Partida Rol por web

ITHACA

9:00 AM - Centro Comercial

Ambos se han levantado temprano y se han vuelto a permitir el lujo de comer una ración algo más grande de lo habitual para tener las fuerzas necesarias para enfrentarse a lo que el día les depara. En algunos momentos Valk se plantea si a Elim le sale a cuenta arriegsarse tanto con lo poco que va a poder ofrecerle a cambio cuando todo eso acabe pero prefiere no decirlo por si eso provoca que el veterano se replantee mejor la misión.

Llegar hasta el Centro Comercial, por suerte, es más fácil de lo que ambos esperaban en un principio. No sería raro que unos grupos tan desorganizados como los de los habituales bandidos todavía estén durmiendo y eso les ha dado algo de ventaja pero no importa demasiado porque saben que el verdadero peligro se encuentra dentro de aquel lugar.

Aunque pueden acceder al aparcamiento por la entrada para vehículos no les queda más remedio que echar un vistazo previo al gran local con la esperanza de encontrar las cosas que necesitarán para transportar la potencial gasolina. La ventaja en esa parte superior es que todo está lo suficientemente ventilado como para no preocuparse de las esporas pero no se puede decir lo mismo de los infectados. Nada más poner un pie dentro ya pueden ver a algunos Corrededores merodeando entre las tiendas y al menos a un par de Chasqueadores en el piso inferior, aunque esos por el momento están quietos.

Oculto tras una esquina, observo lo más discretamente que puedo.

Tsk...no me puedo creer que aún no haya encontrado ningún espejo retrovisor para poder ver por las esquinas. En diez días...ya es mala suerte.

Me tomo mi tiempo, sin prisas, para contar todos los que puedo*. Cuando termino, regreso a la posición de Valk.

^{_{-¿Cuantos has visto? Hay que encontrar una tienda de bricolaje o jardinería. Si no la vemos...un plano para ver que había aquí.}}

No puedo decir que no haya hecho cosas tan arriesgadas, y más, pero...era más joven e iba mejor preparado. Es una locura pegar un tiro para entrar...pero si lo que quieres es salir y uno te bloquea...un disparo puede salvarte la vida.

Elim se adelanta un poco, solo unos metros, para poder distinguir tres Corredores por un pasillo y dos por el otro. Eso no significa que dentro de las distintas tiendas no pueda haber más pero sirve para hacerse una idea. Cuando ya está a punto de darse la vuelta en ese pasillo en el que solo parece haber dos, el izquierdo, distingue a un Acechador escondido entre unos carteles publicitarios. Pasar por su lado sin percatarse de su presencia podría haber sido muy peligroso así que anota mentalmente no olvidarse de su posición mientras regresa junto a Valk.

-He encontrado un mapa. Está un poco hecho mierda pero sirve -responde la mujer en cuanto él vuelve, guiándole hasta la esquina del pasillo izquierdo desde el cual señala una especie de panel informativo que hay en medio de esa amplia vía de paso. Hay el dibujo de los tres pisos de los que dispone el Centro Comercial con sus correspondientes números explicados abajo, algo muy usual en ese tipo de lugares anteriormente tan concurridos -Quizá puedas leerlo con la mirilla -recuerda de repente, moviendo los brazos para alentarle a usar el rifle mientras ella se encarga de guardarle las espaldas asegurándose de que ningún infectado se les acerque. Por el momento están despistados, se nota que no están acostumbrados a que nadie les interrumpa y eso es buena señal.

-Por el momento he visto ya cinco corredores, un acechador entre los carteles y los dos chasqueadores de abajo. No me cabe duda que hay más...si hay problemas vamos a tener las manos muy llenas.

Saco el rifle y observo el mapa. Tras hacerlo miro los laterales y las tiendas y vuelvo a mirar al mapa. No tardo mucho en ubicarme, estamos junto a "Las fabulosas pizzas de Freddie", en la planta de en medio. Y justo encima nuestra hay una tienda de jardinería/ferretería. La pega es que las escaleras más cercanas están bloqueadas y llegar a las otras va a ser...complicado.

Aunque, se me ocurre una idea* al pasar la mira del arma por la misma planta en la que estamos y ver una tienda de cocina. Podría funcionar...o no. Y aunque funcione, podría hasta ser peor.

Quizá...

Miro a Valk y sonrío.

-¿Estás dispuesta a una locura? Si no sale bien...va a haber que correr. Mucho.

Valk observa alrededor con insistencia según Elim se encarga de ubicarse. Tuerce un poco el gesto mientras no la ve porque no le gusta nada la idea de que hayan tantos infectados cerca de su posición a pesar de que era algo que ambos ya imaginaban que pasaría -Me das más miedo cuando sonríes de esa forma que cuando te pones serio -le mira con suspicacia pero también hay una pizca de curiosidad -Está bien, vaquero, suéltalo -considerando la advertencia previa lo primero que piensa es que será algún tipo de idea suicida y por lo poco que va conociendo a Elim no le sorprendería lo más mínimo.

-En esta planta, a mitad de camino de las escaleras desde aquí, hay una tienda de artilugios de cocina. Desde aquí se ve al menos uno de esos gallos-alarma*. ¿Los recuerdas? Esos que al girarlos comienzan una cuenta atrás de varios minutos, según los que pongas, y al llegar a cero suena un timbre del demonio. Esos aparatos son mecánicos, es decir que aún deberían funcionar porque no necesitan batería. Si cogemos dos o tres y los activamos en el punto que queramos...los infectados irán ahí. Y una vez estén todos juntos, o al menos la mayoría, usamos una de las bombas que hiciste. Además...sabemos que hay más de los que he visto, pero no donde. Eso los sacará de sus escondites.

Me enrosco la barba en un dedo unos momentos.

-Si vemos que hay demasiados, nos vamos directamente, sin siquiera gastar una bomba. Pero si logramos que se junten la mayoría...zas. Y los que queden deberían ser algo manejable. Especialmente si reducimos el riesgo de sorpresas. Eso sí, sin son más de la cuenta...tocará irse, porque se pondrán todos muy nerviosos. ¿Cómo lo ves?

-Entiendo... -entrecierra un poco los ojos -Bombas de despiste auditivas, ¿eh? Estás todavía más loco de lo que ya creía pero supongo que podría funcionar. Es mejor que intentar pasar sin más -inspira hondamente y después suspira, como si quisiera mentalizarse. Pase lo pase, incluso aunque la estrategia funcione, la situación se va a convertir en un caos que puede acabar volviéndose en su contra pero sin una maniobra de despiste será imposible llegar hasta el piso superior por lo que termina asintiendo al tiempo que prepara el hacha que Elim le cedió ayer y que por el momento sigue en su poder.

-No te imaginas lo feliz que sería con una ballesta en momentos así -sonríe de manera cómplice y entonces hace un gesto con la cabeza para comenzar a avanzar, agazapada. Se mueve con cuidado y paciencia, esperando detrás de alguna columna o mobiliario si es necesario para que ningún Corredor la vea de camino a su destino.

-Una ballesta...calla mujer, no me digas cosas tan obscenas en momentos así.

En cuanto nos ponemos en movimiento, ni una palabra. Hay que moverse en silencio, agachados y sin llamar la atención...deprisa o despacio según requiera la ocasión.

Ese acechador....no nos va a quedar más remedio que neutralizarlo. Está en medio. Tsk.

Esperando que todo salga bien, avanzo.

Ambos avanzan al principio sin mucho problema. En ese lugar Valk parece desenvolverse un poco mejor que Elim y por eso avanza en primer lugar ya que así él puede limitarse a imitar sus movimientos.

Cuando ya están cerca de lo que saben que será su parada obligatoria, el Acechador, surge un pequeño contratiempo y es que Elim está tan pendiente de él que descuida por un momento el movimiento de sus pies. Por suerte no es un movimiento en falso del todo grave, simplemente pisa unos cristales ya rotos que se resquebrajan más bajo sus pies pero es suficiente para que uno de los Corredores se gire en su dirección y haga honor a su apodo, acercándose a ambos muy deprisa. Todavía no es tarde, si le detienen antes de que arme follón el accidente podría pasar desapercibido.

Es entonces cuando Valk prepara el hacha, arrojándola con determinación contra el Corredor. El arma se incrusta en su cráneo y el infectado cae al suelo abruptamente. Algún otro Corredor mira en esa dirección debido al ruido pero la pareja de humanos se mantiene agazapada y así consiguen que pronto pierdan el interés -El siguiente es todo tuyo -le da unas palmaditas en el hombro para dejarle pasar primero en busca del Acechador.

Uf...solo ha sido uno...¡Mierda Elim! No puedes ser tan descuidado...

Asiento con un cabeceo a Valk, que ha estado muy rápida, y avanzo despacio, cuando los otros corredores no miran, hasta colarme entre los carteles justo detrás del acechador. Me alzo despacio y levanto mi machete incluso girando levemente el cuerpo para darle mayor impulso. Siempre he querido tener una espada, sería mucho más sencillo decapitar, empalar y mantener a raya a cualquier asaltante o infectado. Además de los puntos "cool" que ganaría el niño que vive en mí. Pero en estos momentos me alegro de que mi machete sea lo que es, pues no podría tomar el suficiente impulso si fuese más grande, el espacio es reducido ahí.

Golpeo con fuerza, con la intención de decapitar al acechador. Mi mano libre sujetará el cuerpo si cae hacia los carteles, para que no haga ruido.

Esta vez Elim es silencioso y certero con una flecha así que la cabeza del Acechador no tarda demasiado en caer entre sus pies como si se tratara de una simple pelota pero para entonces él ya está ocupado sujetando el resto del cuerpo y Valk le ayuda para depositarlo silenciosamente en el suelo.

Después de eso pueden seguir hasta la tienda sin mayor problema pero una vez dentro Elim descubre que está solo. ¿Dónde demonios se ha metido esa mujer tan cabezota? Al buscarla con la mirada la ubica rápidamente recuperando el hacha de la cabeza del primer Corredor. Se toma su tiempo para ser silenciosa así que a él le toca encargarse de la revisión de la tienda.

Todo está revuelto y patas arriba pero excepto la sección de cuchillos casi todo está disponible, ya sea en estanterías o en el suelo, porque no es un tipo de local en el que se encuentren utensilios de supervivencia demasiado útiles. A Elim le cuesta encontrar lo que busca, no es el tipo de local al que acudiese a menudo.

Ha hecho bien en ir a por el hacha, no es algo que debamos perder a la ligera. Y no es una novata, no necesita que la vigile...así que me pongo a buscar los relojes.* Cuando los tengo, asiento para mi mismo. Tenemos que usarlos en el momento adecuado, igual que las bombas de clavos, si no la jugada puede salir muy muy mal. Regreso a la entrada de la tienda y espero el regreso de Valk. Por el camino cojo una manopla**.

-Ahora hay que elegir donde. Debe ser un lugar en el que ningún grupo llegue inmediatamente, porque si no ven nada se pondrán nerviosos y puede que se alejen.-  indico la zona abierta de abajo. Ahí no hay paredes ni nada que limiten el efecto de la explosión. -el momento de lanzar la bomba es importante.

Cuando Valk llega a la tienda entre los dos se encargan de sacar los relojes-alarma de sus correspondientes embalajes de plástico. Es posible que alguno de ellos no funcione pero no pueden hacer pruebas y teniendo varios disponibles por estadística todavía quedará alguno que funcione correctamente -Demasiadas variables para mi gusto -masculla bastante tensa según salen del local para acercarse hasta la barandilla que conecta con el el piso inferior y el superior.

Desde ahí parece bastante fácil lanzar los artilugios y dejar que suenen -Desde aquí sería fácil pero no tanto con la bomba. Quizá haya algún Corredor o Acechador rezagado -el pasillo es una zona de paso y por tanto se convierte en un mal lugar para la guinda del pastel así que Valk señala ese ascensor a pocos metros de distancia -Si me coloco en el techo podría ser un buen lugar -lo malo de esa idea es que ninguno de los dos puede saber lo estable que será esa estructura cuando Valk se coloque encima.

-Si eso se cae, podrías acabar muy mal y rodeada de  infectados. No, mientras haya otras opciones no nos la juguemos así. Somos dos, uno puede vigilar mientras el otro está atento a lanzar la bomba. Y viendo lo bien que lanzaste el hacha, deberías ser tú.

Observo el lugar. 

-Hemos venido desde ahí, y no había ninguno más. Si hacemos que suene abajo solo podría vernos aquí alguno que aparezca desde la derecha. No creo que pase pero si resulta que viene uno, yo te cubro. Y si hay más de uno, pues abortamos y punto.

Meto dos relojes, por si uno no funciona, en la manopla colocándoles cinco minutos. En cuanto Valk me asienta, la dejo caer abajo.

-Quizá fue la suerte del principiante -bromea respecto al lanzamiento de hacha aunque en el fondo se nota que le gusta que Elim sea capaz de apreciar que de vez en cuando también sabe hacer las cosas bien.

Escucha el plan prestándole atención en silencio, sólo desvía la mirada para comprobar el perímetro de vez en cuando, con ese instinto alerta tan innato en ambos que parece impedirles relajarse. Probablemente por eso siempre han necesitado a otras personas cerca que les transmitieran esa sensación de sosiego que no pueden conseguir solos.

-Listo, capitán -ya con el rudo artefacto casero en su mano se mantiene junto a la barandilla y espera a que Elim prepare los relojes y los lance. Después de eso se agazapa para pasar más desapercibida, solo por si acaso, y las alarmas no tardan demasiado en sonar de manera estridente provocando varias carreras y gruñidos procedentes de varias partes. Uno de esos infectados chiflados incluso se precipita desde el piso superior estrellándose estrepitosamente contra el suelo pero Valk aguarda unos segundos para estar segura de que hay bastantes objetivos en lo que será la zona de impacto.

En ese momento se levanta y lanza la bomba que estalla instantáneamente, provocando severos golpes y cortes en los infectados más cercanos que caen al suelo. Otros quedan magullados y heridos, revolviéndose y sacudiéndose. Después de eso Valk le hace gestos a Elim para darse prisa y llegar a las escaleras pero cuando las alcanzan se encuentran con alguien que las está bajando en ese momento, o mejor dicho algo. Un Hinchado.

-De puta madre...máscara, ya.

Mientras lo digo ya estoy sacando y poniéndome la mía. Vamos retrocediendo, mientras hablo.

-Si estuviese seguro de que no hubiese aún ningún otro...nos lo cargábamos. Pero no lo estoy...tsk.- hablo rápido, cada segundo cuenta. -Tenemos tres opciones. La primera: nos largamos cagando ostias de aquí. La segunda: lo burlamos y subimos. La tercera: te escondes en la tienda de cocina y yo me llevo al gordo y lo que salga. Subes y coges lo que necesitamos, goma y recipientes de plástico duro.

Cada opción tiene sus pros y sus contras.

-A mi me vale cualquiera de las tres.

-JO-DER -los ojos de Valk se abren de par en par, en momentos así se puede apreciar su color real ya que generalmente entre tanta suciedad y el ceño fruncido resulta difícil. No pierde los nervios a pesar de la presencia repentina del Hinchado pero es evidente que no le gusta y le hace sentir más insegura que el resto de infectados, probablemente porque se ha encontrado con menos de ellos durante sus travesías.

Se coloca la máscara rápidamente, ajustando los filtros mientras retrocede -Donde está la navaja cuando la necesitas -bromea según sigue retrocediendo lentamente para no poner al monstruo más nervioso. Es inevitable que ambos pisen algunos cristales, ramas y piedras pero el jaleo del piso inferior consigue que eso ahora sea lo de menos.

Valk piensa lo más deprisa posible en las posibilidades que le ofrece Elim aunque la tensión no se lo pone nada fácil -No. No vamos a largarnos ahora que hemos llegado hasta aquí -al menos esa opción tiene claro que queda descartada, las dos siguientes no le entusiasmas pero opta por la que le parece que tiene más posibilidades de éxito -Está bien, me quedo con la tercera. Pero no te arriesgues más de la cuenta, si es necesario volveremos a reunirnos fuera o en la biblioteca -para entonces el Hinchado ya tira una de sus primeras "bombas" de esporas pero está tan lejos que resulta fácil para ambos esquivarla detrás de una columna.

Valk aprovecha esa cercanía momentánea para sostener uno de los brazos de Elim -No te hagas el héroe, si no vuelves de una pieza tendré que buscarte para rematarte -es su manera de pedirle que tenga cuidado antes de meterse dentro de la tienda para agazaparse detrás del mostrador.

Sonrío y le guiño, aunque probablemente solo vea el guiño y de mala manera por la máscara.

-¿No te estarás encariñando de mi no? Si ya me lo decía mi padre...no sonrías a las mujeres...que caen...- bromeo para quitar hierro al marrón que estoy a punto de comerme. Por si fuera poco un hinchado...pretendo llamar la atención de todo lo que pueda.

Salgo de la columna con un movimiento brusco, para llamar bien la atención. Agito brazos y golpeo todo lo que hay a mi alrededor con el plano de la hoja del machete mientras voy retrocediendo. Bancos, carteles, columnas...

-Ven Fido. Vamos bonito...ven aquí Fido.

Tampoco lo hago a ciegas, no quiero meterme en un callejón sin salida ni que nada me sorprenda desde detrás. Con lograr que pase de largo de la tienda de cocina y se aleje lo bastante para que Valk pueda avanzar es suficiente. Lo ideal sería llevármelo a la calle pero...no sé que hay allí. Y el ruido no quedará atrapado en el centro comercial, podría atraer aún más cosas.

Se me ocurre una idea alocada -otra más- pero eso será complicado de hacer. Si se me complica la vida demasiado...lo intentaré.

-Vamos Fido...puto gordo mohoso, ven de una vez.

Elim es ahora el origen de mucho ruido, todo el que puede permitirse, y eso evidentemente no atrae solo la atención del Hinchado que avanza algo tambaleante si no también la de los infectados del piso inferior que sobrevivieron a la bomba. Por suerte no fueron muchos pero quién sabe si podrían aparecer más, lo importante en todo el asunto es no acabar quedando rodeado.

El Hinchado lanza en ese momento una segunda bomba que Elim se ve incapaz de esquivar en su totalidad pero consigue apartarse lo suficiente como para que solo sea una rozadura. Mientras tanto, los infectados del piso inferior ya están subiendo y un par de Corredores bajan de arriba entre unos escombros pero con tanta ansiedad que resultan torpes en su avance.