Partida Rol por web

Habia llegado al grupo justo para ver como Miyuki jugaba con la cara de Kage, y acto seguido la respuesta de Kage.

-He Kage, no puedes tratar asi a un señorita- le digo a Kage con calma mientras le pongo una mano sobre el hombro.

-Se un poco mas cortes aunque sea un pequeño trasto hiperactivo como Miyuki- digo mientras giro la cabeza para mirar a Miyuki con una sonrisa.

Tras la mirada de Rider, el callado estudiante pone los ojos en blanco, es inutil luchar contra Miyuki, siempre se los lleva a todos a su lado...

Kage resopla ofendido tras la acusación de Blaze, ¡él es la victima! da un paso diganmente hacia delante para deshacerse de la mano de su compañero y se cruza de brazos mirando el marcador allá en lo alto.

La media hora de rigor había pasado, al final había conectados 6666 usuarios, nada mal para el primer día, ya que se estimaba que se conectaran en torno a 5000 jugadores en ese día. Los portales se iluminaron y comenzasteis a entrar, y fuisteis teletransportados.... Cuando la luz que os transportaba a la zona de inicio desaparece, todos apareceis en lo que parece ser una roca gigante... suspendida en el cielo. Algunos miraron por el borde y solo veían un abismo. Cuando os comenzabais a preguntar que estaba pasando, un holograma se muestra delante de vosotros.

- Bienvenidos jugadores a SAO-H, me alegra ver que estais todos aquí. Para empezar, este juego es diferente a todos los demás. Antes, pongamonos comodos y seamos sinceros (un chasquido de sus dedos y todos veis como los personajes que os creasteis, su apariencia y demás, desaparece para volver a ser vosotros mismos) Ahora mismo, estais aquí en Aincraft y no podeis salir (algunos abrieron el menú para darle a salir, pero dicha opcion... NO APARECÍA) Ya sabeis que este juego tiene 100 pisos, pero eso es una verdad a medias, en realidad hay 200 pisos, solo que los 100 últimos son los mismos 100 pisos originales, pero su dificultad es Heroica o Hardcore, como queráis llamarlo. Muchos no se toman en serio este tipo de juegos, porque si os matan, volvéis a una zona de inicio y volvéis a empezar. Este juego no es así, si morís aquí, moriréis en el mundo real. Antes de que penséis que si vuestros padres desconectan el casco os desconectaréis, en realidad moriréis. (muchos se asustaron ante lo dicho) Cuando terminará esto? Cuando alguien derrote al jefe del nivel 100 en modo Hardcore. Aunque voy a daros una pequeña oportunidad (os enseña un cristal de color morado) este cristal lo otorgan ciertos jefes de nivel o especiales repartidos por todos los niveles. Si son derrotados, estos cristales permiten que una persona que haya muerto, pueda resucitar o reencarnarse en otro ser. Desafortunadamente, cada persona tendrá un contador de usos, cuando sea resucitada o reencarnada por tercera vez, la próxima que muera, lo hará realmente.

Otro chasquido de dedos y apareceis todos, en solitario delante de un portal.

Decidís entrar para que esta pesadilla termine. Al cruzar, estais como en un vacío negro, el cual se muestran las siguientes palabras:

"CREAR SU PERSONAJE EN SAO-H"

Desde que entré había algo que no me gustaba en este videojuego, pero empecé a preocuparme de verdad al darme cuenta que en el menú no había opción para salir.  Los intentos por contactar con un GM también quedan sin respuesta.  

–Tsk.- Me dirigía a alertar al resto cuando aparece el tipo gigante de la túnica.

En los videojuegos los tipos con complejo de inferioridad suelen crearse personajes a cuanto más grandes mejor y normalmente se ponen todo el nombre con letras mayúsculas, para dar más la nota y así reforzar un poco su baja autoestima.

 –Este debe de ser uno de esos.

Escucho el discursito que viene a confirmar lo que me temía. Un loco, un pringado sin vida social ni autoestima nos ha encerrado en un videojuego para así tener alguien con quien jugar.

-Que te lo has creído- Mascullo negándome en redondo a seguirle el juego. No sé si lo que ha dicho es verdad, pero no pienso arriesgar la vida mientras tenga otras opciones y una de ellas es no terminar de crear el personaje.

Si ya tuvieramos los personajes hechos estaríamos atrapados en el juego y no habría otra salida que jugar. ¿Pero que pasa ahora si nadie quiere crear su personaje?- Pienso considerando la opción más probable pues no creo que a nadie le resulte atractiva la idea de morir.

Por un momento me había asustado, pero ya deben de estar lloviéndole las denuncias y si el psicópata de tres al cuarto este lo ha planeado todo igual de bien será cuestión de minutos que lo atrape la policía.

Me tumbo de espaldas delante del portal dispuesta a tomar el sol virtual hasta que acabe esta broma de mal gusto.

La luz que los llevó a través de los elevadores la cegó durante un momento. Se sentía extasiada, llena de júbilo, dispuesta a darlo todo y convertirse en la jugadora número uno de SAO. Cuando recuperó la total capacidad de visión, miró a su alrededor, justo para darse cuenta de que estaban suspendidos sobre una gran, enorme, roca. Si el contador no había sido erróneo, al menos 6666 personas estaban allí, como ella misma, esperando el gran momento. 

No podía aguantar más, impaciente, y justo en ese instante apareció el holograma gigante y empezó a hablar. Volver a su forma real no fue nada del otro mundo, le pareció algo interesante, aunque dejó en ridículo a más de uno a su alrededor. Sin embargo, lo que vino después... 

No fueron muchos minutos, pero las palabras que dijo aquél ser, que parecía creerse un dios, fueron seguidas de gritos de pánico y angustia. No podía estar segura desde donde estaba, pero un continuo murmullo iba recorriendo a todos los allí presentes. No podía verlos a todos, pero no pasaron más de cinco minutos cuando empezó a decirse que algunos jugadores estaban saltando al vacío. Otros desaparecían sin más, como si hubieran logrado desconectar. La mayoría, aunque asustados, permanecían en su sitio, suplicando, llorando, o simplemente negándose a participar. 

No sonrió. No hizo mayor gesto que comprobar, una a una, las afirmaciones del avatar que se pensaba una divinidad. No podía salir, no podía contactar con ningún GM, y tampoco parecía tener sentido suicidarse. No es que creyera todo, pero tampoco tenía intención de arriesgarse.

Además había algo más importante. A ella le daba igual. Quería estar allí, había esperado mucho, y no importaba lo difícil que fuera, se pasaría el juego. Sólo tenía una duda, y es que pasaría con sus cuerpos. Aunque allí no fuera necesario, en el mundo real tendría que comer, dormir y otras necesidades. ¿Acaso lo había pensado aquél loco? No estaba segura, aunque tampoco imaginaba a alguien montando todo eso para que todos los jugadores murieran de inanición al mes. No, aquello era muy grande y tenía que estar bien planeado. 

Suspiró mientras miraba a su alrededor. Podía ver a algunos de sus compañeros aterrorizados. No podía reprocharles nada. Todos ellos entraban en un mundo desconocido y, al parecer, se jugaban la vida. Aquello había dejado de ser un juego y era algo mortal. No podía esperar más. Gente como ella se lo debía a otros. Subiría los doscientos pisos de Aincraft y derrotaría al jefe final, fuera quien fuera. Nada podría impedírselo. 

Y así, con ese pensamiento en mente, se alejó de sus amigos y, una de las primeras, atravesó el portal. No había decidido aún que sería, y algo que antes le parecía nimio, ahora cobraba un sentido capital. Debía sobrevivir, y debía vencer.

Luego la oscuridad hizo desaparecer todo a su alrededor, y en medio del vacío, sólo pudo ver una frase. Había llegado el día. 

Estaba emocionado, todo estaba empezando, la gente empezaba a entrar por los teleports y cuando llego mi turno el corzón se me iba a salir del pecho y veia a muchos de mis compañeros igual.

cuando recupere la vista despues del cambio de mapa estabamos todos sobre una isla flotante y con un ser enorme flotando por encima de todos. Entonces se pueso a explicar la situacion y mi animo fue pasando de euforia a miedo y panico. Como que no podriamos salir, yo vivia solo quien se ocuparia de mi cuerpo ¿significaba que solo me quedaban 3 o 4 dias de vida si no me encontraba nadie antes? y ¿que significaba que si se moria aqui se moria en el mundo real?

Esto habia asado de ser un juego a ser una prision mortal.

luego cuandoo el ente termino de hablar me encontraba solo delante de un portal, si entraba podria empezar a elegir mi personaje y empezaba el juego, pero y si no entraba significaria que el juego seguiria empezando pero sin clase, atributos ni habilidades ¿seria un humano normal para enfrentarme a un mundo lleno de peligros?

No podia arriesgarme asi que me decidi a seguir el juego demomento, arranque el paso hacia el portal y entre con decision.

Todos entráis, sin excepcion. Edita tu post por favor.

Itsuke terminó de escuchar al director del juego, o quien fuese que haya hablado, y no podía creer lo que sus oídos le anunciaban. No comprendía cuanta verdad y cuanta mentira había en esas palabras. Será una broma? tal vez lo hacen pensando que alguno puede divertirse con una broma así... Se sentó mientras digería la novedad

- Esto es en serio...- murmuró asustado. Cuantos de esos seis mil iban a sobrevivir era algo incierto, tal vez todos o tal vez nadie. Lo que el hombre había dicho era imposible para cualquier juego, pero este era muy real, demasiado real, y no le pareció descabellado que puediese suceder. 

Se puso pálido al pensar en la posibilidad de que sus padres lo desconectasen del juego al llegar de su trabajo, se darían cuenta o moriría impotente en un mundo virtual? Enseguida pensó en prestar batalla a lo que se le presentara sin temor, y se propuso ayudar a los demás a sobrevivir a esta locura.

Caminó decidido hacia el portal, luego todo cambió.

En el momento que atravesaba el portal de la sala de espera sentí como mi emoción llegaba a su punto álgido, pero e llamó la atención que estuvieramos aparentemente aislados en otra sala, aunque en este caso se tratase de una gigantesca roca flotante sin modo de escapar.

Cuando la enorme silueta encapuchada de túnicas rojas apareció en medio de la escena recuperé el ánimo y la emoción. Parecía que los desarrolladores habían preparado una introducción acorde a un juego de su categoría, y tanto que si lo fue...

Me hubiera alegrado por la expansión de niveles que había sufrido el juego si el avatar de mi actual personaje no se hubiera desvanecido sin motivo, por no hablar de aquella broma de mal gusto acerca de que realmente nos estábamos jugando la vida en el juego - ¿¡Qué demonios!? - fue lo único que pensé mientras meditaba sobre las palabras del holograma. Miré a mi alrededor, parecía que la gente intentaba desconectarse sin éxito, eso era un hecho, e incluso comenzaba cundir el pánico y algunos estallaron en lágrimas.

Me hubiera gustado agarrar a alguien al azar de los hombros y sacudirle con fuerza mientras le gritaba que era imposible que lo que nos decían fuera verdad, pero lo cierto era que con todo el mundo tan asustado no me atreví a hacer nada de eso. Simplemente escuché el resto del discurso paralizado como una estatua como la mayoría, hasta que de nuevo la escena cambió y aparecí solo frente a un portal que anunciaba la creación de mi nuevo personaje.

- Esto es de locura. - Dije en voz alta con un tono que era mitad decepción, mitad resignación. Desde luego ya no me estaba divirtiendo, y cuando me quise dar cuenta incluso estaba temblando. No podía creer (o no quería creer) que de verdad estuvieramos secuestrados o pudiéramos morir a causa de ese juego, pero cuando recordaba las reacciones de otros jugadores cuando nos lo contaron dudaba... y aunque todo fuese una mentira diseñada para darle emoción al juego solo había conseguido el efecto contrario.

Cuanto más lo pensaba menos sentido tenía todo, hasta que finalmente me cabreé por completo y estallé. ¡Como si pudieran matarme! Había jugado a decenas de juegos parecidos antes y los había superado todos. Caminé decidido hacia el interior del portal con la única idea en mi cabeza de que si lo que buscaban los creadores del juego era a alguien capaz de llegar hasta el final sin morir ni una sola vez, lo acababan de encontrar.

Mi primer reacción fue el llanto... no habia podido encontrar a los chicos a tiempo y para cuando me habia juntado con el grupo la diversión se habia desvanecido rapidamente con un monstruo malvado que nos obligaba a jugar o morir... Yo no quiero morir, pensé mientras escuchaba el bullicion que rapidamente se armaba por las noticias.

Al instante mi personaje desapareció, dejandome con una sensación de desnudez... Lo cual, trajo de vuelta los sollozos. Pero se calmaron frente a un portar enorme que apareció.

Entonces a ver a Rie entrar al portal una sensación de vacio me lleno. Solo atine a correr hacia el grupo y colgarme de Saeko. T-Tengo mieeeedo!.- Alcance a decir antes de que las lagrimas me inundaran los ojos de nuevo...

Me sorprende el repentino abrazo de Mimi, aunque me alegra comprobar que hay alguien medio normal entre tanto adolescente con ganas de morir. Recuperada de la sorpresa inicial respondo a su abrazo y acaricio su cabeza en gesto tranquilizador.

-No te preocupes- Digo sonriendo con un aplomo y una seguridad que estoy lejos de sentir.–Seguro que nos sacan de aquí pronto.

Pero lo cierto es que ya ha pasado un buen rato. La policía ya debería haber terminado con esto y sin embargo aquí seguimos. Contaba con que esto terminaría pronto, lo anhelaba más bien, pero minuto a minuto empiezo a tomar consciencia de que el psicópata podría haber burlado a la policía y que nadie sabe cómo sacarnos de aquí. De lo contrario ya nos habrían sacado.

-¿Qué estará pasando fuera?

Si la policía no lo atrapa pronto… ¿Qué pasará con quienes nos neguemos a seguirle la corriente? - Un escalofrío me recorre el espinazo- Nada bueno seguro.

La idea de entrar en el portal sigue sin gustarme, pero empiezo a tener el convencimiento de que quizás no me quede otra.

-¿Entrar o seguir confiando en que pronto nos sacarán de aquí?

-Tsk.- Mascullo rascándome la cabeza sin saber qué decisión tomar.

Esto se había vuelto un caos. Desde que esa figura gigante apareció la gente había entrado en pánico a una velocidad vertiginosa. Algunos intentaban desconectarse sin éxito, otros lloraban y gritaban improperios. Busqué a mis amigos con la mirada y vi que algunos ya se habían lanzado al portal. Me fijé en que Saeko y Mimi no parecían tener intenciones de entrar. Le hice una señal a Miyuki y al resto de los que quedaban para que esperaran. Tras eso me acerqué a ellas dos.

-Mimi, no llores, saldremos de esta.- eso último lo dije con tono no demasiado convencido -Venga, entremos. Incluso si no lo hacemos ese tipo puede obligarnos, controla el juego. No tenemos más opción que obedecer como peones.- dije apretando el puño por la rabia que sentía, esto no quedaría así, me vengaría.

Les hice una señal al grupo con la mano para que me siguieran y empecé a caminar hacia el portal.

-Vamos, no debemos separarnos de los demás, la unidad hace la fuerza.- dije perdiéndome en la negrura de agujero, esperando que no fuesen tan insensatos como para quedarse atrás y separase del grupo.

  Aquello estaba tomando un tono demasiado surrealista, aquella declaración casi profética del holograma resultaba aterradora pero ¿Sería cierta? Kazumi no supo muy bien como tomarse aquello, desde luego si todo era un montaje se lo habían tomado muy en serio, de hecho varios habrían mordido ya el anzuelo ya que desde donde se encontraba podía alcanzar a oír lloros y grito de desesperación, fijarse en aquellos jugadores fue lo que la hizo caer en la cuenta de que no muy lejos de ella se encontraban Saeko, Tsubaki y Kazuto con algunos otros conocidos. Rápidamente trató de pasar entre la gente para alcanzarlos justo en el momento que Kazuto empezaba a atravesar el portal. Todavía incapaz de dar crédito a aquello, Akabashi miro a sus compañeras.

  -¿En verdad creéis que todo esto ira en serio?- Observando a Mimi pudo ver en sus ojos que realmente aquello la había afectado. -¿En verdad podría ser capaz de hacer algo así?- Mirando al portal por unos instantes Kazumi seguía tratando de digerir todo aquel sinsentido. -No quiero que nadie se quede atrás pero si no atravesásemos el portal no ha dicho nada de lo que nos ocurriría, además Raiden y Shinko ya lo han pasado...- Arrastraba sus palabras sin saber muy bien como completarlas. -Seguro que lo mejor es que nos mantengamos juntos, si actuamos como un equipo seremos más fuertes para protegernos y evitar que nos pase nada malo.- Aquello último fue más una reflexión que se le habría escapado en voz alta que algo para que ellas lo escucharan, pero trató de sonar lo más segura posible para autoconvencerse de que eso era lo correcto.

Todo el mundo parece haber aceptado la idea de que nadie va a rescatarnos, me resisto a creerlo, debemos de estar saliendo en los noticiarios de medio mundo, alguien encontrará la forma. Pero con todo posiblemente Kazuto y Akabashi tengan razón y hasta entonces permanecer juntos sea lo mejor.

Y qué demonios, empiezo a tener hambre.

-¿Cómo es posible que tenga hambre y sed en un videojuego?-Pienso sintiéndome desfallecer al recordar la pizza de anchoas que había encargado para cenar.-Ese maldito psicópata pusilánime virgen-a-los-cuarenta y sin vida propia, me las pagará.

-Vamos Mimi, será mejor ir con ellos- Digo agarrándola de la mano.-Entraremos juntas ¿Si?

Pruebo una y otra vez el boton de salir, pero está en gris, el de contactar con un GM parece que tampoco está disponible. Tras un momento de incertidumbre, puede que lo que diga sea verdad o mentira. Si es verdad, no hay nada que hacer y será mejor que alguien llegue al final, sólo hay que mantenerse vivo hasta entonces. Si es mentira, entonces hay que entrar igualmente y dejarnos "engañar", y ya pondré cara de sorpresa más tarde, cuando se descubra que todo es mentira.

Así que me meto las manos en los bolsillo y me meto por el portal con aire de aburrimiento, en lo más hondo de su corazón le gustaría que fuera verdad lo que dice, a lo mejor así sería capaz de sentir algo por fin, aunque fuera miedo...

Atravieso el portal.

Tantas muestras de afecto logran calmarme y sacarme hasta un dejo de sonrisa. Lo importante es que no estoy sola. Pense mientras miraba a mis amigos. Es hermoso sentirse asi...

Tome una bocanada de aire y me dispuse a entrar. Bueno, le dije a Saeko, si ustedes entran yo voy! dije en tono serio, aunque mi cara no parecia muy seria.

Debido a la reciente revelación del Máster, Tyrenna se encontraba en el suelo de rodillas. No podía creer lo que acababa de escuchar: ¿Morir, en un juego? No era posible. No lo veía posible. Es cierto que no podía desconectarse porque no encontraba el botón en el menú, pero ¿Probabilidades de morir en el juego? Lo veía tan absurdo.

Si bien es cierto que poco se sabía del creador del juego, su figura misteriosa le daba un significado más terrorífico a sus palabras. Tyrenna miraba al suelo, desconcertada y asustada, en su interior se removían un montón de sentimientos que variaban de pánico a molestia, de enfado a tristeza, esto era una noticia que no podía digerir. Quizás era todo una broma ¿Una broma verdad? No podía arriesgarse de todas maneras, tenía que continuar adelante con valentía.

Tyrenna se puso en pie, y avanzó por el portal. Lo que estuviese por venir, lo depararía el destino.

Al poco tiempo todo comenzó y mi estado de ánimo subió por las nubes. Me pareció raro la aparición de aquel ser y el lugar que nos encontrábamos. Miré el contador mientras la persona extraña hablaba y mi curiosidad aumentó al ver a los 6666 jugadores, un número muy curioso. Cuando quise darme cuenta el ser que estaba hablando ya había terminado y había desaparecido y pareció ser que todo se sumergió en un caos. Lo único que llegué a captar es algo de sobrevivir y pasarnos el juego aunque eso ya lo sabía.

Algunos de mis compañeros atravesaron el portal y con una sonrisa fui hacia donde mismo para poder continuar el juego, ya preguntaría a los demás que había ocurrido.

Todo habia comenzado bien, casi todos nos encontramos con facilidad y esperabamos ansiosos que SAO iniciara. Cuado la cuenta atras termino, los portales se iluminaron haciendo casi imposible poder mantener los ojos abiertos. Cuando la luz se fue apagando nos encontrabamos sobre una especie de roca flotante. De repente un hombre gigantesco aparecio delante y empezo a hablar.

Cuando termino, el hombre, que al parecere era el dios de este nuvo mundo, desaparecio en un instante dejandonos a todos delante de un portal. Yo me quede de piedra, atrapados, en un mundo de fantasia en el podias morir como en el mundo real. Se me helo al sangre, sin embargo, algo emergio de mi, algo que ya llevaba dentro desde hace tiempo. Pense en la vida que llevaba y en lo que hacia, y solo se me vino una palabra para definirla, "Aburrido". La monotonia de la rutina, el instituto, luego a casa,y asi todos los dias. Lo unico que queria era divertirme un poco , esa fue la principal razon por la que espere con tanto anhelo SAO. No me preocupaba mucho el exterior, mis padres estarian demasiado ocupados, ya se encargarian de mandar a alguien a cuidar de mi cuerpo real. -Ja- rei por lo bajo, no sabia que habria en este mundo, pero de seguro seria interesante. Y con una sonrisa empiezo a caminar directo al portal.

Un par de cambios leves...

Antes de entrar, Midori era una chica un tanto tímida. Una que nunca alzaba la voz, ni se esforzaba tanto como podía por no hacer quedar mal a los demas.
Tambien vestia ropas muy discretas y modestas.

Quizá fue por esta vida tan humilde que, por una vez, y aunque fuera en un juego... aunque solo en un juego... quiso hacerse algo atrevido. Su Avatar tiene unos manierismos y una vestimenta que en la Vida Real^TM jamás se atrevería a llevar.

Por eso, cuando se entera del percal, practicamente le entra un ataque de nervios...

Por suerte, para estas situaciones, a veces tiene como un instinto de supervivencia. Como algo que se dispara cuando TODO va mal, cuando TODO se va al infierno.

Su mente de todos los dias, la que piensa en las notas, en su programa favorito de TV o los ingredientes que mas le gustan en una pizza pueden estar aterrados, pero su instinto de supervivencia la hace caminar hacia el portal, cierto es que con un paso vacilante, pero sin detenerse.

Entonces, si alguien se fijase en ella -cosa poco probable- verian... ¿una sonrisa?