Partida Rol por web

Repuesto del ataque de panico, el elfo sigue a Razar dentro del barco. Vovovvooy !
 

El interior es igualmente de madera. Una pequeña habitación con un monton de cajas aparentemente vacías, una mesa, y unas telas medio puestas en la esquina izquierda.

Tirado en la mesa, hay una muy buena cantidad de Po (4900Po a ojo), una ballesta ligera aunque parece estar rota y sin cuerda donde apoyar las virutas, y un pequeño brillo azul celeste que se esconde bajo una sábana en una esquina de la habitación.

"Vaya" veo viendo el contenido de la bodega "Nos hará falta esta ballesta, pero antes de tocar ese brillo azul..."

Detecto Magia en la sala -y en el brillo- antes de acercarme y tocarlo.

El barco entero se ilumina a tus piés aunque piensas que eres poco listo al darte cuenta por tí mismo que el barco entero es un artefacto mágico.... El brillo en la habitación desprende un potente aura mágica.

"Cuidado, tiene un aura mágica MUY poderosa. No te acerques"

Continuo concentrandome, mientras que rezo porque no -vuelva- a caerme un enano en la cabeza

Ahora ya ves varias auras, unas pocas están en la parte superior del barco y puedes reconocer a tus nuevos compañeros. La del barco sigue intacta y la más podersa aún sigue siendo la del brillo bajo la sábana.

Mientras Razar se concentra el brillo baja un poco su ténue luz y vuelve a su estado original, tras moverse algo bajo la sábana.

Tiro de la sabana con fuerza, mientras me pongo en guardia

Bajo la manta hay un pixie durmiendo, despidiendo un brillo azul celeste de sus alas.

Jainas corre y agarra de la mano al aturdido humano con arco que subió con ellos y lo acerca al círculo azul, con la esperanza de que resulte.

El círculo azul empieza a brillar, y el humano empieza a flotar hasta ponerse en vertical unos centímetros encima del suelo. Se ve inmóvil. Tiene una expresión de dolor, como si algo le molestara aunque no emite ningún ruido.

Una pequeña explosión de luz salta del éste, y le devuelve a sus pies en el círculo azul, encendiendose junto al de Salomon. Ésta vez, el del enano se enciende también y los 3 empiezan a brillar en conjunto.

Ya sabes como conducir este trasto. Es como si ahora el barco formara parte de ti y pudieras conducirlo con tu voluntad. También sientes la energía de tus camaradas que se va desvaneciendo léntamente y presientes que si se agota el barco no se moverá más. Así que date prisa.

Perfecto, era hora de empezar a correr. Mi sonrisa se remarco aun mas, y con el dedo apuntando hacia delante, comence a cantar una cancion de marineros a pleno pulmon mientras empezaba ha hacer mover el barco. Teniamos que salir de ahi cuanto antes, no fuera a ser que nos quedaramos sin fuerza. Aunque siempre se pueden sutituir por los otros dos y listo.

Me acerco a la Pixie.

"A veces pueden ser problemas, y a veces pueden ser una ayuda"

Echo un vistazo a Tharlatos, si no se opone, tomo a la pixie en mis manos.

"Espera ¿Los dragones no eran vulnerables a los poderes de las hadas?"
Con mi nueva mascota, vuelvo a cubierta.

El Clérigo emerge a cubierta

"Hay una pequeña fortuna en PÓs ahi abajo, una ballesta un tanto rota -que esta noche pienso reparar- y aparte, me encontré con esto"

En mi mano hay un brillo azulado, con alas, que estoy sosteniendo con muchisimo cuidado, como si fuera fragil, o como si fuera un bebé al que tengo cuidado de no agitar.

"¿Me he perdido algo?"

Razar y Tharlatos vuelven a la superficie para verse, para su sorpresa, en movimiento saliendo por la bahía de la ciudad.

"Lo lograsteis" susurro "Bajé buscando algo que pusiera esta barcaza en marcha, pero vosotros lo habeis logrado, gracias"

En mis manos, continuo sosteniendo el alado brillo azul.

Jainas observa detenidamente el brillo alado que tanto muestra Razar, intentando comprender que es, mientras el barco se va moviendo fuera de la ciudad.... o lo que queda de ella.

El barco, lento pero seguro, va surcando el canal hacia la bahía que da al mar. Una vez llegáis a la bahía, el dragón suelta un rugido más. Éste rugido es distinto, el cielo cambió a un color tan blanco que os dejo cegados durante unos pocos segundos.

Una vez podéis abrir los ojos de nuevo, del Rondar no queda nada. El fuego y los gritos empiezan a propagarse por la ciudad y no podéis hacer más que observar como meros expectadores lo que sucede a lo lejos, mientras os alejáis por la bahía a un lugar mñas seguro.

El dragón levanta vuelo con un leve aleteo de sus alas y como un rayo desaparece en el horizonte, dejando trás de si el habitual estruendo, quneue sta vez era soportable.