Partida Rol por web

Cuando llegué al círculo no tuve tiempo de girarme siquiera antes de sentir como uno tras otro mas gente iba llegando al mismo lugar, con sentirlo me refiero a como se chocaban contra mi espalda porque ya tenían que ser muy grandes y pesados como para moverme del sitio de esa forma. De todas formas poco me importaba que hubiera mucha gente en nuestro círculo, de hecho al contrario me gustaba la idea, eso implicaba mas dificultad y por tanto podría probar mis capacidades defensivas mucho mejor que con rivales mas débiles.

Tratando de contenerme mi impaciencia espere a que la profesora activara los dispositivos de la sala para empezar a repartir, tratando de no volver a mirarla para evitar que se decidiera a usar el boomerang o cualquier arma en mi contra, tampoco quería tentar a la suerte. Finalmente todo a nuestro alrededor cambio para mostrar en su lugar una especie de nave abandonada.

- Tsuku, cuidado, no sabemos donde podría estar el enemigo -dije en cuanto la chica empezó a correr, realmente me preocupaba el no ver a nadie en el lugar pero esa duda fue rápidamente solucionada con el sonido de vidrio rompiéndose, algo enfrente nuestra y dos detrás, perros pasaron corriendo cerca nuestra hacia quien había caído delante

En cuanto pude ver mejor la identidad de nuestro enemigo me sonroje por completo y mis ojos empezaron a temblar ligeramente.

- ¡Nadie se va a ir contigo! -grite recuperando la compostura, levantando ambos brazos para pelear mientras mi poder iba haciendo aparición en ellos para recubrirlos y endurecerlos- Antes tendrás que deshacerte de mi.

Pretendía usar mis brazos potenciados no solo para la ofensiva si no de forma defensiva, defendiéndome con ellos y protegiendo a otros, lo único que no me atrevía a tratar de bloquear era la pistola de la mujer, nunca había tratado de usar mi poder con algo como una pistola si no mas bien en peleas cuerpo a cuerpo.

Emocionado, llegó a la escena y entonces percibió ese olor que rápidamente decidió apartar de el con el propio aire por lo que a el no le afectó en absoluto aquel inmundo olor. Le importaba tres pueblos la reacción de sus compañeros, tenía su vista fijada en el contrincante. - ¡Vamos! Se colocó en posición de combate y empezó a concentrarse para sacar a la luz sus hermosos tornados, volvería aquello una fiesta del viento, lo tenía claro. 

A diferencia de tus compañeros, que no sabrían que buscar ni que reconocer... tu viste algo que te llamó poderosamente la atención nada más verlo, y que por desgracia... no es que transmitiera demasiado buenos recuerdos. Era un logotipo bordado en la camisa que llevaba aquel extraño hombre, el cual solo se vio un segundo mientras sacaba las manos de su chaquetón.

Ese... era el logotipo del Loto Negro... la asociación anti-poderes... de la cual tu famiia era parte por desgracia. Entonces entendiste mejor sus palabras: no hablaba en general, no era una simulación con frases predefinidas... te hablaba a ti.

El hombre enmascarado se sacó las manos de los bolsillos, suspirando al veros interesados en pelear contra él -Ains... ¿de verdad? Y yo que pensaba que podría mantener el traje blanco...- dijo mientras se crujía los nudillos preparándose -Solo sois unos mocosos... prometo que no sentiréis nada- terminó diciendo...

Antes de que Simon intentara actuar ya. Intentó impulsarse usando la cola para columpiarse en la escalera de incendio y así darle un buen golpe... pero por desgracia la cola no llegó a engancharse y cayó sobre el sucio suelo -Hmm... será mucho más fácil de lo que imaginaba- dijo el hombre.

La mujer arrugó el ceño viendóos prepararos para atacar, chasqueando la lengua -Niñatos... como queráis- dijo antes de chasquear los dedos... momento en el que los perros no perdieron el tiempo y ladrando con rabia fueron derechos a por dos de ustedes, los cuales fueron Trini y Axel, enseñando los colmillos y las zarpas mostrando que no tendrían miedo de usarlas contra vosotros.

¡Ahhh!- Xue no pudo evitar soltar un grito no muy masculino al ver que aquel perro se acercaba a su amiga que recién la había intentado animar... pero al final si consiguió hacer algo -¡Tri-Trini!- gritó al ponerse delante de ella alzando el brazo para protegerla con el escudo... muy bien si hubiera usado mejor el brazo donde tenía puesto el escudo, en su lugar alzó el que no era por error y nervios... Por desgracia, se dio cuenta de ello cuando el perro le mordió el antebrazo -¡A-aahhh du-duele!- se quejó intentando apartar al perro de él.

No podía estar pasando, estaba anonadada, durante el momento en el que vi al hombre, y hasta que Simon calló al suelo, todavía sin saber yo como lo había logrado, estuve recordando, o pensando, o simplemente mirando al horizonte.

- ¡NO! - grité cuando la caída de Simon me sacó de mi mundo - ¡NO TE LO PERMITIRÉ! - volví a gritar mientras me lanzaba contra el hombre enmascarado, bastón en mano.

Al llegar a su altura, lancé una estocada contra aquel enemigo casi con los ojos cerrados, esperando poder alcanzarle.

Ambos perros salieron directos a por Trini y aquel chico otro chico ¿Goro? Goro... ¡Goro! Xue hace un alarde de valentía para lanzarse a proteger a su compañera de equipo, no pude evitar esbozar una sonrisa y pensar que si él lo hacía porque no iba a hacer yo lo mismo si era el que mas simbolizaba el escudo entre nosotros. Corrí en dirección al otro perro que había y me cruce en medio de la trayectoria alzando uno de mis brazos reforzados con mi poder para detener parte del impacto.

- He dicho que antes tendrás que deshacerte de mi... -dije ignorando al perro para mirar a su ama- Aquí te espero

— ¡Xue! — toda mi preocupación por la mayorcita esa y sus intenciones seguro para nada SFW (si, dije SFW) se fueron muy pero que muy al fondo de mis prioridades cuando vi al cap arriesgándose así ¡POR MI! que a ver, yo una fuertota no era pero tampoco blandengue, y las mordidas sí, dolían y todo pero no como para dejarme en cama (a menos que fuera un perro muuuy grande) ¡¿entonces por qué?!

Sin pensarlo, mientras Axel defendía del otro canino, agarré mi todopoderoso y siempre confiable palo con toda la fuerza que pude, embadurnándolo de aceite incluso (lo cual en retrospectiva es un poco idiota, pero en fin), y hecha una furia me acerqué hasta el chucho para usar su cabeza de tambor propinándole un buen y efectivo zape de la vieja escuela, de esos golpes que dados a tiempo componían vidas y devolvían al buen camino a los rebeldes sin causa, solo que yo no era una madre (todavía) y bueno, mi palo no era tan confiable como lo pensé al verlo por primera vez... ¿o quizás se debió al aceite?

Como fuera, el palo salió volando y Dios mediante no terminaría hiriendo a nadie más por mi error...a menos claro que fuera a la pervertida esa, a ella sí quería herirla pero no tenía tanta suerte...

— ¡Mierda! —

El hombre suspiró una vez más al ver que la chica se lanzaba moviendo el palo sin control contra él -Ains... como quieras...- le dijo a la chica mientras cogía el palo por el otro extremo, y para alejarla la empujaba con él a un lado sin ninguna dificultad -Dios... sois hasta adorables...- fue diciendo, mientras que una de sus manos... empezaba a ponerse de un extraño color morado mientras que miraba a Aer -A ver tu que haces... te lo pondré muy fácil...- le dijo al chico neogriego mientras se acercaba a él para arrearle lo que parecía una bofetada con esa mano.

El ataque de Trini, aunque fuera con la intención de proteger el honor de Xue, solo consiguió que el palo saliera volando, resbalándose de sus aceitosas manos... por suerte no hiriendo a nadie más. Por otra parte, por mucho que hubiera usado su poder, la dentellada de aquel perro había herido levemente a este... sin duda eran perros poderosos.

¡CAPITAN ABRAZO! ¡Trini!- exclamó la ninja al ver a sus amigos sufrir los ataques del perro hacia ellos... claramente enfadándose -¡Aléjate de mis amigos desgastapatas de mesa!- le dijo al perro mientras se acercaba corriendo hacia vosotros preparando jutsus con las manos -¡Nube de niebla!- gritó pegando un soplido... cubriendo tanto a ella como a los otros dos miembros de su grupo con un espeso humo blanquecino que asustó al perro y le hizo alejarse.

El perro volvió con su dueña, que se encontraba hastiada y cansada -Sois unos incordios...- dijo quitándose las gafas de sol... a lo cual pudísteis ver como sus ojos brillaban con un rojo intenso, que se contagió a los ojos de los perros, los cuales parecía que se volvieron incluso más agresivos.

Puff... que miedo, ojos rojos y perros... no veas como temblamos- dijo Garret, quien se lanzó contra la tipeja para darle un puñetazo... pero su perro se lo impidió, mordiéndole y haciéndolo retroceder -¡AGGG!- obviamente le dolio.

Estaba tan centrado en lograr un ataque poderoso que no vio venir algo tan sencillo como una bofetada. La intentó esquivar pero sus reflejos no fueron lo suficientemente rápidos como para que aquella mano amoratada y extraña no le diera de lleno. Lo único bueno es que ahora lo tenía cerca y el ataque que había estado preparándose fue soltado a corta distancia, con todo el aire que había podido concentrar en su mano derecha apuntó hacia su pecho intentando tocárselo con esta para que todo fuera más destructivo. - ¡AAaaaaaH!

Aki vio agradecido que Alex se puso en el camino entre él y el canino del infierno. “Gracias!”, le lanzó, tanto más que su compañero salió herido en el intento.

A Aki le habría gustado poder poner lo suyo en este combate, para mostrarse un miembro útil del grupo, pero aunque sabía defenderse bastante bien, no tenía ni idea de cómo lanzarse a un ataque. Tal vez incluso perjudicaría a sus compañeros en lugar de ayudarlos.

Desde luego, se limitó a ponerse en posición defensiva preventiva contra los perros, por si iban a atacarlo a él.

Aquello que estaba sucediendo no era para nada bueno, sin embargo, parecía que sus compañeros lo estaban haciendo en general bastante bien. Observadora como era se da cuenta del cambio de los animales al hacer aquella mujer eso, así con cuidado apunta la pistola hacia esta y dispara

Nyoko consiguió disparar en dirección a aquella misteriosa y enfadada mujer... a lo cual la mujer levantó una de sus manos, haciendo que uno de sus perros bloqueara el disparo. No era una bala de verdad, pero eso no quitó que le hiciera una herida al perro. El perro soltó un gemido de dolor... a lo cual la mujer no pareció importarle demasiado que su compañero empezara a sangrar -Atacad- de hecho, los volvió a comandar a atacar pese que estuviera cojeando un poco para atacaros.

El primero de ellos, el herido, fue directo a por Garret que aún se recuperaba del susto del primer perro... aún así, consiguió esquivar la dentellada que iba a por él, la cual pese al estado del perro, iba a hacer mucho daño si le golpeaba. El segundo perro fue a por la ninja envuelta en su bruma... Por lo que cuando este se lanzó a lo que parecía su silueta, el perro falló estrepitosamente al encontrarse con nada en lo absoluto.

Eso desde luego irritaba más todavía a la mujer -Incordios...- musitaba molesta.

Por su lado, Xue recuperado del susto con el perro después de proteger a Trini y con el escudo por delante refugiándose trás el, empezó a apuntar con su pistola a la mujer... y para ello... empezó a abrir los ojos. De ellos salía un leve brillo azul... pero antes de poder abrirlos, se llevo la mano de la pistola a los ojos, como si le doliera la cabeza por intentarlo.

La bofetada que te dio aquel hombre que parecía hacerle mucha gracia lo triste que resultaba pelear con ustedes dejó rastros morados en tu rostro además de la marca enrojecida. Tampoco es que te hiciera mucho daño de momento... parecía haberlo hecho realmente por humillar que por otra razón.

Cuando el "Rasengan" iba a impactar en el pecho del hombre... no conseguiste mantenerlo el tiempo suficiente para que le diese, dándole al final un inofensivo golpe en el pecho... por el cual el enmascarado tuvo que reírse de ustedes -Je... por favor, ¿de verdad no podéis simplemente quedaros quieto mientras hago mi trabajo?- os preguntó con condescendencia seguramente viendoos a los tres como pequeños inútiles comparados con él.

¡QUE TE CALLES!- gritó el australiano bastante cabreado por como se comportaba ese tío, levantándose de un salto del suelo y corriendo hacia él. Pegó otro salto, pero esta vez no para hacer ninguna acrobacia sino para saltar contra él... al principio pensásteis que pasó por su lado como si nada... hasta que su cola se le aferró al cuello, y con el impulso el chico consiguió tirarle al suelo de forma bastante eficaz y que sorprendió a todos -¡Vamos chicos atacad!- os pidió agarrando al tipo por detrás.

Ya había llegado a una conclusión, los perros solo seguían órdenes así que sería mas rápido acabar con la cabeza pensante... además también puede que consiguiera centrar toda la atención sobre mi. Así que aproveche el tiempo, tras parar aquel primer golpe que solo causo una leve herida que emanaba muy poca sangre, para moverme directo hacia un costado de la mujer mientras esta mandaba a sus perros sobre que objetivos atacar en esta ocasión.

- ¡A este lado! -grite con todas mis fuerzas cuando ya estaba lanzando un puñetazo directo a su cara desde lo que sería su izquierda, para mi desgracia no pude mantener el control de mi poder a la vez y la sustancia negra desapareció parcialmente colándose nuevamente entre los poros tan pequeños que resultaban invisibles a la vista

¡Mi palo! 

Como si perder mi arma no fuera suficiente, de forma casi paralela pude ver cómo el otro perro apenas si reaccionaba luego de ser impactado por el balazo de Nyoko al defender a su aborrecible dueña ¿PERO CÓMO DEMONIOS ERA POSIBLE ESO? Digo, los chuchos pese a ser agresivos se veían normalitos y todo, sin armadura, sin modificaciones aberrantes...y aún así. Ahí algo no olía mal, sino que apestaba, y encima significaba un peligro constante ya que los animales esos del demonio no tardaron demasiado en volver a la carga.

Para ese punto yo estaba detrás del Capitán Abrazo, siendo protegida luego de probarme inútil para dar zapes, por ende frustrada, cabreada, con ganas de batear cosas. Al ver lo que hacía Xue pensé que tendría una oportunidad, no obstante pronto resultó que algo le pasaba, que sufría, y eso me hizo olvidar momentáneamente mis ansias brujicidas para dar paso a mi preocupación por él — ¿Estás bien? — le susurré aunque, duh, obvio que no lo estaba... ¿porqué pregunté algo tan idiota?

Sin embargo no mucho después vi a Axel intentar algo que no podía entender del todo por no estar en su mente, pero al igual que con Tsuku antes no hacía falta ser una genio para entender que buscaba sacar ventaja respecto a la abuela perro, viendo entonces una oportunidad de ayudarle quise ahora si realizar un ataque de lo más chachi pero primero debía ir a por mi palo, por lo que me embadurné de aceite las suelas de los zapatos y así patiné casi de forma perfecta... el problema llegó cuando, al intentar recoger el palo para intentar una nueva ofensiva, lo único ofensivo fue mi error, el segundo en cadena, dejándome vulnerable una vez más.

Y pensar que había hecho todo eso intentado no arriesgar a Xue...

Simon nos puso la oportunidad en bandeja, lo tenía bien agarrado, parecía. Me lancé contra él con el bastón en la mano dispuesta a golpearle tan bien como pudiera para hacerle el mayor daño posible.

- ¡AAaaaarrgggg! - grité mientras descargaba el golpe - ¡Por mi hermana!

Esperaba que fuera suficiente como para dejarle lo suficientemente malherido como para que dejase de pavonearse.

Aquellos perros no solo eran la forma de atacar de la mujer, sino que también su defensa y encima parecía que las balas no les hacían mucho daño, Nyoko observa la escena y como todos seguían luchando, no sabía si podrían vencer si seguían así ya que les costaba mucho luchar contra los perros y no quería imaginar que sucedería contra aquella mujer. La pelirosa nota como su respiración empieza a acelerarse y a ponerse un poco nerviosa.

Mientras observa la situación pensaba:

Vamos… vamos, tengo que poder usarlo, tengo que poder usar mi poder… no me falles…

Se tocó la mejilla, enrojecido por la rabia de no haberle ni rozado y entonces lo miró con ansia de sangre. - ¿te ríes de mi?  Estaba tan cabreado que no se controlaba, si ya de normal era difícil, el hecho de que sintiera que le estaban bacilando fue un detonante peligroso. Ni siquiera miró por sus compañeros, por si les haría daño con ello o no, simplemente dejó que el viento se descontrolara creando un enorme tifón que lo engulliría y destrozaría todo. -VETE A LA MIERDA gritó antes de que todo se volviera un caos.