Partida Rol por web

Las puertas del castillo se cerraron a vuestras espaldas mientras la brisa acariciaba vuestros rostros mientras Epona, el leal corcel de Link, cabalgaba al son de vuestras indicaciones a una velocidad vertiginosa.

A cada kilómetro recorrido, más fuerte era el sentimiento de necesidad de ir más rápido. El pantano no quedaba excesivamente lejos, pero sabíais que habría muchos obstáculos que sortear.

El horizonte seguía tornándose oscuro, quizás la paz había durado demasiado tiempo y ahora tocaba volver a luchar de nuevo por restablecer lo que anteriormente con tanto trabajo había sido obtenido.

La verde pradera iba poco a poco adquiriendo un tono amarillento, como si la vida se fuese a pagando según seguíais avanzando ¿Era una señal de que la corrupción venía de más allá? Incluso llegasteis a pensar si visitar a Baba Yaga traería realmente las respuestas ante la incógnita de donde estaría vuestra hija... ¿pero qué más soluciones había?

Sin embargo había algo que os escamaba, en anteriores ocasiones cuando la Trifuerza desaparecía la tierra se infestaba de monstruos que querían sembrar el caos sin embargo todavía no os habíais topado con ninguna amenaza ¿Y si era que esta vez el mal había adoptado otra forma?¿Y si simplemente saben que no tienen nada que hacer contra ustedes y se esconden?

Con el viento agitando mis cabellos mientras cabalgabamos a gran velocidad, un pensamiento cruzó fugazmente mi mi mente.

Diosas...,la oscuridad..., Siento la oscuridad acumularse en alguna parte...¡Debemos darnos prisa Link!¡Creo que se deben estar reuniéndo en alguna parte!¡Monstruos! Las oscuras fuerzas del enemigo se están reuniendo en alguna parte,lo presiento...,esta reuniendose un ejército para atacarnos y borrarnos de la historia de una vez por todas...

La corrupción en la Tierra cada vez era más evidente pues la hierba antaño verde, ahora se tornaba amarilla y se descomponía el paso de nuestros córceles.

Pero todo no estaba perdido mientras nos mantuviesemos juntos la oscuridad no podría anidar en nuestros corazones.

Miraba lo que sucedia a mi alrededor mientras cabalgaba rapidamente a Epona entonces escucho decir aquello a Zelda y negué con la cabeza para luego sonreír dando a entender ¨Mientras el Héroe de Hyrule y la antigua princesa Zelda estén juntos para combatir el mal donde se presente de nuestro reino,los monstruos y los enemigos del reino no ganaran¨. Tal era mi confianza que no dejaba lugar a duda a tener miedos o dudas en mi corazón.

En estos momentos en lo único que podía pensar era en nuestra hija,y que debíamos dar con la bruja lo mas rápido posible,pero ello no significaba que colaboraría con nosotros de buenas a primeras.

Al contrario era casí seguro que deberíamos de usar la fuerza contra ella para obligarla a que colaborase con nosotros.

De repente, el suelo debajo de vuestros pies comenzó a temblar.

Como si de una trampa se tratase, cuatro hoyos emergieron de la tierra liberando varias criaturas que con un grotesco sonido comenzaron a acorralaros.

¡Eran Octoroks!

Aquellas criaturas en el pasado sobrepoblaban Hyrule siendo una amenaza para los ciudadanos, ya casi ni recordabais la última vez que visteis uno amenazando vuestra seguridad.

Por fortuna, no eran enemigos demasiado fuertes... ¡si iban en solitario! Pero cuando se reunían en grupos eran toda una amenaza puesto que al mas mínimo imprevisto comenzaban a escupir piedras tan rápido como proyectiles. ¡Teníais que deshaceros de ellos!

El ataque de aquellas bestias nos cogió por sorpresa. Apenas tuve tiempo de agarrar las bridas de mi caballo cuando los cuatro monstruos salieron del suelo con intención de acabar con nosotros.

¡Cuidado Link!¡Octorocks!-fue lo unico que tuve tiempo de decir,mientras una de las piedras que lanzaban por la boca pasára a gran velocidad junto a mi oreja izquiera.

Maldita sea...,hacia años que estas bestias no atacaban si no se las provocaba...,esto es una muestra mas de la oscuridad que amenaza con cubrir el reino

Con un ágil movimiento coloque el arco en posición de ataque y apunté a una de esas bestias..., Hacía mucho tiempo que no luchaba y despues de tanto tiempo el tacto de la cuerda magica siendo sostenida entre mis dedos era reconfortante.

Regresad a vuestros agujeros...,malditas bestias...

Entonces disparé y la flecha de luz voló cruzando la distancia que nos separaba.

Estaba muy concentrado en la búsqueda de nuestra hija y buscando como ingresar a aquel pantano cuando el ataque sorpresa de los Octorocks nos asombro tanto a Zelda como a mí,como ella había dicho hacia muchos años que no representaban una amenaza y de repente la oscuridad se empezaba a mover ellos volvían y se convertirían nuevamente en amenazas,no fue suerte pero aunque estaba algo oxidado por los pelos termine con pequeñas cortadas de las rocas que me lanzaban.

No era seguro que involucrara a Epona en el combate en esta ocasión,no con estas criaturas lanzando rocas,así que me baje de ella,y a continuación puse mi escudo en mi mano izquierda y la espada maestra en la derecha y me lance contra otro de ellos para intentar matarle.

Me acerque a uno de ellos y lance una estocada para matarle.

Realmente esperaba matar a uno de ellos con esa estocada que había lanzado a uno para matarle.

Mi flecha voló certera hacia su objetivo antes de que aquella bestia volviera a lanzarme una de sus rocas, y cayó muerta sobre la amarillenta pradera con un gemido de incredulidad que fue apenas audible.

Mas piedras volaron hacia ella pero ya había cargado mi arco y concentrandome volví a disparar. La flecha se dividió en dos proyectiles mas pequeños haciendo tambalear a una pareja de Octorocks, dejandoles expuestos al filo de la espada de Link...

Buen tiro Zelda..., aun recuerdas como utilizar los poderes del arco de luz.-Pensaba mientras veia como el "Heroe de Hyrule" se libraba de aquellas bestias con facilidad.

Respiré aliviada al ver que ninguno de los dos había resultado herido por la primera andanada de proyectiles, entonces lo miré desde la posición que me daba mi yegua y sonreí. 

Sigamos hacia los pantanos mi amor, estas bestias eran torpes en sus movimientos..., pero algo me dice que a medida que avance la oscuridad estarán mas despiertos y serán mas agresivos. Debemos darnos prisa pues las gentes del reino pronto se verán amenazadas por criaturas como estas o incluso peores.

Con el primer Octorock acabe ensartando la espada del tiempo en el, y las otras dos criaturas que Zelda había empujado hacia mi con sus flechas de luz,concentre mi fuerza e hice varios giros con la espada sagrada rebanando a ambos enemigos de una buena vez por todas.

Al escuchar las palabras de Zelda asentí e inmediatamente volví a subir en Epona,mas peligros nos estarían esperando a partir de ahora y las sombras de una nueva oscuridad amenazaban nuevamente el reino pero mientras la reina Zelda y yo siguiéramos con vida es muy seguro que lo daríamos todo para evitar que el mal se hiciera con Hyrule aunque me costase la vida,no voy a permitir que caiga.

Aun seguía preocupado por nuestra hija,pero cabalgue no solo por el futuro de ella sino también el de todos nosotros.

Con el enemigo derrotado, los héroes de Hyrule prosiguieron su camino.

Los fieles corceles siguieron avanzando a gran velocidad mientras evitabais como otros enemigos emergían del subsuelo. Sabíais que no podíais permitiros entreteneros luchando con enemigos menores que lo único que lograban era haceros perder el tiempo.

A medida que avanzabais la oscuridad del cielo iba tornándose más y más profunda. Los relámpagos casi sacudían la tierra y el aire comenzaba a hacerse hasta más pesado.

No sabíais donde estaba el foco de toda aquella corrupción, lo que sí estaba claro es que estaba aprovechando la ausencia de la Trifuerza para hacerse más y más notoria.

Mientras seguíais avanzando y la oscuridad ya rodeó por completo vuestras cabezas, un suceso inesperado pero compresible os alertó. Se trataba de gritos, gritos de auxilio y socorro. 

Mirasteis a vuestro alrededor intentado encontrar el foco de aquella petición involuntaria. Vuestros sentidos os dirigieron directamente a una cortina de humo que se escondía vagamente detrás de unas colinas. La cuestión era que aquella dirección era totalmente opuesta al rumbo que debíais tomar. Eso os llevó a pensar que había que tomar una decisión ¿Ignorar a aquellos que necesitaban ayuda para no poner en más riesgo la vida de vuestra hija?¿O hacer una excepción a pesar de las consecuencias?

Seguiré adelante...tranquilo... Nos veremos allí....- Dije mientras las palabras a penas llegaban a los oídos de mi amado a causa del sonido de los cascos de nuestros corceles.

Sabía que el no podría resistirse a parar a echar un vistazo, era su espíritu de aventurero lo que había hecho vibrar la trifuerza. Además su yegua era más rapida que mi corcel y una vez hubiera resuelto aquel problema se reuniría conmigo en los pantanos.

Aquella vieja bruja aún se regía bajo su mandato y no sería un problema convencerla en que echase una mano en el asunto. Así las riendas con fuerza y espoleé a Tingle mi caballó. No tardaría demasiado a ese ritmo y el caballo no se cansaría demasiado, a fin de cuentas tendría que dejarlo antes de adentrarme en los pantanos. Podría descansar entonces.

Solo espero que aquella vieja no me de malas noticias...- Pensaba mientras cabalgaba hacía las malditas tierras de el Pantano Neblinoso...

Definitivamente Zelda me había leido la mente,era algo que no podía ni sospechar,pero tenía razón el separarnos hacía que pudiesemos cubrir mas terreno,así que aunque estaba preocupado,seguía siendo el Héroe que salvo a Hyrule en el pasado.

Por lo que monte de nuevo en Epona,tome las riendas y solo acerte a decir:

-Hyaaaa!!!

Que era una orden para que avanzara,la espada maestra no me había decepcionado y mis habilidades físicas aunque algo oxidadas por el tiempo, no se habían perdido para nada.

Solo me restaba poder encontrar a esa bruja antes que Zelda dado que no podría decir si era amiga o enemiga nuestra en estos momentos.

Decidiste de manera clara que no podías dejar desamparados a aquellos que necesitaban ayuda, de modo que Epona cambió de rumbo para cabalgar tan rápido como lo permitían sus patas hasta el foco de aquella humareda.

No te llevó más de 10-15 minutos llegar hasta la zona del desastre, ahí pudiste ver que un pequeño pueblo estaba siendo asaltado

Los Moblins habían decidido llevar el caos hasta aquel pacífico lugar donde los ciudadanos gritaban repletos de impotencia al ver como aquellas criaturas dañaban a sus familiares y amigos o como destruían las casas que tantos años les había costado construir.

En cuanto llegaste a la zona, las personas que yacían escondidas comenzaron a gritar

                                   ¡Es el Rey!

¡Ha venido a salvarnos!

                 ¡Libradnos de esta pesadilla!

Pero aquella petición de auxilio atrajo la atención de aquellas criaturas que con sus armas no dudaron en interponerse entre tu y los desvalidos pueblerinos.

Tras la marcha de Link decidiste continuar con el rumbo fijo; llegaste hasta la costa, donde el inmenso mar te separaba de continuar tu paso por el pantano.

Era evidente que a nado era imposible cruzar aquella masa de agua, sin embargo no todo estaba perdido puesto que un poco de pericia solventaría cualquier contratiempo. Con maña y tiempo, podrías elaborar una pequeña balsa que os ayudase a cruzar las bastas aguas hasta el otro lado. A fin de cuentas tan solo eran 2 kilómetros que con buen hacer serían superados.

Venia galopando a gran velocidad a Epona cuando pude llegar al lugar donde se levantaba una gran polvareda,y al ver a los aldeanos escondidos que comenzaban a gritar que había llegado y no tener mas el elemento sorpresa decidí bajar de Epona para no arriesgarla innecesariamente en combate.

Saque la espada maestra y el escudo en cada mano,para disponerme a proteger a mi amado pueblo,me adelante,era de nuevo hora que el Héroe de Hyrule volviese a actuar,solo pedía a mi cuerpo que acompañase mi voluntad para defender a las personas allí presentes.

Por lo que me lance a la carrera contra uno de aquellos sujetos para golpearle e intentar acabar con el.

Al llegar recibo un golpe de lleno en un costado por lo cual caigo de Epona,y esta se aleja del combate,lo cual agradecía pero me decía a mi mismo mentalmente ¨¿como pude ser tan descuidado?,si hubiese sido mi antiguo yo,ese golpe podría haberlo esquivado,pero ahora que mis habilidades están muy oxidadas,no sera fácil los combates a venir¨.

Dicho esto me levante y me puse en medio para defender a los aldeanos pero al mismo tiempo,puse mi escudo de forma de protección y alce la espada maestra en alto como si fuese un escorpión.

Y luego de que me recupere un poco,lance mi ataque contra uno de los enemigos.

Aunque estaba malherido y tenia un costado lastimado,aún así logre que mi viejo y oxidado cuerpo se moviese como yo quería,así que reuní todo mi poder en la espada maestra para soltarlo en un instante haciendo un gran remolino con lo cual la onda expansiva de mi poder golpease tanto a los que estaban cerca como los mas alejados.

Una vez que hubiese terminado con ellos,me acercaría a los aldeanos para ayudarse a levantarse,a salir de sus escondites, y tratar a los heridos.

Solo,cuando terminase de hacer estas tareas,me preocuparía de mi herida,después de todo,como rey y como Héroe de Hyrule lo mas importante era el pueblo.

Me senté un momento a descansar antes de continuar,para llamarla a Epona y proseguir con el viaje.