

-Umm ¿que tal una barbacoa? Así vamos a juego porque estas que ardes...- en serio Alice los chistes...¿es que no tienes dignidad? 

Las manos de Frisbee se afianzaron a tu trasero y sus labios se anclaron a tu boca. Poco o nada importaba dar el espectáculo.
-¿Barbacoa? Qué buena idea, no te imaginas el día de hoy, no he comido apenas. -luego se ríe a carcajadas con tu pérdida de dignidad. 
-Estás muy tonta. Te vas a quemar mucho esta noche. -y tú te preguntas qué hacéis aquí en vez de estar revolcándote en la cama con ella.
Llega la comida y bebida, una birra potente para Frisbee. Vais conversando, te cuenta con su lengua algo soez, que el estudio de tattoos es suyo a medias con Klaus. Tienen un empleado, Mark, al que has visto el otro día. Les va bien, mejor que bien, y se están planteando abrir otro, pero estos rollos la sobrepasan y se lo deja a Klaus que estudie el asunto. No te extraña, viendo la forma que tiende de vivir y comportarse.
-¿Y a ti, cómo te va con tu jefa y tu curro? Siempre estás liada, ¿no te agobia? Eres como yo, trabajas mejor bajo presión.*

Alice come y bebe con entusiasmo, coca cola para ella como viene siendo habitual, atiende a la conversación de Frisbee interesada de verdad...hasta que le pregunta por su jefa y la morena se atraganta con un trozo de pepperoni. Tose un poco y bebe un sorbo de refresco:

-Eh pues bien si. Me paga bien es...es muy buena jefa y...tenemos mucho feeling ¿sabes? El trabajo no me agobia, es un poco variable eso si es verdad pero lo prefiero asi ¿sabes? no me veo en una oficina con un horario estricto...eso sería la muerte en vida para mi.- comenta riendo, esquivando el tema de la relación más allá de lo profesional que tiene con Michelle. - Me gusta que siempre sea distinto y debe ser que lo hago bien porque sus clientes le dicen que soy buena y algunos clientes son realmente...pff la hostia.- sonríe negando con la cabeza, alza una mano para poner los dedos en forma de pistola y hace como "que s pega un tiro" y luego se ríe- Hay de todo, la verdad pero me gusta...el trabajo digo jaja

Frisbee no será la tía más lista del mundo pero tampoco la más tontaina. Alza una ceja -Ya- Esa mirada de guasa que te atraviesa se la acabas manteniendo para que no se piense que ocultas algo o no se lo cuentas todo. Te parece sudar y todo, más cuando la ves morder la mitad de su trozo de pizza como si te estuviese mordiendo a ti, con la sonrisa felina. Pero has logrado resistir sus ojos y su influjo aunque al final apartas la vista para pillar el vaso de Coca Cola. Y de paso detenerte unos segundos en los pezones marcados bajo su camiseta. La cabrona no usa sujetador y muestra lo bien que las tiene puestas.

Pasó el momento, no te insiste mucho más, pero te hueles que no se lo ha tragado, no del todo - Genial. Mola hacer lo que te gusta. Yo sí tengo putos horarios, pero siendo la jefa hago de más o de menos. A veces curro el finde. O como la puta fiesta de la semana pasada. Me saqué una pasta por cuatro tatos pequeños. Mi nombre y el de Klaus suena en este mundillo y nos estamos abriendo hueco. 

Es el momento de un beso, así en plan meloso, bueno, los suyos son de "tornillo" -El próximo tattoo lo eliges tú. Aunque he pensado en una cobra en posición de ataque, aquí, en la parte trasera del hombro. Sería la hostia. No muy grande, ¿te mola? Tienes un pedazo de cuerpo que me inspira mucho. Jajaja. No solo para tatuajes, jajaja.

Sonríe y termina birra y pizza. Y va pidiendo la cuenta. Otro tattoo. Uy. ¿Qué dices, Alice, te mola? ¿O prefieres de un tipo diferente? ¿O ninguno en absoluto de momento? 

-Relaja relaja... jaja ¿una cobra? No no eso no...es muy de motera ¿no? Y yo no tengo pinta de motera, a ti si te pegaría...- rechaza sutilmente tragando saliva algo nerviosa- Por ahora no más tattoos jajaj vamos con calma...-pilla de nuevo la cocacola medio vacía tras el beso, tiene la boca seca.

-¿Y ahora? ¿Donde vamos?

-¿Relaja la raja? Jajaja. Claro que tienes pinta de motera, te llevaré a comprarte ropa, y ya verás qué jodido cambio. Una maldita motera cojonuda. Tú ves pensando lo de la cobra. -Te acaricia el cuello y sus dedos se deslizan hacia el hombro. Te supone un esfuerzo no aceptar y decirle que ahora mismo se lo hagas. El tatuaje.

Y lo otro también.

-A dónde vamos a ir, honey. A follar. -lo dice con tanta franqueza y simplicidad y con las ganas que tenéis la una por la otra, se te hace la boca agua. Y lo que no es la boca. Se acerca y te besa el lóbulo de la oreja. Te susurra bajito -No puedo esperarme. Vamos al lavabo de la pizzería, un aperitivo mientras llegamos a casa. 

Frisbee no espera a un sí o un no, te coge por la mano, y tú ni te niegas. ¿Cómo vas a hacerlo cuando estás mirando ese precioso culo y el perfil del sensual movimiento de sus pechos cuando camina hacia el interior de la pizzería y de los baños.

¿En el baño? ¿En serio? Mala idea mala idea...

-Buena idea, mi tigresa...vamos...- dice, consumida por su deseo por ella y por complacerla, nada más importa, se levanta pronto del asiento cuando ella tira de su cuerpo y apenas si le da tiempo a recoger su móvil y su cartera para no olvidarlo. 

El corazón le va a mil, tiene la vista prendida en la muñeca de la que Frisbee la lleva y el cerebro...el cerebro felizmente apagado, al menos la parte responsable que toma decisiones. Era como si nada fuera a tener consecuencias, tan sencillo como eso y además...además el peligro y la pasión de la motera la ponían a tono, no podía esperar a que la tomara de cualquier manera, donde y cuando quisiera, era enfermizo, se sentía arder toda la piel y la entrepierna se le inundaba, por dios si tenía la sensación de estarse mojando hasta los pantalones. Que escándalo iban a preparar...lo estaba deseando.

No era algo que hubieses hecho con frecuencia. Recordabas una vez, dos a lo sumo, en los lavabos de una disco con Henry o un anterior noviete. La Alice de entonces era más prudente, menos lanzada. La de ahora, ni pensaba en consecuencias, no al menos con la tatuadora. Era fácil dejarse arrastrar por ese torbellino y aparcar las decisiones. No quieres pensar, no quieres negarte a nada. Deseas entregarte por completo.

No hay mucha gente dentro de la pizzeria. Los baños están abajo. Unas escaleras y accedéis. Justo una chica sale , no hay nadie más. Frisbee se cuela contigo en unos de los reservados, cierra la puerta.

En segundos tienes los pantalones bajados y sus pechos entre tus dedos. Su mano abarca tu entrepierna.- Joder, tía, si esto es una puta laguna. Me voy a beber tu coño-Busca tu lengua, se la ofreces y la chupa, la besa, la lame, te la folla con su boca durante segundos infinitos. Date la vuelta -suspira.

Arrodillada detrás de ti, en el estrecho espacio, te devora tu sexo empapado. Estás tan a mil, tan totalmente ciega de excitación, que te corres al poco. Ojalá que no os oigan. Dios…

-Ahora tú, que no veas que guarra estoy…

La morena se ve empotrada contra una de las paredes del baño pero en ningún momento la sonrisa dócil y traviesa ha abandonado su cara ni siquiera cuando uno de los besos de Frisbee hace el amor con su boca, dejándola sin respiración y con ganas de más. Aprieta un poco sus pechos con sus manos casi como si se despidiera antes de obedecer y girarse, quedando ahora apoyada su torso para ofrecerse bien a su...¿Ama? No tiene mucho tiempo de pensarlo, antes de lo que esperaba se ha corrido salvajemente y Frisbee demanda más atenciones. 

Se sube los pantalones en un instante y ocupa el lugar delante y casi, bajo Frisbee, tirando de su ropa para dejar al descubierto su monte de Venus y toda su intimidad cálida y palpitante. No tarda en unir su lengua a aquella zona, masajeando y follando, bebiendo, saciando su sed de sexo y obediencia.

Es lo más. Qué importa que os pillen, no va a pasar nada. Hay una Alice que desea a Michelle. Pero está la otra, la actual, que venderia su alma al diablo por estar con Frisbee. No te importa nada.

Tu ¿ama?  delira con tus atenciones. Una mano apoyada en la pared, la otra no puede evitar presionar tu cabeza contra sus muslos ebrios de tu experta lengua. Se muerde los labios para no gemir en alto

-Cabrona, por tus muertos no te pares, más más más, fóllame, fóllameeee…- Entre sacudidas que traslada a tu propia boca se produce el orgasmo que le provocas rápido también. Te libera de su mano, tu asciendes manteniendo esa sonrisa traviesa, feliz, de agradecimiento, y ella te besa mezclando néctares de ambas.

Al salir,  Frisbee casi subiéndose los pantalones, una mujer con una niña de unos siete años de su mano, os mira sorprendida, ofendida, enfadada.

-Sois unas guarras. Esto es una pizzería familiar. Voy a llamar al encargado. Y a la policía, escándalo público.

-Qué te pasa, tía, estás alucinando, se te va la olla. ¿nunca te han comido el coño en un puto lavabo? Prueba y se te irá esa cara de rancia.-le suelta Frisbee, que, ni corta ni perezosa, se refresca la cara con el agua del grifo.

La nena te observa con ojos muy grandes sin entender de qué va la cosa.