Partida Rol por web

Sueños de glamour y metal (+18)

1-Dean Green. Escena de inicio

Cargando editor
18/04/2019, 22:41
Director

El edificio tiene pinta de ser una antigua fábrica, aunque no sabrías definir muy bien de qué. Sus puertas y ventanas están selladas con rejas, salvo la principal, donde puedes ver a un hombre sentado en una silla, balanceándose. A su lado se apoya un Scyther, que al veros se planta y se pone en guardia.

—Tú. Mocoso —dice el hombro, levantándose con pereza y rascándose la barba—. Acércate.

El tipo es alto, fornido, con cabello largo y greñudo. Sus ojos negros te miran con desdén mientars escupe al suelo. Una mancha espesa se forma en el pavimento, evidenciando que masca tabaco.

Notas de juego

Algo así, pero sin ser de noche.

Cargando editor
19/04/2019, 13:08
Dean Green

La carrera me ha dejado sin aliento y miro al tipo con una mezcla de aprensión, miedo y esperanza. Por qué obviamente desconfió de un tipo con ese aspecto, acompañado por un podemos con cuchillas con una pose amenazante; y tengo temo por mi propia seguridad y la de Sable dado que estoy llegando tarde. Pero de momento sus primeras palabras no han sido “Llegas tarde.” Y no noto un tono malhumorado en su voz… eso debería ser bueno ¿No?

-Uuuf… uuuf… uuuf.- Trato de tomar aire mientras me acerco. Ahora que me detengo noto las piernas temblorosas después de hacer una carrera durante un largo rato.- Es… estoy buscando a… a… Alejandro.- Tomo una buena bocanada de aire, y palmeo el paquete.- Tengo un… aaah… un paquete… para él.

Cargando editor
19/04/2019, 13:55
Director

Te echa un vistazo de arriba a abajo. Empieza a sonreír de una forma tan amplia que más que una boca te recuerda a unas enormes fauces a punto de cerrarse sobre el cuello de algún idiota. 

—Sí. Ya recuerdo. 

Abre la verja con una llave que extrae de su chaqueta. El metal no produce ni un solo ruido.

—Pasa. Tómate tu tiempo. No hay ninguna prisa.

Sigue hablando como si le costase pronunciar cada palabra, así que es difícil discernir si es sarcasmo o sinceridad.

Notas de juego

Al entrar ves unas escaleras al frente; a tu izquierda una puerta y la derecha es solo muro.

Cargando editor
19/04/2019, 16:56
Dean Green

No me gusta su aspecto, y no me gusta como habla. Pero… supongo que no me puedo quejar. Querría dejárselo a este tipo e irme. Me quedaría sin paga… Tendré que hacer de tripas corazón y entrar ¿Qué querrá decir con tomarme el tiempo que necesite? Solo tengo que entregar un paquete ¿Cuánto puedo tardar?

 

Al entrar miro la puerta y la escalera. Lo hago un par de veces, pero ya que la puerta está ahí, me encojo de hombros y opto por la puerta. Si estuviese cerrada siempre podré subir ¿Verdad?

Cargando editor
19/04/2019, 17:56
Alejandro

Contemplas un amplio espacio semi-vacío. En el pasado debió haber maquinaria y trabajadores yendo de un lado para otro; ahora todo lo que puedes ver es objetos ocultos bajo paños blancos. Muebles, coches, os implemente cajas apiladas, podría haber cualquier cosa debajo de las sábanas. No puedes dejar de notar, eso sí, que la mayoría ocupan bastante volumen.

En el centro de la estancia hay varias personas reunidas alrededor de una mesa circular, jugando a las cartas. Al contrario que el hombre de la puerta, no hay ninguno raro o extravagante; todos son más bien tirando a normales. El grupo, compuesto por dos mujeres y tres hombres, va acompañado por sus Pokémon: un Nidoran hembra, un Ekans, un Spinarak, un Hondour y un Blaziken.

Uno de ellos se levanta y saluda. Parece de buen humor, al contrario que el resto, con miradas hostiles.

—¿Eres el mensajero, verdad? Ven, acércate.

Cargando editor
19/04/2019, 18:16
Dean Green

Algo turbio se desenvuelve en el lugar. Eso está claro. Y creo que no debería saberlo… pero me pica la curiosidad ¿Qué hay debajo de esas sabanas? No obstante esos tipos me miran mal. Al menos no se ven tan amenazantes como el de afuera, pero sus pokémon… parecen peligrosos. No, no, no debería juzgar por las apariencias… o ¿Si?

-Uuuh… Me... me envía Tomás. Estoy buscando a Alejandro.-Titubeo y levanto el paquete.- Vengo a entregar esto. Ehm… yo solo que hacer de repartidor.- Digo acercándome con algo de incertidumbre.- ¿Qué es… que es lo que está pasando aquí?

Cargando editor
19/04/2019, 22:38
Alejandro

—Soy yo —abandona su asiento y se dirige hacia ti, mostrando una enorme sonrisa de dientes blancos y perfectos; muy inusual para alguien que no parece en absoluto burgués—. Gracias por traer esto. Tarde, sí, pero intacto.

Da unas palmaditas y lo contempla con cariño, como un criador Pokémon a su primer huevo. Acto seguido te palmea la espalda.

—Sí, de veras te lo agradezco. No es fácil encontrar buenos mensajeros hoy día, ¿verdad muchachos? ¿Cuántos años tienes, dieciséis?

Los demás asienten e incluso alguno sonríe, relajando el ambiente. Alejandro arroja el paquete, que es atrapado al vuelo por el Blaziken sin el menor esfuerzo.

—Te invitaría a unirte, pero me temo que el grupo está cerrado. Quizás otro día, sí. Aquí tienes lo tuyo.

Abre tu chaqueta e introduce un pequeño sobre marrón en uno de los bolsillos. Una vez más te da unas palamaditas.

—No lo despilfarres, ¿de acuerdo?

Cargando editor
20/04/2019, 15:49
Dean Green

Esbozo una leve sonrisa. Algo menos nervioso ante la actitud tan abierta y simpática de Alejandro. Me pongo algo nervioso al ver como lanza el paquete después de haberlo tratado con tanto mimo, pero imagino que confía mucho en su pokémon.

¿Qué habrá dentro? La verdad esperaba saberlo al llegar, o al menos enterarme un poco de que va todo esto… tampoco puedo tentar tanto la suerte ¿No? Una lástima, pero al menos me han pagado.

Apenas tengo tiempo para responder a Alejandro.- uhh… yoo… uhm… no, pero…- Así que salvo algunas palabras apenas conectadas me veo con un sobre que imagino contendrá dinero. Algo menos de lo que preocuparse.- Ah, sí, gracias.

Tras esto me giro para dirigirme a la puerta por la que entre. No si antes echarle un último vistazo a la amplia sala, al peculiar grupo y a las sabanas que esconden algo bajo ellas.

Cargando editor
21/04/2019, 16:45
Director

No logras estar seguro de que ocultarán bajo las sábanas. Lo que tienes claro es que haya mucho material, sea lo que sea. Ya fuera y una vez te alejas un poco del edificio, Sable busca el sobre con el dinero y lo abre. Agita los billetes ante ti, entusiasmado y sabiendo que hoy va a ser un buen día.

Notas de juego

Has ganado 5 pokedólares, que a efectos prácticos es como si hubieras ganado 50 en el mundo actual.

Cargando editor
22/04/2019, 18:47
Dean Green

Miro el dinero. Suficiente para pagar el alquiler y de sobra. Quizá suficiente para comprar algunas cosas que pueda necesitar antes de iniciar nuestra aventura.- ¿Tu qué piensas Sable? Quizá alguna de esas pociones, o una o dos pokeballs… no sé, ¿Una cuerda? ¿Un mapa? ¿Qué se necesita realmente en una aventura?- Estoy emocionado mientras camino hacia la pequeña habitación alquilada donde aún están mis cosas. Ciertamente no pensé mucho que podía necesitar y es posible que sea mejor ahorrar el dinero para cuando lo necesite… o pensar en que vaya a necesitar para no tener que lamentarme.

 

Es todo tan complicado y… emocionante.

Cargando editor
24/04/2019, 22:22
Director

Los gritos y alaridos son el recibimiento que te espera al llegar al edificio donde te alojas. A estas alturas ya puedes nombrar uno por uno los problemas de la familia que vive en frente, pobres y con siete hijos. Tu vecino de arriba hace extraños gemidos a altas horas de la noche y los de abajo... bueno, son silenciosos, pero cada dos días un olor a podredumbre apesta desde su domicilio y aún no sabes que será.

Tu mal llamado hogar tiene lo justo para vivir, una sola habitación con un baño, una cama, un hornillo de carbón y una ventana sucia desde donde ves una miríada de edificios como este. Es un abuso, pero el dinero escasea en la ciudad y ya nadie fía a nadie, en especial a un desconocido.

Cargando editor
24/04/2019, 23:29
Dean Green

Como siempre los vecinos son… vivaces. El ruido es casi perpetuo y desearía poder encontrar un lugar mejor, pero al menos la puerta aguanta… o al menos eso espero. Entro en la habitación y cierro tras de mí, suspirando y haciendo cuentas con los dedos.- ¿Toca hoy el pestazo?- Le pregunto a Sable mientras le dirijo una mirada de circunstancia. Ciertamente no sé si quiero saber porque sube ese olor infrahumano, pero… ¡Aaah! la curiosidad por saber el motivo también me mata.

Me siento sobre la cama, y trata de ignorar los llantos de los dos niños y la bronca de la madre… o de un loudred, todo es posible. Echo de menos dormir del tirón, sin gemidos, chillidos, o algún golpe en alguna pared. Aunque esto también es parte de una aventura ¿No?

Miro mi petate, más vacío que cuando llegue aquí y perdí algunas de las pocas cosas que me lleve de la granja. Seguramente debería reponer parte de esas cosas… algo más de ropa, un saco… pero una parte de mi quiere también usar algo del dinero ahora.

-Mañana deberíamos ir a comprar.- Digo en voz alta.- Pero… tal vez podamos gastar algo ahora ¿Qué tiene de malo? No sé, ir a… ¿Un pub? O… uhm… algún sitio.- Hablo con Sable, obviamente no espero que me dé su opinión directa, pero hablar con él me reconforta.- Es nuestro dinero, disfrutémoslo un poco.- Dicho esto tomo un billete y dejo el resto en sobre, que escondo bajo el colchón. Luego me voy al baño y me lavo un poco la cara antes de salir en busca de algún local que pueda ser divertido.

Cargando editor
25/04/2019, 19:50
Director

A Sable se le ilumina el rostro -de una forma casi literal- y empieza a saltar de un lado a otro de la habitación, rebosante de energía. 

Pequeños, grandes, bien iluminados, lúgubres, con o sin espectáculo, los locales en esta ciudad son como esporas de un Paras. En tu vagar ves algunos exclusivos para adultos y en los lugares más recónditos, con muy discretos carteles, para adultos que anhelan el afecto de un Pokémon. A Sable se le desvía la mirada hacia uno de estos últimos, pero permanece a tu lado.

Cargando editor
26/04/2019, 16:05
Dean Green

Es difícil no sonreír ante la vehemente reacción de Sable. Ha sido complicado divertirnos mientras hemos estado aquí y supongo que a él le debe de gustar estas cosas, viendo tanta efusividad.

Mientras caminamos, observo los carteles con curiosidad y no poca expectación. Desde que llegase a la ciudad mi rato de esparcimiento y diversión, se ha limitado a descansar un rato en caso… algo bastante complicado dadas las circunstancias, pasear por la ciudad y entrar en algún café ocasionalmente. Aún no he probado los atractivos de este tipo de locales… y menos aún de los que tanto parece ojear Sable.

Yo mismo no puedo evitar mirar, algo más que de reojo con un mal disimulo dichos carteles ¿Qué habrá? ¿Podré entrar?... Mi imaginación vuela desenfrenada haciendo que me palpite el corazón nervioso y azorado. Una vez me decido, me subo un poco la bufanda y camino como quien no quiere la cosa, pasando varias veces hasta que entro en uno de estos locales. Puedo notar el calor en mi rostro y mi andar nervioso, pero… aaah, es tan emocionante.

Cargando editor
27/04/2019, 01:15
Director

THE PERSIAN GENTLEMAN CLUB

Como una hoguera de acampada, la luz roja lo baña todo. De una forma curiosa, parece atraer sombras al mismo tiempo y a tu vista le cuesta acostumbrarse. La música de jazz deja un zumbido en tu piel mientras las risas de fondo invitan a la curiosidad. Poco a poco vas viendo más y más y tu corazón se acelera cuando vislumbras a las bailarinas.

Giran alrededor de las barras de metal, seguras y gráciles, rodeadas por el humo de los cigarrillos y las pipas de los hombres sentados frente a ellas. De las dos que hay, atrae especial atención una Kirlia de aspecto frágil, que con cada pirueta parece estar a punto de romperse. Sin embargo Sable parece más interesado en la otra, una Ninetales con una mancha naranja en la cara que desprende seguridad a cada paso.

—Oye, ¿tú no eres un poco jóven para estar aquí? —dice el hombre de tu izquierda. A sus pies un Hondour parece estar haciéndose la misma pregunta.

Cargando editor
28/04/2019, 02:10
Dean Green

Paseo la vista de un lado a otro, observando las luces carmesís y las sombras que bailotean haciendo que los sueños se deslicen al son de una música que se agarra a la piel. Es estremecedor como el ambiente es capaz de preparar tanto el corazón.

Hablando del cual, siento algo de temor cuando el mío comienza a palpitar sobremanera al ver el espectáculo que se desarrolla en el escenario. No estaba seguro, de como un pokémon iba a resultar atractivo en esa forma… pero… he de tragar saliva. Siento calor por todo el cuerpo, como si mi sangre hirviese o si tuviese fiebre. Pero entonces tendría frío ¿No? Observo los giros anonadado y con la boca abierta. Para cuando me quiero dar cuenta pienso en la cara de estúpido que debo haber tenido mientras la miraba, pero es díficil apartar la vista.

Si mi estado es nervioso, decir que cuando el hombre a mi lado me pregunta por mi presencia en el lugar me altero, podría quedarse algo corto. Mi acelerado pulso no podría estar más alto, y le miro algo agitado, pero tratando de aparentar calma. Carraspeo, y poniendo una voz tan profunda como soy capaz, me subo un poco la bufanda.- No… no, yo… siempre vengo a… disfrutar de… del espectáculo. Si… ejem.- Trato de alejarme un poco, mientras busco aun con la mirada a la linda pokémon blanca que vuela entre las barras, y cuya grácil y seductora danza ha atrapado mí mirada y mi atención.

Cargando editor
28/04/2019, 14:20
Director

El hombre sonríe.

—Claro, claro. Por favor, disfruta.

No tardas en encontrar una mesa libre en segunda fila. Como si el ambiente no fuera lo bastante relajante, al sentarte sientes como si el sillón estuviera hecho de nubes. Los demás hombres que te rodean también parece sentirlo así, con sus miradas embelesadas y sus posturas relajadas. Para ellos solo existe un lugar y un momento: aquí y ahora.

Como si hubiese notado tu llegada, la danza de Kirlia cambia. Cada forma y cada movimiento parecen dedicados a ensalzar la belleza de su cuerpo. Sus manos se deslizan por el contorno de su cuerpo sin llegar a tocarlo, pero cerca, tan cerca... su finas piernas hacen que gire a toda velocidad, dándote solo unos segundos para captar cada detalle. Oyes a a Sable respirando ruidosamente a tu lado, pero se siente muy muy lejano, mientras que ella, aquella dulzura, parece estar justo a tu lado, encima tuyo. 

Cargando editor
28/04/2019, 14:54
Dean Green

Cuando me siento, es difícil no relajarse y dejarse arrastrar por el ambiente. Me siento… arropado, o… abrazado. Sé que hay gente a mí alrededor pero… están bastante lejos en realidad. Como Sable, le oigo y aun así… parece encontrarse detrás de un río lleno de niebla.

Tan solo los volantes blancos que giran raudos hasta desaparecer y regresar, y las delgadas piernas tan delicadas y… con un aspecto tan suave. Mi mirada sigue sus manos, por su esbelta figura. Estoy seguro que podría levantarla con facilidad… quizá con una sola mano… si, una mano. Ella esta tan cerca. Casi puedo tocarla ¿Verdad? Extiendo mi mano hacia la visión, completamente embelesado. Es tan bonita y grácil y... baila tan bien.

Cargando editor
29/04/2019, 19:03
Director

Una figura se inetrpone y rompe la magia. Bueno, no por completo. Tu corazón aún palpita fuerte y todo se siente un poco irreal, pero vuelves a tomar consciencia de lo que te rodea. En este caso, una de las camareras. No es más grande que tú, pero al mirarla te sientes como un chiquillo díscolo ante su madre.

—¿Qué vas a tomar muchacho? Y no te molestes en decirme que no lo eres. He visto demasiados mozalbetes imberbes ir y venir para que puedas engañarme. Primero consumir, luego deleitarse.

Sable ignora sus palabras y se inclina un poco para poder seguir viendo el espectáculo.

Cargando editor
29/04/2019, 21:24
Dean Green

Salir de mi sueño lucido… o de mi embriaguez por el baile no es algo que me agrade. Estaba bastante feliz simplemente observando, y canalizo parte de mi enfado ante la culpable con un ceño fruncido en un primer momento. Por supuesto enseguida me doy cuenta de la situación… al menos eso creo. Y bajo un poco la cabeza.

-Aah… pues…- No tengo mucho tiempo para pensármelo, o al menos… no sé si lo tengo. Nervioso como estoy, y ansioso porque se marche y me deje seguir observando el hermoso baile y a la dulce bailarina.- Tomare… lo mismo que aquel tipo.- Señale a un hombre sentado a mi izquierda, y esboce una sonrisa a la camarera. Espero que no me eche de aquí… y espero que lo que haya pedido no sea muy caro y pueda bebérmelo. Trago saliva dándome cuenta de lo poco pensado que tenia nada.

Aun así… Quiero seguir mirando un poco las piruetas teñidas de blanco de la kirlia.