Partida Rol por web

Devian fue repasando las partes que tenia que ajustar del traje, mas preocupado y nervioso de lo que parecia.

Al terminar vio  Anzak, que parecia confuso con un golpe en la frente.

- ¡VAMOS! ¡Ajusta el casco o perderas el oxigeno! ¡VAMOS! ¿Donde esta mi maestro?

Mis pésimas habilidades como piloto de nada ayudan en la evasión que realiza Anzak con la nave, sumado a que el droide hizo los cálculos demasiado deprisa, todo acabó como tenía que acabar: con un gran estruendo y la nave inutilizada.

- Realmente, ir con vosotros es como ir de fiesta continua- aúllo mientras me sujeto al asiento para no salir disparado a resultas del choque de ambas naves.

Las alarmas de la nave se disparan, y ahora la prioridad ya no es el mandaloriano, sino no quedarse helado y sin aire debido al boquete en la nave.

- Aquí estoy, mi joven padawan - respondo ante la súplica de mi alumno - A este viejo no le van a tumbar tan fácilmente, y debo decir que agradezco tu preocupación, pero se cuidarme solo.

Lo más rápido que puedo me embuto en el traje de vacío y aseguro mi bastón, colgándomelo cruzado en la espalda, no quiero perderlo con tanto ajetreo.

- ¡Maldición! Si Anzak ni siquiera sabe manejar una nave como va a saber ponerse un simple traje de vacío. Tendremos que ayudarle, está cogiendo un tono azulado que diría que no es muy buena señal.

   Darius exhaló aliviado al escuchar las palabras de sus compañeros. Ninguno había salido despedido al espacio, pero al oír como su socio caía desplomado, saltó de la escalera y corrió como un poseso hasta la cabina.

-Mierda-mierda-mierda- Volvió a repetir de forma compulsiva al ver a Anzak en el suelo, azúl e hinchado como un cadáver por la descompresión.

-¡Arriba colega!- Gruñó embutiendo a su amigo en el traje en el último segundo.

El caza-recompensas revisó los indicadores del traje de Anzak:-Su presión vuelve a ser normal. Tenemos oxígeno para unas horas.- Después se volvió hacia Clint. -Vamos a tumbarle mientras vuelve en sí-.

-Chispa: ¿Cómo está la nave?.- Preguntó al droide, inmune a la falta de presión y aire.

Devian, Debo: ¿Podéis aterrizarla o evacuamos en las cápsulas?-

Debo dió un vuelco y estiró su brazo hacia una palanca de un lateral para no salir despedido por el agujero del casco... Pero aquello parecía imposible.

- ¡Muy bien, Darius!- felicito al cazarrecompensas por su buena acción, cuando me doy cuenta de que nuestro piloto no es el único que tiene dificultades.

- ¡Maldita sea Debo! ¡No es momento de jugar! - me lanzo hacia su posición, para impedir que nuestro nuevo amigo salga despedido de la nave hacia una muerte segura. - Vamos, ponte el condenado traje, ¿o es que crees que ya has vivido lo suficiente?

Con celeridad le ayudo a ponerse el traje de vacío, y mientras recupera el aliento, me dirijo a mi alumno.

- ¿Ves? La Fuerza puede ser una gran aliada. Ten por seguro que sin la Fuerza ni Darius ni yo hubiésemos podido salvar a esos dos pobres diablos. Y recuerda de utilizar la Fuerza para el bien, sobretodo para el bien de los demás.

Pasado el mareo inicial por la perdida de oxígeno una vez le hubo metido Darius en el traje de vacío, el contrabandispa recuperó la conciencia y el control sobre sus acciones. 

- Gracias socio- agradeció escuetamente a Darius mientras se sentaba y luego se incorporaba para volver al puesto de piloto.

- Lo primero que debemis hacer es cerrar ese escape. Chispa, sellalo como puedaa, pero sellalo- ordeno Anzak.

- Y ahora veamos qué se ha estropeado....con un poco de suerte el hiper no eestá dañado y podremos salir de aquí- dijo esperanzado el contrabandista que no le hhacía ni pizca de gracia tener que volver a la ciudad de las nubes otra vez.

Pipi piii... FUIIIIIIIIIIIIIIIIIII ÑUUUUUUU -dijo Chispa mientras caía golpeado contra los rebordes del computador principal y el asiento del copiloto-. Ciertamente, el pequeño droide astromecánica no podía calcular el estado de la nave. Estábais dando tremendas vueltas en el espacio, con el casco agujereado, y quizá era cuestión de tiempo que...

Fue entonces cuando Debo cambió su particular color sullustán por azulado, casi igual que el de Anzak... Ambos les fueron colocados los trajes de vacío para que no sufrir una descomprensión explosiva inminente. El joven padawan estaba obteniendo lecciones de la fuerza de su maestro Clint a base de, valga la redundancia, fuerza. ¿En qué otra situación similar se vería de nuevo que en el espacio abierto a punto de perecer por un fallo de cálculos? Darius, también heroicamente, logró colocar el traje a su colega de aventuras de igual forma. El caso es que os lográsteis poneros todos vuestros trajes de vacío.

Acto seguido, Anzak, algo recuperado, tomó el control de la nave (al menos ya no daba trompos sin sentido). Activó el panel de estado de la Mist Hunter (ahora Chispita lo observaba con detenimiento) y se dió cuenta de que los ductoconectores modificados del hiperimpulsor estaban fundidos, el computador de navegación cargaba todo lento y la maniobrabilidad... ¡maldición! ¡¡LA MANIOBRABILIDAD HABÍA DEJADO DE RESPONDER!!

Alguna pieza mecánica interior (váyase cualquier alienígena a saber cuál) estaba afectada. Lo que apenas había sufrido daños era el cañón turboláser, y las pantallas... Pero el control de estabilización la nave... ¡Lo habíais perdido! Por ello, no podíais avanzar, sino que Chispa, tras unos cálculos en los que ahora se esmeró un poco más, determinó lo siguiente:

¿Aterri-zar? -respondió sobresaltado D-8BO, escuchando al pequeño astromecánico-. ¿En Bes-pin? ¿En la Ciu-dad? ¿Y no hay o-tra posibi-lidad, R3-S7?

Efectivamente, la nave no duraría mucho más en el espacio. Es decir, no duraría mucho más sin estar a la deriva. Seríais presa de cualquier reconocimiento espacial, chatarrero sideral o cazarrecompensas que pasara por allí. Por ello, aún estando malamente orbitando sobre Bespin (que como decimos, los sistemas de estabilización fallaban), tuvísteis que hacer un descenso forzoso hacia el planeta. El calor desprendido por la nave y su alterado casco casi candente en la perforación hicieron que ningún miembro de la aduana imperial se pusiera en contacto con vosotros para preguntaros por tal situación. Eso o que la radio de onda estaba también estropeada. Por todo ello, os vísteis obligados a aterrizar en un hangar de la zona baja de la Ciudad de las Nubes...

No sabíais si el mandaloriano había muerto. Lo más probable es que fuera así (su nave también descendió a Bespin extremadamente destrozada).