Partida Rol por web

Cuando bajas las escaleras el tabernero te hace señas y te indica una mesa al fondo donde casi no llega la luz y en la cual hay una figura encapuchada mirando al suelo y cubriéndose con las sombras.

De pronto me doy cuenta de una cosa con la que podría identificar al mago y vuelvo medio corriendo donde la humana. -Perdona, creo que ya me he acordado de algo con lo que poder identificarle. Si no me equivoco tiene un medallón o un colgante redondo y con un roble o algún árbol grabado en el. ¿Te suena de algo? me seria de gran ayuda.

- Vaya, eso si me ayuda maestro enano, el señor Melias siempre está leyendo libros sobre botánica que se encuentran en las estanteria 466-472, probablemente sobre el 5º-6º piso. Súbase a una silla y buena suerte. - te dice y sigue leyendo su libro.

Dando ligeros saltitos despreocupados me muevos hasta la mesa del fondo.

-Hooooola, me han dicho que me estaba buscando. ¿Puedo saber quien es usted?

El elfo asiente a las palabras de Jainas, preparemonos, que el chico va a tener hambre. Recordad que vivo vale 5,000 piezas de oro. Acto seguido conjura unas palabras arcanas mientras busca un sitio a cubierto

-Muchas gracias- dije contento de haber conseguido la información que quería.

Miré a mi alrededor para orientarme un poco y seguido me puse de camino a donde me había sugerido la humana.

Cuando llegué al sitio miré si había alguien en la sección en la que me sugirieron mirar.

Os preparáis para el combate y unos instantes después sale una cría de wyvern de un color rojo vívo y pequeños toques negros no mucho más grande que un perro corriendo y asustada a vuestra sala, resbalando a cada paso con sus aún no desarrolladas garras y en un derrape lanza un pequeño chorro de lava a una pared que léntamente se deshace hasta que la lava se enfría y se vuelve ceniza.

El dragón está ahora quieto y jadeando, parece cansado.

- És tan sólo una cría asustada que ha nacido en medio de un montón de gente y no ha sabido identificar a su madre - susurro. - Quizás no hace falta la fuerza, solo mañana y un poco de cariño.

El encapuchado te invita a sentarte con la mano. Cuando te sientas hace unas señas al camarero y trae dos cervezas enanas de las mas sabrosas de todo Malz.

Después se quita la capucha para revelar a una chica aasimar rúbia de ojos azules y un tatuaje ondulado que le cubre un ojo, media frente y llega hasta la oreja.

- Hola Salomon, volvémos a vernos - te dice con una voz dulce aunque algo amenazadora.

Volando con la silla que al principio te cuesta manejar por fín llegas hasta la zona que te han indicado, aunque está repleta de magos y ninguno muestra a primera vista sus abalorios y las ropas de mago son bastante estrechas con cuello alto.

Su nombre es Vivianne aunque no sabes su apellido y antigua compañera de infancia, tuvisteis una relacion de amistad hasta que desaparecistes por completo de su vida tras la muerte de tu abuela. No tienes ni idea de que hace aqui tras tanto tiempo

Le lancé una sonrisa enorme tras recordar quien era. Aunque me sorprendía que ella se acordara de mi. Tal vez esta enamorada de mi en secreto desde que era una niña. Nah, demasiado tipico.

-Vaya Vivianne, hacía tiempo que no nos veíamos. ¿Que tal te ha tratado la vida?

- No me vengas con esas chorradas - te suelta furibunda. - Cuando pensabas localizarme, querer saber algo de mí o siquiera pensar en mí? Te recuerdo que tenemos un trato y no pienso dejarte hasta que se cumpla.

Te mira con ojos penetrantes y toma un trago de la cerveza.

Busco en la sala por si hay algun tapiz y/o alfombra grande mirando a ver si con esa tela podriamos cubrir a la cria con el tapiz para luego inmovilizarla

Doy un suave trago a la cerveza, la cual poso en la mesa con cuidado mientras miro a la muchacha. Tras unos segundos mirandola a los ojos lanzo una sonrisa mientras hablo.

-No se de que me estas hablando.

En la sala hay varios cuadros aunque no muy grandes y una gran alfombra roja que recorre toda la habitacion de lado a lado a lo ancho y largo, bajo vuestros pies.

- Hmph, así que te has atrevido a olvidarlo. Bueno en cualquier caso a partir de ahora me quedaré contigo hasta que nuestra cuenta este saldada, así que empieza a acostumbrarte a mi presencia. - te mira de arriba a abajo. Has envejecido bastante no? jo jo jo.. Bueno, cuando terminemos esta cerveza nos vamos, hay un par de cosas que tenemos que hacer antes de mañana. - sentencia con otro trago.

-Bueno, puede que haya envejecido, pero parece que alguien sigue siendo la misma niña mandona de siempre-dije mientras le daba otro trago a la cerveza-. Por cierto, este anciano quiere que le recuerdes la promesa antes de hacer nada. No me apetece que ahora me pidas tener unos vastagos y que me pille de sorpresa.