Partida Rol por web

El muchachote se retiró con su autoestima por los suelos, un brazo lexionado y cara de querer ir a llorarle a su mamá. Seguramente tardaría más de una hora en llegar a su jodida casa en la zona ejecutiva, a juzgar por las pintas que llevaba.

Los niños pijos querían jugar a ser chicos "chungos" con el dinero de papá teniendo luego una cama y una cena caliente cada día. Vestían ropa de marca que imitaba la ropa de la calle, demasiado bonita, demasiado limpia. No sabían la realidad de la calle y lo duro que era sobrevivir un día más. Putos niñatos.

Jax se rió entre dientes al ver al desgraciao Tunny de una pieza. Luego razonó que a su edad, el hígado aguantaba incontables gestas heroicas... por uno o dos años más. Si bebías desde los catorce (o antes), a los 25 ya estaba pidiendo clemencia. Jax lo sabía de sobra. Aún así, tuvo que reconocer los cojones del chico.

Antes de bajar a la fiesta, volvió a su habitación brevemente para dejar el bate de béisbol en su habitación. Luego, se unió a Tunny y las chicas. Con un vistazo largo pudo ver a algunos miembros de la banda: todo discurría sin problemas. De hechol, Jax pensó que quizá los problemas fuesen los miembros de la banda. Ramona tenía un carácter volátil, pero mientras nadie la jodiese, nadie iba a perder la cabeza.

Mr. Goodnights era otro cuento. Jax dudó que hubiese alguna cabeza bajo el casco robótico. Seguro que ese cabrón homicida era alguna clase de cyborg. 

— Así que no te has muerto —dijo, llegando junto al novato y las chicas—. Solo para que lo sepan, ayer tuvieron que recogerle en una bolsa para cadáveres. Que pueda continuar hoy han de ser cosas de la edad. ¿Cuantos años me echais a mí? —Preguntó con sorna en la voz.

Las chicas se rieron. -No se... eres bastante mayor ¿veintidós?- dijeron al unísono, lo que proporcionó que se miraran gritando por lo increíble de su coordinación hasta culminar en un abrazo, con cuidado de no estropearse mutuamente el maquillaje, ni el peinado, ni las uñas de silicona.

Axwell se puso a reír ante la respuesta de Heraclio.
Ohh, ¡muy buena! Los traidores de la productora, sí, ¡muy buena! se rió pero en realidad no le hacía nada de gracia.

El caso era que Heraclio parecía molesto por que le hubiera interrumpido su charla con Mandy, lo cual reforzaba la teoría de Axwell; se la quería tirar.
Axwell se dio una vuelta y vio marcharse a un tipo casi lloriqueando, agarrándose el brazo como si se lo hubieran partido.
Llevaba el peinado de Tracy Johnson, puto aficionado.

¿Así que habían ostias en la fiesta? Axwell busco con la mirada y no vio ningún barullo de gente pegándose... pero sí se fijó en la especie de cyborg con tetas. Cual era su nombre, ¿Ramona?
Le daba mal rollo la tía esa, pero el aburrimiento impulsaba a hacer cosas raras. Se acercó y se puso a mirar la fiesta como parecía hacer ella.
Qué aburrimiento... diez minutos que llevo aquí y aún no se ha partido la cara nadie... Ah, ya lo sé, estás ahí esperando a ver a quien zurrar, ¿no?
Mmm... mira ese de ahí, el de la cresta. Joder, con esa cresta de pajarraco se merece una buena paliza... dijo Axwell, mirando de reojo a la mujer cibernética.

Lo había visto venir. Lo vio mirarla desde abajo y después subir las escaleras. Sabía quien era: "Tracy", ex actor de cierta fama entre las tías y también miembro de la banda. 

Solo es cuestión de tiempo. 

Me refiero a que empiece una pelea. Solo es cuestión de tiempo Ramona se fijó en el tipo de la cresta. Sí, se merecía una buena paliza pero allí casi todo el mundo la merecía por un motivo u otro. 

La música seguía hacíendo retumbar el edificio entero de tal manera que pareciera que iba a derrumbarse. La gente estaba loca; saltaban, gritaban, se zarandeaban y lucían sus últimos "pasos de baile" consistentes en botar y contorsionarse hasta tal punto que parecía estuvieran poseídos.

Dj Mercy era una crack, había que reconocérselo. Sabía manejar a la peña a su antojo y hacer que la gente se diviertiera. ¡Joder! incluso inventó delante de vuestras narices un nuevo movimiento de baile consistente en mover un dedo frenéticamente mientras la música golpeaba a su ritmo. Alucinante.

Pero lo que no podía tapar la música era la presencia de Drew, jefe de los Chrome Pistols, amigo y protector. Apareció de las habitaciones, por detrás de Ramona y Axwell, con uno de esos cigarrillos sintéticos que tanto le gustaban.
Miró desde arriba el espectáculo y sonrió satisfecho. -Parece que se lo están pasando bien.- Dijo más para si mismo que para ser oído.
Con un movimiento deliberadamente lento, se quitó el cigarrillo de los labios dando una calada exageradamente larga. -Con lo que saquemos esta noche tendremos suficiente para vivir otro mes más y llenar el depósito de Metalchol, veréis la diferencia comparado con esa mierda destilada que teníamos hasta ahora. Los pistones de los vehículos van a reventar de la emoción. El Inge lo va a gozar.- Dando la espalda a la fiesta, se apoyó en la barandilla mirándoos a los dos (Ramona y Awell) -Quiero que vayáis a buscar a un tal Larson. Esta es su dirección.- Os dió un papellito con la direccion donde se suponía que podríais encontrar a ese tío.- Nos debe una pasta, cincomil europavos, quiero que vayáis a cobrarla. Llevaos a quien queráis, no creo que haya problemas pero puede que los Red Scorpions os den la lata. Últimamente andan jodiendo la marrana y sobrepasando el límite. Ah, y una cosa más, lleváos al ingeniero, es un blando de corazón pero os sacará de un apuro si es necesario, por si acaso, ya me entendéis.-

El papel tenía escrito Almiral Sharmon Street 55, quinto piso. Eso quedaba como a media hora en coche, fuera de vuestra frontera. Lo mejor sería no llamar la atención yendo todos en moto, como una banda rival intentando apropiarse del territorio vecino. Drew lo sabía, por eso os había dicho que llevárais a Heraclio y su coche.

—¿Quien es este tío?— Ramona cogió el papel y lo examinó. ¿Larson? No le sonaba de nada ese nombre y tampoco la dirección y cinco mil pavos era suficiente cantidad como para pararse a hacer preguntas. Por su experiencia nadie suelta ese dinero así como así. Si Larson era un tipo peligroso, era mejor ir preparado de antemano

Drew aspiró otra calda del cigarrillo. -Un tipo gordo, con perilla. Siempre anda metido en alguna mierda y pidiendo dinero. Ya le zumbaron un par de veces y no aprende. Me da igual lo que hagas con él, pero trae el dinero.-

Ramona miró a Drew. El jefe parecía no estar muy hablador esa noche ¿Un gordo con perilla? Joder, conocía a mil tíos así. La mercenaria se guardó el papel suponiendo que el tal Larson no era más que un pringado más y que con aquella dirección sería suficiente para dar con él. 

Está bien dijo 

Te traeremos esos cinco mil pavos. 

— Jajajajaja, míralas, qué lindas, y que veintid... —Jax empezó a reírse con la gracia de las muchachas, pero cayó en cuenta de algo. ¿Bastante mayor y dijeron veintidós? ¿Cuantos años tenían esas putas? Miró a Tunny con los ojos como platos, y luego con una mirada cómplice encogiéndose de hombros. Bueno, si hay pelito no hay delito... Aunque en la zona de guerra se veían babosadas de todo tipo y nadie tenía la fuerza para decir nada.

Decidió que esas chicas eran lo bastante grandes para saber medianamente qué hacían y qué no. Sonrió y habló con ellas solo lo justo para no ser un maleducado, y escapó por la derecha. Acababa de ver al jefe, y era hora de un poco de trato amigable. Algún día acabaría con él, pero entretanto, no estaba de más fraternizar.

— ¿Cuanta más gente podemos meter sin tener que remodelar el sitio por un derrumbe? —Preguntó con ironía, a Drew, Ramona y el Inge. Soltó una carcajada— Esto va a soltar muchísima pasta. ¿Estamos bien de seguridad, jefe? ¿O hace falta pagarle a unos cuantos gorilas más? Por como están las cosas, sólo con permitirles estar en el perímetro y darles algo de alcohol, lo harían gratis.

Bien Amanditita, movamos aquella placa de metal pa'ca. -Era una barrera policiaca que habían decidio autoregalarse, quitando el logo de "Night City Police Dpt" para pintarla de blanco y sobreponerle una "A" anarkista en color rojo, el símbolo que, como todos sabemos, es complementario del de la Cruz y la Media Luna Rojas.   

Sirve para que no nos plomeen mientras hacemos primeros auxilios.    - Sus años de experiencia no los había pasado en balde con esas cosas. 

¿Nos ayudan? -les dijo a los cromaos que estaban ahí cerquitas. 

Algo cuchicheaban el jefe y la Ramona, y el Jax, pero bueno, ya vendrían a decirle si necesitaban alguna chapuza urgente. 

Siempre siempre falla algo.  Es nuestro sino y destino.

La música empezaba a ser insoportable.

Corrección.

El ruido empezaba a ser insoportable.

Nights creía ser el único que no soportaba la música de Mercy, así que decidió largarse de allí, dudando por qué había asistido a la puta fiesta. Drew le mandaba algún que otro mensaje parco en palabras cuando necesitaba un pistolero. Uno que acojonase de verdad. Nada de palabrería. Pura presencia aterradora. Acribillar al primer pringao que se les pusiese por delante iba gratis en la tarifa, claro.

El Boogie Man de los Chrome Pistols se metió las manos enguantadas en su chaqueta de motero y avanzó implacable hasta la salida. Ya ajustaría cuentas con Drew por hacerle perder el tiempo aquella noche.

Por el camino, tropezó con un obstáculo humano. Un tipo latino que estaba ligoteando con una joven cuya forma de hablar estaba reclamando un disparo a bocajarro. Fue un choque algo violento porque Nights andaba algo ensimismado, absorto en sus pensamientos homicidas. Giró su cabeza para contemplar al infeliz. El sombrerito le delató.

Heraclio. Mitad médico. Mitad ingeniero. 

-...-. Nights ladeó la cabeza un instante, mirándole a él y a la pava que se estaba ligando. O intentándolo. La verdad es que a él le daba igual.

Extrajo una de sus manos de los bolsillos, se dio dos toquecitos en la visera blindada de su casco y apuntó al Inge con dos dedos.

"No te pierdo ojo", pareció decirle. O quizás era un "¡Mira por dónde vas!". O, en el peor de los casos, "¡¡¡TE SACARÉ LOS OJOS Y DEFECARÉ EN TUS JODIDAS CUENCAAAAS!!!". Con Mr. Goodnights nunca estaba del todo claro.

Luego se dio el piro.

Sin sacarle los ojos a Heraclio.

Ni a nadie.

Era una noche extraña.

Creo que al Buenasnoches le está fallando algo en el visor y quiere que se lo arregle.   

Ya me ocupo de tí, hermano.  Espérame un pelo. 

 Lo vio salir y se quedó extrañado.  Tal vez era algo que podía esperar. 

¿Estamos bien de seguridad, jefe? ¿O hace falta pagarle a unos cuantos gorilas más? Por como están las cosas, sólo con permitirles estar en el perímetro y darles algo de alcohol, lo harían gratis.

Drew te miró, como absorto, mientras le daba una calada al cigarrillo. Ramona y Axwell ya se iban. Comenzaban a bajar las escaleras cuando Drew te cogió por el hombro, como dándote un apretón y girándote hacia ellos.

-Esperad, lleváos a  Jax, puede que necesitéis conversar con el tipo ese o sacarle algo de información si no tiene la pasta.- Dijo a Ramona y Axwell. Después le dió un gopecito con el puño en el hombro a Jax mientras echaba el humo de otra calada. 

-Eres mi hombre de negocios, intenta que no haya mucha sangre. Estos dos te pondrán en antecedentes.-

La chica enseguida cogió un lado de la barrera girándola casi noventa grados para interponerla entre la gente de la fiesta y el puesto de socorro. Tuvo que empujar a un par de tipos que no paraban de botar y contorsionarse frenéticamente.

-Apartáos, es para el puesto de auxilio.- Dijo Amanda mientras los empujaba con la barrera, lo que provocó que uno de ellos perdiera pie y callera al suelo.

El tipo se levantó como un cohete a reacción. Dio un bote del impulso que llevaba y sujetó la barrera por el otro lado, justo enfrente de Amanda.

-Tú....- dijo con una mezcla de ira y excitación en tono acusador. -pagarás por lo que has echo zorra.-
El tipo lleveba unas gafas extrañas, eran como las de soldar que usaba el inge pero no tenía cristales tintados. Su boca estaba reseca y no paraba de mover su cuerpo. Estaba colgado. No había que ser muy listo para darse cuenta.

Antes de que pudiérais reaccionar, el tipo le cogió el brazo a Amanda en un movimiento rapidísimo.

-¡Sueltame!.- Amanda forcejeó pero el tipo comenzó a retorcerle el brazo. -¡Ahhh! me haces daño, suelta.-

-Ahhhh..ajaha...ajaha...- Una risa boba salía de la boca de aquél tipo. -Esto es lo que ocurre con aquellos que me tiran al suelo.-

A ver colgao, haste pa'lla.  -le dijo Heraclio, usando un muy sutil movimiento de judo para soltar a Amandita y poner al otro tipo de distancia.  

Que si quieres platicar algo te escucho, y si no, pues hay cosas para tomar allá que te pueden distraer de tus penas de una mejor manera.  Y quitarte lo malpasado.

El tipo parecía no querer soltar a la chica.