Partida Rol por web

Calle a las afueras de la universidad, 13:00 horas

Ahora te toca ir a dar clases, es un dia comun y corriente por lo que vas a paso regular por una calle solitaria, el problema, es que esta calle cada vez se hace mas larga y al parecer no tiene fin.

Hace poco reciviste una llamada de un numero desconocido, pero la perdiste porque no alcansaste a contestar, ahora extrañamente el celular no funciona, la pantalla parece una televicion sin señal y el tono es una interferencia enorme, solo logras escuchar una voz que se repite una y otra vez, pero esta al revez, es como si fuera un mensaje subliminal.

El profesor Astor iba andando por la calle, sin prisa, disfrutando de una bella mañana inglesa, "Hay que disfrutar este maravilloso tiempo, sin duda. Pocas son las veces que el cielo luce azul y sin nubes.". Se miro el reloj, no por prisa, solo por curiosidad. Era la hora prevista, llegaría puntalmente, como siempre. "Excelente" pensó. 

Mientras recorría las callejuelas, su mente dibagaba. Se puso a repasar mentalmente el temario que daría hoy a sus alumnos. Pero, tras varios minutos, algo lo sacó de su ensimismamiento. "Juraría que esta calle es mucho más larga de lo habitual. Que extraño." El profesor se detuvo unos instantes, mirando hacia ambos lados. No parecía haver fin. "Ya debería ver la pequeña plaza y la entrada a la facultad". Miró su reloj, y vió que la hora no havía cambiado mucho. Como docto hombre de letras que era, no pensó que podía deberse a nada sobrenatural. Pero la posibilidad recorrió rápidamente su mente. Al fin y al cabo, su abuela le havía mostrado cosas realmente extrañas. 

"Vamos Charles. Eres un hombre adulto, ya no eres un niño. Estas cosas no pasan." Pensó el doctor, sin dejar de mirar la calle. Al final, logró convencerse a si mismo, y siguió avanzando. Entonces, no sabe muy bien por qué, se sacó el móvil del bolsillo de la chaqueta de franela. La pantalla marcaba "sin señal". Sin embargo parecía que emitía un ruido. Al acercárselo al oido, empezó a oir una extraña voz, que hablaba al revés. "¿Que demonios...?" pensó el doctor. 

"Esto ha de ser una broma, de algun cretino de entre mis alumnos. A lo mejor ese maldito irlandés de la última fila. ¿Flannigan?" Pero nada le convencia. Ahora si empezaba a sentir un ligero temor. Se volvió a guardar el telefono. "Pamplinas" y avanzó, rápido. Tenía la esperanza de encotrar al fin la puerta de la universidad, y sentirse aliviado. Pero no aparecía. Solo la maldita calle. 

Avanzas rapido, pero todo sigue igual, como si dieras vueltas en circulos, algo andaba mal. Por unos instantes creias en la opcion de algo natural, pero luego recapacitabas, las cosas son como son, la ciencia lo ha demostrado asi, y la filosofia... De repente, algo nuevo entra en la calle, hay una chica, de unos 20 años sentada en el suelo, no podias verle la cara, el pelo la taba porque tenia la cabeza agachada, algo murmuraba.

El doctor se quedó unos instantes quieto, observando a la chica. No se atrevía a moverse, ni a avanzar, ni a retroceder. Aquello era extraño. Ahora se fijaba en que no había nadie, ni en la calle ni en los balcones. "¿Que está pasando, por todos los demonios?" pensaba el doctor. Valoró rápido sus opciones. Aquella chica parecía tan extraña, tan rara como toda aquella situación. Se acercó, muy poco a poco, y mirado atrás por el ravillo del ojo. 

-¿¡Hola!?- preguntó Charles, con una voz más firme de la que esperaba, mientras avanzaba hacia la chica. -¿Estás bien?-

La chica se levanta sin contestar, una vez en pie levanta la cabeza lentamente, se tambalea y cae al piso...

Muchos viajes en un solo dia... dice la chica en el piso ...no queda mucho tiempo su voz te daba escalofrios, se escuchaba como cansada, y sufriendo un gran dolor

El profesor ahora se sentía aturdido. "¿De que demonios me está hablando, de que viajes, pero que...?" Aquello carecía de sentido alguno. Primero una calle que se alargaba, luego la gente que desaparecía, luego lo del teléfono móvil... Y ahora una chica drogada, borracha, o quizás enferma, o peor, le estaba diciendo aquellas frases sin sentido... El desconcierto y el temor inicial se transformaron, poco a poco, en un sentimiento de rabia, rabia ante la impotencia, ante una situación que no entendía en absoluto. 

-¿De que viajes me hablas? ¿Mucho tiempo para que? Vamos, acompañame, esta claro que necesitas atención médica, vamos al hospital, te llevaré.- 

"Si esque llego al hospital, y salgo de esta maldita calle."

-Venga, vámos, levanta.- El buen doctor cogió a la chica por el antebrazo, y trató de levantara.

La chica al parecer realmente estaba mal, aunque consigues llevarla se nota que le cuesta moverse, lleva la cabeza abajo. Caminan un largo tiempo por la calle y aun no tiene final...

No te preocupes por mi, esta calle no tiene final y yo ya no me puedo recuperar dice finalmente la chica

-Vamos, no te preocupes, no hay nada que no pueda solucionarse salvo la muerte. Además, la calle no puede ser interminable. Seguro que se acabará. Cojeremos un taxi y nos hiremos al hospital. Te pondrás bien.-

No sabía si aquello era más para tranquilizarse a si mismo que a aquella desconocida y extraña chica. "¿De que me habla? Deben ser delirios por las drogas, alcohol, y a saber que más. Esta joventud." Piensa Charles. Trata de despistar sus pensamientos, de seguir andando, con la esperanza cada vez más lejana de encontrar una salida. Aquello empezaba a ser de locos. "Quizás sea una pesadilla... Quizás despierte en mi cama, pensando sobre el extraño sueño que he tenido por la noche..." Otra vana excusa para tranquilizarse. Aquello era ya demasiado real. Demasiado real. Esas palabras ahora resonavan en su cabeza. 

Dime.. la chica sonrie Charles se toma una pausa ¿crees en lo sobrenatural?

Sientes que un viento helado recorre tu espalda ¿como sabia tu nombre?

"¿Que dem...?". Ahora se para y mira fijamente a la chica que tiene en brazos. La examina, mirándola de arriba abajo. 

-¿Como sabes mi nombre?- Clava una mirada severa en los ojos de la chica, aguardando una respuesta. -¡RESPONDEME!- Grita ahora Charles, cuya calma ahora ya se ha visto sobrepasada por los acontecimientos. 

"Esto ya no tiene ni pies ni cabeza. Bueno, hace ya mucho rato que nada tiene ni pies ni cabeza, pero esto ya es el colmo." 

Al parecer la chica se recupera cuando tu le gritas, te empueja un metro hacia atras como quien empuja una bolsa lo se porque muchos lo sabemos te mira con su mirada tranquila. Ahora de la chica salia humo y se prende en llamas mirame Charles estoy ardiendo

En un destello de luz apareces frente a la universidad... ¿habra sido solo una ilucion? ¿¿entonces porque aun sientes el empujon??

Charles mira a su alrededor, sorprendido, algo asustado, y nervioso. Ahora está frente a las puertas de la universidad. Todo parece normal a su alrededor. Tarda unos minutos en reaccionar, parece estar en estado catatónico. Al fin, se incorpora y mira de nuevo a su alrededor. "¿Que ha pasado? ¿Que ha ocurrido? ¿Y la calle?". 

Se toca la cara, y luego el cuerpo. "Al menos parece que estoy entero..." Luego piensa, tratando de recordar que havía pasado. ¿Y que era aquella chica? ¿A que vino aquella pregunta? Ciertamente su abuela, hace ya mucho tiempo, le enseñó que no todo lo que hay en el mundo puede explicarse con ciencia, o percibirse con los sentidos, pero era la primera vez que le ocurria algo así. El era un hombre aburrido, monótono, esta clase de cosas no le pasaban a hombres como él. 

-¿Estaré perdiendo el juicio?- Se preguntó a si mismo, en voz baja.

Tras unos minutos, tras recolocarse de nuevo en el mundo, miró a la universidad, aterrizando de golpe. "¿Que hora es?" se miró el reloj. 

13:19 Horas.

Ahora todo estaba normal. De entre una multitud de gente se te hacerca una chica de tu clase

Saludos profesor! dice animada sucede algo señor? ahora algo extrañada nos avian avisado que no vendria durante un tiempo a la universidad...

Confundido, aún, por la extraña experiencia, Charles mira a la alumna.

-Buenos días, Srta. Katherine. No, no, nada sucede. Solo un pequeño imprevisto, pero ya está controlado, aunque le agradezco su preocupación. Nos veremos en la clase.- Le digo, tras una sonrisa.

"¿Unos días? ¿Que ha pasado? Acaso no... No, imposible." Se plantea la posibilidad de haver estado varios días en semejante locura, pero la borró rápido de su mente. "Demasiado kafkiano, no puedo crerlo" o quizás no quiera creerlo. Nada de lo que ha ocurrido puede catalogarse como normal. Antes de que se vaya, mira a la alumna. Con una expresión amable, le pregunta.

-Perdoneme, Señorita, ¿Pero en que día estamos? Des de que este maldito reloj se me estropeó, he perdido la noción del tiempo.- Le pregunta Charles, mientras muestra su reloj.

Hoy es lunes profesor responde la chica un tanto extrañada bueno, segun el rector de la universidad lo llamo al telefono entonces recuerdas la llamada perida (la dije en el inico, en la introduccion de esta escena)