Partida Rol por web

- Parece que hay movimiento en el asentamiento.- Dice pasandole los binoculares a su compañero- Sera conveniente hacer un pequeño rodeo para que no localicen la nave.

Si no lo han hecho ya

Quir'em miró a su compañero y asintió con la cabeza, mientras terminaba de sacar el speeder de la bahía de carga. Tras eso cerro la nave y dijo: -"Será mejor dar una pequeña vuelta sí."- Mientras hacía un gesto a su compañero para que subiera a bordo. Cuando este subió empezó la marcha para dar el rodeo, buscando una ruta que hiciera parecer que venían de otra parte y que hiciera dificil seguir el rastro hasta la nave: -"Te dejo a tí las negociaciones, sabes que la comunicación no es lo mío."- Le dijo con una sonrisa.

En menos tiempo del esperado llegasteis a la entrada de aquel asentamiento tomando una ruta que haría parecer que no veníais desde las coordenadas de vuestra nave, guiados siempre por la columna de humo que provenía del interior de aquel lugar. Vuestra presencia había sido detectada, la prueba de ello fue que había un vigía con electrobinoculares que probablemente os estaba siguiendo el rastro desde hace un buen rato.

En cuando pusisteis un pie en la humilde entrada de del asentamiento, bastante descuidado ahora que podíais verla más cerca, visteis a una mujer humana de cabellos morenos cuyas manos estaban aferradas por dos niñas, una de ellas era cereana y la otra humana, con un pelo rubio rizado bastante llamativo

- Saludos caminantes, mis hombres os han detectado desde hace un buen rato ¿qué os trae por aquí? - dijo mientras se fijaba en vuestras indumentarias y sobre todo en cualquier cosa que llevaseis encima.

- Saludos, somos comerciantes de especia y buscamos un nucleo urbano para hacer negocios. Pero primero querriamos beber algo... el desierto da mucha sed.

Quir'em se mantuvo en un segundo plano, sin decir nada, mirando a la chica. Había decidido dejar el peso de las conversaciones en Tol, al fin y al cabo el era bueno en eso. El se limitaría a aprovechar y vigilar los alrededores con cautela, para evitar emboscadas o posibles trampas... Tatooine no era un lugar de fiar y el lo sabía.

La mujer frunció el ceño y sacó de la parte trasera de su cinturón un comunicador. Os hizo un gesto con la mano para que os esperarais a la vez que veíais como la pequeña Cereana se entristecía al haber perdido el contacto

- Jhon, ¿me recibes? al parecer los dos forasteros dicen que son comerciantes... sí... yo también lo pensé... no, no, tan solo quieren reponer sus provisiones - parecía muy inmersa en la conversación

- Exacto... ajá... vale no te preocupes - después cortó la transmisión y os miró

- Bienvenidos a la Colonia R'akl de Tatooine, soy Janyce, la líder de la colonia - comentó sonriendo mientras con una mano os la intentaba tender y con la otra guardaba la radio

Tol toma la mano de la mujer y dice sonriendo.

- Hola yo soy Tol y el es Quir. Vente a tomar algo con nosotros.

La reacción de Tol pilló algo descolocado a Quir que puso una cara algo rara. -Eran estas las legendarías técnicas espía de los Bothan?- Pensó mientras asentía a la chica al ser presentado: -"Encantado."- Dijo en un tono seco que intentó parecer amable y se quedó tras el Bothan, esperando la reacción de la chica que se había presentado cómo líder del emplazamiento.

- Encantada - sonrió

- Pasad - sonríe de nuevo. - Es la hora de comer y seréis nuestros invitados, así de paso nos contáis un poco vuestros intereses - comentó haciendo un gesto para que la acompañarais. Hizo unas leves indicaciones mientras caminabais para que no tomaseis un rumbo equivocado.

- Es por aquí amigos - siguió caminando.

Mientras abanzan Tol se gira hacia su compañero

- Fijate en la niña celeana. La gente de esta colonia, si no les motivamos hacia lo contrario, seran pacificos con nosotros.

Quir'em asintió con la cabeza y se limitó a seguir a su compañero y la anfitriona. Intentando permanecer en un segundo plano quedó atento a sus alrededores, intentando averiguar que clase de asentamiento era ese y vigilando que no pasara nada extraño a sus alrededor.

Las niñas no tardaron en comenzar a juguetear cerca de vosotros e intentar montarse en vuestras espaldas. Si lo permitíais se convertirían en vuestras nuevas "mochilas", bastante inofensivas por ciert. Previamente se presentaron con dulce voz como Raquel (la niña humana) y Naiana (la cereana). Janyce no puso ningún tipo de contratiempo a aquel juego que le pareció muy divertido y gratificante para el momento.

En pocos instantes llegasteis al comedor, el lugar era humilde pero había comida para todos. Allí todos se conocían y se saludaban amistosamente, os reservó unos asientos para que pudierais charlar con tranquilidad con ella mientras os ponían por delante un guiso de carne cuyo origen era totalmente desconocido para vosotros, pero al menos olía bien y parecía caliente.

- Comed como si estuvierais en vuestra casa, las niñas ahora se quedarán con uno de mis chicos para que no interfieran en este momento - dijo mientras un hombre joven se llevaba de las manos de manera sonriente a Raquel y Naiana

- Y bien, hay algo que me sorprende con vuestra presencia, nuestra colonia no ha recibido la visita de comerciantes ambulantes desde hace décadas, no os ofendáis pero siempre hemos sabido valernos por nosotros mismos -

- No te preocupes, entiendo lo que dices. De hecho nosotros no buscamos causar el mas minimo problema a esta comunidad. Lo que pretendemos es conseguir cierta información para posiblemente abrir un nuevo mercado.- Dice mientras se mesa la barba.

Quir'em dejó que una de las niñas se acomodara en su espalda, en cierta medida le recordaba a los juegos con su hermana cuando eran pequeños. Aunque debido a lo que había pasado no tenía muchas fuerzas mantuvo la compostura, cargando con la pequeña hasta que llegaron a su destino, con una sonrisa agridulce cómo única respuesta... aquella situación también le recordaba la perdida de su hermana y cómo, aún estando más cerca que nunca estaba a la vez, aún demasiado lejos.

Una vez sentados Quir'em escuchó atentamente a Janyce, la explicación de su situación encajaba en lo extraño de aquel asentamiento. Un lugar tranquilo en medio de un planeta que era más famoso por sus criminales y tropelías que por sus desiertos y su sol binario. Sin embargo se mantuvo, cómo hata ahora, en completo silencio, descargando sobre Tol el peso de la conversación y de las negociaciones.

Las niñas se mostraban sonrientes y distraídas con vuestra presencia y sobre todo por vuestra forma de actuar, sin importar la apariencia o el tono de vuestras palabras. Janyce era algo más distante, cordial, pero distante.

- Así que es eso, información para un nuevo negocio - comentó mientras comía. Mientras ella hablaba el resto de los colonos guardaban silencio

- Cuando llegamos aquí por primera vez, con la pobreza a nuestras espaldas y sin tener ningún recurso con los que fundar un hogar ¿dónde estaban los comerciantes como ustedes?¿y la ayuda honrada? ahora que ya hemos conseguido seguir adelante con el sudor y la sangre de nuestros hombres ¿venís a tendernos la mano con negocios? muy mal funcionan las cosas por allá en otros sistemas, yo que vosotros abriría los ojos al mundo real - después se quedó mirando unos segundos

- Lo siento, no quería ser tan brusca, no ha sido fácil para nosotros lograr lo que hemos conseguido hasta ahora, sé que vosotros no tenéis culpa de nada, tan solo buscáis vuestro futuro - su rostro mostraba arrepentimiento pero las palabras anteriores las dijo con toda la amargura en su garganta

- Entiendo, pero supongo que tras estos años sabreis algo mas sobre este planeta que nosotros, evidentemente,  desconocemos. Es decir ¿Quien gobierna este planeta? ¿Un Moff? ¿Un consejo?

La mujer rió y miró a sus compañeros que también le acompañaron en la carcajada

- ¿Crees realmente que el Imperio tiene algún poder aquí, amigo?, este planeta está gobernado por los Hutts, el crimen organizado es lo que mantiene a este planeta próspero, aunque bueno, eso es un punto de vista particular - poco a poco la carcajada fue desapareciendo de su rostro.

- Pues lamento mucho chicos el haberos hecho venir hasta aquí para nada, pero no necesitamos mercaderes y dudo que pueda serviros de ayuda... sin embargo podéis acabar de cenar con absoluta tranquilidad, sois nuestros invitados en esta pequeña reunión y es la manera de compensar el viaje - después siguió comiendo.

Quizás era un buen momento para terminar vuestra comida y planificar cual debería ser vuestro próximo movimiento.

- Emmm... Disculpad una pregunta mas. ¿Cual es la ciudad mas proxima? Posiblemente alli obtengamos mejores resultados.- Dice Tol antes de apurar el vaso.

Quir'em suspiró ante el comentario de la jefa del asentamiento, su primer acercamiento había sido un fracaso: -"Será mejor que nos marchemos cuanto antes, no tenemos tiempo que perder."- Dijo a su compañero, sabía que la campaña por el rescate de su hermana podía alargarse pero la inactividad le ponía nervioso ahora que parecía que podía reencontrarse al fin con ella.

Antes de que pudierais despediros por completo de Janyce y los demás con la información que necesitabais intercedió una persona que comenzó, de manera muy agitada, a susurrarle algo al oído a la mujer. Ésta se echó las manos a la boca y comenzó a temblar, os dedicó una mirada que reflejaba angustia, incluso miedo.

- No puede ser ¡no puede ser! - dijo mientras agarraba al tipo que le había dado la información

- ¿Pero porqué lo han hecho?¡Les dijimos que no debían adentrarse allí!¿Es que no os he hablado lo suficiente? -Janyce zarandeaba al hombre con impotencia, éste se mantenía con los brazos en alto y titubeando