Partida Rol por web

Jainas se dedica a seguir a Razar y allí donde él se detiene a buscar le ayuda a peinar la zona.

El elfo busca milímetro a milímetro los libros

Mientras todos estaban buscando ese libro y el contenedor me dediqué a vigilar la puerta de la academia, vigilando la entrada podíamos evitar algún que otro enfrentamiento innecesario. Además podría aprenderme las guardias que había, a que hora pasaban por delante del edificio.

Razar tambien se toma unos segundos para buscar el contentedor

"¿Es ese de ahi? Ese cajoncito que tiene un escudo, y simbolos de Abjuración y Custodia" digo acercandome, moviendolo con la espada envainada, y soltandolo sobre mi escudo como si fuera una bandeja, para ponerlo luego encima de la mesa.

"Por cierto.... El señor Rouco V. no debería de quedarse asi." Digo tomandolo en brazos, y subiendolo a su cama. Luego con respeto, le cierro los ojos, le cruzo los brazos sobre el pecho y le cubro con su sábana. Le dedico una plegaria, ya que no tenemos tiempo para un funeral.

Razar mueve al anciano como si fuera un títere y lo pone para reposar en el descanso eterno y encuentra un joyero negro abierto justo debajo suyo y dentro una pequeña plataforma de forma triangular donde probablemente vaya la joya debido a su parecido.

Tharlatos por su parte recoge un libro sospechoso que se haya guardado en el cofre personal de Gary. Está titulado "Los artefactos más codiciados del mundo" y lee algunos pasajes:

"... Un problema que tiene El Concilio es que un campo de distorsión temporal la envuelve que se activa en caso de ataque con lo que dentro podrían pasar 150 años y fuera un suspiro. Se diseñó como método de protección ante hostiles para dar una ventaja táctica de preparación de combate y evitar posibles ataques sorpresa y salvar éstos artefactos..."

"... entre ellos están a destacar "Malourne", un bastón cuyo poder permite influir en la naturaleza misma de los animales y dominarlos a voluntad y ...."

".... "Bianca" una ballesta tan poderosa que ... "

"Ah, aqui está" exclama por fín Thar:

" "Ignis Speculum" es posiblemente la joya más codiciada y más temida. Para dominarla debes tener la voluntad de un Dios y controlar todos tus sentidos pues cuentan que una vez la tocas te lleva a una dimensión en tu cabeza donde todo lo que sufres los horrores mas inimaginables. Pura especulación sin embargo ya que el único hecho es que todos aquellos que la han tocado han muerto... todos a excepción de uno: Tyrael Melvorne. Poco se sabe de este Rey de la antigüedad excepto que uso la joya satisfactoriamente y que con ella gano la batalla contra los elfos reclamando así el continente para los humanos..."

- "Ya no hay nada más interesante, cambia de tema a otro artefacto." - comenta Thar pasando paginas atrás y alante. 

"Una voluntad formidable... O desear la muerte"
"Heh, parece un trabajo a medida para mi"

digo situando la joya en su sitio sin tocarla, sino empulandola -o colgandola en caso de tener una cadenita- con mi espada OathKeeper.

"Pero aun no es el momento"

Razar, el elfo para un momento mientras piensa sus palabras.

Puedes convocar a Hildegaar para intentar hablar con su espiritu ? Nos podria decir cosas utiles, casi diria que MUY utiles.

El elfo se gira a mirando a Razar, esperando su respuesta

"Podría, pero no hoy. No sabía que tendríamos esa necesidad -en verdad no tenia ni idea de que nos enfrentaríamos hoy- así que no he rezado por un hechizo tan específico. Lo siento."

"Lo que puedo decirte es que este señor no lleva muerto ni una hora. A las seis horas de la muerte, ni Golgorín podría moverle un brazo sin rompérselo. Y siendo breves para no sonar desagradables, a las 24 horas un cadaver ya empieza a oler de una forma que jamás olvidas"

Jainas termina por colocar la gema dentro de la cajita, la cierra y la guarda. Tienen un artefacto letal que, si no saben como usarlo al menos saben que como arma arrojadiza sería también mortal.

- ¿Así que el tiempo pasa más rápido aquí dentro en momentos hostiles? - recapacita - Bueno. Entonces hay un último sitio que desearía visitar: mi dormitorio. Una cabezadita no me vendría mal. No más de dos horas. Aparte me recordaría momentos entrañables - sonríe.

Creo que debemos darnos prisa, Jainas. El elfo se dirige a la capitana.

El tiempo pasa más lento en estas estancias que fuera de aqui, para el cadaver maestro Rouco, quizas solo ha pasado media hora desde que en un intento desesperado por parar el ataque de Laerguidor intento utilizar la gema, pero para el mundo exterior han pasado un par de semanas
 

Tharlathos concluye Si nos demoramos mucho, no habrá Nolorun que salvar cuando salgamos de aqui

- Si el campo de distorsión sigue funcionando adecuadamente, en este caso, debería proporcionarnos algo de tiempo mientras fuera de Villa Millpond a penas transcurre nada de tiempo. No entiendo como al maestro Rouco le ocurrió a la inversa, pero un hecho es innegable: necesito descansar y recuperar conjuros. Estoy sin a penas poder - admite mientras camina hacia su dormitorio.