Partida Rol por web

Cuando Hana le explica la naturaleza de sus habilidades le mira sorprendida durante unos segundos y dice:

Puedes… controlar a las personas con lo que dices… ese poder es muy peligroso. Tienes que tener mucho cuidado y ser muy prudente con eso

La profesora se queda mirando unos segundos a la alumna y dice:

¿Y… las personas que controlas después lo recuerdan?  ¿Es más, es necesario o no es necesario que escuchen lo que dices… y cuánto tiempo dura?

La profesora miraba a la alumna, parecía que en cierta forma ese poder le inquietaba o al menos le llamaba bastante la atención.

¿Y desde cuándo a vosotros os ha importado vuestro país, vuestra gente? ¿Piensas que actúas defendiendo o protegiendo tu país, ilusa? No, actúas para que unos pocos sigan en el poder mientras la mayoría mueren de hambre. Exactamente igual que cuando gobernaba la familia imperial, pero en un país más pequeño lo que deja incluso menos recursos al pueblo. Dices que a nosotros no nos importan los países de otros; pero a vosotros, o más bien a vuestros dirigentes, ni siquiera les importa el suyo, tan sólo les importa su propio bienestar.

Lentamente, giro la cabeza hacia An y sonrío tristemente.

Vete, no creo que esto te guste. Hace rato que intento que nos vayamos, pero ésta zorra no me deja moverme. Vete, no te quedes aquí, supongo que las cosas se van a poner feas.

En un nuevo esfuerzo, intento romper el control de la mujer sobre mi cuerpo, intento moverme para alejarme de la zona. Debo protejer a An; ya arreglaré cuentas con ellos. Sin embargo, parece que sigo sin poder moverme.

Michiko estaba asustada. En el tono de la coreana se notaba que no estaba precisamente contenta y, por lo que sabía sobre enfrentamientos y gente que se hacía roca, todo podía salirse de madre en cualquier momento. Le hubiera gustado protestar, quejarse de que nadie le hubiera hecho daño si ella y sus amigos no hubiesen asaltado su escuela… pero no lo hizo. Tenía miedo de que le atacada y también de que pudieran herir a sus amigos.

-Está bien, ¿qué es lo que propones?

Vaya... parece que no vamos a poder cocinar hoy, joe, con las ganas que tenía de hacerlo. Yo me disponía a ir desde luego: An era mi amiga, y Akira podía ser muy bestia si no se le controla o tiene a su hermanita delante (alias, yo). Aunque... luego Eun Bi no parecía segura de querer salir allí, bastante preocupada.

Yo la cogí de la mano -Eun Bi, no te preocupes, seguro que no pasará nada si vas... además, que yo sepa nadie te ha prohibido ir ¿verdad?- le dije sonriendo con amabilidad, para que se viniera... creo que hacerla acompañarnos puede venirle bien a la coreana -No te voy a obligar a venir si no quieres; pero si lo que temes es que te pase algo, tranquila que yo misma trataré que no te pase nada- le indiqué para quitarle presión por si la tenía.

Asiento a lo que dice Shimako.

Tu haz lo que quieras pero si vienes tendrán que averiguar cual de las dos eres tu realmente. Digo desdoblandome y haciendo que la copia adopte la apariencia de Eun Bi, esto aun me cansa bastante pero creo que podré mantenerlo el tiempo suficiente. 

Cojo rápidamente a Haruka del brazo y nos ponemos detrás de un coche para ver lo que está pasando. Asomándome lo mínimo para poder ver a traves de la luna del coche.

Y digo en un susurro que no nos vea, no nos acerquemos más. No podemos hacer nada contra ella. Esperemos a ver que hace o quiere

"Akira ha vuelto a salir apaleado, ojalá sus huesos sean tan fuertes como parecen." Pensó Haruka al ver al muchacho moverse con dificultad y dolor. Saito la había conducido detrás de un coche para que se ocultasen, ambos estaban semiagachados, observando tras las lunas del auto. No hacía falta que él la previniese, Kozakura tenía muy claro que ella no era rival para nadie, al menos no una rival física. Tragó saliva y trató de no perder detalle de lo que sucedía. A pesar de sus intentos por mantenerse tranquila, notaba cómo le temblaban las manos y el corazón le bombeaba fuerte y rápido en el pecho. 

Escucho atento cada palabra que dice H:

Te seré sincero… no es un nosotros, es Sun Hee… como decirlo… supongo que aún no sabes cómo habéis obtenido los poderes… y no te lo voy a decir, es divertido conseguir las cosas por uno mismo, pero como decirlo… ella está muy resentida con los japoneses y cuando se enteró que había posibilidades de japoneses con poderes…

-Me acerco a la máquina expendedora de bebidas y compro algo con cafeína-  No necesito que me digas el cómo obtuvimos nuestros poderes, eso no es lo que realmente me importa. Lo que me gustaría saber es ¿cómo puedo volver a la normalidad? Pero creo que tampoco me lo dirás, o tal vez, ni siquiera sabes la respuesta a ello... 

-Comienzo a beber, y de reojo miro a H: Ah! Tu amiga Sun Hee la tipa del kimono de aquel día, no? -Doy otro sorbo a mi bebida.- Al parecer se ha encontrado con alguno de mis compañeros. Sólo espero que no hayan armado un espectáculo, detestaría haberme perdido algo así. Suelto unas carcajadas, mientras termino mi refresco. 

Al momento en que levanta su puño, me puedo dar cuenta del brillo metálico. Justo y como pensaba.

Estas habilidades no son un regalo precisamente… y hubo que hacer muchos sacrificios para conseguirlas… por cierto

¿Pagaste un precio elevado por tu peculiar habilidad? Yo de ninguna forma pagaría algo para transformarme en el fenómeno que me he convertido. -Suspiro- Pero en fin, esto sólo ocurrió.

Cambio totalmente de tono de voz a uno más animado y dice:

¿Has visto las películas Capitán América y Skyfall? Quien iba a decir que podrían estar tan relacionadas ¿verdad?

¡Maldición! Lamentablemente no he visto ninguna de esa películas. A pesar de gustarme bastante la cultura estadounidense, no era alguien muy aficionado a las películas. Estoy seguro que hay un mensaje oculto detrás de esta repentina pregunta. Yo utilizaría unas referencia así para dar alguna pista. -Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro por algunos segundos.- Mientras más tiempo pasaba con H, más me agradaba o al menos menos me desagradaba. 

Dudo unos segundos antes de contestar. Vaya creo que me parezco un poco a H, y eso que yo lo ponía al nivel de Akira, como máquinas de pelea... Tal vez debo dejar de juzgar a las personas por su apariencia... 
No sabría como responder a tal pregunta, Gong-san. No he visto esas películas. Llegando a mi casa debo ver ambas películas, definitivamente las tengo que ver. 

-Miro la hora en mi celular- Se está haciendo tarde, deberíamos volver. Nagato junto con los demás trabajan mañana, así que no debemos hacerles perder tiempo. -Intento observar a H directo a los ojos, mientras comenzamos a caminar- Vaya, creo que comienzo a comprender a Nagato, H parece un tipo agradable...

Las palabras de Akira parecía que habían molestado realmente a la chica, que le mira con odio y dice:

Estúpido ¿de qué hablas? ¿acaso crees que soy del norte? Jajajaja, que estúpido, como que todos los japoneses sois iguales, pensáis que todo es como vosotros pensáis…

Akira notaba cada vez más calor en su cuerpo, cuando de pronto la sensación termino, era como si todo hubiese acabado, la sensación que sentía todo, como si alguien hubiese apretado un interruptor. La mirada de Sun Hee cambio a una de gran sorpresa, la chica exclama en esos instantes:

ani, geunyeoneun wae yeogi, yeogi? museun il-i mueos-ibnikka?

Parecía realmente sorprendida ante la nueva situación, Akira se sentía normal, como si pudiera moverse normalmente, Sun Hee dice entonces:

Os habéis librado

Para empezar a correr hacia la salida bastante apresuradamente.

An estaba realmente tensa, no sabía qué hacer, sentía que tenía que hacer algo, que si no actuaba Akira moriría, en su mente se formó la idea de tocarle y tratar de usar su habilidad de tele transporte, no sabía si funcionaria, pero tenía que intentarlo, tras un largo suspiro empieza a acercarse, pero cuando está a unos pocos milímetros Sun Hee parece que se sorprende, ella aprovecha y toca a Akira, sin embargo, nada sucede, no es capaz de usar su poder de ninguna forma.

La chica se queda unos segundos mirando a Michiko y tras estos segundos en los que le miro descaradamente todo su cuerpo dice:

¿Cómo podrías compensarme lo que me ha hecho tu amiga? ¿Qué te parece contarme un par de cosas?

La chica mira a Michiko ahora a los ojos y vuelve a hablar:

Aunque creo que podría interesarme otra cosa más de ti que podría ser bastante más interesante y que podría compensar lo que ella hizo… si, conoces a Eun Bi ¿cierto? Necesito que me la traigas… pero no te preocupes, no es para nada malo… y no te lo negare no me molestaría jugar un poco contigo

Parecía que las chicas estaban dispuestas a marcharse, Layla pensó en hacer una copia de Eun Bi para que no pudieran identificarla, la chica se concentró y no sucedió nada, era extraño, era como si no tuviera poderes, como si de nuevo fuera una chica totalmente normal. Eun Bi le observa unos segundos y dice primero a Shimako:

De acuerdo… gracias, espero poder ayudar si voy con vosotras

Decía mientras inclinaba levemente la cabeza en señal de agradecimiento, después mira a Layla y le dice:

Supongo que… por lo que Shimako me ha dicho antes estas intentando usar alguna clase de poder o habilidad… lo siento, pero parece que al lado mío no tienen efecto

Tras las palabras de Eun Bi, Shimako y Layla, Yuki les mira sorprendida y dice:

Entonces tú también Eun Bi… entonces… tu no estabas cuando atacaron… eso quiere decir lo que pensábamos que todos los de la clase tienen alguna clase de habilidad… que cosa mas extraña… aish… tenemos que ir rápidamente a ayudar a Akira y los demás.

El grupo rápidamente se puso en marcha, Eun Bi llamo a un taxi y se ofreció a pagarlo para así llegar rápidamente al hospital, pudieron ver como la chica no tenía problemas económicos precisamente. Cuando llegaron pudieron ver a Haruka y Saito cubiertos en un coche cercano mientras observaban la cafetería que parecía estar en un tenso silencio. 

Desde su posición la pareja pudo contemplar lo que sucedía, Akira grito algo que no llegaron a entender y Sun Hee parecía realmente enfadada por lo que había escuchado, al mismo tiempo An toca a Akira, pero algo sucede, la cara de la coreana pasa a una total sorpresa, Akira empieza a moverse de forma normal o al menos ese parece y justo en ese momento la atacante parece que comienza a correr para tratar de huir de allí.

La pregunta sobre volver a la normalidad curiosamente hizo que el coreano sonriera, parecía divertido, con tranquilidad dice:

Lo normal… lo normal para vosotros es tener esos poderes, no es algo que puedas quitarte por así decirlo, así que más vale que te acostumbres a ellos… Sobre Sun Hee, no, ella no es la que llevaba el kimono, nunca se pondría ropa tradicional japonesa

Pone una mirada como pensando durante unos segundos, parecía que estaba tratando de acordarse de algo y dice finalmente:

En Hanbook sí que puedes llegar a verla y no le quedan mal… un poco extraña pero no le están mal… y sobre el encuentro ese que dices… bueno, si tienen suerte no morirá nadie, aunque conociendo a Sun Hee me extrañaría que no muriera nadie teniendo en cuenta que todos sois japoneses claro… de la que hablas del kimono es de otra persona, ella o él es otra persona

Decía con una media sonrisa como si hubiera dicho algo gracioso pero que únicamente el entendía. Al comentario que Arata hace sobre el pago niega y dice:

Yo no lo tuve que hacer ese sacrificio… digamos que lo hicieron por nosotros hace tiempo.

Escucho lo dicho por el chico y asiente mientras le sostiene la mirada con una leve sonrisa y añade:

Seguramente te parezcan algunas cosas que aparecen entretenidas… y tienes razón, deberíamos volver ya al local de ensayo.

Miro a Sun Hee, como se marcha apresuradamente. Miro el sitio por donde se va, sin atreverme a moverme todavía. Sé que esta vez ha ido de un pelo, no pensé que fuera tan fuerte. Realmente no podía moverme. Giro la cabeza hacia An. Luego miro en torno a mí, buscando si hay alguien más, alguien que justifique lo que ha pasado.

Entonces mi vista se clava en el hombre que está en el suelo. Mi mente actúa. No soy muy listo, pero en estas situaciones suelo darme cuenta de los riesgos. Un hombre está en el suelo, puede que muerto. Nosotros ya estuvimos en lo de la escuela. Todo esto nos puede traer muchos problemas. Agarro a An y Sora, cada uno con una mano, y me dirijo a la salida.

Vayámonos antes que las cosas se pongan mal. Será mejor salir de aquí cuanto antes, antes que lleguen las autoridades al menos. Vamos a la biblioteca, como dijiste al principio, si?

Tras decir esto, nos alejamos de la cafetería a paso rápido pero sin correr, para no llamar la atención.

Intento controlar también mis nervios con mi respiración ante lo que sucede, aunque no entiendo nada de lo que está pasando.

Y decido esperar para ver que sigue pasándo.

Mientras espero y veo a través del cristal del coche que está pasando, intento meterme en la mente de Akira y trato de averiguar que es lo que está pensando, para ver si me entero de algo

Aquel tipo de mirada no era ninguna novedad. Era justo el resultado que buscaba cada vez que se vestía para salir de casa y le encantaba darse cuenta de que lo había conseguido. No obstante su objetivo nunca habían sido otras chicas… y tampoco estaba segura de que nadie la hubiera mirado nunca de forma tan desvergonzada. Bueno, Hana no contaba. El resultado era… intimidante.

-¿Eun Bi, la coreana? No voy a ayudaros a secuestrarla. Aunque me da igual lo que hagáis con eso. No somos amigas ni nada, así que no creo que vaya a hacerme caso si le digo que vaya a algún sitio. ¿Qué tiene que la haga tan interesante?

Y sí, había ignorado deliberadamente sus insinuaciones.

Haruka no entiende demasiado de lo que está sucediendo, pero sí percibe que - Cuando An toca a Akira - éste se recupera de una manera tan rápida que causa asombro. 

"An puede... ¿Curar?" Se pregunta con los ojos fijos en la escena "¿Tan... rápido? Parece cosa de magia."

Y entonces sucede otra cosa que la deja aún más sorprendida, la atacante empieza a huir, o eso parece, corre en dirección opuesta a Akira y eso es... ¿De qué tiene miedo? ¿De ellos? Quizá no sean ni estén tan indefensos como parece. 
Kozakura sujeta con suavidad el antebrazo de Hirosy,  y sin mirarle, aún atenta a los demás, pregunta en un susurro.

- ¿Debemos dejarla ir?