Partida Rol por web

Valk permanece abrazada a si misma en el porche, observando las calles nevadas y las casas que les rodean de manera abstraída y pensativa hasta que oye la puerta abrirse y se gira para comprobar de quién se trata.

Sonríe a Elim antes de volver la vista al frente -¿Tan grave ha sido? Para que tú consideres que es una locura... -al notar la manta sobre sus hombros le mira un poco más extrañada. No es lo más habitual en él aunque tampoco le molesta, simplemente no está segura de como reaccionar al respecto -¿Te ha dicho ella que me envuelvas como un canalón? -bromea con un susurro, apoyando una mano en la mejilla de Elim momentáneamente.

¿Saqueadores? Ni de broma...no voy a acercar saqueadores a Sara como "distracción". Vaya cosas piensa Tara...

Salgo.

-En realidad me ha recriminado que porqué no te he besado. Como si viajar juntos hubiese hecho atractivo de pronto a un viejo estropeado.- sonrío a medias. -También me ha comentado algo que ya había notado yo...estás un tanto...ida, estos días. ¿Qué te ocurre, Valk? Para lo que vamos a hacer tenemos que estar al cien por cien. No va a ser fácil.

-Be... ¿besado...? -parpadea de manera reiterada, aturdida con la idea al principio pero después se le escapa la risa -Si piensas que soy del tipo de mujer que solo se fijaría en una cara bonita es que todavía no me conoces en absoluto -le acusa dándole unos golpecitos con la punta del dedo en el pecho, después retrocede un paso y se sujeta la manta entorno a los hombros.

-Esta chica habla demasiado -opina sin tapujos -Estoy bien, solo... -se vuelve a callar, dubitativa, pero finalmente le mira -Es la primera vez en mucho tiempo que tengo miedo porque no solo está mi vida en juego, también lo está la de mi hermano y la vuestra. Es demasiado riesgo -suspira pesadamente -Además no me siento del todo bien, llevo unos días con dolor de cabeza y de tripa pero eso no es grave, serán los propios nervios -se encoge de hombros -¿Podremos hacerlo mañana? -frunce un poco el ceño, volviendo a apoyarse en la barandilla para observar esas calles que tanto le recuerdan a su antiguo vecindario.

-Eh, la cara bonita no la he perdido. Son..otras cosas las que me estropean.- bromeo.

-Mañana...es pronto. Pero realmente no creo que vaya a cambiar mucho porque esperemos unos días. Valk...quisiera que no muriese nadie si es posible. No solo de entre nosotros, sino de ellos.

Es por Sara, claro. No quiero matar a sus amigos. Y mucho menos a ella.

-Será mejor que mañana estemos descansados y alimentados. Cazaré por la mañana, dormiremos hasta media tarde e iremos para entrar de noche.

-¿Nadie...? Ambos sabemos que eso es muy difícil, por no decir casi imposible, pero intentaremos que haya el menor número de afectados posible, en eso consiste el sigilo. Quizá consigamos apartar a los guardas simplemente dejándoles sin sentido -ella tampoco disfruta especialmente matando a otros humanos cuando no es necesario pero por Luke sería capaz de hacer la excepción.

-Voy a empezar a pensar que te gusta la etiqueta de patriarca -bromea con una sonrisa cuando Elim propone encargarse de nuevo de la caza pero no se opone. Necesita descansar algo más que ellos debido a su dolor de cabeza así que le vendrá bien esa merecida pausa en un lugar tranquilo -Vamos dentro antes de que Tara nos prepare una boda a traición -niega con la cabeza y finalmente vuelve al interior del salón, aprovechando el momento de calma para investigar las estanterías y cajones hasta conseguir un libro en buen estado que poder leer.

Por esa vez se va a permitir distraer su mente sin preocupaciones, a fin de cuentas puede que sea justamente lo que más necesita.

Cuando Valk, cansada, se queda dormida, me acerco a Tara y me la llevo fuera. La miro a los ojos, serio.

-No sé lo que pasará ahí dentro pero...Si la cosa se va de madre, marchaos. Olvidaos de mi y largaos. Yo os compraré algo de tiempo...era uno de ellos, si reconozco a alguien probablemente no me maten a la primera.

Le pongo un dedo en los labios para callar su protesta, que seguro que vendría.

-No pretendo suicidarme. Solo lo digo como última opción. Tara, os debo mucho a las dos. Me habéis salvado de...algo peor que morir. Así que no discutas.

Estamos muy cerca el uno del otro, pero no aparto mis ojos de los suyos. Quiero asegurarme de que entiende lo que digo.

Cuesta un buen rato que Valk se quede dormida, por desgracia eso implica tener que despertar a Tara de su propio sueño por lo que la joven pelirroja acompaña a Elim al exterior con el ceño algo fruncido, cosa que no mejora según él está hablando -¿Qué? -no puede decir nada más porque él la silencia pero su enfado inicial se convierte en preocupación.

-Está bien, lo intentaré, pero no prometo nada. Susan es casi tan cabezona como tú y si hay un mínimo de posibilidad de que podamos ayudarte no te dejaremos atrás, así que ya lo sabes -ninguno de los tres está dispuesto a dejar al resto sin más pero Tara lo acepta con la condición de que no haya otra alternativa.

Le acaricio la cara un momento y termino atrayendola para darle un beso en la frente. La abrazo.

-Tara...nuestra misión es salvar al hermano de Susan. Asegúrate de que se concentra en eso. Yo...sinceramente no lo he decidido. Y no creo que sea capaz de tomar ningún tipo de decisión hasta que llegue el momento. Pero tengo una hija y...quiero hablar con ella. Y al mismo tiempo, quiero que esto salga bien. Así que si tenéis la opción de huir, huid. No hagáis nada por mi. Si puedo salir, saldré y vendré aquí. Si no puedo...al menos hablaré con ella.

Me separo y la mantengo a la distancia de mis brazos. Sonrío a medias.

-He pensado mucho en tí estos cinco años ¿Sabes? Diablos, ojalá hubiese tenido yo quince años menos. No te me habrías escapado entonces.- bromeo, solo a medias. -Y Susan es increíble cuando la conoces. Pero las cosas son como son, y tengo una hija...y lo de mañana...hazte a la idea de que entraremos tres, y saldréis tres. Puede que dos, si no encontramos a su hermano. Si yo me reúno con vosotras aquí...consideralo un extra.

Tara le devuelve el abrazo con naturalidad, hasta que se aparta y puede mirarle con expresión compungida -Está bien, creo que lo entiendo. Más o menos -con eso quiere decir que ya no discutirá más sobre las pretensiones y el posible sacrificio de Elim pero el siguiente comentario en clave de broma la deja totalmente aturdida, lo suficiente como para no ser capaz de decir nada al respecto.

-Joder, Elim. El primero que tendría que pensar en que saldremos cuatro de ahí deberías ser tú. Además si hablas con tu hija, ¿quién sabe? Puede que hasta seamos cinco, nunca se sabe -intenta enfocarle la situación de manera más positiva aunque en el fondo sabe que hay poquísimas posibilidades de que las cosas salgan tan bien -Yo me encargaré de la distracción. Es fácil, solo tengo que levantarme el jersey -bromea antes de volver a ponerse más seria -Saldrá bien, no te arriesgues más de la cuenta y podré contarte todo lo que he hecho durante estos cinco años -todavía no han tenido tiempo de "ponerse al día" pero esa especie de promesa suena bien.

Le sonrío, simplemente, abriendo la puerta para que entre antes de que cojamos frío.

Dudo que salga tan bien...pero es una posibilidad.

Hago el primer turno de guardia.