Partida Rol por web

Pese a haber acabado con el clan de hombres serpiente, el mal no ha sido erradicado por completo en la ciudad de Freeport.

Tras un día largo de fiesta, que transcurrió entre cerveza y cerveza gratis hasta que ciertos personajes bebieron demasiado y, por no utilizar métodos violentos, os retirasteis junto al fuego de la posada donde Alaina, Rollo y Malevir habían pasado casi un mes desde su llegada a Freeport. Zenram había dormido en una habitación en la Pluma del Estudiante, con sus nuevos compañeros (de lo poco, a su parecer, decente que ha encontrado en Freeport).

A la mañana siguiente, más tranquilos y despejados el grupo pudo contar al clérigo de Fharlanghn casi todos los detalles de su investigación contratada por Egil acerca del secuestro de Lucius, de cómo lucharon contra la hermandad de hombres serpiente y vencieron dejando atrás a un compañero caído.

Esa misma tarde, en la Pluma del Estudiante, estando el grupo y Zenram ya cenando, recibieron una visita inesperada.

El hermano Egil os saluda con un leve movimiento de mano mientras entra en la habitación. Cruzando entre las mesas, se mueve rápidamente y mantiene sus ojos mirando de uno a otro lado. Cuando un viejo marinero deja caer su plato en la mesa, el clérigo se gira en tanto comienza las primeras sílabas de lo que será reconocido por Zenram como un hechizo de protección. Está avergonzado por su fallo pero no se muestra muy aliviado.

- Es bueno encontraros de nuevo- dice el hermano Egil mientras toma asiento junto a la pared, después de que Malevir haga las presentaciones entre Zenram y Egil. Lucius ha preguntado por vosotros, espero que estéis todos bien.

-Saludos, Egil. Siéntate con nosotros. - responde cordial cuando el clérigo le hace apartar su atención de las irregularidades de la mesa. - ¿Cómo está Lucius? Con lo de Thorgrim, nos olvidamos de él tras el rescate... - reconoce algo avergonzado.

La nerviosa actitud del hombre de fe impulsa a Rollo a plantearle sus sospechas.

-No es una visita de cortesía, ¿verdad? - dice mientras niega ligeramente con la cabeza.

Después de escuchar lo que habéis hecho durante el pasado mes e informarse de manera vaga acerca de Zenram y su religión asiente con un cabeceo. Entonces toma una gran bocanada de aire y se inclina hacia vosotros.
- Perdonadme por estar distraído- dice-. Creo que alguien está deshaciendo la buena obra que habéis hecho a Freeport.

El sacerdote echa una mirada nerviosa alrededor de la habitación antes de continuar:
- Han estado sucediendo... cosas. No estoy seguro de poder ser más específico que esto. Durante este mes, he estado percibiendo como la atmósfera cambiaba a mi alrededor. He estado viviendo aquí toda mi vida, pero ahora las calles me resultan extrañas. Las calles parecen tener ojos pero no caras. Descubro movimientos en los límites de mi visión. Veo formas en la ventana cuando estoy solo en una habitación. Escucho pisadas detrás de mi en la calle, pero cuando me giro no veo nada. Tal vez sean sólo nervios, casi podía creerlo. Pero entonces apareció un intruso.

Estaba con Lucius cuando lo vi. Lucius ha estado... bien, le es difícil readaptarse. Estoy seguro de que podéis entenderlo. Primero la posesión, después el secuestro... hacemos lo posible para que esté lo más cómodo posible, pero hay cosas que están más allá de las posibilidades de un sacerdote. Durante días se ha colapsado en su escritorio: entra en un estado febril y se desmaya sobre los papeles. Uno de nosotros le lleva a casa después del correspondiente conjuro. Anoche fue mi turno.

Le tumbé en su cama y me senté un momento para tomar un poco de aire. Cerré los ojos un momento; entonces, de repente, estaba despierto en medio de la noche. Empecé a moverme, pero algo que dijo que era mejor no hacerlo. Me mantuve sentado con los ojos entreabiertos, dejando que se acostumbraran a la oscuridad.

Sentí su presencia antes de verlo: un cúmulo de oscuridad planeando como una nube de sombras.Estaba demasiado asustado como para respirar. El poco aire que pude tomar traía consigo un curiosos odor: algo limpio pero denso. Parecido al agua sobre las rocas. Frías, musgosas cuevas. Algo parecido a una serpiente.

Vi a la figura moverse por la habitación. Revisando cajones. Examinando libros. No pude imaginar qué podía querer robar, ya que nuestra orden tiene voto de pobreza. Entonces encontró lo que estaba buscando - un gran rollo de pergamino. Lo introdujo en un de los bolsillos de su capa y abandonó la casa tan silenciosamente como había llegado.

No puedo decírselo a Lucius. Creo que destruiría la poca salud que le queda. También estoy asustado por mi mismo, y por la ciudad. No creo que realmente el Consejo esté limpiando las cavernas. ¿Cómo pueden haberse dejado algo como eso? sospecho que hay algo siniestro trabajando aquí, más que mero descuido. Milos vivió entre nosotros con una forma falsa. Convenció a mi orden de que era un trabajador dedicado - por no mencionar humano. ¿Quién sabe cuántas otras formas tomaría, a cuántos otros engañó? ¿Y quién sabe cuantos otros como él habrá?

No somos una orden luchadora. No tenemos la fuerza como para examinar esto por nosotros mismos. Pero no puedo descansar hasta que esto esté solucionado. Me gustaría encargar vuestros servicios otra vez para averiguar cuál es la situación real del templo serpentino, y descubrir qué clase incursiones hizo Milos en la ciudad.

Malevir estubo todo el tiempo atento a las palabras de Egil, pero rapidamente no pudo evitar desconectar y pensar en la cueva donde mataron a Milos y encontraron una habitacion donde habia mucha informacion sobre el supuesto mal que acecha a Freeport. Egil, cuando estubimos en la caverna donde encontramos a Lucius, encontramos una habitacion donde habia informacion acerca de este mal. Se investigo estos papeles? Creo que este mal que acecha no trae nada malo. No deberiamos dar información a nadie de la orden. No sabemos si son amigos o infiltrados. Que opinais amigos?

- Como decía, el templo que vosotros descubristéis está siendo limpiado por el Concilio; sin embargo, al parecer se desprende por el incursor de anoche que no están haciendo bien su trabajo- responde el sacerdote mientras revisa con la mirada a la clientela de la Pluma del Estudiante-. Por eso acudo a vosotros; me gustaría contrataros para que investigaseis los pasos de Milos en la ciudad y os cerciorarais que la limpieza del templo se está llevando a cabo.

- Os puedo ofrecer hasta 100 piezas de oro a cada uno por vuestra ayuda, e incluso tal vez pudiera conseguir algo más- ofrece, lo que para una orden como la de Zrumpes, dios del Conocimiento, ha de suponer bastante dinero-. E incluso he investigado algo y he descubierto que Milos, bajo otra falsa identidad, alquilaba habitaciones en el Casco Viejo de la ciudad: no sé cuál era exáctamente el nombre de la taberna, pero el alter ego de Milos era Devlin y se hacía pasar por un comerciante violento.

- ¿Puedo contar con vosotros?- pregunta. Supongo que tendrás alguna misión que hacer aquí en Freeport, pero si no tu ayuda sería muy bienvenida.- afirma ahora dirigiéndose en particular hacia Zenram.

El clérigo sonríe afablemente en un intento por agraciarse con el sufrimiento de Egíl... Mi misión se reduce a viajar por el mundo, conocer lugares, costumbres, valles y montañas, ríos y mares, así como de guardar buen registro de todo esto, sin embargo mi corazón va mucho mas allá, mi alma no podría descansar conociendo que esta ciudad es aquejada por tan terrible mal y que yo no he hecho nada por mitigar el dolor de buenas personas como ustedes...

El clérigo estira la mano a Egíl. Puedes poner a buen recaudo la recompensa que me ofreces, úsala mejor para paliar el sufrimiento de esta ciudad, úsala para proteger a los que no pueden protegerse solos, administrala para los pobres y hambrientos, yo por mi parte haré lo que este a mi alcance para terminar de una vez por todas con el mal que se cierne sobre Freeport...

Egil estrecha gustoso la mano de Zenram:
- Ojalá hubiese más gente como tú, y como vosotros- dice también dirigiéndose al resto del grupo-, supongo que no estaríamos en esta situación y todo funcionaría bastante mejor. Has de saber que mi gratitud siempre estará contigo, consigas o no erradicar al mal, pues tu ayuda a la causa llega en un momento que puede ser de gran utilidad. Gracias- añade finalmente cuando suelta la mano del clérigo.

Con la mira fija en la pared alaina esboza una sonrisa que destila todas las ansias de venganza que tiene pero su  mente se centra en la información recibida.

Puedes disponer de mis manos para esta labor Egil .

Esas criaturas pagaran cara su ofensa

-Lucius, Lucius...- suspira - Ese hombre atrae a los demonios como la miel a las moscas. ¿No han pensado en desterrarlo a algún islote lo más lejano posible? - añade en un tono tan serio que hace dudar si se trata o no de una broma.

-En fin. - se encoge de hombros - Díle al Consejo, si no se han dado cuenta ya, que el templo subterráneo comunica con el mar. Quizá limpiáramos aquello, pero "algo" nuevo puede haber entrado. De todos modos, seguro que en la ciudad no le faltan guaridas y simpatizantes al culto de las serpientes. Devlin, el comerciante violento. Es un buen punto de partida. Si ponía empeño en interpretar bien su papel, puede que también le conozcan en...el mercado...y en el puerto...- se va refrenando hasta detetener su cháchara.

-Sí, yo también estoy dispuesto a ayudar. - aclara, dándose cuenta de que ya se ha lanzado de cabeza a la investigación sin responder a Egil a las claras.

Malevir queda absorto en sus pensamientos Ummmhh debe de haber algun hechizo que haga mostrar el verdadero rostro de las personas... asi podriamos saber si las personas con las que nos cruzamos en algun lugar puede ser un hombre serpiente o solo un simple humano... tras estar pensando un buen rato y Egil esperando una respuesta afirmativa por parte de el dice Ahh! si claro cuenta conmigo! tiene razon Rollo deberiamos empezar por ese comerciante tan agresivo.

- Gracias, muchas gracias -repite una y otra vez Egil mientras estrecha la mano de cada uno de los compañeros; varias veces. Sabía que podría contar con vosotros. Gracias amigos.

- Bien, si no tenéis ninguna pregunta creo que debería marcharme ya ahora que hay bastante luz- afirma-. Si necesitáis algo ya sabéis donde encontrarme.

Zenram no parece tener ninguna pregunta, por el contrario su mente ya repasa mentalmente los conjuros de protección que tan útiles le han sido durante sus viajes, algo le dice que muy pronto se harán necesarios, sobre todo al escuchar los terribles acontecimientos que han acaecido últimamente...

Por mi parte no tengo nada mas que agregar, me gustaría ir a el lugar señalado antes de que oscurezca, me temo que en un lugar como este las noches no sean el momento mas adecuado para hacer indagaciones, aun que probablemente si lo sean para obtener respuestas.

Malevir se levanta con decision y dice Bien pues si ni Rollo ni Alaina tienen mas que aportar, tambien pienso que deberiamos ponernos en marcha como siempre... Tras esperar a que todos se pusieran depie Malevir dijo mmm teneis alguna idea de como entrarle al mercader este? No creo que sea tan facil llegar, preguntarle que sabe de Milos y que el tio nos conteste... que tal si nos ganamos su confianza? alguna idea?

Solo tres cosas sueltan la lengua de los mercaderes......el licor , el dinero y .......

Alaina mira su cuerpo de arriba abajo.  

La 3 mejor me la callo.

Podemos proponerle una buena transacción económica y mientras sus ojos se centran en su futuro ingreso sacarle con sutileza los datos que necesitamos.

-Ejem - carraspea - el comerciante Devlin, alias Milos, murió ensartado, rebanado y aplastado en aquella pútrida capilla subterránea.

Y con él, Thorgrim. - recuerda con amargura.

-Lo que debemos averiguar, y con discrección, es con quien tenía contacto, que lugares frecuentaba... Vayamos al mercado antes de que caiga la tarde y desmonten los puestos.

Bajando del banco con un saltito, coge sus pertrechos y saluda con una informal reverencia a Egil.

El clerigo de Fharlanghn no tiene nada mas que agregar, pr lo que se limita a asentir y se dispone a seguir a sus nuevos compañeros a través de la ciudad y hasta el mercado, donde esperan encontrar algunas respuestas...