Partida Rol por web

Os juro que os actualicé y hasta creé personajes para ello. No se donde están los mendajes. Esta noche os actualizo en cuanto tenga tiempo y ordenador.

Escuchas como tus compañeros hablan entre sí y abren la puerta. En ese momento los ruidos cesan y los escuchas hablar con un tercer sujeto.

Estás tranquilo, vigilando las puertas y la escalera de la estancia, atento a lo que pueda entrar o subir por ambas entradas. Sin embargo te parece escuchar algo y dar un paso rápido, algo asustado por lo que has visto en la habitación. Por suerte para ti ese paso te salva, un cuchillo pasa a un centímetro de tu cuello con la clara intención de matarte.

Frente a ti un hombre con aspecto herido o, más bien, muerto. Es el cadáver que investigó Kai. Está en pie. Y tiene un cuchillo.

Era demasiado, por suerte había conseguido escabullirse del ataque sorpresa, pero la verdadera sorpresa fue reconocer el agresor. No soportó la idea de que un cadáver pudiera levantarse para intentar asesinarlo, no era como en las películas de zombies, no era un virus... era algo aún más malvado. El pánico se apoderó de su cuerpo, cómo matar a alguien que ya está muerto, pensar no serviría de nada, su instinto tomó el control.

¡Aaaaah Joder! un grito mezclando la ira y la supervivencia, en el que se escondía el miedo, acompañó el disparo a bocajarro que realizó el soldado con su escopeta al desconocido cuerpo. ¡No puede ser! ¡Muere de una vez! ¡Maldito cabrón! Las incoherentes reflexiones que atravesaban relampagueantes su cabeza era expulsadas con violencia entre sus labios.

Pese a la agitada confusión que paralizaba sus movimientos, su dedo consiguió apretar nuevamente el gatillo, su mano estaba tan tensa que lo mantuvo así más tiempo del necesario, intentando reconocer la situación en la que se encontraba.

Suelto un grito de rabia al ver cómo el estúpido humano se me resiste. Me ha podido el ansia... Está siendo tan fácilque me he confiado, pero tengo que recuperar la calma: éstos son soldados y no simples marineros, y además están prevenidos.
Observo un instante al hombre clavando mis ojos de muerto en los suyos; quiero memorizar sus rasgos, me ha hecho daño y se lo haré pagar. Pero no ahora. Muestro una fea sonrisa inexpresiva con las encías manchadas de sangre y echo a correr hacia el piso inferior mientras genero la ilusión de un grito desgarrador con la voz del sargento escaleras arriba. Tal vez me siga o tal vez no, pero eso le hará dudar lo suficiente para darme tiempo.

El marinero encaja el disparo sin que su rostro siquiera se inmute y a continuación sale corriendo escaleras abajo, al interior del barco.
Mientras tanto se escucha la voz del sargento Adam dando un grito en el piso de arriba, un grito desgarrador.

Una fuerte sensación de adrenalina le empujó a seguir al acechador, pero el grito de su lider lo frenó en seco rápido, otorgándole un segundo de consciencia. Joder, qué coño está pasando. Sin demasiadas opciones a reflexionar, arrancó sus pasos hacia el piso de arriba, con presteza hasta alcanzar el umbral que descubriera la escena, pues el encontronazo le había espabilado y no dejaba de volver su mirada hacia atrás, sintiéndose vulnerable sin nadie que pudiera cubrirle las espaldas.

¡Soldado V. en la puerta! Gritó para evitar el fuego amigo acompañado de un rápido vistazo tras el cañon de su escopeta, esperando descubrir qué había provocado que el sargento gritara de aquella forma.