Partida Rol por web

Test Campeonato RPW

Escena 1. Fantasía

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17/09/2017, 22:40
Director

No tenía sentido retroceder. Aunque no los veían entre los matorrales que quedaban a sus espaldas se podían escuchar los pesados movimientos de los licántropos. Se les habían echado encima cuando estaban cruzando el río. A duras penas habían contenido al primero de ellos y cuando escucharon a la manada que lo seguía se dieron cuenta de que la única opción era huir. Pero huir de un licántropo en un bosque al atardecer es algo mortal de necesidad.

Por eso cuando alcanzaron el claro de la muralla y se dieron cuenta de que los monstruos retrocedían sintieron un alivio esperanzador. Aquellas muralla semioculta por la vegetación que reclamaba su espacio era una enorme construcción de basalto oscuro. Todavía recuperándose de la persecución los aventureros se dieron cuenta de que habían encontrado lo que buscaban. La ciudad perdida de los Hombres Oscuros, Karengaarn, estaba ante ellos. No tenían muchas opciones. Suponían que algún tipo de tabú o quizás alguna magia especial mantenía a raya a los licántropos pero no estaban seguros de si su efecto sería continuo, así que decidieron atravesar las murallas para ponerse fuera de su alcance visual.

Ahora, mientras daban unos pasos entre las ruinas, sintieron el ominoso silencio que lo cubría todo. Hasta los aullidos de los hombres lobo habían cesado. Ante ellos se alzaba una ciudad en ruinas, construida toda con la piedra negra viscosa que habían visto en la muralla. La mayoría de los edificios se habían venido abajo pero uno se mantenía todavía en el centro. Era un gran domo de dos plantas de altura, cubierto de hierba y alrededor del cual habían crecido frondosos árboles pero que no habían llegado a derrumbar su estructura. Sus enormes puertas de madera hacía siglos que se habían podrido y caído de los goznes, mostrando un portal negro que parecía darles una silenciosa bienvenida. 

Atardecía en la ciudad muerta de Karengaan, donde sólo las pisadas de los aventureros rompían el silencio.

Notas de juego

Comenzamos.

Lo dicho de las normas:

- Turno diario
- Intentaré esperar a que todos contestéis antes de hacer avanzar la trama.
- Los tiempos y formatos de redacción son libres. En el campeonato no seré yo quien dirija las partidas así que cada uno podrá hacerlo a su manera.
- Lo que sí os pediré en esta partida es que NO uséis negritas para el diálogo. Les tengo una manía especial, así que mantengo esa única norma.
- Los personajes están abiertos a vuestra interpretación. No tienen ningún arquetipo concreto asignado. Es parte del concurso ver como los dotáis de vida.

Por lo demás: cuando ustedes quieran.

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17/09/2017, 23:32
Lianna

Huir y correr de los licántropos era cuando Lianna podía hacer, puesto que hacerles frente directo no era una opción. Las emboscadas, las trampas y el juego sucio era algo a lo que estaba más acostumbrada. Es por eso que puso pies en polvorosa cuando decidieron huir tras bloquear con dificultad el ataque de solo una de esas criaturas. Bichos sedientos de sangre que habían huido al llegar a aquella misteriosa construcción.

“Esto no puede indicar nada bueno” pensó la joven, mirando alrededor y tratando de inspeccionar el lugar con pies ligeros. Aquel lugar le producía escalofríos, pero al mismo tiempo alivio de saber que estaban a salvo de otras cosas. Suspiró y caminó con el resto, sintiendo que solo sus pasos rompían el silencio sepulcral de aquel lugar. “Nada nada bueno” se dijo a sí misma antes de alzar la voz a sus compañeros.

-Este sitio me pone los pelos de punta- opinó, poniendo atención a dónde ponía sus pies. -¿De verdad tenemos que entrar ahí? Desde luego no bromeaban con eso de llamar ciudad muerta a este sitio… Ug, mirad esas piedras, me recuerdan a aquel potingue que intentaste untarme aquella vez, Serendira. ¿Qué decías que era? ¿Ungüento para desinfectar? 

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Puedo tirar notar por detectar trampas?

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17/09/2017, 23:37
Efrén

Por fin entre aquellos muros, no le hubiera molestado ver que alguno de aquellos licántropos se atrevía a pasar a través de la piedra negra, el combate anterior había sido agotador y la molesta huída necesaria, pero si ninguno de eso canes humanoides osaba entrar su entretenimiento acababa, sin una discordia que saciara su sed bélica aquellas personas no eran muy diferentes a un grupo de muebles con piernas que podían resultar molestos si hablaban en exceso. Se rascaba la cabeza, pensando que en el fondo apreciaba a aquellos incordios de "muebles".

- Eso no importa, este lugar es un poco aburrido, ¿no podía haber decidido almenos uno de ellos jugar con nosotros? - el silencio sepulcral tampoco le gustaba, era un tipo que tendía a contradecirse en ese aspecto, un ruido de fondo o una pelea en la taberna, tendía a ser la mejor tonada de cuna, por ello a veces era él quien cantaba al son de sus propios golpes, para que durmieran otros como él a quienes les tocara un merecido reposo.

Al escuchar a Lianna, no pudo evitar sonreír - yo por si acaso no encendería un fuego cerca, no vaya a arder - aquel tono le recordaba la brea, y no quería acabar en la cazuela de algún loco que hubiera pensado que esa cobertura sería inteligente.

Revisó el lugar en busca de algún rastro pasado

- Tiradas (1)
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18/09/2017, 11:00
Serendira

Serendira trazó en el aire la seña de Gatzara el poderoso como medio para alejar a los malos espiritus que a buen seguro rondaban por la sepulcral ciudad de Karengaan. Torciendo el gesto dijo

-Si ni esas viles alimañas se atreven a entrar aquí debe ser por que cosas aun más impías reptan y culebrean por estas ruinas. - y señalando a sus compañero añadió con un deje de beatería- Tened en todo momento en vuestras mentes el santo nombre de Gatzara el magnífico y rezadle para que nos aleje de todo mal. Me temo que necesitaremos su bendito auxilio antes de que termine esta aventura.

Y sujetando con fuerza el báculo se dispuso a seguir a Lianna quien ya se adentraba en el cavernoso edificio. Al oir su comentario arrugó el morro y murmuró algo sobre las mujeres de moral relajada, el humor blasfemo y la condenación. Pero en algo tenía razón la picara. Y levantando el baculo entonó la salmodia:

-¡Oh Gatzara! ¡Señor de los ojos brillantes! ¡Ruega tu sierva que reveles lo oculto! ¡Que tu mirada penetre la oscuridad que nos rodea y nos muestre los secretos que en ella moran!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasto los dos puntos de poder y tiro Fé para echar mano de Detección Arcana

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18/09/2017, 12:55
Jordun

Jordun estaba con su último aliento. Cansado de luchar, cansado de correr. Sobretodo esto último. Esforzándose conseguía respirar, y ya era todo un logro.

Habían conseguido evitar a esos licántropos, con mucho esfuerzo, pero parecía que se habían metido en un lugar peor. Y no, no le daba buena espina. Aún así, Jordun mantuvo el tipo. No podía mostrar lo asustado que estaba ¿Qué tipo de aventurero sería si se asustaba a la mínima? O quizás más importante, ¿qué tipo de aventurero creerían el resto que es si se mostraba asustado? Jordun no quería conocer la respuesta a estas preguntas.

 

-Chicos, no se vosotros pero me da que nos hemos metido en problemas aún más grandes…- Nada más decir esto y mientras recuperaba el aliento, se concentró unos segundos intentando descubrir algún hechizo o trampa mágica. Nunca se sabe donde podía estar el peligro.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro conocimiento arcano para detectar magia y similar. Ignorad la segunda tirada, ha sido un despiste.

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18/09/2017, 20:21
Director

Lianna nunca se fiaba de nada y mucho menos de aquella ciudad en ruinas. Ruinas, tesoros y trampas solían venir en paquete indivisible. Que los licántropos se hubieran quedado a las puertas no la tranquilizaba en absoluto. Sin embargo el camino que conducía al domo y el umbral del mismo estaban libres de cualquier trampa mecánica1.

Tras ella venía Serendira concentrándose para detectar las posibles emanaciones mágicas del sitio. Y la verdad es que podía notarlas. Era una magia muy poderosa pero que no estaba localizada en un punto exacto. Manaba alrededor del domo2. El poder de la magia era tan fuerte que reaccionó con el simple conjuro de la sacerdotisa formando, repentinamente, un glifo de luz azulada que flotó un momento en el aire antes de disiparse.

Jordun reconoció el glifo3. Lo había visto en libros muy antiguos que hablaban de la vieja magia de los Hombres Oscuros. Aquel era un glifo de contención. Y uno muy poderoso. Pero ¿contención hacia donde? ¿Hacia fuera o hacia dentro? Quizás ese glifo pudiera explicar por qué los licántropos no podían atravesar los muros. O quizás sirviese para contener a algo que estuviera dentro del domo. La magia era más resistente que las puertas.

Efrén se levantó del suelo. Hacía mucho, mucho tiempo que nada se había movido por aquel camino. En realidad parecía que lo único vivo que había en el lugar eran las plantas que lo asolaban todo. Pero no había rastro de ningún tipo de huellas4.

Notas de juego

[1] Tirada de buscar trampas, éxito. Pero no hay nada.

[2] Tirada de Detección Arcana. Éxito. 

[3] El conocimiento arcano realmente te valdría para mostrar lo que sabes sobre cosas que tengan que ver con la magia. Detectar magia es un conjuro como el que ha usado Serendira. Cuando hice a los personajes preferí repartir los poderes para que os complementaseis. De todos modos aprovecho tu tirada para 'iluminar' un poco más la ambientación.

[4] Tirada de Rastrear. Éxito.

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18/09/2017, 20:35
Efrén

- Sin rastro alguno, si esto tuvo visitas, creo que hace tanto de ello que hasta los muros se han olvidado - sus compañeros hacían mención sobre lo inseguros que se sentían en aquel lugar, y de que si los licántropos no se acercaban era porque allí había algo peor, pero ninguno huía de esos muros de brea.

Era lógico, el instinto les hacía preferir un riesgo venidero a uno presente, pese a que el futuro pudiera ser peor nadie rechazaría la posibilidad de que dicho riesgo no fuera tan peligroso para seres pensantes. Si llegara a ser un destino peor ya habría su instante de lamento, el hombre comenzó a seguir a sus compañeros, y se fue avanzando para ir en cabeza junto a Lianna - si hay que luchar puede ser útil que vaya en la vanguardia - sorió a la muchacha como pidiendo que fuera cautelosa y acto seguido sin dejar de caminar, abrió bien los ojos y llevó sus manos a las orejas en forma de cuencas, si había algo, quería percibirlo antes que nadie.

- Tiradas (1)
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19/09/2017, 09:52
Lianna

No había trampas, lo que sea que viviera allí no se había molestado en proteger su hogar. Eso pensaba Lianna, pues la ratonera donde vivía antes tenía trampas hasta en el tejado, uno nunca sabía por dónde iban a venirte los enemigos. Y se hacían muchos enemigos robando a la gente, porque quizás no te vieran al momento, pero había rumores y una cosa llevaba a la otra y al final acababas frente a una multitud gritándote mientras te dirigen al patíbulo.

Arrugó levemente el ceño con ese pensamiento poco agradable, por suerte se había encontrado con ellos y parece que eso le había conseguido una amnistía. Además los botines eran mucho más jugosos para repartir, donde iba a parar un puñado de monedas de una bolsa a un cofre lleno de oro. Las excursiones estaban bien, hasta que acababas en la maldita ciudad perdida de los Hombres Oscuros, donde ni un puñetero licántropo quería poner un pie.

Su boca formó una “o” perfecta al ver la magia de Serendira obrar.

-Nunca me acostumbraré a esas cosas- silbó una vez se hubo disipado el glifo. No iba a hacerlo delante de él, era lo suficiente inteligente como para temer lo que no entendía y la magia era demasiado para su cabecita. –En Namatraea solo por insinuar que eras un brujo te echaban de la ciudad, les daba miedo y eso- hinchó levemente el pecho, dando a entender que a ella no. Mentira podrida, era la más cagada en temas de magia, pero ahora estaba con gente que la dominaba y que eran aliados. –Allí la magia es para asustar a los niños pequeños, seguro que con eso hubieras cagado a un puñado de mocosos, Serendira… Esto… ¿Qué quería decir, por cierto? 

Se rascó la cabeza con aire distraído, esperando que ese gesto ayudara a su materia gris a aflorar alguna idea feliz.

-Em...- dudó en su ignorancia. -¿La letrita quería decir que sigamos o que no? ¿Para dónde hay que ir? Porque el templo me sigue causando escalofríos- y para afianzar sus palabras puso en su mano la pequeña daga que colgaba de su cinturón. No era muy diestra con las armas, lo suyo era la evasión, pero afrontaría cualquier peligro. -Aunque no haya nadie como dice Efrén, no me gusta.

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19/09/2017, 14:41
Serendira

Soltó otro bufido la sacerdotisa de Gatzara.

-Esto no es magia - y se guardó de añadir "buscona descreida"- si no una muestra más de la bondad de Gatzara el poderoso, alabado sea su nombre. En su sabiduria y su bondad ha decidido armarnos a los puros de corazón con la capacidad de difundir su palabra y ser protegidos por su poder. Es por eso que vosotros los infieles hariais bien de... - se quedó observando el simbolo que había flotado en el aire y tras oir la puntualización de Jordun hizo rapidamente la seña de su dios- Me temó que vamos a necesitar toda su misericordia.

Levantando su báculo empezó a andar por la cavernosa estancia dejando atrás la puerta y tratando de escudriñar los confines del lugar. -Me temo que quien construyera esta estructura lo hiciera para contener a algo o a alguien. Y si mereció la pena tanto esfuerzo bien debía ser un prisionero muy especial. O muy peligroso.

Y haciendo una seña a sus compañeros los instó a segurila en la exploración de la ruina.

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19/09/2017, 16:18
Jordun

La sacerdotisa parecía muy segura de si misma, demasiado. A Jordun no le gustaba la gente así. Quizás porque él era todo lo contrarío. Quizás porque la gente que demostraba tanta seguridad en si mismo le generaba la sensación de falsedad. No lo sabía.

Aun así, no tenía más remedio que seguir a la sacerdotisa, pues no había otro camino. Además, había demostrado ser bastante poderosa, así que mejor no contrariarla.

 

-Continuemos, este lugar me da escalofríos. Será mejor salir de aquí cuanto antes- Miró a sus compañeros, todos muy valientes. No parecía encajar en el grupo.

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19/09/2017, 22:27
Director

Lianna seguía en cabeza revisando el camino mientras Efrén se situaba a su vera, a una distancia intermedia de forma que la pícara pudiera hacer su trabajo sin molestias pero lo suficientemente cerca como para actuar defensivamente en caso de necesidad. 

A ninguno de los presentes les gustaba aquel domo pero parecía el punto central de la ciudad. Y aunque nadie lo había dicho todos sabían que los grandes riesgos en Zork solían incluir grandes recompensas. Así se internaron en aquella semioscuridad.

El domo era una construcción enorme, a un vuelo, del tamaño de una plaza pequeña. Sus impresionantes piedras lo elevaban a una altura de unos tres pisos mientras la cúpula se cerraba sobre ellos, abierta tan sólo en su zona central superior, por donde entraba la última luz del atardecer. Si no fuera por la viscosa piedra negra y el silencio sepulcral aquel sitio incluso podría haber llegado a ser bello.

Flanqueando todas las paredes había unas enormes estatuas negras que representaban a unos humanoides de piel negra con alas recogidas a su espalda. Pero el detalle más perturbador era la carencia de rostro de todos aquellas figuras. Lo único que se vislumbraba en aquellas cabezas eran unos enormes cuernos. Los Hombres Oscuros. La raza legendaria que se decía que llegó de las estrellas y desapareció mucho antes de que hombres, enanos o elfos aprendiesen a razonar. Habían dejado tras ellos ciudades como la que ahora visitaban nuestros héroes. Para todos los sabios eran un misterio: los que habían explorado sus ruinas nunca habían encontrado un atisbo de escritura que dejara constancia de sus logros. Sólo enormes edificios hechos con aquella piedra negra viscosa que no conocía igual en todo Zork y de la que nadie sabía su procedencia.

En el centro del domo los aguardaba un pozo circular del que se vislumbraban unas escaleras de caracol descendentes.

Efrén se dio cuenta de que ni siquiera las malas hierbas habían osado penetrar en aquella estructura. No había tampoco telas de araña, nidos de ratas o rastro de otros animales habituales en las ruinas antiguas1.

Notas de juego

[1] Tirada de Notar.

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19/09/2017, 22:57
Efrén

Efrén debía reconocer que aquel centro le atemorizaba incluso a el, pero no podía admitirlo abiertamente.

- ¿Cuan peligroso tiene que ser este lugar para que ni un insecto o una brizna de hierba se atreva a acercarse? ¿Y cuan estúpidos nosotros para acceder? Contad con mi arma si la necesitáis, pero a un lugar en el que ni siquiera entraría una cucaracha, no seré yo el primero en entrar, un dicho de taberna dice de "no coger lo que no quieran ni las cucarachas".

No iba a dejar que fueran solas un par de damas, pero en esta ocasión su mercante cabeza le decía que no jugara a ser carne de cañón solo por quedar bien. Por una vez, y sin ser costumbre, estando habitualmente siempre opuesto a Jordum incluso solo por llevarle la contraria, esta vez coincidía en su deseo de ir en retaguardia. No creía a aquel hombre como valiente, pero le respetaba, y dudaba que fuera a dejar al grupo a su suerte, o incluso quizás por no imaginarlo huyendo solo de los licántropos.

*sonrisa* aquel pensamiento le envalentonó, si mostraba cobardía él, ¿como podría ofrecer su mano al hombre y decirle que todo iría bien? Si se lo pedían iría delante pese a desagradarle la idea, así era su hipocresía, siempre en contra de si mismo, por ayudar a sus compañeros.

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20/09/2017, 15:06
Serendira

La sacerdotisa sintió un breve escalofrio recorriendole la espalda mientras se acercaba hacia el pozo en el centro de la colosal estancia. La piedra negra, las figuras blasfemas y lo omnioso del lugar bastaban para agitar a cualquiera. Sacudió la cabeza con fuerza. No, ella era una devota de Gatzara el poderoso a quien había entregado su cuerpo y su alma, mientras su señor la guardase ningún mal podía acecharla. Si, quizás alguno de sus compañeros acabase teniendo un mal final, pero se debería unicamente a su falta de fe en Gatzara.

Tanteó con el pie el primer escalón y se lo pensó mejor. Volviendose hacia la ladronzuela que los acompañaba dijo - ¡Tu! ¡ Es hora de que pongas al servicio de la causa tus pies ligeros. Empieza a bajar y que Gatzara te proteja... o no.

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20/09/2017, 15:59
Jordun

Sorprendido. Era la única palabra que podía definir como se encontraba Jordun. Era impresionante. La estancia, el silencio, la ausencia total de vegetación…increíble. El temor por lo desconocido chocaba con la belleza de ese lugar y la curiosidad de nuestro mago. ¿Qué pasaría ahora?

 

El pozo parecía muy profundo, tanto como para que la picara que parecía que se iba a precipitar al fondo… -¿Y si lanzamos primero una piedra o algo? No quiero tener que ir a buscarla luego al fondo…- Se encogió de hombros nada más imaginar esa situación.

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20/09/2017, 18:53
Lianna

El interior de aquel lugar no era mejor que el exterior. Lianna sintió un escalofrío ante la ausencia de sonido alguno, ni de bichos o plantas siquiera. Además aquellas estatuas eran feas y ni sus ojos codiciosos veían interés alguno en ellas.

Giró la cabeza hacia Efrén y sus palabras sobre que contaran con su arma. La pequeña pícara pensaba que bien podían ahorrarse contar con la suya, pero estaban allí juntos en aquello. Si el espadachín quería ser un héroe –o aparentarlo-, estaba bien, le pegaba. Lianna sabía de sobra lo que era y lo que no y sus razones para estar ahí. Principalmente el oro o similar, una raza que había llegado a las estrellas bien podían haberse traído de ese polvo plateado del que estaban hechas a su vuelta. Porque la joven pensaba que las estrellas brillaban así porque estaban hechas de plata, oro blanco o incluso diamantes.

Se acercó al ver aquel boquete en el suelo y se quedó al borde. Luego Serendira escupió algo de veneno por sus labios, algo a lo que había tenido que hacerse Lianna. Ella no se achantaba ante nadie, un agujero desconocido y oscuro era otra cosa.

-Ah, no, no… Que baje tu Gazmarra y su prima si quieren- negó a la sacerdotisa. Ante la sugerencia de Jordun su reflejo fue claro, darle una patada a la piedra o cosa que hubiera más cerca para empujarla agujero abajo, asomándose con precaución a ver dónde caía. -¿Y si todos los bichos que no están aquí se esconden abajo? ¿Os imagináis un montón de cucarachas gigantes? Quizás eso es lo que trajeron de las estrellas los Hombres Oscuros. Je, yo por unas cucarachas no bajaría ahí, a no ser que tengan el caparazón de rubíes pulidos.

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21/09/2017, 00:05
Director

Lianna pateó una piedra para ver como caía a través del hueco de las escaleras de caracol. Escaleras que eran bastante amplias, por cierto, permitiendo la bajada a la par de un par de personas.

La piedra no tardó demasiado en llegar al fondo. La pícara le calculó al pozo una profundidad aproximada de un par de plantas. No era demasiado, pero la verdad es que pintaba bastante siniestro igualmente. Asomándose un poco más pudo distinguir un pasillo al fondo del pozo, entre las sombras. Decidió sacar una antorcha para iluminar mejor la situación, ayudando a la luz procedente del techo del domo.

Las paredes del fondo no eran iguales a las de la superficie. Aunque seguían siendo de piedra negra viscosa vio que tenían alguna decoración en su superficie. Su entrenada vista reconoció, pese a la distancia y la semioscuridad, el reflejo de piedras preciosas incrustadas en ellas. 

Piedras preciosas para decorar las paredes.

Había leyendas sobre los tesoros de los Hombres Oscuros. Leyendas de tesoros capaces de comprar imperios.

Pero nadie había regresado con vida para disfrutarlos.

O eso se decía...

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21/09/2017, 02:15
Lianna

No tenía mucha esperanza cuando asomó al borde del pozo, pero el brillo que reflejaban las paredes no dejaba duda alguna. Abrió los ojos con sorpresa y alegría, al tiempo que una enorme sonrisa afloró en sus labios.

-¡Demonios! ¿¡Habéis visto eso!?- se acercó a las escaleras, ignorando cualquier precaución de alguien sensato. Para ella era simple, no había nada ni nadie entre ella y las piedras preciosas. Mentira, había unas escaleras que bajar y eso es lo que hizo con su daga en la mano. No es que pensara usar la daga para atacar nada, es porque iba a sacar esas piedras haciendo palanca con ella.

“Además” –pensó la pícara- “no es como si estos sitios con riquezas tuvieran siempre algún peligro. Los lugares más divertidos se llamaban desierto de la muerte de fulanito o valle del terror de menganito. La gente no va a esos sitios ergo por historias que les contaban sus abuelas y que al final solo son historias”. Sí, con eso en la cabeza se afianzó de codicia, que no valor, para descender a inspeccionar las piedras más de cerca. Porque la precaución en realidad era para los pobres a veces.

-Te tomo la palabra, ¿eh Serendira? Y lo hago por tu Gataza esa, que no se diga que no soy generosa- dijo de buen humor a la sacerdotisa.

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21/09/2017, 02:23
Efrén

¿¡Pero que demonios!? ¿Hasta que punto la codicia podía mover a esa chica? - no corras tanto, ves con cuidado - decía Efrén, al escuchar mencionar a Gatzara como "gataza", en otro momento le hubiera dicho que mostrara respeto ante los dioses, que si bien podían no confiarse a ellos, el respetar nunca estaba de mas. No obstante el "...o no" de Serendira hizo que la ocurrencia de la pícara le hiciera gracia pensando "si tu no le respetas ¿porque lo haría ella?".

Comenzó a bajar con más cautela que la primera, con un pensamiento claro que mencionó en voz alta - esas historias de riquezas que nadie pudo aprovechar, alguien tuvo que contarlas, por lo que alguien sobrevivió.

Bajaba preocupado por la muchacha, aquellas gemas habían permanecido mucho tiempo allí, por algo sería.

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21/09/2017, 15:48
Serendira

Observó la sacerdotisa como la codicia movia rapidamente a la picara a descender los escalones. -¡Detente blasfema! - gritó al ver como esta hacía palanca para tratar de arrancar esas joyas que decoraban las paredes del pozo. -Esas gemas bien podrían tener alguna relación con el glifo de protección del lugar. No juegues con cosas que no entiendes, ladronzuela. - añadió de nuevo levantando el dedo de regañar. Las gestas que hacía por Gatzara, rodeada de pillastres, mercenarios y demás imíos.

Aun así la necesidad de saber que escondía ese pozo era superior a cualquier cautela. Con paso firme empezó a descender por los escalones hasta llegar donde estaba Lianna y Efrén e incluso siguió bajando. -Sigueme, puede ser que debas poner en uso tu espada. - dijo a Efrén mientras seguia su descenso.

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21/09/2017, 20:19
Jordun

Jordun estaba desconcertado. ¿Enserio? Pensó ¿Enserio por cuatro joyas alguien se iba a arriesgar tanto?

Pues aunque le parecía increíble, si.

-Ten cuidado- se animó a decir, pero no muy alto, pues en el fondo quería que bajara y quizás se echaba para atrás.

En ese momento, el resto de sus compañeros empezaron a bajar -¿Estos también están locos? Espero que no sea por las joyas- Pensaba mientras seguía los pasos de sus compañeros. Se preparó. Se metalizó que acabaría atacando a algún bicho gigante o monstruo. -Aisss si me viera mi maestro Raken atacando a mis enemigos y metiéndome en estos sitios…- Y así siguió enfrascado en esos pensamientos mientras bajaba por la escalera.