Partida Rol por web

Tu hogar, 13:00 horas

Tu casa "humilde" estaba como todos los dias, ordenada y cuidada por una de tus sirvientas. Has estado encerrado en tu habitacion por un tema de finanzas y tambien de planificacion. Vez tu mayor necesitad con recelos (volver a tu patria) pero por mas que le des vueltas al asunto ya no sabes que hacer.

Recien has terminado, solo 500.000 de dolares en efectivo y unos 2.000.000 dolares masen tu cuenta personal del banco, aparte de acciones en otras partes. En total, has sabido llevar tu vida financiera para que de frutos, pero aun asi sientes que fracasas, al no poder volver a tu nacion.

Al poco tiempo de esperar comienzas a sentir que se volvia el ambiete cada vez mas frio, y al ver por la ventana notas que todo se esta oscureciendo, extraño hoy no se anunciaron eclipses solares ni mucho menos un dia frio, de hecho se espera un dia caluroso.

Llamas a alguno de tus sirvientes, pero no responden. Fue entonces cuando comenzaste a escuchar "algo metalico" arrastrarse y rechinar por todas partes

El sonido se escuchaba a lo lejos y parecía provenir de todas las direcciones posibles. En un principio era un chirrido lejano, como quien arrastra una serie de cadenas o cualquier otro objeto metálico similar.

El ruido, fuera lo que fuese, se iba acercando cada vez mas, aumentando de intensidad. Cuando más cerca se lo oía mas frío parecía hacer en la habitación.

En un principio Vitali se quedo duro por la sorpresa y el espanto, sin saber que hacer.

El ruido era cada vez más fuerte.

En un acto de desesperación corrió a su escritorio, abrió uno de los cajones y tomo la pistola makarov que guardaba para “emergencias”. Claro que para el una “emergencia” podía llegar a ser algún que otro asesino lo fuera a “buscar” por orden del Kremlin. Nunca pensó que se tuviese que defender de un extraño sonido metálico.

A estas alturas el sonido se había vuelto ensordecedor, el frío insoportable (incluso para el).

Sin siquiera detenerse a pensar si lo que iba a hacer era prudente o no abrio la puerta y salio al pasillo,

Nada.

El sonido había cesado de repente y la temperatura era normal.

Estaba totalmente desconcertado.  

¿Que sucede Vitali? pareces asustado y eso no es normal en ti una muchacha desconocida para ti de pelo castaño claro, piel blanca, ojos claros te miraba tranquilamente, ella aparentaba 23 años ¿a quien buscas Vitali?

Vitali se dio vuelta como un rayo y entonces la vio.

Parecía una chica normal, bella, joven y saludable y, en principio, nada amenazante. Sin embargo ¿Cómo llego hasta la puerta de su estudio? ¿Cómo sabía su nombre? ¿Cómo explicar el ruido ensordecedor de hace unos segundos y como explicar el frío atroz? Además la familiaridad con la cual hablaba con el era pavorosa.

A pesar de lo violento de su reacción casi nadie, en una situación similar, se atrevería de llamarla exagerada.

Le apunto con la makarov directo a la cabeza, justo entre los ojos, con el brazo firme y bien extendido y la increpo a los gritos, fuera de si, en una mezcla de frenesí de furia y miedo.

- ¿¡Quien diablos eres?! ¿¡Como llegaste hasta aquí?! ¿¡Cómo sabes mi nombre?! ¿¡Quien te ha mandado?!... ¡Contéstame o juro por Dios que te mato aquí mismo!

Vitali nunca había disparado a nadie (aunque sabía usar la makarov) y mucho menos matado a alguien. A pesar de todo no era uno de aquellos que fuera a vender barata su vida en caso de peligro. Y en este momento se consideraba en una situación en extremo peligrosa y extraña. No bromeaba cuando decía que la mataría. Eso se lo podía leer en la cara. Cualquiera se daría cuenta de que el hablaba en serio.

Sin embargo la chica parecía no inmutarse por ello. Lo miraba como si la situación la divirtiese.

¿Que vas a hacer? ¿me vas a disparar? da un paso adelante intentalo Vitali, pero las cosas en la vida se devuelven suelta una pequeña carcajada

Como si con sus palabras no hubiera sido suficiente, la chica apoyo su frente en el cañón de la makarov mientras se sonreía burlonamente.

“…las cosas en la vida se devuelven”

Había algo en las palabras de la chica que irradiaban una terrible confianza, algo así como una sinceridad pasmosa capaz de conmover hasta las bases mismas la confianza de cualquier persona.

Vitali no solo sospecho que dispararle sería inútil. En ese mismo momento lo supo con una certeza absoluta, inconmovible e imposible de refutar. De ahí en mas se supo indefenso, de momento, ante semejante aparición.

Bajo el arma, pero no dejo de mirarla fija y duramente.

- Bien, de acuerdo… pero ¿Quién o que eres? ¿Qué quieres conmigo y que significa todo esto?

Crees en los demonios Vitali? se aparta dando un paso atras no temas, yo no te hare daño, solo vine a salvarte

Vitali la miro fijo. La pregunta lo irritaba y, a pesar de querer evitarlo, le contesto de mala manera.

- No. Creo solo en mi mismo y en esto hizo un gesto con la cabeza hacía el revolver que aún tenia en su mano cuando es preciso. Hasta ahora ninguno de los dos me ha decepcionado. Ahora bien, seas lo que seas, ¿De que pretendes salvarme? Dudo que sea de Putin o del imbecil de Medvedev…

Sin decir nada apunta atras tuyo fijamente con el dedo. Giras lentamente al principio creyendo que seria una trampa, pero luego sientes un ruido metalico atras tuyo...

Atras estaba todo sumido en oscuridad, y algo con una gigante espada se movia hacia ti, llevaba una piramide en la cabeza.

Ahora ven aqui, o quedate con el te sonrie, al parecer la situacion le hace gracia

- Шахта бога!  Т демоны то!?

No pudo evitarlo. Fue tal la sorpresa que la exclamación, mezcla de pavor e incredulidad, le salio en su lengua materna. No  tuvo en mente a la extraña, ni siquiera si esta entendía el ruso o no.

Mientras retrocedía instintivamente le apunto a la nueva aparición con el arma que llevaba en la mano pero no disparo. De pronto había recordado lo que le había dicho la extraña joven. Aparentemente estas cosas eran inmunes a las balas…

Siguió retrocediendo sin apartar lo ojos de aquella cosa extraña y sin bajar el arma, que a pesar de su inutilidad algún consuelo le daba, mientras el ruido similar al arrastrar de unas cadenas se hacía cada ves mas fuerte. Como la primera vez que lo escucho el ruido estaba acompañado por una creciente oscuridad y un frío atroz.

La cosa extraña se le acercaba lentamente. El dentro de poco estaría arrinconado contra una de las paredes y el monstruo aquel… sin dejar de mirarlo se dirigió a la muchacha.

- No se adonde quieras ir ni porque, pero cualquier lugar me parece mejor que este. Voy contigo, seas lo que seas…

El sonido de cadenas era cada ves más fuerte, el frío cada vez mas extremo, ya su aliento empezaba a ser más y más visible y espeso. Esperaba que la muchacha lo hubiese podido escuchar.

La chica te abraza y sientes un calor inmenso, como si el frio no la afectara.

La chica te abraza y vez una luz blanca cegadora. Ahora estas... en otro lugar.