Partida Rol por web

Finalmente, y una vez decidido que el lugar idóneo para averiguar cuál era el lugar que frecuentaba Milos cuando se hacía pasar por comerciante es el mercado, los antiguos compañeros y su recién llegado del continente amigo Zenram sale de la taberna para recibir el sol de la tarde en sus rostros.

El clérigo camina tranquilamente por las calles de la ciudad, igual que un niño curioso se entretiene en preguntar una y otra vez a sus nuevos compañeros sobre las distintas estructuras que van pasando y su uso...

Entonces eso es una tienda?, vaya diseño tan extraño... Y entonces me cuentan que el mercado es enorme y bullicioso?, ya quiero verlo...

Malevir tomo las indicaciones de Egil mal y con un Ups.. Sonrio a Rollo y decidio seguir a Zenram con todo la paciencia del mundo iba contestanto tales frases como si fuera las de un niño Si Zenram eso es un mercado...

Seguro que ese tal Milos se lo pasaba intentando aprender cosas oscuras... Quizas una biblioteca encontremos algo de informacion. No?

-No creo que haya ninguna más grande que la del templo. Por algo es el dios del conocimiento. De todos modos, puede que tuviese libros...especiales escondidos aquí y allá. Ya encontramos algunos en aquel nido de serpientes. Si no los escribió él mismo, quizá se los hiciese traer de lejos. Por eso comentaba también que sería interesante preguntar después por Devlin en el puerto.

Mientras habla, el gnomo lanza vistazos furtivos a su espalda.

-Cuando empezemos con las preguntas tendremos que ser precavidos. La última vez, contrataron a una compañía de mercenarios para que saciasen nuestra curiosidad con acero. - recuerda con incomodidad la sangrienta emboscada en aquella oscura y estrecha callejuela.

El grupo camina con tranquilidad hacia el mercado con la sensación de estar siendo observados. Sin embargo, cada vez que ven algo moverse en los límites de su visión o creen haber oído pisadas a su alrededor, cuando se giran a mirar ya no hay nadie allí.

Unos minutos más tarde, el grupo llega al puerto.

Al llegar al mercado, en un mal iluminado callejón ves a una figura encapuchada que os observa. No te da tiempo a verle la cara pues, en cuanto te descubre mirándole, se mueve tras una esquina.

Compañeros creo que nos siguen, cerca de ese callejón un hombre encapuchado nos observaba puede que aun este alli .

Dice alaina susurrando a sus compañeros.

¿qué hacemos?

El clerigo camina al lado de sus compañeros sin preocuparse en lo mas mínimo de los peligros que pudieran enfrentar, a pesar de los nada halagüeños comentarios de sus nuevos colegas Zenram no puede creer que la ciudad sea realmente tan peligrosa, por esto cuando escucha las palabras de Alaina gira la cabeza despreocupado en la dirección señalada...

Pero mujer, seguramente son imaginaciones tuyas...

Aun en susurros
Soy una gata que aprendió en la calle, me equivocare y con mucha frecuencia en otras cosas pero no con los peligros que nos rodean... SE que nos siguen, puede que solo sea un ladronzuelo o nuestro inminente  enemigo... pero alguien va tras nosotros

-Yo confío en la gata. Si dice que nos siguen...- susurra

Con la mirada busca en la zona más bulliciosa de la calle que da al puerto a alguna mujer de complexión, ropaje y cabello lo más parecidos posibles a los de Alaina.

-¿Por qué no intentas escabullirte? Con suerte, tomará a esa - señala sutilmente a la mujer con la mirada al tiempo que camina para colocarse cerca de ella - por ti y no esperará que le aparezcas por la espalda para pedirle explicaciones. Vosotros dos, que sois altos, - añade refiriéndose a Zenram y Malevir - podéis colocaros de manera que no se vea con claridad que esa mujer no es Alaina.

Malevir mira a Alaina y despues dice susurrando y poniendose la mano en la boca a modo de bostezo  No seria la primera vez que nos siguen. Tiene razon Rollo porque no intentas escabullirte entre el mercado y despues cuando lo tengas nos avisas Malevir se situa detras de Alaina y le señala a Zenram que haga lo mismo

El clerigo se da cuenta de inmediato que el grupo sabe de lo que están hablando, cada movimiento, cada gesto, esta coordinado para un mismo fin...

Muy bien... Susurra por lo bajo al tiempo que hace lo que Malevir le indica...

Alaina sin decir nada le dedica una sonrisa a su compañeros y se confunde entre la gente como si de una sombra se tratara a la espera de ver otra vez a esa persona.

Pasan varios minutos en los que mientras Zenram y Malevir cubren a la falsa Alaina, la joven pícara se dedica a buscar al encapuchado que había visto. Sin embargo este parece haberse desvanecido, no hay ni rastro de él y finalmente no puede sino darse por vencida.

Pasado un buen rato alaina regresa donde sus compañeros

No fui capaz de encontrarlo pero tendremos que andar con pies de plomo

Amigos hagamos como si nado hubo ocurrido... Quizas el encapuchado que nos seguia se ha dado cuenta, al final, de que le hemos pillado espiandonos. Sigamos, Alaina nos alcanzara Sin mas Malevir se pone andar mirando, esta vez con mil ojos mas

El grupo penetra en el mercado desconfiando de casi todo el mundo, excepto Zenram claro, que aún duda de que la cosa esté tan mal como dicen sus compañeros. Allí la sensación de estar siendo observados no desaparece, incluso hasta el punto de que Malevir empieza a asustar a la gente cuando empieza a clavar la mirada en todo aquel que siquiera echa un mero vistazo sobre los aventureros.

Una vez allí, y tras varias y discretas preguntas no tardáis en averiguar que el tal "Devlin" solía alquilar una habitación en la Luna del Marqués, una posada de mala reputación.

-Ese encapuchado es hábil, maldita sea. - refunfuña cuando Alaina vuelve con las manos vacías.

Antes de dejar el mercado, Rollo hace una pregunta más al mercader que les ha dado el nombre de la posada. No quiere desaprovechar la ocasión de lograr más pistas, por si esa habitación alquilada resultara ser un callejón sin salida.

-Su mercancía es buena. Estábamos interesados en comprarla, pero en una cantidad importante. ¿No sabrá por casualidad el nombre del barco que le aprovisionaba? O, al menos, de dónde la hacía traer. - dice con aires de ser alguien acostumbrado a hacer negocios.

El clerigo no entiende que es lo que preocupa tanto a sus compañeros, si bien el mercado es mucho mas bullicioso de lo que le habían contado, e realidad hasta el momento no había visto mas señales de alarma que el atentado al capitán, sin embargo los sencillos habitantes de la ciudad parecían vivir sus vidas en calma y tranquilidad.

De verdad les preocupa tanto el que alguien pueda seguirnos? Dice mientras continua caminando entre la gente...