Partida Rol por web

El guerrero seguía sentado cerca de la borda, vigilando. Seguía intranquilo, pues todo aquello que había ocurrido recientemente le perturbaba. No podía parar de pensar en aquellos asaltantes de las armaduras mágicas, y también en las cosas que ocurrieron después. Aunque no había habido ninguna clase de amenaza, temía porque alguno de sus compañeros pagara finalmente por todo aquello. 

"No, tienes que relajarte... Dijeron que no vendrían..."

Pero aunque aquello era cierto, no impedía que el guerrero estuviera intranquilo. Podrían haber mentido, o estar equivocados. 

Cuando el ventante apoyo su mano en el hombro de Arbahin, pudo notar como los musculos de este se relajaban visiblemente. Incluso escucho el suspiro largo que escapó de su nariz, como si quisiera sacar tambien alguna mala sensacion. Una sonrisa cubierta de brutales dientes asomo por el rostro lobuno de su compañero. Ahora se daba cuenta de que el aire estaba cargado de tension, se notaba en el silencio de sus compañeros.

-Gracias- miro hacia arriba, buscando alguna de las muchas lunas-. A veces me olvido de la manada, un solo aullido y estaran alli para ayudar. Uno nunca debe olvidarse de la manda, de la familia...

Se sentia mas relajado, no porque sus problemas hayan terminado, aun estaban alli y le seguian preocupando. Pero no estaba solo, sus compañeros, sus hermanos, su familia le ayudaria...

Sorprendida por la rapidez del conflicto, Aditya lo primero que hace es cubrirse detrás de Elius, alejándose de Arbahin y deslizándose unos cuantos pasos más allá por la barandilla, con una mueca de miedo en el rostro. Cuando Elius responde a su pregunta, necesita sacudir un par de veces la cabeza y volver a mirarlo antes de terminar de entender en todo lo ocurrido, y adaptarse a la situación, aunque no hace falta acercarse mucho para darse cuenta de que sigue bombeando sangre a toda velocidad.

-S-sí, seguro que podríamos aprender mucho el uno del otro, aunque probablemente acabaríais dándome clase vos a mí, ya que mi dominio de las curas no es especialmente elevado. -Y luego, volviendo a su posición junto al curandero, baja el tono y le pregunta -¿Le ocurre eso muy a menudo? Todo va bien, ¿no?

Mira a su compañero, y luego a Aditya- solo actúa así cuando está contento- bromea- no te preocupes por él. A pesar de lo que has visto, puedes confiar en él perfectamente. No os hará ningún daño ni a ti ni a tus compañeros. A menos claro está, que le des un buen motivo. Pero es de fiar. 

Tras susurrarle esto, la sonríe- perfecto. En tal caso aprenderemos ambos de cada uno. Espero que pueda enseñart algo útil.

Gloria sonríe para sí al oír la respuesta del humano, aunque... no puede evitar sentir algo. ¿Pena?. El hombre parece tan... solo. Por un momento se plantea marcharse y dejarlo con sus pensamientos, pero antes de que pueda ocurrir, algo- quizás el recuerdo de cómo reacciona Kromwill en combate, de cómo podría hacerlo, da forma a las palabras antes de que pueda detenerlo.

Van a atacarnos, ¿verdad?. Lo han hecho antes de llegar, y volverán a hacerlo. Ignoro por qué... pero creo que Arbahin lo siente. Y vos también.

El río fluía tranquilamente a su alrededor, y Kromwill seguía sumido en sus pensamientos mientras vigilaba desde la borda. Cada movimiento en la espesura podía ser un potencial enemigo, o simplemente una alimaña buscando su alimento, pero ello no le restaba importancia. Quizá todos los ruidos de ése día fueran de animales, pero en algún momento uno de ésos ruidos sería lo único que les avisaría de una emboscada.

"Como tantas otras veces..."

Sin embargo, el guerrero no sabía que le producía más intranquilidad, si la posibilidad de un ataque por parte de los enemigos, o por parte de supuestos "aliados".

El hombre permanece impasible, con la mirada perdida en el horizonte. Podría decirse que se está pensando en si responder o no, cuando Kate le dirige una mirada y, dado que Gruntah parece ensimismado en sí mismo, se acerca a su compañero humano y le apoya una mano en el hombro, causando que se intercambien una mirada por un largo instante. Soltando un suspiro, Jhon niega con la cabeza y se gira a la sacerdotisa. -No soy vidente, así que no soy el más calificado para responder esa clase de preguntas. Pero si alguien nos ataca, estamos más que preparados para responder. -Y luego vuelve a mirar por la borda una vez más, antes de dirigirse a tumbarse en su litera haciendo tiempo.

Tiempo que pasa, lentamente, mientras unos charlan y otros disfrutan de las vistas. El agua permanece tranquila, mientras la balsa avanza a buen ritmo empujada por los mecanismos del inferior. De vez en cuando, uno de los dos hermanos Xasheen se pasan por la borda a ver qué tal vais todos, antes de volver a seguir haciendo arreglos y preparaciones para cuando el rio no esté tan calmado, o cualquiera de las otras cosas que haya que hacer. Y así, los soles empiezan a descender en su ciclo diario, y Pao os invita a entrar en la cubierta principal, que además de contener las hamacas donde podeis dormir, incluye el comedor.

En el centro de la sala, una amplia mesa que haría las delicias de Oppa por sus grabados en madera, y que está fijada al suelo para no moverse con la balsa. Rodeándola, dos largos bancos a cada lado, y dos asientos en las cabeceras de la mesa, dando espacio a 20 personas de manera cómoda, o más si se apretujan un poco. Viniendo uno u otro, al final los dos Xasheen acaban trayendo una comida decente, tanto en variedad como en cantidad, antes de sentarse en la cabecera más cercana a la cocina. Árdigant toma asiento en uno de los bancos, mientras Kate u Jhon se sientan juntos cuchicheando en tono bajo uno con el otro. Aditya, todavía acompañando a Elius, toma también asiento.

Y mientras tanto, podeis notar cómo la balsa decelera ligeramente su ritmo. -Es algo normal. Por la noche, la visibilidad es peor, así que avanzamos más lento para evitar choques fuertes. Pero por la mañana volveremos a acelerar. -Os informa Alf, mientras empieza a comer.

Arbahin se habia mantenido en silencio durante casi todo el trayecto, pensativo, desviando la mirada del horizonte de vez en cuando para fijarla en el cielo. De haber estado solo habria dedicado mas de un aullido a sus lunas, solo para liberar un poco su espiritu. Mas no podia hacer eso, ya habia llamado suficiente la atencion. Es por eso que a la hora de la comida, se sento lo mas alejado que podia de todos, sobre todo de los que le temian. Habia olido el miedo en Aditya, asi que decidio que estar algo ahislado era lo mejor.

Comio bastante, para recuperar fuerzas pero no tanto como para sentirse pesado. Habia suficiente variedad alli como para que hasta él se sintiera complacido.

El que Jhon y Kate hablaran en susurros le puso los pelos de punta, pero se concentró en su comida, procurando no darle muchas vueltas al asunto....

La barca avanzaba ahora mas lentamente y Elius aprovechaba para observar el paisaje. A decir verdad, salvo eso y charlar poco mas se podía hacer en estos momentos. Aunque casi mejor así. Se agradecía un viaje tranquilo. 

La comida fue decente, cosa que le sorprendió al sanador. Al fin y al cabo, en un viaje de esas características, se esperaba un menu menos agradable, pero al cual no haría ascos. Pudo darse por sorprendido cuando probó aquella excelente comida. 

Mis felicitaciones al cocinero- dijo- una muy buena comida.

Haciéndose eco del comportamiento de Arbahin, el ventante se acerca a su compañero y sin dudarlo se sienta a su lado.

-¿Has probado esto? - Dice tratando de sacar un tema de conversación con el licántropo, ciertamente no es que ambos soliesen tener grandes y profundas conversaciones, pero desde luego ambos eran por encima de todo amigos, y era evidente que Arbahin estaba de los nervios por la situación actual, a si que una conversación totalmente banal le ayudaría a distraerse de todos esos asuntos.

Imhol colocó un trozo de carne en el plato de Arbahin para que lo probase.

-Gracias, por la parte que me toca. -Le responde Pao al comentario de Elius. -Ahora que todavía estamos cerca del hogar, tenemos buena comida para varios días. Y a menos que encontremos un escollo, debería poder durar bastantes días. O al menos hasta el siguiente puerto.

-Y yo celebró que tengamos buena comida-añadió el guerrero, mientras devoraba los manjares que se encontraban encima de la mesa. Todo el día en aquel barco, teniendo que ayudar de vez en cuando para que éste siguiera avanzando como debía, había abierto el apetito a Kromwill. 

Además, agradecía tener algo en lo que concentrarse, pues en los ratos en que no estaba ayudando con el barco, no paraba de dar vueltas a los últimos acontecimientos. 

Gruntah se había mantenido en silencio, meditando, y sus compañeros pudieron ver cómo a menudo se quedaba mirando fijamente a algunos de los miembros del grupo con el que se habían juntado. Ya fuera el silencioso humano o la pizpireta muchacha, el draconiano buscaba algo oculto en los pensamientos de los viajeros.

Sin embargo, eso no le quitó el apetito, devorando la comida como siempre hacía, quizás dándole un descanso a sus ideas.

- Tenemos que hablar - susurró a Kromwill cuando tuvo un momento de especial barullo.

-Mmm no, probe esa fruta y algo de pescado- dijo de repente al sentir que Imhol del hablaba. Agarró le pedazo de carne con su mano y le dió un mas que generoso mordisco, saboreando su sabor-. Le falta algo...- concordó, siguiendo el juego a su compañero. Sabia bien que él tenia un don para alegrar a los demas, en eso era parecio a Elius aunque en el caso de Imhol lo hacia de otras formas... como cuando le puso pimienta en el hocico de Arbahin. Las bromas eran algo comun entre ellos-. Muy cocido... pero esta bueno. Crei que habria pura fruta...

El guerrero asintió a la petición del draconiano. Aunque inesperada, el humano sospechaba a que motivos podían deberse, sobre todo debido a las miradas que lanzaba de vez en cuando a los otros pasajeros de aquel barco. Tampoco podía culparle, y más después de la escena entre Arbahin y el otro humano. 

"Quizá haya descubierto algo sobre ellos... Aunque no vamos a tener mucha privacidad para hablar libremente sin temor a que nos escuchen."

El ventante le guiña un ojo a Arbahin.

-He rescatado un trocito y sabía que lo tenías reservado parati

-Gracias, como cualquier cosa- sobre todo si habia hambre-. Pero prefiero un buen trozo de carne, no hay nada mejor.

Sonrio, siempre podia contar con Imhol para relajarse. Aunque sabia que eso duraria poco, esas nubes negras que enturbiaban su mente volverian a él. Pero esos cortos momentos de tranquilidad eran bienvenidos, sobre todo si eran de la mano de un amigo como Imhol. 

El humano, tras una conversación rápida y en la que parece que hay un choque de intereses, Kate niega con la cabeza mientras Jhon se echa para atrás en el banco, y se levanta. -Voy a mirar un rato la luna. -Dice, en dirección a la pareja Xasheen que le asienten y sonríen. Pero, mientras sale, el humano le lanza una mirada rápida a Arbahin, esperando a que entienda el mensaje mientras él se dirige a la borda, cumpliendo sus palabras y levantando la mirada a las lunas.

-He comido suficiente- dijo a Imhol a su lado levantandose al medio minuto despues de que lo hiciera Jhon. Le dedico un saludo con la cabeza a sus anfitriones, a modo de disculpa. Sin mucha prisa, empezo a salir de ese lugar, no sin antes girarse un segundo para ver quien vigilaba sus intenciones.

Afuera vió la humano, mirando hacia arriba, iluminado por la luz de todas las lunas. Arbahin se sentia mas fuerte, mas libre, como siempre se sentia al ver esos astros sobre él...