Partida Rol por web

Obseravaba al inusual grupo discutir y tirarse pullas mutuamente, era evidente que el acto de el Elfo me disgustaba, pero acaso todavía seguía hechizado por esas Brujas del bosque o simplemente era un cabezota sin el más mínimo indicio de sentido común... ¿Como se le ocurría regresar con esas arpías que habían intentado hechizarlo?... faltaba ser muy.....

Entonces decidí intervenir en el debate de razas variadas.... -Hey, Hey, Hey!... Willen, que pretendes?, acaso ya olvidaste el porque estamos juntos en este lugar?.... Tenemos una misión que cumplir!.. -En ese momento no dije más, camine sobre mis pasos junto al enano y el santurrón, había que encontrar de nuevo ese "portal" y regresar, de otro modo no obtendría recompensa alguna!

Estoy por desaparecer del lugar, y agradecer a la madre naturaleza, por no tener que lidiar mas con esos malditos engreidos, cuando oi las palabras del mediano, que no me daba verguenza reconocerlo, estaban llenas de sabiduria. Si, era cierto, que podria salir de este bosque, con o sin ellos, pero la mision, de la cual pendia para salvar a mi pueblo, no podria cumplir por mi mismo. Los necesitaba vivos y dispuestos, si queria una oportunidad. Farfullando una "maldicion" en elfico por lo bajo, me di media vuelta otra vez, y alcance el grupo de nuevo, siguiendo por detras con una mirada funesta.

-Solo os acompaño, para poder deciros que os lo avise, cuando nos perdamos aun mas de lo que ya estamos.- Sentencie, mirando con agravio las posibles sonrisa o respuestas sarcasticas.- Sigo pensando, que sin ayuda de las criaturas magicas de esta zona, nos sera imposible salir de aqui.

No es muy difícil para el grupo volver sobre sus pasos, al fin y al cabo no hay vendaval que se haya llevado las huellas en la nieve y ni el humano, el enano o el mediano habían tomado especiales precauciones para ocultar su rastro.

Diez minutos mas tarde localizáis el punto en el que las huellas desaparecen, justo al pasar entre dos arboles que juntan sus ramas en la parte superior.

Para Willen es trivial notar el aura mágica que emana el lugar, un cruce entre planos de existencia que lleva del mundo de las fatas a la "realidad".

Grummbar se paró y miró alrededor para asegurarse de que habían llegado al sitio.

- Es aquí -dijo asintiendo-. Este es el punto exacto en el que llegamos. El problema ahora es... ¿cómo volver?

Se volvió hacia el grupo para ver si los demás tenían alguna idea. Quizá en ese momento el elfo fuera útil, después de todo.

Miro al elfo:

- Venga. Dime que tienes alguna utilidad real. ¿Sabes como abrir el portal de vuelta?

Observo al santurrón y al Enano con una sonrisa, mientras sin decir palabra cruzo el portal... Estaba convencido que regresaríamos de la misma manera que entramos, cruzando.

-No hace falta, es bien sencillo, como dice Joran. Solo hay que pasar entre los arboles... Mmmmhhh, que raro.- Dije mesandome la barbilla, mirando extrañado.- Uno pensaria, que este tipo de portal, tendria una mayor seguridad. No todos los dias, se ve un portal, que no requiera derrotar a un demonio guardian, para arrebatarle una llave mistica de su cuello, para abrir este.- O combatir una corte de fatas, pense, mientras miraba para atras, meditativo.- Sea como sea, vayamanos de aqui, y ya de paso, cortad esos dos arboles. No es nuestro problema, pero asi evitaremos que entren mas peregrinos por aqui... O salgan mas criaturas peligrosas de aqui.

Comente, siguiendo al mediano muy de cerca, cruzando el portal hacia el otro lado.

- Bfff...

Sigo a mis compañeros pensando en si el oro recompensa aguantar al elfo hasta el final.

Grummbar miró al mediano con fastidio.

- Que cortemos los árboles, dice -rezongó-. Claro, para que el portal deje de funcionar y me quede en un bosque infestado de dríades siendo el enano que acaba de talar dos bonitos árboles. Y con un hacha. Pues me temo que no. Si alguien mete la zanca en ese portal, que se apañe.

Y sin decir más, se aprestó a seguir a los otros dos.

Y finalmente llegáis de nuevo a vuestra pequeña fogata.

Sin leña.

Y vuestras mochilas parcialmente cubiertas de nieve, con vuestros utensilios. Bueno, al menos no parece que os hayan robado.

Termináis de buscar algo de madera y encendéis el fuego, no tardáis en acercaros todos y notar el calor que consigue recuperar un poco de tacto a vuestra piel. No es que haga un frío muy elevado, pero a la larga se nota bastante.

-----

Hacéis guardias y descansáis en calma, no parece que nadie os intente sacar los ojos así que el sol aparece entre las ramas y las hojas. El fuego aún está vivo y podéis preparar vuestro desayuno.

Grummbar se incorporó malhumorado y gruñendo. No había dormido bien, y los sucesos del día anterior no contribuían a su estado de ánimo.

- Bueno... ya era hora de levantarse -dijo-. Estaba empezando a helarme hasta los huesos.

La verdad era que para estar durmiendo a esa hora de la mañana con una pequeña brasa y una fina piel como abrigo, prefería levantarse y volver a ponerse en marcha. Rebuscó en su equipo algo que poder llevarse a la boca cuanto antes, y se puso en pie para moverse un poco y quitarse el entumecimiento.

-Hummm, buenos dias.-Dije perezosamente y algo helado, mientras me levantaba con un gran bostezo, pero intentando taparme la boca con educacion. Lo primero que hice, antes de que mi cerebro pudiera pensar por si mismo, fue obedecer a mi estomago, y acercarme a las brasas, con falsas esperanzas de encontrarme un conejo asado. Si al menos las driadas de ayer, hubiesen sido sexys conejos gigantes.

-El desayuno es la comida mas importante del dia, deberiamos preparar algo, antes de irnos.- Sugeri, suponiendo que la mayoria de ellos estarian de acuerdo, en desear tambien un plato decente.- Si quereis, puedo ir a buscar algunas frutas silvestres.

Entre unos gruesos mantos intentaba aplacar el intenso frio de la Noche, finalmente las voces del Enano y el Elfo que retumbaban en el campamento logran despertarme, con mi acostumbrada pereza, me levanté somnoliento mientras arrastraba los pies acercándome a lo que quedaba en las brasas, acercando mis manos para calentarme.

-Voto por un buen desayuno, pero no creas que te dejaré ir solo.... Esta vez te acompañaré- Dije desperezándome, entonces busqué algo de comer entre la mochila y alisté mis dagas...  -Bien, vamos!, pero más que frutas quisiera algo caliente para llenar la tripa... Conejo asado quizás... -Exclamaba mientras fantaseaba con un buen manjar matutino, dejando escapar una pequeña gota de baba y un leve rugido de panza.

Tomé un trozo de queso lo metí en mis ropas, para darle de comer a Mittles.

También hago 2 tiradas porque no se cual haga falta para encontrar algo decente para desayunar.

Me levanto bostezando sonoramente:

- Eso, no dejéis ir sólo al elfo que sabe Avandra donde podría acabar esta vez. La verdad es que en el monasterio solíamos ayunar hasta media mañana pero me parece una mala costumbre, aparte de que no he leído nunca que eso fuera obligado por nuestra diosa. Más bien por el cascarrabias del abad superior.

Dicho lo cual empezó a recoger el campamento mientras el halfling y el elfo iban a por algo para desayunar.

Willen y Joran se separan momentáneamente para buscar comida, el mediano no parece ser muy afortunado pero el elfo parece tener un par de trucos en la manga y aunque inicialmente solo estaba interesado en frutas silvestres, la insistencia de su pequeño escolta hace que al final cace un conejo para el.

Al volver el "campamento" ya está recogido y listo, con lo que 20 minutos mas tarde la comida está lista.

La madre naturaleza otorga, y la madre naturaleza quita, la vida siempre fluye, convoco una pequeña en idioma elfico ante el festin, agradeciendo esta comida a Gaia, y una vez terminado, procedi a coger un muslo de la presa del dia, para desgustarlo.

-Una vez comamos, deberias salir del bosque cuanto antes, y retomar el camino hacia nuestro destino, para cumplir con nuestra mision. Si, es que no hay mas distracciones.- Comente, mientras miraba a mi alrededor, algo desconcertado.- Aun me sigo preguntando, que era aquello que noto sir Joran, y porque no nos siguio tras el portal ¿Quizas era algun animal salvaje curioso, y poco mas?

El enano seguía enfurruñado, y no se dignó a mirar a Willen al contestar.

- Como si importara -rezongó-. Lo único que hay que hacer es seguir adelante y salir de este bosque. En eso al menos, estamos de acuerdo...

Dio unos pasos para seguir quitándose el entumecimiento. Dormir casi al raso en un bosque nevado y levantarse convertido en un bloque rígido aguaban el despertar a cualquiera.