Partida Rol por web

Cuando veo que el Brujah corre como un poseso hacia él, le sigo de cerca. Cuando lo tumba en el suelo, le quito la pistola de una patada y le apunto con mi pistola en la entrepierna. Deja de moverte o perderás algo que seguro aprecias aunque apenas lo uses. Ahora dinos quien eres en realidad y que haces aquí - digo mientras aprieto la boca de mi pistola a su entrepierna para que sepa que hablo en serio.

Me acerco con el mismo cuidado mantenido hasta ahora a la puerta para abrirla ligeramente como había echo anteriormente. No podía llamar la atención, pero tenía que ayudar a mis compañeros de misión suicida...

Te asomas y ves un pequeño cuarto, muy pequeño, con un cuadro de la Inmaculada. Hay una puerta entreabierta delante.

El hombre se retuerce con fuerza. Parece ser más fuerte de lo que aparenta. Mete su mano en uno de los bolsillo y saca un objeto cilíndrico que golpea contra el suelo.

De él empiezan a salir chispas y un torrente de luz cegadora inunda la habitación mientras grita:

-¡Bestias del infierno, vais a morir!

Si no hay nada más que llame mi atención, sigo con la misma cautela que hasta ahora.

Partire por la mitad a esa escoria!!!!!!!

No controlate por el momento , no lo mates....aun

Puñetera luz de los cojones!!!! Me apetece mucho degollarlo pero creo que su voz me suena de algo y me controlo en el último momento... Puñetero religioso!!! Le da igual perder lo que sea con tal de rematarnos. Yakov!!! sujétale bien. Me levanto, intento apartar la bengala con el pie y camino hacia el sujeto para dispararle en una extremidad (esto solo si está cerca... casi a quemarropa) A ver si así se queda quieto.

Pasas la sala con cautela y abres la puerta un poquito, pero lo que ves hace que la abras del todo.

Amely abre al puerta y se encuentra con Yakov encima de un hombre y a Rael cerca de ellos pegando pisotones a lo que parece una bengala apagada.

A un lado yace el cuerpo sin vida del hombre que le abrió la puerta a la Ravnos. Al fondo hay una mesa y un cuadro de San Miguel.

¿Alguien me explica que coño estáis haciendo? - pregunté al ver la estampa - ¿No sabéis entrar en silencio como el resto? Parecéis elefantes en una cacharrería.

Por suerte esta no era una misión de espionaje... Y ahora - digo agachándome para mirar al sujeto - vas a contarnos que hacéis aquí y que planes tiene la Sociedad de Leopoldo, señor Maltes - digo la frase con tono siniestro y enseñando los colmillos.

El hombre se retuerce como puede bajo el peso del muerto y de Yakov. Perece que empieza a faltarle el aire.

- Ja... ¡jamás! B--bestias de... del inf-inf-infierno.

¿Qué no me vas a decir nada? - le pego un puñetazo en la cara. Vaaaaale - digo con tono siniestro -  inevitablemente vas a morir, pero en tu mano está que sea una muerte verdadera o queee... luego te conviertas en un vampiro jejejeje... todo depende de si colaboras o no.

Convirtámosle - respondí a Rael - Él nos odia, y desearía la muerte por encima del vampirismo. Hagamos que sea uno de nosotros si no nos dice lo que queremos - Mientras hablaba, dejaba ver mis blancos colmillos.

-A... a... mí sólo... me-me envió mi...s supe-periores-responde entre jadeos, mirándoos con ojos llenos de pavor.-Sus-sus-sustituyo... al... an...terior... prior.
Empezáis a ver que se pone morado, y que cada vez le cuesta más respirar.

¿Qué más señor maltés? Hable y yo misma me encargaré de que su muerte sea rápida y sin dolor - dije acercándome más a él.

Le susurro a Yakov - Deja que respire un poco.  Vuelvo a hablar en mi tono siniestro al nuevo prior: Ya sabemos que eres el prior... lo que queremos saber es cuál es tu misión y donde está tu aprendiz. Acto seguido, me pongo a mirar y oir a mi alrededor por si capto algo fuera de lo normal.

Yakov se levanta un poco, dejando que el prior pueda respirar un poco más.

-¡Ya os lo he dicho! He venido aquí a sustituir al anterior prior, que murió hace unos meses-espetó cuando recuperó el aliento.-Y mi aprendiz no sé dónde está, lo juro por Dios. Recibió una carta esta mañana, se encerró en este cuarto durante media hora y se fue. Pero juro que no sé a dónde.

No oyes nada, la iglesia está silenciosa, tan silenciosa que hasta hace daño en tus oídos la presión de ese silencio.