Partida Rol por web

Surcando Los Fragmentos

Prólogo: Erase una vez, en un mar muy muy lejano...

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03/10/2018, 01:19
Director

Thorne inspiró para comenzar a hablar, pero antes de que dijera palabra, un puntapié conectó con una prótesis de madera, camuflada con el pantalón y la bota. La furia centelleaba en los ojos del viejo capitán, pero en aras de preservar el bienestar de su tripulación, se guardó aquello que fuera a decir.
El hombre volvió a tomar aire:
En caso de que olvide algo, está en mi escritorio en el castillo de proa, tercer cajón a la derecha, un listado de todo lo que el barco carga. No conozco las posesiones personales de mi tripulación— el hombre tosió y volvió a escupir por sobre el barandal en dirección al mar.— Además de nuestras provisiones, suficientes para alimentar a 30 personas lo que queda de viaje hasta Nuevo Comienzo y la vuelta hasta Khumesa*, contamos con 2 cañones por lado y 30 balas comunes. En mi camarote encontrarán también algunas botellas de Vino de Ylv—el capitán dirigió su mirada un momento a la botella estrellada en el suelo, a unos pocos metros de él— cartas de navegación, mi correspondencia, 5000 piezas de oro pagadas por adelanto a este envío y un catalejo, pero está roto. También habrá algo de ropa, munición para mi pistola y quizá alguna otra cosa que ahora no pueda recordar, pero absolutamente nada de valor. La primer bajocubierta hace de alojamiento a mi tripulación. La segunda y tercera son de carga.

Una cacofonía de sonidos animales interrumpió el discurso un momento.
Disponemos también de dardos tranquilizantes y cervatanas para los animales. Los animales son la carga propiamente dicha.— Ashton cerró los ojos un momento. Era dificil saber si estaba haciendo un esfuerzo por recordar, o simplemente estaba aguantando el dolor. Respiró hondo y prosiguió—. Hay... 2 Almiraj, hembra y macho. Son los conejos con cuernos. Los 4 pájaros que parecen cigueñas creo que se llaman... Eblis. Hay otra jaula con un Draco de Guardia. Hay varias pequeñas jaulitas de madera con lagartos eléctricos... deben ser unos 20. En la tercer bajocubierta está sólo un osobuho. También hay un sabueso anguila, Resbaloso, es mascota del barco. Por eso no está encerrado.

El capitán miró al cielo, como esperando un milagro salvador que lo sacara de la situación. Una cosa era dejar que se robaran todo, pero comprometer la seguridad de su cliente era sumamente deshonroso... pero de todas formas, la descubrirían si alguno revisaba sus papeles. Cerró los ojos con resignación, apretó los puños y volvió a mirar a Harmony a los ojos.
—Los animales los encarga un tal Aamir. No se que hace con ellos, en el puerto simplemente los sedamos y lo entregamos a sus trabajadores, que nos pagan el resto del trabajo y luego se los llevan. Este debe ser el tercer o cuarto envío. Siempre son animales o plantas raras.— Thorne suspiró con amargura—.Ya les he dicho todo, dejen a mi tripulación llegar a puerto sana—genuina angustia podía intuirse tras sus palabras. Más allá del dolor de su brazo, Thorne realmente estaba preocupado por lo que le pasara a sus tripulantes.

Notas de juego

*¡Añadida al mapa del Gran Continente!

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03/10/2018, 12:13
Mekkor

Mekkor desenfunda su martillo de guerra cuando el capitán declara su rendición, haciendo un gesto de satisfacción y soltando un sonoro murmullo cuando Giogio da un rastrero puntapié.

Ashton Thorne declara solemnemente la carga de su navío, y pide que las vidas y el honor los tripulantes de Surcador del Alba sean respetados. Sin duda una petición legítima, a ojos del Contramaestre.

-¡Muchachos! ¡Ya habéis oído, empezad a cargar todo lo que sea de valor, se pueda repartir entre la tripulación, o sea intercambiable por monedas! ¡Pero respetad los víveres para que puedan llegar sin problema a buen puerto! ¡Cuidaos del oso-lechuza de la bodega, parece cabreado! – Brama a viva voz el enano, había sido un buen golpe, sin duda. Su voz resuena extrañamente clara sobre el rumor del mar y de las conversaciones en segundo plano* - ¡Reunid a vuestra tripulación en cubierta, señor Thorne! ¡Y las manos donde podamos verlas! –

Tras dar las órdenes pertinentes a sus hombres para no pisar más de lo necesario nave ajena, el enano se acerca para recoger el martillo que había lanzado, y aprovecha para aproximarse a su capitana.

-Capitana – dice en apenas un susurro - ¿Qué hacemos con las bestias?

*Taumaturgia.

Notas de juego

Esta partida mola un montón XD

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04/10/2018, 15:41
Lili "Dedos ligeros"

La broma de Ashara me hizo estallar en carcajadas. Por suerte, el barril que había elegido para encaramarme estaba bien amarrado, y a pesar de que la drow golpeó con fuerza, apenas si lo hizo temblar. En cualquier caso, aferrada a aquella soga y con lo ágil que acostumbraba a ser, no creía que hubiera supuesto un problema. No podía compararme con ella o con Giogio, pero me defendía.

La capitana Harmony ordenó el alto, antes de que despreciásemos la bandera blanca del capitán, y exigió información sobre la carga. El capitán se dispuso a enumerarla, pero como precaución explicó dónde guardaba el manifiesto de carga por si se le pasaba algo. Cuando nombró su camarote, se me iluminó la mirada, sonriendo con entusiasmo. En un barco como aquel, de haber algo escondido de verdadero valor se encontraría seguramente allí, en el camarote del capitán. Guardé mi estoque en su vaina y salté agarrándome a la cuerda, para balancearme hasta caer al suelo, más cerca del acceso al interior del barco.

¡Voy a buscar ese papelajo! -grité mientras me alejaba a la carrera, sumergiéndome en la oscuridad interior del navío.

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04/10/2018, 23:42
Harmony

La furia en los ojos del capitán era más que evidente, lo cual no era de extrañar. Ser capitán no consistía únicamente en dar órdenes, como muchos acostumbraban a pensar de manera equivocada. Capitanear un navío era mucho más. Era liderar, ejercer como ejemplo, proteger a los tuyos… Y aquel hombre había fallado en su labor.

Comenzó a enumerar todo lo que el barco portaba, señalando dónde podíamos encontrar un listado de ello para cubrirse las espaldas. Le costó empezar a hablar de para qué transportaban aquellos animales, comenzando pronto a impacientarme cuando alzó su mirada al cielo; pero por suerte para él desembuchó antes de agotar mi paciencia.

Mekkor no tardó en empezar a organizar a la tripulación, era mucho el botín a reunir, asegurándose también de que el capitán Thorne no intentaba hacer ninguna tontería. Al preguntarme sobre las bestias, sopesé el asunto un instante antes de ofrecerle una respuesta.

- Me gustaría verlas antes de decidir nada. Puede que partamos con alguna. – respondí al contramaestre, mientras la ladronzuela salía corriendo en pos de encontrar aquel minucioso listado que había nombrado el capitán.

Me giré nuevamente hacia este al darme cuenta de que había algo que no había mencionado.

- ¿Y qué hay del gigante? – le pregunté mirándole con dureza. - Ahórrate los trucos si pretendes que salgáis con vida de esta.

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05/10/2018, 21:33
Wu Long

Aunque Wu se había percatado solo por el ruido del osobúho y señalado el hecho de que la nave transportaba a una criatura grande la capitán Harmony había interpretado que ahí viajaban con un gigante.

Wu no suele ser un gran comunicador y es común que se malinterpreten sus metáforas, pero no esperaba que sucediera en una situación así y con la capitán.

Solo atisbo a reír forzadamente, mostrando los dientes y voltearse avergonzado para no mirar. Las respuesta iban a llegar.
Mientras con la brillante esfera de su mangual daba señal al barco para que se aproximará para tender los puentes refregaba nervioso las comisuras transpiradas que las arrugas de la edad formaban en su curtida y pelada cabeza.

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05/10/2018, 22:35
Director

Antes de que el capitán hubiera terminado de hablar, Lili salió disparada hacia su camarote.

—¿Gigante? No se de qu... ¡Ah! ¿Subrut? Es grandote, pero es humano, y no dará problemas.— El capitán levanta la mano sobre su cabeza al mencionar el tamaño del tal Subrut, debe ser un marinero sumamente alto.

Antes las órdenes de Mekkor, Thorne obedece lo mejor que puede. Le resulta imposible levantar el brazo roto, por lo que solo levanta el derecho. Camina con lentitud hasta la escotilla más grande, en el centro de la cubierta y baja, con la tripulación de El Temido detrás. En la primer cubierta bajo techo, toda la proa está llena de pequeñas jaulas con animales, mientras que la otra mitad es una jungla de hamacas de red colgando en todas direcciones. Aquí y allá en el suelo pueden verse algunos pocos sacos, bolsas y cajones que guardan los efectos personales de los tripulantes. La gran mayoría no trae más que lo puesto.

Apoyado contra una pared, el capitán chifla llevandose los dedos a la boca para despertar a los pocos que aún duermen y comienza a explicar la situación mientras los hace subir: han sido asaltados, pero se les permitirá vivir si colaboran y no oponen resistencia. Los tripulantes esperan en silencio, parados uno al lado del otro. El ambiente es tenso y los rostros oscilan entre la ira y la resignación amarga. En un par de jóvenes no mucho menores que Lili también se ve el miedo. Uno de los tripulantes destaca por sobre el resto, debe rondar los 2,20 metros y no debe bajar de los 170 kilos, no emite palabra pero sus ojos no cargan estupidez. Un tatuaje que le cruza el pecho dice en letras poco adornadas "Subrut".

Llegan desde abajo los cuatro hombres que habían abandonado la cubierta. Uno tiene sangre reseca pegada en la sien, pero está sano. Solo atinan a decir que el oso ya fue calmado pero que dudan que la jaula aguante más de una o dos broncas más. Después de esto se desploman en sus asientos con rostro abatido. Junto con ellos viene el sabueso anguila, que les gruñe a los desconocidos, pero ante una orden de Thorne Resbaloso se calma y se hecha a los pies de Subrut.
Cuando lo ven, es evidente por qué Resbaloso lleva ese nombre. La piel del animal está recubierta de una mucosa brillante, al caminar hace un sonido viscoso y además deja un leve rastro de baba.

Las jaulas que están bajocubierta contienen varios animales que ninguno había visto antes. Thorne no había olvidado mencionar a ninguno. La mayoría están ahora durmiendo, suponen que los tripulantes que se encargaron del osobuho también drogaron a los animales para evitar que siguieran haciendo ruido.

Lo que primero llama la atención es una jaula bastante grande con lo que suponen es el Draco de Guardia. Un lagarto imponente, del tamaño de un león, que duerme hechado sobre la paja que recubre el suelo de metal de su prisión. La piel azul es opáca y algunas escamas desgastadas se le han desprendido. Ronca pesadamente, ajeno a lo que acontece a su alrededor.

Distribuidas de manera bastante azarosa (alguna incluso está dispuesta sobre la jaula del Draco) pero bien distanciadas hay diez jaulas de madera (las únicas hechas de madera) con dos pequeños lagartos cada una. Aún dormidos pueden ver de vez en cuando que entre sus cuernos o entre estos y su cola, hay pequeños chispazos.

Entre las jaulas de los lagartos eléctricos se haya la que contiene los Almiraj, criaturas simpáticas y por lejos las que tienen aire más inofensivo. Duermen hechos un ovillo, acurrucado el uno contra el otro.

Por último, al fondo de todo y alejadas de las demás jaulas, cuatro pájaros altos como un enano y siniestros como un drow dormitan aún de pie. Sus picos afilados y negros reflejan cualquier destello de luz que les de, casi como si estuvieran pulidos.

Entre las posesiones de la tripulación no hay nada de valor salvo unas pocas piezas de oro y algunos sets de juego para matar el rato. Uno de ellos lleva (o mejor dicho, llevaba) un par de anillos de oro sencillos pero bonitos que en vano pidió que no le quitaran. Aparentemente eran las Alianzas con las que iba a pedir matrimonio a su amada que lo esperaba en Nuevo Comienzo. Alguno de los piratas le dijo que si realmente lo amaba, no necesitaría anillo alguno, y luego se le rio en la cara.

Una vez El Temido estuvo anclado junto al Surcador del Alba comenzaría el trabajo de traslado. Solo uno de los marinos del Surcador colaboró de forma espontanea: uno de los grumetes muerto de miedo que parecía a toda costa querer ganarse el favor de sus captores. Como mínimo fue util, pues hizo gala de un truco de magia que nadie esperaba. Un disco dorado flotante que sirvió para mover los cañones, demasiado pesados como para llevarlos usando el improvisado puente de madera que unía los dos barcos. No dijo una sola palabra, pero no dejaba de mirar a Harmony, no se distinguía si en súplica o en... ¿admiración?
El resto simplemente miraría sin hacer nada, salvo que se les indicara lo contrario.

Lo único que faltaba cargar eran los animales ¿Qué se iban a llevar?*

Notas de juego

*Todo lo cargado lo recibirán cuando cerremos esta escena.
Hay cosas que no he mencionado lisa y llanamente porque no encontré forma de incluirlo en la narración (no sin hacerla AUN más larga), pero estarán en el listado final.

Thorne no se ha escondido nada, todo lo visto está en el manifiesto y no hay nada oculto, por eso no pido tiradas ;)

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06/10/2018, 00:24
Director

Lili, entras corriendo al camarote del capitán. Si esperabas ver cuadros caros, alfombras lujosas y cubertería de plata, el panorama es una decepción.
El camarote es grande, pero está semi vacío. Contra la ventana que da a la popa hay una cama, el único signo de que aquí duerme alguien verdaderamente destacado de su tripulación. Ni la madera ni las telas son finas o están muy trabajadas, pero están bien cuidadas. Un mapa que muestra el noreste de Los Fragmentos y del sector sur de El Gran Continente ocupa la mayor parte de la pared de estribor, mientras que una cristalera con botellas y algunas copas dentro adorna solitaria la pared de babor. A su lado, también contra la pared, reposa un sable que al igual que todas las pertenencias del capitán estaba bien cuidado pero no era para nada ostentoso.
En el centro de la habitación hay un escritorio despejado con un candelabro de cobre encima, todavía encendido alumbrando tenuemente el lugar, y una silla que quizás sea lo único verdaderamente valioso, pues está hecha de madera oscura y tiene el respaldo y el asiento forrados con alguna suave tela roja que se ve tiene algo blando dentro para hacerla más cómoda.
Bajo la cama había un arcón, pero al revolverlo solo encontraste ropa.

Comienzas a abrir el escritorio y registrar los cajones uno por uno. Sabías en cual cajón estaba el manifiesto pero ¿Qué daño hacía revolver un poco más? 
En el primer cajón había correspondencia. Cartas a lo que parecían ser amigos y familiares del capitán en su mayor parte, pero también el contrato que especificaba los detalles de este viaje: tiempo estimado, día de partida, paga estipulada (un total de 7500 piezas de oro, con 5000 de adelanto)... y nada más, salvo una pluma y un tintero.
En el segundo estaba el catalejo, hecho de latón, abollado en un lado y con el cristal roto. También había algunas velas más para el candelabro y una bitácora del viaje sumamente aburrida y monótona de leer.
En el tercer y último cajón estaba lo que realmente buscabas: el saquito con las 5000 piezas de oro del adelanto, el manifiesto de carga, algunas cartas de navegación y un sobre sellado con lacre rojo aún sin abrir.  "Para Aamil Alattar; de Metzer Alattar" son las únicas palabras que están escritas por fuera.

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07/10/2018, 16:40
Lili "Dedos ligeros"
Sólo para el director

Recorrí la distancia que me separaba del camarote del capitán con una amplia sonrisa de ilusión. Era mi primer abordaje, y las cosas no habían ido nada mal, habiendo resultado incluso demasiado fácil. Además, yo me había desenvuelto realmente bien en la trifulca, algo de lo que me sentía realmente orgullosa. Así que corrí por aquellos pasillos reducidos, realizando incluso alguna cabriola para evitar bultos amontonados que dificultaban el paso, hasta alcanzar aquella puerta.

Mentiría si dijera que no estaba emocionada cuando abrí aquella puerta, casi tanto como si afirmase que me sentí tremendamente decepcionada al ver aquel camarote. Era todo tan sumamente sencillo y sin la menor ostentación e interés… No estaba segura de qué esperaba, pero desde luego no aquello. Mis hombros cayeron y mi sonrisa se desvaneció, mientras recorría aquella estancia con la mirada de lado a lado. Sin embargo, finalmente lancé un resoplido y me encogí de hombros con resignación.

En fin, es lo que hay…

No me pasó desapercibido el gran mapa de la pared, y me acerqué a él un instante mirando cómo podría descolgarlo de allí y enrollarlo para llevarlo al camarote de la capitana. Estaba seguro de que disfrutaría mucho con él, ya que le gustaba ese rollo de los mapas.

Pero no podía perder demasiado tiempo con ello, como tampoco con aquel sable sencillo pero bien cuidado, que cogí y me colgué a la espalda para levármelo, aunque estaba segura de que no terminaría por ser yo su propietario final. Tampoco lo deseaba, estaba muy feliz con mi estoque. La silla parecía estar bien, pero no iba a transportar aquel mueble hasta nuestro navío, de eso que se encargase otro. Cogí el candelabro y me percaté cuando las luces incidieron en las sombras bajo la cama de la presencia de un arcón. Fui rápidamente hasta el camastro y lo saqué, llevándome una nueva decepción al encontrar únicamente ropa en su interior. Regresé al escritorio y empecé a registrar los cajones, sacando y poniendo sobre la mesa aquel contrato, el catalejo roto que quizás alguien pudiera reparar, la cajita de pluma y tinta, una bitácora de viaje que no pensaba leerme pero que quizás Harmony apreciaría, y…

¡Bingo! –Exclamé, mordiéndome el labio inferior mientras sacaba aquella pequeña saca y extendía parte de su contenido sobre la mesa- Pero qué bonitas sois, pequeñitas… -Murmuré a las piezas de oro que brillaban bajo la luz del candelabro. Volví a guardar las monedas en la saca, que me colgué del cinturón, y revisé os papeles. Allí estaba el manifiesto de carga, así como algunas cartas de navegación, y…- Espera, ¿qué tenemos aquí…?

Una carta, cerrada y sellada con lacre. ¿Una misiva que el capitán debía transportar y entregar discretamente? No es que a ninguno de nosotros fuera a sernos de la más mínima utilidad, pero me mataba la curiosidad. Aamir Alattar… Metzer Alattar… ¿Hermanos? ¿Matrimonio? ¿De qué iría aquello? Estuve tentada de romper aquel lacre para leer la carta, pero cuando mis dedos se posaron sobre él me lo replanteé. ¿Y si la entrega de aquella carta suponía un dinero extra? Pensativa, me quedé sosteniendo el papel en una mano mientras me mordía una uña de la mano contraria. Mis ojos danzaron entre la carta cerrada, el candelabro, nuevamente la carta, y antes de darme cuenta ya estaba en mi mano el pequeño cuchillo que siempre llevaba conmigo. Lo coloqué de forma que la superficie de la hoja reflejase mis ojos, y éstos alzaron las cejas un par de veces. Si calentaba la hoja en una de las llamas del candelabro, y lo pasaba por la parte inferior del lacre, tal vez podría separarlo del papel sin romperlo. Así podría leer la carta y luego volver a cerrar el sello con sólo calentarlo un poco…

Valía la pena intentarlo… ¿No?

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07/10/2018, 18:40
Wu Long

La magia* había acabado y para cuando el Temido alcanzo la nave para tender los puentes ya habíamos tendido nuevamente el conjuro de luz para poder ver que nadie de mal o un paso en falso.

Medite por un momento y busque la inspiración de aquellos que pueden ver en un rostro como si de un lienzo se tratase, leyendo los sentimientos del autor.

Puse mi atención en aquel muchacho que no dejaba de mirar a la capitán Harmony, siendo conocedor de artes místicas, él, podría ser de gran interés.

También pensaba en lo bien que sabe la carne del sabueso anguila, pero no era tan cruel como para acabar con una criatura mascota, una bestia con un nombre en más que un simple animal.
Quizá los almiraj, aunque no tienen mucha carne...

- Tiradas (1)

Motivo: Perspicacia + foco

Tirada: 1d20

Resultado: 15(+5)=20

Notas de juego

*Favor divino y luz, aunque luz es un truco y se pueden conjurar otras.

Perspicacia para saber que esta sintiendo el grumete mágico aquel.

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07/10/2018, 22:11
Ashara

Finalmente estaba todo ganado, tenían el botín y no sabía si la capitana al final se llevaría algún o todos los especímenes raros que había en ese barco, a ella le recordaban más bien a la fauna de la infraoscuridad, aunque todo más pequeño, el "perro" que tenían como mascota, se parecía bastante a los lagartos que los drows solían usar de montura, pero mucho mas pequeño obviamente.

Miro a Giocamo incrédula separando solo un poco de él -¿preocupada por ti?- rió -digamos que aun me eres útil y no me gusta perder las ocas que me son útiles- bromeo, obviamente no iba a dejar ver una debilidad en ella, después de todo era drow -¿nos vamos?- dijo viendo que poco podían hacer ya allí.

 

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08/10/2018, 03:28
Director

No hay duda. La mirada del niño es bastante obvia. Ha quedado prendado de Harmony, está teniendo su primer flechazo.

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08/10/2018, 15:27
Director

El lacre tardó un poco en derretirse. Por un momento pensaste que era mejor desistir antes de que el calor dañara el papel, pero justo cuando retiraste la hoja de tu puñal el sobre se abrió.

Una página de pergamino estaba dentro, escrita con tinta negra en una letra pequeña y elegante pero clara.

"Saludos, Tio Aamir:

    Espero que bienhallado lo encuentren estas palabras. Junto con ellas arribará el último lote de animales que has pedido. No te haces una idea de los problemas que nos dio capturar al Buhoso, pero por suerte nadie salió gravemente herido.
¿Cómo se encuentra en su retiro? ¿Sigue firme en sus intenciones de no volver? ¿Ha mejorado en algo su salud ya? ¿Es el aire de Los Fragmentos tan sano como dicen? Cuentenos más de las islas, por favor. Los niños han quedado fascinados con la última carta que enviaste, tanto que han insistido en usarla para practicar sus ejercicios de lectura, y Ajandra y yo hemos encontrado de muy buen gusto el licor que nos ha mandado.

   En Orlé finalmente el esfuerzo de reconstrucción ha comenzado a dar sus frutos. Es posible que este sea el primer invierno en años donde no tengamos que temer la hambruna de nuestros súbditos, y hemos aprovechado la oportunidad para reformar los edificios y barrios más viejos de Khumesa. El ingeniero gnomo  que nos recomendaste (lo siento, es imposible escribir su nombre) nos ha sido de gran ayuda en este dificil proceso, sin embargo es un tanto excéntrico. No entiendo su obsesión de sólo trazar los planos en papel de lino y usando únicamente plumas de pavorreal, pero es cierto que su trabajo es impecable.
Esperamos que para tu próximo cumpleaños el grueso de las reparaciones estén terminadas y podamos dar una fiesta en tu nombre como lo merecías cuando debiste partir. Por supuesto que estarás invitado si es que deseas volver.

                                                                                                                —Siempre a su servicio, Metzer Alattar.

PD: Bodhi y Lana mueren de ganas por verte de nuevo ¿Tu hogar ya está en condiciones de recibir invitados? ¡Nos encantaría viajar el año siguiente!

Una segunda posdata está escrita con una letra diferente, más grande y torpe.

PD 2: Tio Aamir, papá dice que podré comenzar a cazar el año que viene ¡Prometo enviarte mi primera presa para que también adorne tus jardines!. —Bodhi"

Detectas algo más en la carta. Tras una fachada tan inocente, tu conocimiento de las jergas de los ladrones te deja intuir que hay algún mensaje oculto, pero te es imposible descifrarlo en esta lectura rápida.

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08/10/2018, 22:02
Harmony

No me pasó desapercibida la risa de Wu, comprendiendo ante la respuesta del capitán que no existía gigante alguno. ¿A qué demonios estaba jugando el cocinero?

Por supuesto no aclaré a Thorne la situación, pues aquello nos dejaría en bastante mal lugar. Le seguimos hasta la cubierta que había bajo nosotros, donde además de haber algunas jaulas con pequeños animales dormía parte de la tripulación. El capitán despertó a estos y les explicó lo que sucedía, apareciendo pronto algunos marineros que venían de la cubierta que había debajo, poniendo al día a su capitán sobre el oso búho. También apareció un extraño ser de vivos colores que terminó echándose a los pies del tal Subrut.

No tardamos en bajar al lugar donde las extrañas criaturas se encontraban. Todas ellas eran fascinantes, y a buen seguro valdrían mucho dinero, pero no éramos comerciantes, y los bichos más grandes terminarían costándonos dinero con todo lo que debían comer.

- Nos llevamos los dos Almiraj y los lagartos. Algo me dice que los chispazos de estos serán del agrado de Wu… - apunté con una maquiavélica sonrisa.

Al comenzar el traslado de la mercancía, los marineros del navío no se mostraron muy colaboradores, excepto cuando les exigíamos ayudar; pero había una excepción. Uno de los grumetes, al parecer movido por el miedo, colaboraba voluntariamente; siendo además usuario de magia. Le sorprendí varias veces mirándome, imaginándome que aquello se debía a que había oído hablar de mí, sin embargo, no sabía si se trataba de aquellos a quienes mi nombre les evocaba miedo o respeto. Pronto lo averiguaría.

- Grumete, ¿quieres venir con nosotros? – terminé por preguntarle, pensando que podría sernos de utilidad.

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09/10/2018, 03:05
Lili "Dedos ligeros"

Aquella carta era realmente enternecedora, pero apenas resultaba de utilidad. A lo sumo, se me ocurría que conocer la identidad del receptor de la carga podía permitirnos ofrecérsela a un precio razonable, obtener una buena suma por ella si es que la capitana o alguien más entre la tripulación sabía de alguien a quien vender esos animales.

Dejé el papel sobre la mesa y comencé a juntar los enseres que había acumulado, dispuesta a llevarlo todo a dónde estuviera la capitana Harmony para entregárselo. Fue en ese instante que, al volver a mirar aquella carta para ponerla junto a los demás papeles, algo en ella llamó mi atención. Lo solté todo, cogiendo aquel documento y acercándolo más a la luz del candelabro, a fin de verlo mejor. Incluso puse el papel delante de las llamas, para comprobar si al trasluz se veía alguna marca o similar. Una palabra en concreto me había llamado la atención, y al mirarlo mejor había visto otras que me causaban el mismo efecto. La carta empleaba un vocabulario un tanto... artificial. Era como si usase ciertos vocablos de forma deliberada, ocultando alguna tipo de mensaje tras un código. Había oído algunas cosas sobre ello, pero hacía falta descubrir el código para leer el mensaje.

Me iba a llevar un buen rato, pero era emocionante.

Sonriendo con ilusión, salí de aquel camarote con los enseres bajo el brazo izquierdo, y la carta en la mano derecha. No podía despegar la mirada de ella, de cada una de sus letras, buscando la forma de descifrarlo, hasta que un par de marineros de El Temido pasaron frente a mí y tuve que hacerme a un lado.

En el camarote del capitán hay una silla cara. -Les dije sin apenas mirarles, con absoluta naturalidad- La capitana ha dicho que se la lleveis a su camarote.

Salí al exterior, descubriendo que ya se estaba trasladando la carga a nuestro navío, justo a tiempo de oír con gran consternación cómo la capitana Harmony ofrecía un puesto en la tripulación a un muchacho. Me quedé petrificada al oírlo, con los ojos extremadamente abiertos.

¿Otro grumete? Yo allí tratando de demostrar mi valía, e iban a meter a otro chico para hacerme la competencia...

Lancé un resoplido, frunciendo el ceño, y agachando la cabeza hasta que mis tirabuzones rubios me tapaban la mirada. Me guardé aquella carta en el bolsillo y llevé rápidamente las cosas que había acumulado hasta un barril junto a la capitana. Allí dejé caer bruscamente las cosas: un sable sencillo pero bien cuidado, el contrato de aquel envío, una caja de pluma y tinta para escribir, un catalejo roto, una bitácora de viaje, el manifiesto de carga, cartas de navegación, y una saca llena de monedas.

Aquí está, todo lo que he podido encontrar. -Informé con gesto hosco, lanzando una dura mirada a aquel chico- También hay un mapa en la pared que podría interesarte, pero no sabía cómo descolgarlo sin romperlo. Y una silla de buena calidad con acolchados, he dicho que te la lleven a tu camarote. -Me crucé de brazos- ¿Hay algo más que hacer?

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09/10/2018, 21:33
Ashara

Miro divertida la escena, un chico del que se encariñaba la capitana, la pobre rubita celosa hasta las trancas ¿podía haber una escena más divertida? -Eramos pocos y parió la capitana- le susurro a Giacomo luego fue hacia Lili -tranquila, seguro que sigues siendo la preferida- y se agacho para susurrarle -si no siempre puede sufrir un desafortunado accidente ese chico tan inexperto....eres una pirata ¿o no?- le guiño alejándose de nuevo hacía el bufón.

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12/10/2018, 10:50
Giacomo Biancarella

 -Qué adorable eres cuando quieres, cuchi-cuchi.

Le dio un toquecito en la nariz y sonrió, quedándose luego mirando a la tripulación del barco capturado mientras trabajaban y en especial al chiquillo que parecía estar trabajando para ganarse el visto bueno de la capitana.

 -Oh vamos queridita, ¿de verdad te parece raro que alguien quiera unirse a esta tripulación? Lo extraño es que nadie más esté desesperado por enrolarse en el Temido.

¿Un grumete más al que pinchar y que podía convertirse en una puesto mocetón en un par de años? ¿Dónde había que firmar? Entre eso y que al parecer sabía magia bastante útil para las labores de un grumete... No le extrañaba nada la expresión que podía leerse en la cara de Lili. Se acercó a ella junto con Ashara y cuando la drow soltó su comentario, GioGio le revolvió las rubias guedejas a la chiquilla.

 -Vamos, vamos, Ratoncilla, anima esa cara. Piensa en todo lo que has pasado tú hasta estar en esta posición y que él va a tener que pasar. Recuerda que tu poder y posición en el barco son nulos... Excepto por el nuevo recluta. Él es ahora el fondo del fondo del fondo del escalafón. Ultilízalo.

Ah, qué bien sentaba animar a sus compañeros deprimidos... Y con la sensación del trabajo bien hecho, Giacomo regresó junto a Ashara y la cogió en brazos.

 -Bueno, al final el ataque ha salido genial. ¿Querrás celebrarlo más tarde, cuchi-cuchi?

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12/10/2018, 19:36
Sylus

El niño miró a los ojos a la capitana, como tratando de dilucidar si era una oferta, o una orden encubierta.
Se dio la vuelta, mirando a la tripulación del Surcador del Alba, callada, inmovil. Volvió a mirar a Harmony y asintió con la cabeza.
Con gusto— dijo con voz suave, haciendo una leve reverencia—. Pero por favor, no los dañe. Son gente aburrida, pero son gente buena.

Sylus se acercó a Resbaloso y lo acarició una última vez. Un par de marineros agitaron sus brazos a modo de saludo, pero la mayoría le hechó una mirada indiferente, e incluso funesta.

Luego cruzó el puente hacia la otra cubierta. Si tenía pertenencias, las estaba dejando atrás, al igual que a su vida como marinero honesto. Trataba de no mostrarlo, pero su lenguaje corporal indicaba que estaba alegre, y no podía evitar curvar levemente los labios hacia arriba, en una sonrisa que estaba intentando ocultar.

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12/10/2018, 19:56
Director

Mientras El Temido desanclaba para dejar a su suerte al Surcador alguien en bajocubierta abrió un par de barriles de ron. La tripulación está de fiesta; había desaparecido ese silencio sórdido con el que habían comenzado la noche. El humo de las pipas filtrandose entre las tablas parecía formar una leve neblina en el suelo de la cubierta a cielo abierto. Las cartas y las monedas iban y venían; los cubiletes sonaban con el entrechocar de los dados. También se estaban probando los juegos nuevos robados a la otra tripulación. Pasada las primeras bebidas a nadie le importaba demasiado si el alfil movía recto o en diagonal, pero sin duda estaban muy entretenidos jugando con ese ajedrez de madera.
Alguien festejaba una victoria, otros maldecían el dinero perdido en la apuesta. Las conversaciones de borrachos llenaban el aire de castillos y fantasías. No habían pisado tierra, pero la mayoría ya tenía decidido en qué gastaría su pequeña fortuna.
En un momento dado, una luz azul iluminó todo bajocubierta y alguien lanzó un grito de dolor. Ahora los marineros entendían por qué en el otro barco las jaulas de los lagartos estaban distanciadas. Si se acercaban demasiado, las lagartijas (ahora ya despiertas) podían hacer un arco de energía eléctrica entre ellas. Tras ese primer desafío a lamer uno de los animales, nadie más volvió a molestarlos.

Mirando el cielo, apenas habrían pasado dos horas desde el abordaje. Todo un tiempo record para abordar, combatir, saquear y repartir lo saqueado.

Sylus estaba boca arriba en la cubierta, observando el firmamento estrellado.—Nunca he bebido, no me lo permitían.— dijo al comenzar la fiesta, y quizás ese hubiera sido el peor error de su vida, pues el resto de la tripulación trataría de hacerle recuperar todo el tiempo perdido. O quizás no, era agradable no poder tenerse en pie, igual que como la primera vez que subió a un barco.

Mañana deberían decidir un nuevo rumbo, pero ahora era momento de festejar.

En un momento dado, una luz azul iluminó todo bajocubierta y alguien lanzó un grito de dolor. Ahora los marineros entendían por qué en el otro barco las jaulas de los lagartos estaban distanciadas. Si se acercaban demasiado, las lagartijas (ahora ya despiertas) podían hacer un arco de energía eléctrica entre ellas. Tras ese primer desafío a lamer uno de los animales, nadie más volvió a molestarlos.

 

Notas de juego

La escena estará abierta hasta que ustedes decidan que es momento de proseguir (o yo vea que se extendió demasiado).

Podrán rolear entre ustedes, con Sylus, con la tripulación o hacerme preguntas, pero a partir de aquí no avanzaré por mi mismo la trama si ustedes no actúan. De paso damos tiempo de volver a los ausentes ;)

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12/10/2018, 23:20
Ashara

Mientras que toda la tripulación se divertía, Ashara y Giogio estaban en una fiesta bastante privada de donde se escuchaban ruidos, como poco, curiosos, y de igual modo se divertían en la planta donde estaban los cañones, donde Ashara tenia un hueco para si, donde pasaba la noche y pasaba algunos ratos muertos con el bufón.

-Ciertamente ha salido todo bastante bien, ha sido quizás demasiado fácil- suspiro poniéndose bocarriba tapándose con las mantas -Ese chico... habrá que observarlo de cerca, puede ser un problema si es usuario de la magia, a veces pienso que la capitana no sabe lo que hace- suspiro -por cierto, se te da muy bien apaciguar a la cría- sonrió. 

Notas de juego

Escribo para todo, porque deduzco que saben donde están, estos dos.

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13/10/2018, 11:14
Lili "Dedos ligeros"

Los intentos de animarme por parte de Ashara y Giogio no lograron hacerme sonreír. Me alegraba de lo que suponía, que se preocupasen por mí, aquella demostración de que realmente les caía bien a pesar de lo que se esforzaban en aparentar que no. Especialmente la drow. Pero la situación no me gustaba nada, y los motivos de calma que esgrimieron los dos piratas no sirvieron para mitigar aquella primera impresión. No me sentía la preferida de la capitana, pero sí que quería devolverle la confianza que había depositado en mí. Y eso sería más complicado con otro chico tratando de hacer méritos igual que yo. ¿Cargármelo, así sin más? No me veía capaz de algo así... Recordar que yo era el último mono de aquel navío no ayudaba, incluso aunque ahora fuera a ser él el último mono a mi lado.

Así que sencillamente cogí algo, cualquier cosa, y me dediqué a cargarlo hasta el Temido, con el ceño fruncido y malhumorada. Un mal humor que se acrecentó al descubrir que aquel zagal era usuario de magia. ¡¿Algo más?! Entonces sí que me sentí especial...

Tras terminar el abordaje y la carga del botín, todos estaban con ganas de celebración. Seguramente, a excepción de los pocos necesarios para gobernar el barco, la tripulación se pasaría la noche bebiendo. Hasta se deleitarían, cómo no, en que el tal Sylus nunca había probado el alcohol, así que sería el centro de atención hasta que lograsen emborracharle del todo y vaciase sus tripas por la borda, antes de caer inconsciente. Suspiré, poniendo los ojos en blanco. Noche de celebración, con el nuevo grumete como protagonista indiscutible. Genial.

Sólo quería desaparecer, pues no tenía la más mínima gana de fiesta. Me escurrí hasta el almacén de la cocina, asegurándome de que Wu no estuviera por allí, y cogí una manzana y varias zanahorias. En silencio y aprovechando la oscuridad, me desplacé por los corredores hacia la bodega de carga, tomando un farol encendido por el camino. Por fortuna, aquellas lagartijas habían dado alguna sacudida a los marineros que habían cometido la temeridad de acercarse demasiado, de modo que nadie parecía tener ya interés en permanecer por la zona. Era el lugar más tranquilo de todo el Temido.

Tomé asiento con las piernas cruzadas junto a la jaula de los Almiraj, aquellos animalejos de suave pelaje y aparentemente inofensivos. Estaban hechos un ovillo, descansando todos juntos, pero aún así corté una zanahoria en varios trozos y los eché dentro de la jaula por si tenían hambre. Si se lo comían, había más zanahorias para ellos. Yo, por mi parte, mordí con fuerza la manzana y, masticando con el papo lleno, coloqué el farol delante de mí y, ante él, la carta que había obtenido del camarote del capitán de aquel navío. Con tranquilidad, y la única compañía de aquellos tranquilos animalillos, dedicaría mi tiempo a desentrañar el misterio oculto en ella.

Que celebrasen los demás, yo tenía trabajo.