Partida Rol por web

Clive se dirigia al polideportivo, estaba ya cerca cuando una chica de pelo castaño se le pone delante:

- Perdone, uff menos mal que encuentro a alguien que parece de por aqui. Soy turista y me he perdido podria indicarme por favor como llegar a la estacion de trenes de la ciudad?

La chica llevaba un mapa en la mano mal enrollado y realmente parecia perdida, miraba de vez en cuando a los lados viendo que practicamente no habia nadie:

- Vaya no hay practicamente nadie, menos mal que he dado con usted, puede ayudarme por favor?

Vaya, ¿porque me pasaba a mi esto?- pensé cuando la vi acercarse a mí con un mapa. Sin embargo era simpática y amable y parecía perdida así que tras saber a donde iba le comento:

-Si claro, le puedo acompañar si quiere, voy cerca de la estación a practicar baloncesto, así que no me molesta llevarla, si quiere claro...- dije tratando de ser amable con la chica y esgrimía una sonrisa

la chica dice.

- Muhchas gracias, por cierto me llamo Veronica.

La chica se coloca al lado y dice.

- Bien, vamos a la estacion, pero no le supondra mucho retraso si ha quedado ni mucha molestia verdad? no querria molestar.

Mientras camina dice.

- Bueno, yo soy veterinaria en España pero estoy de vacaciones y bueno ando algo perdida, usted a que se dedica?

-Nada, no se preocupe de veras, no me retrasa, tan solo me pilla de camino, así que la dejaré en la estación  y seguiré algo más adelante, están prácticamente al lado- dije mientras le sonreía para que se diera cuenta de que no le engañaba y me pillaba cerca.

-Vaya de España, no es que tenga un gran nivel de Español pero algo sé- y tras esto le dije dos o tres frases típicas como: "me gusta la tortilla de patatas" y otras parecidas, para justo después reirme- ¿Qué hace una veterinaria española sola perdida tan lejos de su casa? Por cierto ¿Dónde están mis modales?- y acercándome para darle dos besos, costumbre que aunque no me gustaba era muy de su país- Me llamo Clive, un placer.

-Soy Cirujano Vascular, y trabajo en una clínica cercana.

-La chica se sorprende y dice.

- Vaya cirujano vascular interesante. Bueno yo estoy de vacaciones y me separe de mi amiga y quedamos en la estacion, ella se llama Sian Tzu, tambiene s española pero sus padres decidieron mantener su nombre cuando la adoptaron, curioso porque en esa epoca estaba de moda cambiar los nombres a nombres españoles.

La chica caminaba al lado de Clive y añade:

- Y no me dira que encima eres importante dentro del hospital verdad? porque eres muy joven para eso ah y tu español mejor no lo uses, mejor seguimos con el ingles

La chica hablaba bastante rapido y a veces juntaba algunas palabras al hablar

Como si fuera una tromba de agua en pleno mes de agosto, mi carcaja resonó estruendosamente mientras íbamos caminando cuando se metió con mi nivel de español:

-Vale, vale, lo entiendo no hablo más español, comprendido- dije tratando de recuperar el aliento.- Digamos que mi trabajo es muy competitivo, no te diré que no, pero es muy gratificante, no sabes hasta que punto, pero también es muy exigente y comprometido, digamos que has tenido la suerte de cogerme justo en los pocos minutos al día que tengo libres. ¡Vaya puntería la tuya! Como ya te dije los aprovecho para ir a jugar al baloncesto.

Tras unos instantes trato de cambiar el tema:

-Pero bueno, ya he hablado demasiado de mi y se va a aburrir, ¿qué trae a una joven veterinaria como tú por aquí? No es una ciudad muy turística, ¿qué han planeado ver o visitar?

la chica seguia caminando tranquilamente y dice:

- Lo cierto que he venido buscando a una persona, es un hombre que es doctor tambien vascular como usted uno de los mejores dicen, pero tiene una particularidad

La chica saca la mano del paraguas y varias gotas de agua caen sobre ella:

- Es capaz de controlar los liquidos, tal vez le conozca doctor Owen 

Aquello fue chocante, me hizo pararme en seco y aunque la lluvia empezó a mojarme parecía consternado como si no supiese que hacer, un amplio abanico de posibilidades se habría ante mí ¿Cómo me han descubierto tan pronto? Si no hice nada aún... y tome muchas precauciones- numerosos dilemas se formaron ante mi en una décima de segundo, que fue lo que tardé en comenzar a reir:

-Señorita Verónica, usted no está buscando un cirujano vascular, si controla los líquidos ¡usted lo que está buscando es un bombero!- dije completamente de broma- ¿Sabe su nombre al menos? Es una ciudad grande y es fácil perderse.- digo mientras continuo andando a la par de ella, aunque agudizo mis sentidos por cualquier movimientos extraño que pueda producirse y me voy fijándo más en mi alrededor.

La chica se señala el bolsillo y dice:

- Tiene movil cierto? y lo tenia en su casa antes 

Sonrie y dice:

- Mi amiga es por asi decirlo un genio con las maquinas y es muy muy habil para encontrar a personas con habilidades especiales supongo que sabe a que me refiero.

Sonrie levemente y dice:

- No se preocupe, no soy ni de los hobmres de negro ni nada de eso, solo he venido a hablar con usted

Se coloca justo delante de Clive mientras sigue sonriendo

Aquella chica me había pillado con la guardia al descubierto:

-Discúlpeme señorita Veronica, tengo un partido de baloncesto y no tengo demasiado tiempo. Si usted quiere y tiene ropa deportiva le animo a que se apunte, o en caso contrario podríamos quedar para cenar después y hablar de forma más calmada en otro ambiente- dije mientras miraba a mi alrededor- más... íntimo- no quería que nadie se enterara de aquella conversación, y en mitad de la calle no era lugar. ¿Qué opina? 

La chica asiente y dice.

- Muy bien, tiene razon, porque no cenamos juntos en un restaurante con reservado que conozco?

La chica hablaba como si estuviera quedando de la forma mas normal del mundo con un ligue o con un amigo, saca una tarjeta y se la da a Clive, en ella venia un numero de telefono y una direccion:

- Ese es mi numero de telefono y en esa direccion podra llegar al restaurante que le digo...umm usted como americano cena pronto, no se, las 9 le parece buena hora?

Me parecía como que Verónica controlaba perfectamente la situación, y no quería que así fuese, se que estaba algo paranoico, pero debía tomar medidas para no ser tan previsible:

-Si no le importa, como buen caballero, seré yo quien la invite a cenar, pero el sitio lo elijo yo, tengo un sitio perfecto para ello donde estoy seguro que podremos hablar largo y tendido al respecto y ponernos al día con nuestros asuntos.- piensa Clive, algún sitio que ella no pueda hackear o dominar...- Nos vemos en mi casa para cenar a las 9, ¿Qué le parece?- dije tras meterme su tarjeta en mis pantalones deportivos.

Realmente todo aquello me resultaba muy misterioso y creía bien poco, peor en mi casa al menos, pensaba que estaría más seguro, pues podía controlar el ambiente, no me fiaba que me llevara algún sitio. Puede que fuera muy receloso, pero había que tomar precauciones.

Varonica pone cara divertida y despues de inocente y entonces dice.

- No es muy atrevido invitar a una chica a su casa en la primera cita doctor?, bueno no importa soy una chica atrevida asi que no me importa, y si quiere ire a su casa.

Sonrie mientras se gira y empieza a caminar:

- Nos vemos esta noche, yo llevare el vino

-Me parece bien- respondí con una sonrisa- En mi casa entonces a las 9, hasta pronto- acabe por despedirme de ella pues iba necesitando hacer algo de ejercicio. Estaba realmente preocupado por el resultado de nuestra cena, pero no permitiría que aquello enturbiara las ganas de hacer deporte que tenía, pues me ayudaba a liberar la tensión del día a día, ya al terminar me preocuparía por ello.

La chica hace un gesto de despedida con la mano y se marcha con una gran sonrisa en el rostro, cualquiera pensaria que son dos amigos o una pareja que siemplemente se despiden.

- Bueno, nos vemos despues en su casa doctor, no se preocupe que se donde es, o mejor dicho mi amiga sabe donde es, como le he dicho es la mejor averiguando cosas, ya algun dia se la presentare.

Tras lo cual se marcha caminando animadamente, como si hubiese conseguido una cita del chico que le gustaba

Tras despedirme de la chica, que aunque fue muy simpática, me causaba una gran incertidumbre, entré en el polideportivo para jugar con mis amigos. Como siempre fui de los primeros en llegar y tras soltar las cosas en la taquilla y mientras esperaba a mis compañeros empecé a tirar unas canastas, hoy estaba en plena forma, cogía con ganas estas pequeñas escapadas.

El partido trascurrió sin ningún incidente, aunque no podía evitar de vez en cuando pensar en mis nuevas habilidades, el partido me sirvió para despejarme y pensar en otros asuntos. El nivel del partido aunque lejos de ser profesional, no era en absoluto malo, llevábamos ya varios años jugando juntos por equipos y los habíamos hecho de tal modo que fueran lo más equilibrados posible. Aunque por término general me llevaba bien con todos y cada uno de ellos, tenía especial afinidad con mi compañera de trabajo pues aunque cada uno formábamos parte del equipo contrario, nos gustaba picarnos entre nosotros, y esto nos ayudaba a que las tensiones que podían formarse en el trabajo las materializáramos en la cancha y se resolvieran de forma satisfactoria la mayoría de las ocasiones.

Aunque los dos equipos nos esforzamos mucho ,finalmente mi equipo perdío en el último minuto, gracias a dos grandes jugadas individuales de Sophie, cuando se esforzaba era bastante buena y nos enseñaba al resto que el sexo en el deporte no influía para nada. Al finalizar el encuentro con una sonrisa, traigo varias bebidas isotónicas y les paso una cada uno, me gustaba cuidar este tipo de detalles, hacían más amistosos los encuentro, y durante media hora compartimos unas risas y nos deshicimos de nuestros problemas sociolaborales.

Finalmente me despedí de todos ellos y volví a casa, donde me puse a preparar la cena con tiempo, quería que fuera una cena perfecta. Sin embargo con algo de miedo de que no me saliera bien, pues no era muy buen cocinero, y tras varios intentos finalmente llamé a un servicio de catering que me trajeron todo salvo el vino, que especifique que no lo quería.

De entrante un Vichyssoise de bogavante, de segundo como no sabía si prefería carne o pescado seleccioné: Porcella y patató confitado con farcellet de col y bolets o Rodaballo sobre espinacas y salsa de vino tinto, y de postre Pastel de chocolate blanco, queso fresco y frutos rojos. Tener una familia adinerada me había hecho en ocasiones despreocuparme por los gastos en los momentos importantes, y este lo era sin lugar a dudas.

A la hora exacta que habia dicho llaman a la puerta. Se trata de Veronica que lleva consigo una botella de vino, la chica esta expectante, parece bastante contenta. Lleva puesto un traje rojo largo con una abertura en uno de los lados que deja ver gran parte de su pierna, ademas lleva el pelo suelto y esta maquillada de forma que no resulta demasiado exagerada, tras llamar dice.

- Doctor, soy yo, le traigo un Amontillado un vino de la tierra de mi amiga que aqui no han probado seguro

Habia desconectado cualquier dipositivo móvil y escondido en lugares recondidos de mi casa, desenchufado la tele, desconectado el router, me había encargado que ningún aparato electrónico salvo el frigorífico quedara enchufado. Cerrado las persianas y corrido las cortinas, no me fiaba de nada, ¿Paranoico? Puede ser, yo prefería ser llamado precavido. Finalmente justo antes de que llegara me dispuse una buena chaqueta negra con camisa blanca como si fuera de gala, puse una iluminación algo suave para que no nos molestara. Finalmente coloqué mi tocadiscos antiguo para que empezara con algo de música tranquila.

-No me llames Doctor, si seguro que te sabes hasta el número de la tarjeta de mi seguro, puedes llamarme Clive- dije mientras le habría la puerta y contemplaba lo sumamente bella que venía sin ser demasiado descarado aunque la primera impresión que me causa es muy grata- Estás preciosa- dije haciéndole un pequeño cumplido, mientras tomo si trae alguna chaqueta y la cuelgo. Tras esto retiro su silla para que tome asiento, pues y me dispongo a servir los entrantes que los había dejado en el horno junto a toda la comida para que guardara la temperatura que requería cada uno de ellos, los frios evidentemente en el frigorífico:

-De primero tenemos  Vichyssoise de bogavante- dije mientras le colocaba su plato y el mío y me sentaba frente a ella.

La mujer sonrie y dice:

- Muchas gracias, la verdad que yo no soy muy amante del marisco, mi amiga Sian si que lo es y si que habria disfrutado de esto, ademas es una niña `pija asi que si que sabe como saborear esto.

Mira fijamente al doctor y sonrie mientras come, entonces dice.

- Venga supongo que tendra muchas preguntas, asi que puede empezar, que le dige que a cambio de la cena le responderia a cosas

Había empezado a degustar aquel entrante tan exquisito:

-Vaya lo siento mucho, mi intención es que fuera de su agrado- dije mientras parecía algo consternado. Tras esto me dice que le haga las preguntas pertinentes- ¡Qué manera de estropear cena tan romántica!- bromeé- Cualquier otra chica estaría ya zampándose el entrante, y tú prefieres que te pregunte- dije mientras dejaba a un lado mi cubierto y mi plato, pues había perdido parte del apetito, empezaba a atraerme aquella chica, pero me daba cuenta que no sabía nada de ella. Así pues aparté mi plato a un lado, deposité mis manos sobre la mesa y contemplé sus ojos bajo aquella luz tenue que iluminaba, como si fuese una vela a través de un papiro antiguo, la habitación. No duro más de unos instantes, hasta que me di cuenta que podía incomodarla:

-Preguntas... eeee. ¿Eres de verdad veterinaria? ¿Hay más personas con habilidades especiales?- dije mientras descorchaba la botella de vino que amablemente había traido ella y tras esto, coloco mis manos sobre la mesa y mirándola a Verónica con atención, uso mi poder para llenar las copas, desplazando el líquido desde el interior de la botella hasta cada una de las copas.