Partida Rol por web

Una llamada de auxilio se oye de fondo y los enanos se giran en aquella dirección. - Prisioneros fugados y armados. Ayuda - son las palabras que consigues distinguir en idioma enano.

- Vosotros dos, ir para allá - ruge el enano furioso del látigo a dos de sus congéneres. Dos de los cuatro enanos que estaban encadenando a los prisioneros, dejan su tarea y salen corriendo, desenfundando sus mazas se adentran más en la ciudad subterránea y los perdéis de vista...

Ante el sonido de costillas rotas me emociono a pesar de la herida que cruza mi pecho y eso hace que me confíe y el látigo del otro enano se enrolle en mi cuello y caiga de bruces al suelo ante su tiron

Esperad. Susurra Kahvi a sus compañeros al oír el alboroto que se estaba produciendo. Se han debido de escapar algunos prisioneros, aprovechemos ahora para acercarnos más. Indicó el enano con ansias de saber que diablos hacían en aquel lugar los Acero Oscuro.

A pesar del acercamiento, Kahvi aún no había conseguido distinguir en las palabras de aquellos enanos el motivo por el que se encontraban allí, ni lo que buscaban.

En enano tira el látigo al suelo y empuña su maza y en el momento en que se adelanta para intentar aplastar tu cabeza contra el suelo, aparece Garret y desvía el golpe - Levántate, rápido! - dice apurado cuando escuchas el ruido de varias pisadas y divisas a otro par de enanos que se acercan a por vosotros.

Os deslizáis sigilosamente cual sombras hasta llegar a una posición más cercana. Los prisioneros están encadenados unos a otros mediante grilletes en los pies. Del edificio que hay justo detrás de los prisioneros sale un enano, ataviado con una coraza de acero adornada con runas doradas y el blasón de los Acero Oscuro grabado en el pecho de la armadura. A la espalda lleva colgada una gigantesca maza con brillantes inscripciones. Los otros tres enanos se llevan le puño derecho al pecho y bajan la cabeza en señal de respeto.

- ¿Cómo va el recuento de prisioneros? - pregunta con voz autoritaria.

- Faltan los del sector C, señor. Estamos teniendo problemas, al parecer se han escapado, pero estamos dando buena cuenta de ellos... - responde de forma dócil el que agitaba su látigo y rugía como una bestia hace escasos segundos.

- No quiero bajas - ordena con los ojos inyectados en sangre el de la armadura - Ese maldito terremoto ha derrumbado la entrada principal a las galerías. Necesitamos que esta escoria humana abran de nuevo el túnel si queremos seguir extrayendo diamantes - el enano da media vuelta y se encamina de nuevo hacia el edificio de dos plantas del que ha salido, pero antes de entrar de nuevo por la puerta se gira - Dile a tus perros, que pagarán las bajas que causen entre mis prisioneros ocupando sus lugares.

Me intento levantar ante las palabras de Garret y atacar al enano pero el tiron que me ha dado me ha dejado sin aliento y lanzo un hachazo al aire sin siquiera calcular errando por mucho mi objetivo

Diamantes. Fueron las palabras que se le grabaron a Kahvi nada más oírlas. Ahora ya sabemos que hacen aquí, y lo más importante, que los diamantes están aquí. Tenemos que volver y avisar al resto... Proponía el enano mientras se daba cuenta de que no podrían volver por donde habían llegado.

Puede que si tomamos el camino que siguieron los prisioneros que han huido encontremos alguna salida.

El enano se defiende de tu torpe embestida y lanza un golpe en arco con su maza para golpearos a los dos. Garret consigue esquivarlo con una pirueta y cuando el movimiento quiere llegar hasta ti, carece de la fuerza necesaria y se queda a escasos centímetros de tocarte. 

Garret le propina una patada poco deportiva al enano, que se encoge sobre si mismo, tirando la maza al suelo, y da un paso para atrás aturdido.

Pero sin daros tregua, los otros dos enanos que acaban de llegar cargan contra vosotros con un grito salvaje. El que se encara contigo tropieza torpemente y cae de bruces al suelo, comiendose al caer su propia maza, literalmente, de tal forma que se parte la boca con el arma y queda inconsciente...

Garret no tiene tanta suerte y su contrincante le propina un mazazo en el brazo derecho. Justo cuando recibe el impacto oyes perfectamente como cruje el hueso y tu compañero grita de dolor, retrocede unos pasos y deja caer el arma.

El sonido del acero contra el acero se mezclan con gritos de dolor y rabia, que vienen desde el fondo de la caverna, en la dirección por la que se habían ido los enanos en busca de los prisioneros fugados.

- ¿Están presentando batalla? - comenta el del látigo, con una voz temblorosa que denota sorpresa - ¿Cómo es eso posible? Si están desarmados...

El enano del látigo y sus dos compañeros se revuelven, nerviosos, cruzando miradas, mientras que los aterrados cautivos tiemblan e intentan mantenerse en pie a pesar de la flojera que les entra en las piernas.

- ¿Qué ha sido eso? - pregunta uno de los Acero Oscuro - Me ha parecido oír algo, por allí... - le dice al del látigo, señalando en vuestra dirección.

Cuando veo como el brazo de Garret se rompe reacciono sin pensar y lanzo mi hacha hacia su atacante, ignorando al enemigo medio aturdido que tengo delante. Cuando el hacha vuela de mi mano me lanzo hacia el enano con los dientes partidos para recoger su maza y poder defenderme asi del enano con el latigo

¡Maldición! Creo que nos han descubierto... aprisa marchemonos de aquí cuanto antes. Dijo Kahvi apremiando a su padre y a Brann para que volviesen sobre sus pasos.

El enano coge la maza que lleva enfundada en el cinturón y se acerca...

Tu hacha vuela salvaje hasta el enemigo de Garret y le secciona el cuello, generando una fuente de sangre que sale a presión y lo empapa todo de color rojo.

Cuando vas a recoger la maza, tan solo queda en pie el enano al que Garret le había dado una patada en sus partes bajas, que parece recuperarse del golpe y se abalanza sobre ti con la maza en alto. En ese momento el que está en el suelo con la boca partida te agarra fuerte de la pierna, mientras escupe sangre y dientes por igual, mostrando una sonrisa mellada.

Intento librarme del agarre del maldito enano que creia que estaba inconsciente sin exito, mientras intento esquivar el ataque del enano con el latigo. Soy incapaz de librarme del agarre pero por suerte logro esquivar el ataque

El enemigo se acerca a vuestra posición a la vez que tu y los demás os escurrís entre las sombras y os alejáis del sitio sin ser detectados.

- Habrá sido mi imaginación - escupe el enano en un susurro y vuelve a su posición a regañadientes. 

De fondo el sonido de la batalla continúa. Los gritos de dolor y el chocar del acero con el acero siguen alzándose sobre el silencio de la caverna.

- Qué vamos a hacer? - pregunta Bronn en voz baja - no podemos dejar que esos Acero Oscuro se salgan con la suya. Deberíamos caer sobre ellos ahora que tenemos ventaja, no os parece?