Partida Rol por web

The Empty Box and Zeroth Maria

El alma de la dueña del Aula Rechazadora

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19/06/2018, 23:42
Kasumi Mogi

No te hagas la mosquita muerta. He visto como lo has abrazado, lo he visto todo.

Y con un salto Mogi se vuelve hacia vosotros y con la mano extendida corre los tres, cuatro metros que le separan de Kokone, la punta de la cuchilla apuntando hacia el estómago de tu amiga.

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21/06/2018, 22:12
Kazuki Hoshino

Su mente le venía advirtiendo de que algo iba mal. Su reacción había sido demasiado fría, incluso para alguien como ella. Pero Hoshino no quería malpensar, intentaba convencerse a si mismo de que sus sentimientos eran reales, y por tanto no desconfiar de ella... Pero conforme Mogi-san seguía hablando, con aquella frialdad, su mente le fue gritando cada vez más alto que algo iba condenadamente mal. Se vio buscando algo para protegerse... una bandeja de metal por ejemplo.

"¡No!" Kazuki nunca había sido un chico de acción. ¡Apenas sobrevivía en la educación física! Sin embargo, la expresión de su cara denotaría completa incredulidad, sorpresa, decepción, pero sobretodo, determinación. Tenía motivos más que suficientes e importantes como para actuar, lo más rápido que pudiera, y sin dejarse paralizar por el devenir de los acontecimientos. Los gritos de su mente le habían preparado para lo peor, y aunque no pudiera creerlo, estaba pasando. Corrió para ponerse en medio y proteger a Kokone-chan, usando la bandeja de metal como escudo en caso de haberla encontrado, o sus propios brazos en caso contrario. No se lo pensó dos veces.

Notas de juego

Oh dios esto mejora por momentos O____O

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22/06/2018, 10:00
Narrador O-minoso

En efecto ves una bandeja de metal sobre el mostrador de la cocina. La coges y con un movimiento abrupto y decidido te pones con ella delante de Kokone para ampararla contra la embestida salvaje de Mogi-San. Aunque de hecho eres todo salvo un chico deportista, tu acción aún viene a tiempo y la punta del cuchillo se choca contra la bandeja, lo que produce un sonido desgarrador de metal rascando metal. Sin embargo, el impacto del que has subido la fuerza te deja tambalear atrás, chocando a tu vez contra Kokone, y ambos caéis al suelo.

En este momento entra Haruaki en la cocina, pero es una entrada extraña, muy lenta y con una sonrisa amplia en su rostro que no cambia ni un ápice cuando ve la escena delante de él. “Ah… ¿Mogi, has perdido otra vez los nervios?

Sin embargo, aunque de apariencia física sí es Haruaki, algo en su rostro desmiente su identidad. No parece la misma persona. Y ahora te das cuenta… que esta sonrisa, ya la viste antes, en un sueño que no era un sueño, o algo que sólo se podía recordar en sueños… El hecho es tan increíble como innegable: se trata de O.

”, dice este, bajo las facciones de Hoshino, en voz bastante burlona cuando lo reconoces, “asumí la identidad de Haruaki en el Aula Rechazadora – creo que así la maldita chica llama esta caja. Es una caja, no es la realidad. Y no debes sorprenderte por el alma asesina de tu compañera de clase. Porque si alguien, durante ciclos y ciclos de repeticiones, te sugiere la misma cosa – que mates a alguien, o que le mates a él… ¿crees que, al fin y al cabo, tú podrás resistir? Bueno, de hecho, tú sí te resististe, pero tu memoria sólo fue intermitente, mientras que ella no se olvidó de ninguna sugerencia… y luego… tú eres especial.” Su sonrisa se volvió más amplia. “¿Te das cuenta de como estoy montando aquí mi pequeño experimento social? Ah, vosotros los humanos sois tan interesantes...

Mogi-San se quedó callada durante este pequeño discurso de O, reduciéndose a una actitud sumisa, o casi inconsciente.

Kokone, por su parte, estaba completamente abrumada, la imagen viva de la angustia y de la incomprensión. Estuvo en el suelo, tiritando.

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24/06/2018, 20:11
Kazuki Hoshino

Gracias a dios que había detenido la embestida de Mogi-san con la bandeja metálica, pero no tuvo tiempo de celebrarlo. Desde el suelo, Hoshino vio horrorizado Haruaki aparecía delante de si, entrando en la habitación, con una sonrisa diabólica y hablando con la misma voz de Haruaki sin ser Haruaki. ¿Cuán fuerte sería el shock si a uno le pasara aquello en la vida real? Esto era, de hecho, la vida real, pero Hoshino no entró en la misma confusión y shock que Kokone-chan. Se preguntó si aquello fue por su propia y extraña personalidad, o porque las repeticiones y todo lo que había ido viendo le habían preparado para esto. "Zero..." murmuró con el ceño fruncido, poniendose en pie, pero no apartándose de delante de Kokone-chan, para poder protegerla. "¿¡Qué le has hecho!?" gritó. ¿¡Qué le había hecho a Kasumi Mogi? Parecía que le había ido sugiriendo día tras día, repetición tras repetición, que matase a Kokone-chan, que Kirino-chan era una rival, la responsable de que Hoshino no se enamorada de Kasumi-san.

"Zero... Tú nunca has querido concederle deseos a nadie. ¿Verdad? Ni darles ningún empujoncito. Solo quieres retorcer los sueños y deseos de la gente a su expresión más horrible, ¿no es cierto? Como el que quema a una hormiga al observarla con una lupa... ¡Sabiendo perfectamente que va a quemarse! ¿Es por eso que dices que yo soy especial? ¡¿Porque no tengo... ningún sueño que puedas retorcer?!" exclamó Hoshino con ira e impotencia por igual, pues ¿qué podría hacer frente a un dios? Tan solo apretar el puño con furia y frustración...
 

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26/06/2018, 21:28
Director

Por favor, deja de quejarte. Es indigno de ti”, dice Haruaki-Zero en voz pausada. “Me cansas, chico, oh, me cansas tanto… pese al interés que me inspiras. Al menos tú sí me inspiras interés – los demás sólo me dan asco, de verdad. Sí, eres especial porque deseas poco, por así decirlo… o nada. Salvo, tal vez….

Mogi-San de pronto interrumpe con una voz clara: “Hoshino, ¿qué piensas de mí? ¿Quién soy para ti? Podrías… ¿llegar a amarme?

Kokone, entre tanto, se queda tetanizada.

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29/06/2018, 00:41
Kazuki Hoshino

¿Que le cansaba pero que le interesaba? Aquello no tenía ningún sentido, era una contradicción. De hecho, todo lo que estaba viendo y viviendo eran contradicciones, retorcidas manipulaciones de los deseos y sueños, banalizando las vidas de las personas. ¿Es por eso que mató a Haruaki-san? ¿O que le obligó a matarle...? O quizás... ¿eso fue justo lo que les hizo creer a Otonashi-san y a él? Convertir a Hoshino en un asesino... en el asesino de su supuesto mejor amigo... ¡Alguien que en realidad nunca había existido, sino que había creado para provocar a Hoshino, y también a Otonashi-san! Tal vez sí, tal vez era demasiado rebuscado... Fuera cual fuera la verdad sobre Haruaki, Zero probablemente no se la diría. Jugaría con la verdad y la mentira, tal y como hacía cuando 'concedía' los sueños a los demás, a él, y a Mogi-san.

"Mogi-san, te devuelvo la pregunta. ¿Cómo puedes decir que me amas si atacas a mis seres queridos? ¡Has intentado matar a mi mejor amiga! ¡¿Cómo puedes decir que me amas?! Quizá tuvieras razón, quizá mi enamoramiento por ti, el que me empujó a declararme, no fuera más que producto de las repeticiones... Yo solo recuerdo un pequeño porcentaje de las repeticiones, no  no puedo ni imaginar cuánto habrás sufrido en este Aula... no, esta Jaula Rechazadora que tú y yo deseamos. Somos pájaros que nos hemos metido en la jaula de Zero por voluntad propia. Como un pájaro que se corta las alas a sí mismo... V-vale que yo igualmente no iba a volar, que no sé volar, pero... ¡quiero algún día encontrar mi sueño, levantar mis alas y echar a volar! Pensé que necesitaba tiempo... que con el tiempo parado, con mi vida normal y apacible acabaría por encontrarlo. ¡Pero me equivoqué! Y creo que tú... también te has equivocado."

Recordó las palabras que Otonashi-san le dijo en una de tantas repeticiones.

“Sólo lo puedes decir que algo bueno porque no estás viviendo lo mismo que yo. Es terrible, Hoshino, terrible. ¿Para qué explorar la vida? ¿Para qué aprender? ¿Para qué sirve si fatalmente estás arrojado de vuelta al mismo punto espacio-temporal? Cada día el mismo entorno, las mismas personas, las mismas posibilidades… No sabes de lo que estás hablando… no lo sabes...”

 "Repetir el mismo día una y otra vez no es vivir. Vivir es... bu-bueno, no lo sé, pero desde luego que no es esto..."

¿Quizás por eso Zero dijo que Hoshino le cansaba? Hasta él debía estar aburrido de tantas y tantas repeticiones... Sin embargo, ¿dónde dejaba eso a Mogi-san? ¿Era simplemente una hormiga aburrida más para Zero? ¿Un títere que usar para ver cómo Hoshino reaccionaba? ...¿Justo era lo que acababa de pasar? Cuando Zero habló, Mogi-san se quedó parada... casi inconsciente, como un títere apagado...

...Entonces Hoshino recordó lo que Mogi-san había dicho... Ella... había muerto por el camión. Zero le había dado una segunda oportunidad, pero... a su retorcido estilo eso podría significar que... "Zero... Si Mogi-san renuncia a su caja... y el Aula Rechazadora desaparece... ...¿ella morirá?"

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30/06/2018, 23:27
Narrador O-minoso

Haruaki, quien te había instigado a matarlo, y quien había instigado a Mogi-San de hacer lo mismo, y matar a otras más personas, y en el caso de ella con éxito – Haruaki, es decir, el quien había asumido la identidad de Haruaki en el Aula Rechazadora – O – muestra una sonrisa retorcida: “Lo que dices es cierto, chico. Si esta caja se termina, también se termina la vida de Mogi-San.” Pero de repente una expresión contrariada parece en el rostro del ser particular.

La cara de hielo de Mogi-san se derrite. Te mira con ojos lagrimosos. “Yo nunca quería atacar a nadie quien amas pero… ¿cómo conseguir que me amas a mi si siempre dependes de otras personas, otras que yo? ¿Por qué no quieres depender de mi Hoshino? ¿Por qué, con tus problemas, no te vuelves hacia mí? ¿Por qué no buscas mi ayuda, mi consuelo, mi… amor?

En sus ojos se expresan dos realidades claramente: su amor por tú y … cierta locura. La consecuencia inevitable de las repeticiones.

O parece más y más contrariado, y también extrañado por las palabras de Mogi-San.

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03/07/2018, 16:17
Kazuki Hoshino

Zero parecía molesto y sorprendido de que su títere hubiera cobrado vida sin que él tirara de las cuerdas. Casi que no podía culparlo: si era así como veía de verdad al resto de seres humanos, como sus títeres, era una reacción humana y de esperar. Una reacción humana... quizás llamarle humano era un honor que le venía grande.

Mogi-san ya no era pétrea e impertérrita. Hoshino también se sorprendió, ya que nunca la había visto así. Era la Mogi-san que él había esperado encontrar bajo el caparazón cuando creyó estar enamorado genuinamente de ella, y no por influencia de las repeticiones... 

"Creo... creo que la culpa es tuya y mía... No de mis amigos." reconoció a la chica, acercandose a ella unos pasos. ¿Todavía Mogi-san tenía el cuchillo en las manos? Buscando apartarlo de las manos de ella con delicadeza, se acercó pasito a pasito a ella. "Creo que tú y yo actuamos de forma parecida... Nunca nos acercamos el uno al otro, nunca te confié nada, ni tú a mi, nunca..." le dolía reconocer estas verdades, pues como ella él mismo había estado viviendo 'dormido' hasta que Zero apareció y cambió la vida de Mogi-san, y la suya propia. "...Nunca nos atrevimos a hacer nada, a declararnos, ni a acercarnos el uno al otro. Sé que... bueno, creo que antes de que las repeticiones empezaran, ya sentía algo de atracción hacia ti. Pero nunca me la tomé en serio... Nunca me he tomado en serio nada realmente... S-si acaso los estudios..."

"Así que nunca hice nada para acercarme a ti. Y ahora ya es tarde... y-y lo siento de veras. Tú al menos... tuviste ese deseo brillante, de que no querías morir sin arrepentimientos... Zero ya lo sabe, me hizo la misma pregunta... yo no tengo ningún deseo, to-todavía... Pero tú te aferraste al tuyo de no arrepentirte incluso al borde de la muerte. Eso... e-es muy valiente, Mogi-san." Poco a poco se iría acercando a Mogi-san, y cuando estuviera lo suficientemente cerca, le pondría las manos sobre las suyas, buscando retirarar el cuchillo haciendola soltarlo.

"Siempre te he admirado un poquito... Ja...jaja... y ahora, más que nunca..." rió avergonzado, pero pronto su expresión facial se hizo enfadada. En ese momento, si todo iba conforme a su intención, agarraría las manos de la chica con cuidado pero de manera decidida, para retirar el cuchillo. "Aunque no por coger un arma y hacer daño a Kokone-san. Eso ha estado mal. Por favor, por favor no hagas eso. Anda, suelta ese arma..." negó con la cabeza.

Si conseguia el cuchillo, lo guardaría de vuelta en el cajón y lo cerraría.

"Mogi-san, yo... creo que esta manera de vivir... Esta jaula en la que tú y yo nos hemos metido no es vida de verdad. Mira lo que te está haciendo... Nadie debería verse en el extremo de coger un cuchillo y... y-y atacar a alguien... Solo puedo imaginar cómo te sientes... Zero nos hace sacar lo peor de nosotros mismos, yo tampoco soy una excepción... Po-porque..." apretó el puño con fuerza de la frustración y tristeza. Si Mogi-san renunciaba a su caja... Moriría. ¡Moriría!

Se tapó los ojos con una mano y se dejo caer sobre uno de los taburetes de la sala, alguno que estuviera cerca de Mogi-san. "...Porque quiero pedirte algo terrible y egoista... cuando hace menos de diez minutos me declaré estúpidamente creyendo que no solo mis sentimientos eran genuinos, sino que una vez los supieras, podrías renunciar a tu caja y no pasaría nada... que no... que no morirías..."

Notas de juego

No sé si he hecho demasiadas acciones en un solo post. Dime si hace falta editar y edito sin problemas.

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05/07/2018, 23:05
Narrador O-minoso

Mogi-san de verdad no se resiste a ti cuando le tomas el cuchillo y lo encierras en el cajón. Más aún, con cada palabra que pronuncias su cara impertérrita sigue derritiéndose. La expresión y la vida vuelven en ella. “Así que es verdad...”, tartamudea. “Es verdad que me amas. Es real. Real!” Toma tu mano y la aprieta. La emoción parece cortarle las demás palabras que podría pronunciar.

O mira la escena con un disgusto supremo que se plasma claramente en las facciones de su cara. “Muy emocionante. Pero hay una pequeña de la que os olvidáis: si esta caja deja de existir, Mogi-San morirá. Estaba al punto de morir cuando le ofrecí la caja.

Mogi-San parece no escucharlo. “Ahora sí puedo morir sin arrepentimientos.” Y… algo muy extraño ocurre. Toma tu mano y la pone sobre su pecho y de pronto en tu mano hay un peso… una caja.

Mogi, al momento que te la entrega, te da un beso, llorando.

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07/07/2018, 10:22
Kazuki Hoshino

Sin darse cuenta, Hoshino por fin se sintió con confianza para darle una confidencia: la del dilema del pájaro autoenjaulado en el que se encontraban él y ella. Aquello que había descubierto de que vivir atrapados en una jaula no era realmente vivir. Esa jaula que Zero les había ofrecido y en la que habían entrado ambos por su propia voluntad. Hoshino le confesó que quería... no, más bien, tenía que, pedirle que le entregara la caja. Pero no podía. Sencillamente, no podía, ¡ya que ello supondría la matarla! Era un dilema irresoluble, la trampa perfecta de Zero, y sin embargo, y sin saberlo, sin saber tampoco cómo resolverlo, Hoshino ya lo había resuelto. Mogi-san vio algo... sintió algo en las palabras de Hoshino que le confirmaron que aquello que siempre hubo deseado había estado siempre allí, tan solo a la espera de que extendiera la mano y lo tocase.

Quizás el mayor temor de Mogi-san no hubiera sido no haber llegado a cumplir su deseo, sino el miedo a no poder cumplirlo nunca, es decir, a que Hoshino nunca hubiera estado interesado en ella, a la imposibilidad de alcanzar aquello que más deseaba. Quizás al darse cuenta de que era posible, su desesperación terminase. Quizás ella solo necesitaba descubrir esto último...

Como ya le había reconocido a ella a través de sus propias palabras, Hoshino no podía saber con certeza si su amor por ella era infundado por las repeticiones o real. La trampa irresoluble de Zero. Y sin embargo... la resolución del problema dejó de tener que ver con aquello. Pues, ante todo, él y Mogi-san habían necesitado no el final, sino un principio. El camino, el camino que ambos veían imposible e inalcanzables. Dos almas en el mismo dilema... dos almas que Zero había estado a punto de corromper, aprovechándose de sus debilidades. Y, una vez más, Mogi-san dio el gran paso. Al igual que fue la primera en tener un deseo, fue la primera en cumplirlo.

Cuando el beso terminó, Hoshino asintió con una sonrisa de agradecimiento, cariño y pena. Supo que aquello que tenía en su mano era una caja, la caja de Mogi-san. Supo que ella se la había entregado, siendo muy consciente de lo que suponía. Supo, entonces, y por ello, con toda certeza, que ella le amaba, y que no volvería a hacerle ni intentar hacerle daño. "Mogi-san... gracias por todo..."

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09/07/2018, 18:50
Narrador O-minoso

Mogi-San sonríe y sigue llorando, pero es un llanto de paz, de tranquilidad, sobre todo de liberación – de salvación. “Al contrario, gracias, gracias a ti, Hoshino.” Levanta una mano y te acaricia la mejilla. “Por fin puedo descansar en paz. Ojalá que hubiéramos tenido más momento que vivir juntos. Pero que tú me amas, que me amas realmente – al final me ha abierto los ojos. Estaba enloquecida, extraviada. Me encontraste y me condujiste – a casa. Donde pertenezco.

O continúa mirando la escena con cara de desdén. Comenta malhumorado: “Patético, simplemente patético. Bueno, esta ocasión de observarte se está acabando, Hoshino, pero tendré más ocasiones. No te dejaré así de fácil. Eres un objeto de estudio demasiado interesante. Nos vemos.” Te muestra una sonrisa torcida y con un último suspiro de disgusto abandona la cocina.

De pronto te das cuenta de que todo en tu alrededor toma un toque diáfano – que los colores se están lavando, que la materia misma parece difuminarse. La caja se ha acabado. El Aula Rechazadora ha llegado a su fin.

Los contornos se convierten en líneas apenas visibles y luego desaparecen de todo. Ves a Mogi-San desaparecer ante tus ojos, sumergiéndose en la luz blanca que baña toda la escena. Te sonríe hasta que se esfume, y tú te esfumas.