Partida Rol por web

¿Una cesárea? ¿Yo haber tenido una niña? No le contesté con palabras, sino con gestos, pues deslicé la mirada hacia mi vientre habiéndome subido un poco la camisa. No recordaba haber tenido ningún bebé. Después de haber estado recordando tantos aspectos de mi pasado, supuse que el nacimiento de una hija sería lo más destacable. No se me pudo pasar por alto.

— No lo sé con total claridad,  Sebastian. De lo único que estoy segura es que Yvonne y yo trabajábamos en algo muy importante. Habíamos ideado un… estudio que íbamos a poner a prueba. — le miré con angustia por no darle la respuesta que él quería y la que yo también necesitaba para mi. Él parecía estar más concentrado en la supervivencia, justo como yo lo estaba hacía unos minutos, pero el asunto de la niña, luego de las palabras de Yvonne me dejaba dudar entre mis prioridades.

— Pero no estamos totalmente seguros de que sea una trampa… — murmuré en voz baja, más para mi misma que para los demás pero fue perfectamente audible. — De todos modos seguimos encerrados aquí, no conocemos donde está la salida.

Estar confusa era una cosa, pero ya, después de escuchar al supuesto hermano de Luke, me dejó alucinando, ciertamente… ¿Clones? Sentí remordimiento por la mirada que le eché un instante, como si él ya hubiera pasado la línea que lo sepa de ser un hombre cuerdo. ¿Pero de qué me sorprendía? Hacían “obras” de artes estáticas pero con personas aún vivas, eran expertos en torturar, ¿por qué no en experimentar y crear clones? — ¿Qué te hace pensar que somos clones? ¿Por qué? — cuestioné a la par que le veía teclear las teclas de un portátil.  — No sé nada de ningún Leo… — la revelación de que Luke realmente no fuese su hermano volvió a ponerme en duda— Entonces… ¿por qué Luke dijo aquellas palabras en su lecho de muerte? Te llamó Mike— Seguía dándole vueltas al tema intentando darle un sentido, entonces se acordó de algo.  — Sebastian, ¿tienes la foto que encontramos en el cuerpo de Luke? Creo que él debería verla. — En aquella foto estaba también Luke, pero aquella mirada no era ni de lejos la misma que habíamos visto en la del hombre que nos ayudó. Iba a ser verdad lo que decía el informático. — Luke no parecía conocerla… pero no puedo asegurarlo. Y no, no me suena nada que haga referencia a Shadow.

Cuando Adeline le explica al joven que iba con él sobre un estudio que había hecho con la doctora, recuerdo otra vez la sala de las muñecas y lo que me hizo rememorar.

- Ya se lo pregunte a Yvonne antes pero no lo recordaba así que si trabajaste con ella quizás tu si lo sepas. ¿Ese estudio que dices era con niños de un instituto o colegio?- entonces caigo en la reacción de horror que había tenido la mujer rubia por lo que añado rápidamente.- Por mi parte yo recuerdo ser detective y que estaba en un caso que implicaba un centro educativo, de ahí mi pregunta.

Es entonces cuando Mike habla y ya estábamos otra vez con la dichosa teoría de los clones. Encima la estaba usando para escudarse ante la realidad de un ser querido muerto, así que contesto por él para evitar que esto empiece a parecer una conversación de manicomio.

- Hay recuerdos que no encajan con lo que hemos visto aquí, personas que no deberían estar vivas lo están aquí. La doctora ha considerado la posibilidad de que hagan clones, sinceramente no me lo creo pero reconozco que es algo que podría explicarlo.- le digo a la pelirroja que parecía ser la más comunicativa de ellos, tampoco es que los pudiese culpar de ser reservados. Yo mismo lo sería sino fuese la tercera vez que hacía esto. Por ultimo me dirijo al informático.- A mi tampoco me suena nada ese apodo, ¿pero has recordado algo más sobre Leo o solo los asocias porque son los que nos están matando?

Edward y yo parecíamos coincidir en que todo era un engaño. Asentí con la cabeza a sus palabras - ¿Clones? Lo que me faltaba ya para acabar de volverme loco – No sabía muy bien de que hablaba el que se enciende un pitillo ni en si se basaba en algo.

Adeline aclaró alguna de mis dudas e hizo referencia que encontramos que portaba el fallecido. - Aquí está – La mostré al resto

Luego resoplé – Juego de confusiones... ¿Hipnosis tal vez? - Pero solo era lanzar otra hipótesis sin pruebas – Yo creo que la prioridad es salir de aquí, pero el que quiera quedarse a a investigar o buscar niños que no sabemos si es existen es libre de hacerlo… - Hablaba más con tono de abatimiento que de cualquier otra cosa.

-¿Lulú? -inquirí, frunciendo el ceño-. ¿Qué tipo de secuestradora se llama a sí misma Lulú? Parece nombre de muñeca.

No obstante, el hecho de que mis compañeros comenzasen a mencionar nombres de otra gente a la que no conocía me hizo volver a adoptar una postura seria. Estábamos metidos en algo mucho más grande de lo que pensábamos. Hombres que podían provocar terremotos a voluntad, clones, Anna muriendo dos o tres veces, hipnosis, una mujer viviendo con piel de varios cuerpos...

-¿Quién es Petra? -pregunté a la pelirroja recién llegada-. Pensamos en la posibilidad de los clones porque he visto a mi esposa morir dos veces, puede que tres. Una en mis recuerdos, otra en lo que parecía una visión y otra en este sitio, delante de todos. Y estoy seguro de lo que vi. Además, hay un hombre que, bueno... sé que suena un tanto disparatado, pero después de todo lo que hemos visto... Creo que podía mover fragmentos de piedra con la mente.

Michael mira la foto que muestra Price: - ¡Soy yo! No recuerdo cuando me hicieron esa foto y ahora mismo, no sé quien puede ser el tipo que os la ha dado. Por lo que sé es enfermero, de 23 años de edad, al igual que mi hermano Leo,que es abogado.Y muy probablemente, igual que yo, ya que nos parecemos mucho - Michael mira Ed,Castle, y también a Yvonne - Os acordáis de la foto del portátil... hasta casi puede que fueramos gemelos, ¿no? - Mike en este momento calla y parece pensativo mientras mira a la Doctora y le dice ... - Centro educativo... Pruebas... ¿No podrá ser este un centro en el que se trabaje con trastornos de la personalidad, conductas agresivas o mierdas de esas? - Mike mira la foto ... - El pobre Leo siempre ha tenido extraños comportamientos desde que éramos pequeños pero algo le pasaba. -Mike mira  a todos, se encoge de hombros y dice : - Eso acabo de leer en el portátil...
 

- No me suena de nada el apodo de Shadow - respondió y luego dejó que el resto fuera respondiendo a las preguntas que se habían ido lanzando unos a otros mientras inspeccionaba el pasillo con la mirada en busca de... algo, lo que fuera.

-Deberiamos movernos. Ahora bien ¿en que dirección? Nosotros venimos de arriba. Cuando salimos de nuestras celdas ascendimos por una escalera de caracol pero no sabemos muy bien hasta donde llegan porque nos metimos por una puerta que daba al pasillo que descendia hasta aquí... - Parecia que la mujer estaba más tranquila y segura de si misma. Quizás estar con tanta gente le hacia sentirse más segura

El miedo seguía en su rostro, pero se relajó cuando Edward se separó de ellas, parpadeó varias veces, hablaban de conspiración, clones, cesáreas, creía que ella había perdido algo el norte al estar dentro de aquella piscina durante tanto tiempo pero esto era algo muy poco realista.

Los nervios por lo que ocurría en esos momentos parecían calmarse, no había estado escuchando mucho de lo que  hablaban entre ellos pues su mente estaba fija en Simón, no en el hombre si no en sus pantalones. 

-Esos son mis pantalones, dijo señalando a Simón, bajó la mano lentamente y luego miró a los demás, ojos, boca, marcas. 

-Estoy de acuerdo con ella, no me he quedado con tu nombre perdona.

-¿Tus pantalones? -No supe si reír o llorar por el comentario de la chica de las rastas, que si no me equivocaba debía de ser Ivette, la joven a la que conocía Edward. Resultaba embarazoso. Muy embarazoso-. Lo siento, estaba desnudo y no tenía más ropa que ponerme...

Fue entonces cuando recordé que había sido entre las ropas de aquel armario donde había encontrado la navaja de la que ahora sabía que tenía que pertenecer a Ivette. Pero, ¿por qué aquellas prendas habían sido dejadas a mi alcance si ni siquiera eran importantes para hacerme recordar? ¿Nuestros captores estaban seguros de que las llevaría hasta que llegase a cruzarme con Ivette?

-Doctora -le dije a la rubia, que por descarte tenía que ser Yvonne, pese a que ni siquiera recordaba su nombre-, dele la navaja a Ivette. Eso la ayudará a recordar. Ese objeto estaba entre sus pertenencias cuando lo encontré. Quizá sea importante para ella.

Las hipótesis se estaban desmadrando. Me costaba creer en las cosas que decían, en circunstancias normales no tendrían sentido, pero desde que tuve conciencia en este lugar las cosas no eran normales.

- Por donde llegamos no hay salida, unas enormes cuchillas iban cortando el camino a nuestras espaldas – Le comente a Yvonne. Lo de salir de aquí era de lo poco que contribuía a mi estabilidad mental.

Mientras hablaban de las pertenencias comencé a examinar el pasillo en el que me encontraba pues hasta ahora solo me había fijado en los nuevos.

La voz de un hombre como en off se escucha algo alejado

Tardan demasiado y no sabemos cuánto le queda a la niña ¿les sacamos?

¡NO! responde una mujer La doctora nos prohibió hacerlo,saldrán ellos cuando lo tengan

Las voces dejan de escucharse y en su lugar se escucha un grito de furia que reverbera por todas partes mientras el suelo bajo vuestros pies parece temblar.Al final del pasillo os parece ver una puerta de madera labrada que antes no estaba ¿o sí?

Sebastian ve que se trata de un pasillo de paredes grises sin ningún ornamento y el suelo es de madera clara aunque se nota viejo y deslustrado por el paso del tiempo

"¡TIC TAC IVETTE,TIC TAC!" es escucha nuevamente la voz enfurecida

Mike se aparta y pega su espalda contra la pared mientras mira a Edward, Simon e Yvonne y mirando a los hombres les dice:

-¿Esa voz no es la misma que nos tiró un puto oso de peluche?

-Ellos quieren que sigamos avanzando -murmuré, con amargura-. No sé lo que traman, pero desde luego todo estaba pensado desde el principio. Querían que recordásemos y que nos encontrásemos todos. -Al oír la pregunta del Michael, me encogí de hombros-. No estoy seguro de que sea la misma voz de antes, pero podría serlo.

Lo que comenta Sebastian es de lógica, lo primero era buscar una forma de salir de aquí... especialmente ahora. Tenía que encontar una manera de sacarlos de aquí. Ya me encargaría luego de la caza, pero no podía hacerlo si sabía que ella estaba en peligro, sin poder evitarlo dirijo mi mirada un segundo hacía Ivette para luego apartarla mientras sigo escuchando la conversación del resto.

Mike parecía en su fantasía de relacionar al cabrón que estaba jugando con nosotros con su hermano muerto, estaba seguro de que se equivocaba. Aún recordaba como había gritado cuando vio el cuerpo de Luke en el suelo, además que no se parecía tanto a Leo como el parecía creer.

No me gustaba nada por donde podía ir esa forma de pensar pero no podía encargarme de ello ahora mismo, aparte de que no era precisamente un experto en tratar la locura, es entonces cuando Ivette reacciona a la ropa de Simon y no puedo evitar sonreír algo divertido por la situación.

- Realmente parece que solo nos queda ir por este pasillo.- comento en general, ya que el resto parecía estar centrándose por donde ir.- Así que lo mejor sera pon...-  me autointerrumpo ante las voces que se oyen, eran como la anterior, parecían estar comentando un experimento. - ¿acaso seríamos nosotros el experimento? - ese simple pensamiento me enfada, más que por mi por que usaran a Ivette, Simon e incluso mataran a Anna por algo tan estúpido. Por si no fuera suficiente es entonces cuando escucho a Leo otra vez y encima nombra a la joven de pelo ceniciento.

- Si, es él.- digo furioso sin controlame mientras empiezo avanzar en dirección a la voz con la mano apretando tan fuerte el arma que se me podía ver los nudillos completamente en blanco.- Tu "amado hermano" Leo, él que mato a Anna y al que probablemente maté yo en cuanto pueda...

- ¿Con niños? No lo sé, no lo recuerdo...Lo siento - Pero tenía sentido si ese hombre recordaba haber estado investigando un centro educativo. Llevé una mano a la cabeza, me dolía de todas las teorías que estaban entremezclandose y ese cóctel me estaba sentando mal.

Los clones me parecían tan de ciencia ficción... Me costaba creerlo pero cada vez que recordaba todo lo que había visto en ese lugar, no podía descartar nada.

- Petra era una mujer a la que traté en un pasado, creo recordar. Ivette la conocía más que yo. También sufrió torturas. - dediqué una mirada a la chica de rastas con la pena encogiendome el corazón al recordar cuánto le afectó su muerte.

La teoría de que pudieran recordar si entregarán los objetos que les pertenecía me parecía buena. Yo tenía la sospecha que la camisa que llevaba y el pantalón que ahora vestía Sebastian, así como la pistola, fuera de Simón o Edward pero no quería deshacerse del arma. Era lo único que me proporcionaba un poco de seguridad.

- Nada de lo que me decís me ayuda a ver lo que está pasando con claridad... Creo que estoy más confusa todavía... - y cuando iba a darle la razón al hombre cuando dijo de marcharnos de nuevo esa voz resonó. Tragué saliva forzosamente, de nuevo la amenaza de una bomba pero en esa ocasión incluyó el nombre de Ivette. No sabía qué significaba. - No permita que lo provoque. Intenté mantener la mente fría, puede que eso nos ayude a sobrevivir. No sé qué es lo que esperan de nosotros, pero debemos salir de aquí... Aunque con ello sigamos su juego. No tenemos más opción que esa. - Me moví hacia aquel pasillo nuevo que habíamos descubierto;la de paredes grises y suelo de madera. Mientras caminaba me mantuve alerta, sosteniendo el arma con ambas manos pero también me esforcé en pensar concienzudamente en todo lo que se había hablado, rebuscando en mis recuerdos por si pudiera sacar algo en claro de toda aquella locura.

Se escucharon varias veces, las primeras alejadas y luego una mucho más cercana, también apareció o se vio una puerta.

- Manipulados, seguimos estando manipulados... - Me llevé la mano a la frente ¿De verdad merecía la pena encontrar la coherencia a todo esto?

- ¿Alguna idea de por qué te ha nombrado? - Miré a Ivette, aunque sin mucha esperanza.

Simon y Edward parecían aportar cordura – Si se trata de algún responsable de esto me apunto a lo de matarlo – Dije sonriendo por primera vez en mucho tiempo – Pero claro, es posible que hasta en eso nos intenten engañar.

Me gustaría poder decir que no estaba de acuerdo con mi novia, pero era algo que no podía asegurar – Si no hay otro remedio si, pero creo que si seguimos todo lo que dicen solo conseguiremos una muerte larga y dolorosa. Ellos no velan por nosotros, solo disfrutan con nuestro sufrimiento.

Michael cambia su semblante cuando Colt habla. Por un segundo parece que sus pensamientos fluyen a toda velocidad, como si intentasen escaparse de su mente. Al final la tengo con el marine venido a menos este, ¿no va y dice que quiere matar a mi  hermano? Al final, aunque me infle, le tengo que soltar dos hostias....Yo creo que mi hermano no puede ser, pero si lo es, antes de matarlo, habría que intentar curarlo, pero dudo que fuera él. Nada es lo que ha parecido ser, pero siempre creo que han acabado por juntarnos y guiarnos para jugar con nosotros. Necesito más estímulos para intentar reconstruir más cosas de mi memoria.

Vindel mira al grupo y dice: -Sigamos... tal vez así llegue algún recuerdo más que nos acabe de ayudar, o de volver locos...

Sonrió a Simon. - No te preocupes, por lo menos recuerdo algo, también sé y no el motivo que la ropa que yo llevo es de Adeline, imagino que poco a poco irán viniendo los recuerdos.

De repente las palabras sonaron como si el diablo llamase a su puerta y consigo llevase una lista con su nombre. La chica se estremeció y agarró a Adeline con fuerza, ¿por qué me nombran?, ¿seré la próxima en morir?, ¿acaso espera que haga o recuerde algo en especial?, ¿es todo un experimento como decían?. Las preguntas empezaron a rebotar por su mente y la duda se dibujaba en su rostro. 

Edward hablaba de una chica llamada Anna, había más gente aparte de la que ya habían visto, en sí con los que estaban allí contando a la mujer de rojo, Luke, y Petra a la que Adeline nombraba e hizo que la cogiera de la mano, había que sumarle la chica del dentista, Lulu y Anna sin olvidarnos del perro blanco, la posible niña y el que habla por los altavoces. ¿Cuantos más serían?, ¿será Leo el mismo del altavoz como dicen? todo pasaba fugazmente por su mente antes de mirar a Sebastian y negarle con la cabeza.

-No tengo ni idea Sebastian, puede que haya algo que deba hacer y recordar y este molesto por que no lo haga y le esté jodiendo sus planes o puede que sea la siguiente en morir. La voz le tembló en sus ultimas palabras pero aún así sonreía a Sebastian dando a entender que no pasaba nada. - Pero se lo pondré difícil si quiere matarme.  Su mirada le indicó intentaría defenderse pero sabía que no sería de mucho.

Luego se giró hacia los demás. - Creo que tiene razón, señaló a Michael. -Deberíamos movernos de este sitio, si un pasillo puede tener cuchillas, esta habitación puede tener tramas y seguramente nos estén viendo y escuchando todo el rato, será mejor ponerse en marcha y encontrar la salida.

Edward se dirige con paso firme pasillo adelante con los puños apretados mientras Adeline le sigue aunque con más calma y hablando aún con los demás.El hombre llega hasta la puerta en la que el pomo se mueve lentamente.Como a cámara lenta la puerta se abre un poco y una vocecilla se escucha al otro lado.Parece un niño

-"¿Hola?¿Quién está ahí?"-una mano pequeña se agarra a la puerta y empieza a empujar...

Según vamos avanzando escucho la voz de Adeline como un zumbido, apenas consigo distinguir lo que dice nublado como estaba por la rabia. Al llegar a la puerta noto como el pomo se esta moviendo, indicando que alguien al otro lado esta a punto de entrar... por un segundo considero la posibilidad de disparar a través de ella pero solo tengo una bala y necesito asegurarme de que es útil.

Además quiero ver la cara de ese cabrón cuando muera...- otra vez estaba ahí esa voz que había conseguido ignorar y retener desde que me había cruzado con Simon y Anna, pero esta vez era diferente, esta vez deseaba escucharla y hacerla mía.

Y es entonces cuando oigo la voz del niño y toda mi seguridad y sed de sangre se derrumban como un castillo de naipes. Me paso la mano por la cara mientras me imagino el rostro que tenía que tener hace apenas unos segundos, si el chaval me hubiese visto se habría asustado sin ninguna duda.

Respiro profundamente mientras me guardo el arma en la cintura del pantalón e intento tranquilizarme. Doy un paso atrás para no atosigar al pequeño mientras espero a que abra la puerta por si mismo antes de saludarle.

- Hola, chavalín. ¿Como te llamas? Yo soy Edward.- le saludo intentando aparentar lo menos amenazante posible, no recordaba mucho de mi mismo, pero tenía bastante claro que los niños no eran lo mío.