Partida Rol por web

Cuando Frisbee llega al orgasmo, Alice se encuentra extasiada, sintiéndose realizada por haber dado satisfacción a la tatuadora, sus gemidos eran halagos para ella y la besa voraz y con dedicación cuando la mujer la eleva para ello. Su mezcla tiene un sabor potente, lujurioso, casi si siente que podría tener un nuevo orgasmo por este beso.

Salen del baño con aire travieso y se encuentran con lo evidente, tal vez un poco si habían llamado la atención, pero Alice tampoco mostraba arrepentimiento, sino una total calma mientras se lavaba las manos y recolocaba du cabello. 

-¿Y exactamente qué va a denunciar y en base a qué pruebas, señora?-​​​​​​-la Alice conocedora de los procesos de demandas sale a la superficie y pisa fuerte- No veo que causa pretende llevar ni qué delito hemos cometido. Por lo que a mí respecta estábamos haciendo un uso privado de un baño en un local donde hemos consumido y no hemos contravenido ninguna norma en su uso. ¿O acaso tiene prueba de lo contrario? Ahórrese el mal rato y dejelo estar o tendrá que dar muchas explicaciones a una niña para la que nada malo ha sucedido. El único escándalo que puede haber lo va a engendrar usted.

La mujer, que tiene treinta largos, se enciende. Su furia pasa de Frisbee a ti. Te mira con rabia, enfado. Y disgusto porque sabe que tienes razón en tu cínica y aguda respuesta. Seguramente esperaba un balbuceo de disculpas, o silencio y que os escabulléseis rapidito.
Pero no.
Tu amiga se ríe, flipada con tu labia. - Me pones cachonda, honey, con esa boquita.-.Y, claro, el beso siguiente, con apretón de nalgas incluido, es de cine. 
-No tienes vergüenza- te escupe la otra.
Frisbee coge tu mano, no conocías esa expresión de ella tan mosqueada. Enfrenta a la mamá. 
-Es mi chica. Una tía de la hostia. Si la insultas de nuevo te comes los putos dientes del tortazo que te suelto, gilipollas. 

-Vale, déjalo, Frisbee...mejor nos vamos.- la reconduce Alice sabiendo que si seguían por ese camino, muy mal...esperaba que a la señora no le diera de verdad por poner una denuncia por amenazas- Venga.- dice con la barbilla bien alta, tomando la iniciativa para tirar de la tatuadora para llevársela escaleras arriba fuera del local.

Tiras de Frisbee. Ella no se mueve del sitio. En la mirada furiosa y a la vez intimidada de la otra, ves que no quiere callarse, sino enfrentarse a las dos. Pero acaba por no abrir la boca, sea por temor a que de verdad la tía tatuada le suelte una hostia, y que tú tampoco eres pequeña precisamente, sea porque juega en su contra que tiene a su hijita con ella.
Tras unos segundos, decide esquivar a las dos chicas, pasa cerca y entra en un reservado con la nena. Entonces subís las escaleras, Frisbee sonriente como si nada,  paga, y os marcháis sobre la moto rugiendo por la ciudad.
Has conocido una nueva característica del carácter de Frisbee. La defensa contundente de ¿su chica, su amiga, su amante? Y ella de ti, tu habilidad con el lenguaje. 
¿Os complementáis? ¿Te ha puesto más? 

-Jaja estás chiflada Frisbee... ¿tu chica? ¿En serio has dicho eso?-se ríe del asunto para restarle importancia una vez que estuvieron de camino al aparcamiento- No tendrías que haber amenazado a la mujer esa, no habíamos hecho nada, dudo que el susto se le pase y no hará nada pero has cometido un delito de coacciones y eso podría meterte en un lío, tienes que cuidar tu imagen.- con toda la adrenalina, el discurso legalista y su intención de echar tierra sobre las palabras "tu chica" casi había olvidado su rol sumiso por un momento, no por decisión propia, más bien era como si los acontecimientos la hubieran sacado del juego momentáneamente. Igual que ocurrió aquella vez con Michelle en el bar cuando los tipos esos la tomaron por prostituta.

Tu chica. ¿Tu amiga? ¡Tu follaamiga? ¿Un plan? Quizás eso te hace reflexionar en qué representas para ella. Dos amigas que salen y follan. ¿Pero qué emociones y sentimientos corren bajo la piel de Frisbee? ¿Y de Michelle? ¿Qué eres para la rubia? Las dos mujeres sienten, desean, viven. Son preguntas que casi no quieres saber las respuestas ahora. 

-Lo he dicho. Es más contundente, ¿no? -no te aclara el significado- Nah. No hará nada como dices. La gente amenaza mucho y luego se cagan. ¿Quién me ha escuchado? Jajaja. -Aunque puso cara de pensativa con eso de la imagen -Tienes razón, tengo que cuidar mi imagen. A lo mejor te contrato de asistente, jajaja -bromeó.

Frisbee vive en un barrio de clase media de casitas adosadas. Te parece enorme. Garaje, planta baja, primera, una buhardilla. Está bastante limpio y ordenado. Mucha estatuilla, cuadros vanguardistas, una Play aquí, un portátil allá. Un vaso sucio. Hay una pantalla de televisión de grandes dimensiones. Decoración hindú, algún sillón, la mesa, un sofá acogedor. Ahí es dónde acabas al lado de la mujer tatuada, con una lata muy fría de cerveza en la mano y Frisbee liando un canuto, después de dejar el calzado en el recibidor. 

Está sentada frente a ti, con las piernas cruzadas sobre el asiento. Sonríe y te mira en sus manualidades. Os tenéis ganas solo que ahora habéis vuelto a la primera base después del lote en la pizzería. A ti ya te cosquillea el cuerpo solo de verla en camiseta y esas tetas sugerentes que demandan atención. Pero tienes qué pensar y decidir. 

Alice, ¿es el momento de decirle que en la mochila llevas algo más que útiles de aseo y ropa íntima y de cambio para mañana? ¿Le vas a explicar lo que quieres, los motivos, lo que deseas hacer con ella y que te haga? ¿Vas a contarle todo, el deseo, el placer y el dolor? ¿Solo una parte?

-Esto...Frisbee...-empieza, dubitativa, tal vez algo nerviosa, manoseando un poco la correa del bolso entre las manos y mirando en todas direcciones- Hay...hay algo que tengo que decirte... pero no es malo eh no es malo...sé que esta no es la mejor forma de iniciar una conversación...-algo incómoda, pero solo por sus nervios, Alice ríe por lo bajo- Tu...¿tu sabes lo que es BDSM?- preguntó, por empezar por algún lado.

Tu amiga iba liando el porro, mirándote con creciente curiosidad conforme te decides a afrontar el tema. Detiene sus manos cuando mencionas BDSM. Te observa sin perder la sonrisa, ¿quizás perpleja? Luego sigue con el cigarrillo.

-Claro -se encoge de hombros- Bueno, lo que sabe todo el mundo, más o menos. Que no nací ayer ni vivo en una cueva. Jajaja. Hay clientes que se que lo practican. 

Tiene casi listo el canuto. -¿Qué me quieres decir? ¿A ti te mola? 

Que pregunta más estúpida, todo el mundo ha oído hablar de eso, claro...bueno, al lío.

Alice se ruboriza un poco y saca un cigarrillo para encontrar algo que hacer con las manos:

-Podría decirse que sí...me va ese rollo, lo he descubierto hace poco y...-mete la mano en el bolso y saca de él el strap-on para mostrarlo- Me preguntaste porque me gustaba que me dieran por atrás ¿no? Bueno...pues...eso jeje...¿te has asustado?

Tienes que lanzarte y no hay una manera mejor que otra de decirlo. Vas directa y sencilla. Al menos ahora sin la borrachera del sexo podéis hablarlo con calma. 

Frisbee te quita el cigarrillo de la mano, te pone el canuto en la boca tras encenderlo -Solo maría, prometido.

-¡¡Hostia!! -no es susto, sino asombro, por lo que ve y lo que oye. Mira al strap-on, te mira a ti, sus ojos van del objeto sexual a ti. -Hostia. -repite -Joder, Alice. -Te das cuenta por su mirada de que empieza a comprender.

-No, no me he asustado, jajaja, qué dices, honey. Soy una motera que come tornillos, jaja. Los he visto a veces. Joder, no es pequeño, jajaja.  -Después de que le des una calada al porro se la da ella. Entre el humo, sigue comentando la jugada.

-¿Esta era tu sorpresa? Sí que me has sorprendido, Alice, eres la hostia, la puta hostia. Entonces...para yo aclararme...¿Por qué no por el coño, o el coño también? Y...-le da otra calada intensa al peta- Esto es la hostia, es muy fuerte. ¿Te pone que te lo haga una tía?

Se ruboriza aún más intentando convencerse de que la falta de sensibilidad de la motera no es señal de que la juzgue sino de verdadera sorpresa y se tranquiliza pensando en eso forzando una sonrisa mientras da una caladita suave al porro. Esta rico y sienta bien, le da otra, pero despacio antes de devolverle el canuto:

-Si...bueno es una cuestión...posicional ¿sabes? Me gusta...me gusta que me sometan. - hace una breve pausa y se corrige- Bueno me gusta someter también a otra gente...me gusta hacer daño y también que me lo hagan. Es sólo que...- musita y su sonrisa se vuelve algo más vergonzosa- contigo me gusta sentirme controlada y...sumisa. Y querría saber si tu...te atreverías a probar...aprobar más cosas.

Tienes valor. Mucho valor. Te has confiado a ella. Y a ver qué sucede. Si se ríe en tu cara, si pasa de ti o te comprende, o te sigue el juego. Al menos no has visto rechazo. Frisbee sigue siendo esa tía que te parece afronta las cosas según vienen sin darles la espalda.

Las expresiones de Frisbee van cambiando: más sorprendida, incrédula, extrañada, ¿comprensiva esa última? Le pega otra calada intensa al porro y te lo pasa.

-Coño. Dar y recibir dolor. ¿Pero en plan que te rompan el culo, o si te suelto una puta hostia también? ¿O te apago el cigarrillo en una teta?  Perdona, qué bruta soy. Jajaja. -Te mira con atención- Perdona, ya me doy cuenta que esto es muy serio para ti. -Sus ojos muestran la sinceridad, intimidación y agresividad de siempre. -Ven aquí.

Sus dedos te cogen de la barbilla y tiran hacia ella mientras acerca su boca a la tuya. Te besa con cierta melosidad rara en ella- Vale. Ahora pillo eso de mi juguete. Eres una tía cojonuda, y con huevos para pedirme algo así. -Su lengua lame tus labios.

-Vale. Me atrevo. Quieres que te someta de esa manera. Vale. ¿Y qué más cosas? Tú me guías. Que soy novata, jajaja.

Se queda un tanto perpleja con las cosas que dice Frisbee y llega a dudar de si esto ha sido buena idea...aunque su gesto cambia totalmente a uno de alivio cuando luego aclara que es un broma. Incluso se ríe:

-Si a ver...es serio porque...a ver estoy asesorada por gente que sabe de esto más que yo y...ellos me animaron a hablar con cierta libertad de esto si había buen feeling.- explica, se mueve presta y se sube a horcajadas sobre la tatuadora, acudiendo a su llamada, devuelve el beso en el mismo tono que lo ha recibido, respirando fuerte, uniendo sus frentes.- En realidad yo también soy novata jeje así que iremos poco a poco...no quiero sea solo porque yo lo quiero...hay que ver si a ti te gusta. Podemos...-se queda pensativa un instante y desvía la mirada hacia el strap on del sofá- Podemos empezar por eso...puedes darme todo lo fuerte que quieras jeje a ver si te gusta la sensación...y luego no se...ya veremos ¿vale? En serio quiero que...que estés cómoda con esto, si no te va, pues no te va, no pasa nada.

-Hay buen feeling, honey. -A horcajadas sobre ella, los besos se van sucediendo. Besos y aspiraciones del porro. Y sus manos haciéndote cosquillas en la espalda. Ascendiendo del campo base al dos.

-Tranki, Alice. Vamos probando. No tengo puta idea si me va a gustar o qué. Me está jodidamente excitando como hablas. Siento mucha curiosidad, es algo...muy de alucine para mí. -Su siguiente beso es más fuerte, más feroz, de los que te suben la líbido al diez. 

-Todo lo fuerte que quiera...Que el dildo es grande...¿estás segura? -te mira un poquito perpleja -bueno. Vale. Habrá que calentar, ¿no? -Se quita la camiseta, sus pechos saltan, libres. Sus manos abarcan los tuyos. erectos, firmes. Su boca tiene hambre de tus labios temblorosos.

-Um...calentar, me parece bien...-ronronea la morena, agitando sus caderas en un bailecito sensual para la tatuadora, su torso se arquea sinuosamente y deja muy pegados sus pechos desnudos, piel con piel.- Tranquila...no creo que me lo hagas más fuerte que tu hermano esa noche ¿no? - se ríe confiada entre besos y mordiscos, sintiendo el calor y la humedad arremolinarse en su entrepierna, la perspectiva de lo que podía alcanzar esta noche estaba siendo aún más excitante que los besos de Frisbee, no veía el momento de empezar pero se contenía para ir...poco a poco.

-Oye...eh...tu me...¿me atarías? No tiene que ser hoy...pero bueno...no lo he probado y tengo curiosidad.- propone con gesto emocionado y excitado, se muerde el labio inferior esperando, deseando, suplicando, una respuesta afirmativa.

Los besos y caricias aumentan en intensidad, la temperatura sube. Frisbee ya te muerde el cuello. -El dildo es más largo y grande que la polla de mi hermano y no se corre-  Tuerce la sonrisa ante tu siguiente pregunta.

-¿Atarte? Si tú quieres, vale. Oye, que parece que la sumisa soy yo, que accedo a tus deseos, jajaja. -Al momento te sorprende, cambiando de posición, se mueve, se coloca detrás de ti, te abraza por detrás, pega su pubis a tu culo. -¿Así que me quieres aquí, eh, honey?

Te aprieta los pechos unos instantes y los suelta, se aparta. -Despelótate del todo que vuelvo. -Ella misma se quita la poca ropa que le queda. Se marcha y regresa desde el garaje con un trozo de cuerda azul en una mano y un pañuelo largo, anaranjado, en la otra - Me acordé de esto, honey. -alza las manos, sonriendo,  mirándote a los ojos y luego a la entrepierna.

-Estás muy de vicio, cabrona.

Te besa con auténtica furia, como las olas golpeando contra los acantilados. - Te ato, te follo duro el culo...¿te cubro los ojos también? Ayúdame a ponerme el trasto este...

-Jajaja si la verdad es que me consientes demasiado...pero solo te...no se te lanzo ideas y si te gustan...si pintan bien en tu cabeza pues, adelante. Supongo que algo debe gustarte jaja aunque sea por probar algo diferente...- comenta justo antes de verse sorprendida, atrapada desde atrás con esa "violencia" siente su sexo ahí detrás de ella...

por dios podría correrme ahora mismo...respira Alice, respira...

-Va... vale...- encantada, hechizada por el momento y la orden, la morena no tarda en cumplir y se queda totalmente desnuda, sentada en el sofá esperando...y cuando Frisbee vuelve y la ve con aquellos objetos, su corazón da un vuelco, casi puede sentir como sus pupilas se dilatan y no por la maria...la humedad vuelve a empapar todo su sexo descubierto, amenazando con recorrer el sendero de entre los muslos.

-Si...si te ayudo es muy fácil y...jeje lo otro, como quieras, lo que...lo que te salga...ya te digo que no he probado nada de esto antes pero...me estoy encantada de probarlo contigo.- asegura tras el deslumbrante beso, toma el strap-on por las correas y se arrodilla delante de ella para ajustarlo bien.

-Creo que ya está...¿Como te sientes?- le pregunta, levantándose para volver a estar frente a ella.

Estás super excitada, encantada, de la reacción no solo positiva sino animada de tu amiga. Te parece que Frisbee lo vive como un juego, quizás no se lo está tomando demasiado en serio, pero, a fin de cuentas, ¿no es un juego? ¿No será que tú le dabas vueltas y vueltas y en realidad no es para tanto? ¿Y lo que te aconsejó Sey? hasta ahora bien, pero, ¿controlarás después? ¿Y ella? 

Bueno, qué más da ahora, la maría os ayuda con risas y tontería. Cuando la tienes frente a ti, te da más la risa por un lado y se te corta el aliento por otra. Frisbee también se ríe, se masturba en plan broma, lo mismo que tú hiciste la primera vez. 

-Es jodidamente raro. No se. ¿Qué pinta tengo? Jajaja. Ven. * -Te ata el pañuelo a la altura de los ojos -no ves nada, ¿no? -Con la soga duda un poco. Al final acaba por atarte las muñecas por delante - para que tengas movilidad, si no has probado antes, a la espalda lo mismo te agobia. Digo yo. Espera.

Se marcha otra vez. Y tú esperando, con las manos atadas en la oscuridad. Regresa, notas que está detrás tuyo, y de pronto su mano entre tus muslos -es aceite corporal, de Louise. No tengo otra cosa. ¿Un masajito? -sus dedos juegan en tu trasero. -¿Decido yo cómo te colocas? 

Te besa a la vez que te toca. Su otra mano se entretiene con tu pecho y su pezón. 

-Jaja estás que ardes, me encanta como te queda jaja...-se ríe nerviosa y excitada, se nota temblar cada poro de su piel, una mezcla de impaciencia y ansiedad se está formando en sus entrañas, pero no es algo desagradable, es una sensación excitante que se retroalimenta y va a más de manera exponencial. Sube diez grados cuando Frisbee la priva del sentido de la vista, no puede evitarlo, se le escapa un respingo a través de los labios entreabiertos. Jamás había experimentado nada igual, pero encima...encima luego cuando siente el tacto de la cuerda rodeando sus muñecas...todo se estaba multiplicando por cien y su respingo inicial pasa a ser un jadeo.

-Es...está perfecto...-dice refiriéndose a que por delante está bien y entonces ella sale y Alice se nota hiperventilar de pura emoción, deseando que vuelva pero...pero disfruta de su ausencia, de su vulnerabilidad. Es extraño a muchos niveles.

Cuando la morena regresa, Alice vuelve a soltar un pequeño respingo, sentirla sin poder verla, estar así de expuesta para ella...sentir que no tenía ningún control de la situación...estaba siendo enloquecedoramente goloso.

-Si, claro...soy...soy tu juguete ¿recuerdas? Puedo hacer lo que quieras...-se ríe nerviosita como para quitarle dramatismo al asunto, aunque fuera la puta realidad- Y tu puedes hacerme lo que quieras...

Tu boca se llena de los dedos de tu amante, empapados de ti -esto es droga de la buena-, te susurra. Estás a merced de ella y, esa sensación es sublime, te enardece, excita…¿te aterra? Y si no controlas? Quedas a merced de una mujer de instintos feroces, de intensas reacciones, y puede que eso te ponga más húmeda. Al menos no va puesta hasta las cejas de coca.
Tu cerebro no está para pensar, solo para sentir.
Si te escuchases…"puedo hacer lo que quieras...hazme lo que tú quieras...tu juguete...tu control...sumisa…" Pero tu razón ha desconectado ya de tu cuerpo.
Frisbee pone música. En la planta baja explota el ritmo del Metal. Te pasa la última calada del porro y se traga tu humo en el siguiente choque de bocas. 

Te empuja sobre el sofá, a cuatro patas. Ella detrás, su mano presiona la zona superior de tu espalda, tus brazos por delante para apoyarte.
-Vale, honey. Te voy a follar duro, te voy a reventar el pedazo de culo que gastas. Si le pillo el truco, jajaja.-Frisbee tantea...y entra...penetra con cierto duda, pero cuando nota tu creciente agitación, embiste de pronto, de golpe, todo adentro. No tiene claro como te gusta y va probando...tiene que acostumbrarse al movimiento de caderas. Se sumerge potente y sale para golpearte con fuerza. 
-¿Así? ¿Más suave?¿Más rápido?