Partida Rol por web

Tras cruzar el portal, mi enfado ya era tan evidente que se me hacía difícil ocultarlo aunque siguiera mudo como una roca. Finalmente, no pude más y solté un gruñido profundo.

- ¡Condenado elfo! -exclamé, salpicando de saliva las hojas-. ¡Ya sabía yo que nos traería problemas! Deberíamos haber seguido sin él. Ahora hemos cruzado ese... portal, y aunque todo parece igual hay cosas que cambian. Me da dolor de cabeza, ¿quién sabe dónde acabaremos?

Sin embargo, seguí a Batheus aún refunfuñando y no me detuve, mientras miraba alrededor atento a cualquier peligro.

Eso ocurre porque no eres muy amigo de los espejos, Grummbar... -  Sonrío y avanzo pletórico siguiendo las huellas, y apartándome del enano ante una posible represalia.

Me detengo un momento para volverme hacia mis compañeros:

- No podíamos dejarlo Grummbar. Estoy de acuerdo contigo en que creo que el elfo es más una carga que una ayuda, pero ahora mismo somos un equipo y debemos protegernos los unos a los otros.

Luego miro las huellas.

- Supongo que nuestra ruta es evidente. Propongo que Joran nos siga desde la espesura, oculto, por si nos encontramos con algo tener al menos un as en la manga...- digo mirando al halfling.

Camináis siguiendo el rastro del elfo cuando os percatáis del primer elemento que os hace pensar que estáis en otro lugar.

A lo lejos, entre los arboles, podéis ver a un jabalí de tamaño descomunal y colmillos exagerados, seguido de cerca por una manada de jabalíes de distintos tamaños (pero mas normales).

Aunque os ignoran y siguen su camino.

Miro a los jabalíes descomunales impresionado. Contemplo semejante espectáculo embobado, casi hipnotizado, hasta que reacciono a las palabras del clérigo

-¿Qué? Ah, si, claro, no hay problema. - Me lanzo a la espesura en uno de los laterales, dispuesto a fundirme con las sombras y seguirles el paso a buen ritmo.

Percibes que os están siguiendo ... alguien que usa un camuflaje a base de nieve y hojas. Y aunque es a cierta distancia, te preguntas si es que los demás no lo han visto o lo han hecho y están disimulando.

Saco lentamente mis dagas,  y me tomo el lujo de confiar en la percepción de mis compañeros. En el fondo me caen bien, pero prefiero usarlos de cebo. Si "eso" se entera de que conocemos su presencia seguramente huirá. Seguro que Grummbar puede aguantar un par de golpes a cambio de información. Miro a todos lados, desconfiado, y buscando al ser camuflado.

No parece que tenga intención de atacar, continua manteniéndose en la distancia mientras tus compañeros van siguiendo el rastro.

Me adelanto un poco al grupo y me agazapo a conciencia, con la intención de ser perdido de vista por el mismo y asaltarle o inquerirle tras observarlo de cerca.