Partida Rol por web

The North Stands (CDHyF)

0.- Preámbulos (Finalizada)

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08/04/2020, 14:21
Director

Día I del mes I, año 212 después de la Conquista de Aegon Targaryen

 

En los últimos días varios han sido los cuervos que han llegado y han salido de la torre de Bosquespeso. Los ataques cada vez más frecuentes de hombres del hierro parecen ser los tanteos previos a una gran expedición de saqueo y parece que, por fin, el Norte se prepara para plantar cara a los incursores. No han pasado desapercibidos los preparativos para una guerra ante vuestros ojos. Los martillos de la forja se escuchan durante todo el día y el siseo de la piedra de afilar asciende por la colina durante la noche, poniendo a punto la armería.

La población del castillo parece haberse triplicado, pues Harald Glover ha convocado a todos los hombres en edad de guerrear de sus tierras, así como a sus vasallos. Frente a las murallas se extiende un destartalado campamento levantado con tiendas de tela vieja y ramas. Para algunos de vosotros probablemente sea lo más parecido a un ejército que hayáis visto, y aún hay una gran explanada reservada para las tropas que están por llegar. De hecho, Lord Harald ha partido con sus hijos temprano hacia el Camino Real a fin de guiar, al menos de modo protocolario, a Lord Beron Stark hacia Bosquespeso.

El sol del medio día brilla con fuerza, como corresponde a un intenso día de primavera. Aun así, la temperatura es fresca y sopla una brisa firme que arrulla las ramas de los árboles. En el interior del torreón de madera de los Glover el ambiente es mucho más tranquilo que en el exterior, si bien se percibe una tensa calma a la espera de los acontecimientos que están por venir.

La mesa para el almuerzo es servida, y como es costumbre, más en tiempos de preocupación, en esta se sientan los principales lacayos y miembros de la casa, así como sus invitados. Pan, mantequilla, frutas silvestres y salazones son dispuestos en ornamentadas bandejas de madera y barro. Asimismo, varias jarras de cerveza reposan en la mesa bajo la atenta mirada de un joven copero. En este momento, vuestros pensamientos os recuerdan el por qué estáis ahí.
Lady Glover, como esposa del señor tienes un puesto preeminente en la mesa y aún acosa a tus pensamientos el cómo va a fectar a corto plazo la presencia de un ejercito, y sobretodo tantos nobles, en tu castillo. Halbart Glover es un personaje habitual en Bosquespeso, pues este ofrece mayor entretenimiento que las modestas tierras que te legó tu padre a su muerte. Aun así, el verdadero motivo que te ha traído en esta ocasión es que no puedes permitirte el no estar ahí cuando llegue la nobleza del Norte. Pese a ello, tu hermano mayor se ha adelantado en su partida y aquí te encuentras, almorzando con tus parientes mujeres y los lacayos de tu hermano. 

Lady Marya, la joven hija de los Glover aguarda con impaciencia a que lleguen los Stark y su séquito. Ya no sólo es por la imagen que con tus damas de compañía has creado sobre un ejército de apuestos y valientes herederos norteños, sino porque crees que, de algún modo, vas a ser testigo de un momento histórico como los que describen los viejos libros del maestre. Quizá estés ante un evento como cuando Rodrik Stark y el hijo del Viejo Kraken se apostaron la Isla del Oso en un combate. La sola idea, te fascina. Por su parte, el veterano Aden Forrester ha visto ya muchos inviernos y no pocas batallas. Conoce a su enemigo y por ello no ha cejado en los preparativos para la batalla que se avecina, especialmente en instruir a las levas de verdes campesinos y hoscos leñadores, muchos sin preparación alguna, pero norteños a fin de cuentas.

Jonelle Nieve llegó hace al menos una semana luego de que una incursión a su isla se saldara con muchas muertes, lo cual puso en alerta a los Mormont. Hubieras deseado permanecer en tu hogar y defenderlo junto a tus hermanos y hermanas, pero en vez de ello has sido enviada en busca de ayuda. No es la diplomacia o pedir ayuda algo que te entusiasme demasiado, pero si han enviado a una bastarda a una misión tan delicada y no exenta de peligros es porque confían en ti. Karlon, como maestro de caza, Lord Harald le ha concedido un lugar en su mesa. De hecho has estado muy ocupado los últimos días para surtir de piezas las cocinas para que tu señor agasaje a sus invitados. En el transcurso de sus cacerías, ha escuchado todo tipo de rumores de los habitantes del bosque. Sabe incluso que algunos árboles han sido talados próximos a la costa. 

Ser Ellys de Lagobarro, se las ingenió para convencer en Fuerte Túmulo a Galbart Glover, heredero de Bosquespeso, de las ventajas de tomarle a su servicio. Dado tu estatus de caballero sería deshonroso para tus anfitriones desentenderse de ti, algo que bien sabe que sólo ha funcionado por el hecho de estar en un castillo pequeño y por el sentido de la hospitalidad norteño. En cualquier otro lugar de Poniente probablemente no hubiera pasado de la cuadra. Desde entonces, sus anécdotas y carisma natural han amenizado las veladas. Sigue siendo un extranjero, sí, pero al menos uno entretenido.
 

Notas de juego

He optado por usar una cronología simple, empezamos en el mes 1 y así llevaremos una buena cuenta del tiempo que pasa.

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08/04/2020, 15:11
Marya Glover

Lady Marya andaba ya haciendo un almuerzo de picoteo más que de asados, había bajado a almorzar con familia y allegados vestida con una sonrisa, y no solo eso, si no peinada y con un manto de piel de zorro sobre los hombros, además de un vestido encorsetado que daba lugar a un prominente canalillo de su busto, el cual había madurado en las ultimas estaciones, trayendo de cabeza a la costurera del castillo para ajustarle la ropa al nuevo talle. Dedicando una sonrisa a todos los presentes, mientras pelaba una pieza de fruta con la ayuda de un cuchillo, finalmente habló:

 

-Espero que la despensa no se resienta con la visita de todo el ejército, pero estoy segura de que el Norte se hará más fuerte, y renovaremos lazos con los Stark y otras casas, es ahora cuando los eslabones de la cadena que formamos en el norte son forjados…Y ya se sabe lo que se dice, una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, así que más nos vale templarnos como el acero de las forjas en las que están trabajando los artesanos.-Tan centrada estaba en sus palabras, que el cuchillo se fue un poco de mano y abrió la piel del pulgar de la joven.-Au.-Dijo, llevándose inmediatamente el dedo a la boca para chupar la escasa sangre que manaba, y tendiendo la pieza de fruta al sirviente para que terminara de pelarla para ella. Ay, tan delicada ella.

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08/04/2020, 16:15
Karlon

Aquella mañana con el primer canto del gallo, Karlon se levantó, se puso algo de ropa y tras lavarse la cara con una agua tan fría que podría cortarte el cutis, les puso comida y agua a los mastines de su señor (un trabajo más del maestro de caza era cuidar de los perros de su señor).

Tras unos minutos dando vueltas, se acercó a la comitiva que se estaba formando en el patio del castillo, dió algunas indicaciones a los guías (caminos seguros dentro del Bosque de Lobos, últimamente en el bosque se respiraba un aire diferente, algo raro estaba ocurriendo) que iban a acompañar a su señor Harald junto a sus hombres hacía el Camino Real hacía Bosqueespeso.

No le gustó no formar parte de aquella comitiva pero se mantuvo en silencio aceptando las órdenes, con una respetuosa inclinación de cabeza, ante su señor Lord Harald Glover mientras lo despedía con la mirada.

Vió a Aden Forrester repartir órdenes entre las levas recién formadas, en su gran mayoría hijos de campesinos que no habían visto de cerca la guerra, junto a ellos, los herreros se afanaban por tener preparadas el mayor número de lanzas, espadas y escudos posibles mientras se oía el sonido del golpe de los martillos.

No hacía falta haber vivido mucho para darse cuenta de que un asalto iba a tener lugar. Los nervios, la preocupación y sobretodo, el saber que en poco tiempo puedes pasar a engrosar las filas de esclavos capturados por los hijos del hierro. Bosqueespeso se preparaba para vender cara su piel, ahora bien, con tanto extranjero uno nunca sabía cuáles eran sus verdaderas intenciones.

Vió a algunos Whitehill y otras casas norteñas con bastantes pleitos contra los Glover estar afilando sus espadas mientras reían.

-Tal vez....sean sinceros y ante una gran desgracia, hayan venido a arrimar el hombro.- pensó el maestro de caza.

Tras dar una vuelta por el patio pensando en que podía ser útil se acercó a varios emplumadores de flechas. Karlon siempre había sido bueno con el arco y los Antiguos Dioses sabían que cuando pasaba semanas dentro del Bosque de Lobos y las flechas se acababan, uno debía improvisar y crearlas él mismo.

Se sentó junto a aquellos jóvenes en silencio, demasiado jóvenes para empuñar un arma pero servían para ayudar en el esfuerzo general, cogió un par de flechas y empezó a ponerles plumas de animales.

- H..H...hola. Es..t.as...flechas ne..cesitan un bu..en emplu..maje. Tres...pul..gadas co..mo mínimo- dijo con dificultad Karlon.

-Ba..ñarlas en re..si..na, de es..ta man..era- les mostró cómo hacerlo y más con acciones que con habladurías les estuvo instruyendo.

Tras pasar gran parte de la mañana emplumando flechas se dirigió al almuerzo al castillo principal de los Glover. No le gustaba el aire cortesano que se desprendía de allí, pero no estando el señor tal vez, necesitaran su consejo. Además, ante un posible ataque de los hombres del hierro quería conocer de qué manera iban a dirigir la defensa.

Saludó al cocinero con un apretón de manos, Karlon siempre le traía las mejores piezas y aquel hombre sabía agradecérselo.

- He preparado el jabalí que trajistes Karlon, vas a chuparte los dedos.

El maestro de caza sonrió ante aquello y hizo ademán de chuparse los dedos.

Tras pasar por varios pasillos y entrar al torreón de madera que gobernaba todo Bosqueespeso, se sentó en uno de los laterales de la gran mesa, en el lugar menos importante.

Antes de hacerlo saludó a los presentes con una leve inclinación de cabeza. Allí estaba Marya Glover, hija de su señor, su pelo rojo parecía prendido del mismo fuego.

- La...lady Glo...ver, espe...ro que se en...cuentre bien- dijo con dificultad pensando las palabras antes de decirlas, en tal de ganar, fluidez.

Karlon le saludó antes de mirar que podía comer.

Notas de juego

Modo tartamudo ON

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08/04/2020, 16:52
Jonelle Nieve

Jonelle llevaba menos de una semana en Bosquespeso y ya consideraba que era demasiado tiempo, pero ella no podía importunar a los señores para que fueran prestos hacia las islas con el fin de protegerlas. Al menos su único consuelo era ver cómo en el exterior de la torre se iba creando un ejército cada vez mayor, y esperar, cómo odiaba esa palabra, a que Lord Beron Stark llegase al fortín, pues debía hablarle en nombre de su propio señor, lord Mormont.

Era la hora del almuerzo y Jonelle estaba invitada a compartir la mesa de los señores, aunque como correspondía a su rango, no estaba cerca de la familia, sino en uno de los extremos más apartados, para ella eso no era un insulto, pero tampoco un honor, sabía cuál era su sitio y ser la hija bastarda de la hermana de Lord Mormont te llevaba a ser educada con cierto rango y privilegio, el que te quitaba el resto de las casas cuando escuchaban que tu apellido era el genérico para los norteños nacidos fuera del matrimonio. Era alguien en sus tierras, al menos se la consideraba buena guerrera, pero fuera de éstas, no era más que una bastarda.

Jonelle bebió de su cerveza mientras observaba al resto de los comensales, particularmente a Lady Marya y su forma de vestir, de haber sido aprobada la unión de su madre con su amante ella misma podría haber sido como aquella joven, estaba claro que algunas nacían con estrella y otras estrelladas. Que el desconocido se llevase a todos los hombres generadores de bastardos, ahorrarían así muchos sufrimientos.

El comentario de la joven señora le pareció de mal gusto, estaba claro de que las alacenas se verían fuertemente dañadas con la llegada de los ejércitos, pero ese era el pago justo por tener aliados y recibir al Señor en el Norte. Hablar de aquello en público era como cuestionar las habilidades administrativas de su madre en la gestión de recursos, en casa de los Mormont aquello podía haber finalizado en un señor guantazo. En realidad muchas cosas acababan en guantazos, así que lo mejor era no hablar demasiado.

El colmo llegaba cuando Marya se cortó con la daga en el pulgar, el accidente en sí no era reprobable, sí su actitud, para ser norteña parecía una niña de verano. Volvió a beber Jonelle de su jarra mirando a quien estuviera a su lado, no iba a criticar a la joven señora, la prudencia era su máxima.

- Ya falta menos para devolver al mar la basura que llega hasta nuestras costas... - comenta la mujer, haciendo referencia clara a los saqueadores y piratas al mando de Lord Dalton Greyjoy, en su mente lo único importante era volver a mantener la paz de la región que amaba, donde se había criado.

Se fijó entonces en un hombre de mediana edad, curtido y de aspecto fuerte, posiblemente un cazador por sus atuendos, era complicado entender lo que decía a la primera, se le trababa la lengua casi de manera continuada, pero quiénes estaban a su alrededor le escuchaban, la conversación sobre cómo poner plumas en las flechas tenía su interés, no iba a negarlo, así que sin pretenderlo le miró durante largo tiempo, se sentaba relativamente cerca, podrían entablar una conversación casi sin problemas, si él no fuera tartamudo ni ella introvertida. 

Volvió a beber, se tomó su tiempo antes de comenzar lo que quizás fuera una charla un tanto infructuosa, dependía de lo agradable que el tipo deseara ser.

- ¿Cazador?... ¿Cuál es vuestra presa favorita?... - más le valdría no ser ordinario, de lo contrario tendría un claro reto en el patio del torreón, odiaba a los hombres que babeaban ante las mujeres, esos eran los que más bastardos generaban y el Desconocido podía llamarlos a su lado.

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08/04/2020, 18:08
Halbart Glover

Se había levantado temprano, un poco antes del alba, para entrenar un poco con la espada, siempre un poco de entrenamiento venía bien para mantener el espíritu y la moral alta, su padre no le había dejado mucho, un torreón apestoso y unas cuantas tierras, al menos estas últimas eran fértiles y daban una buena cantidad de comida. Pesé a ser ambicioso, no era un mal señor, no desde que dejó la vida de ocio y mujeres después de la muerte del viejo, gustaba de repartir la comida entre sus sirvientes, aúnque quería algo más, salir de la sombra de su odioso hermano y lograr algo por sí mismo, tal vez ser nombrado señor de Bosquespeso y liderar su casa, llevarla por un nuevo camino, tal vez así pudiera demostrarle a ese viejo en el más allá quién es el indicado para gobernar estas tierras.

No había sido suficiente, Harald había partidos con sus sobrinos a recibir lord Beron, obligado a quedarse por alguna maldita razón, estaba un poco molesto pero a lo largo de la mañana, el cabreo fue pasando, y el almuerzo había llegado, Gilliane está sentada en el lugar que le corresponde, Marya sentada a su lado, con ese cabello rojo, besada por el fuego, si que se veía linda, se sentó a su lado, mientras la escuchaba, sentía la inocencia propia de una niña en la voz de su sobrina, habían algunas caras conocidas, y otras nuevas, le encantaba tener al cazador ahí en el salón, no le importaba que fuera tartamudo, siempre era agradable escucharle, también estaba el rostro nuevo de la enviada de los Mormont, una osa de cabo a rabo.

Estaba por comenzar a hablar cuándo la chica cortó levemente su pulgar, la observó un momento antes de instruirla.

-Presiona el pulgar contra el dedo corazón, eso detendrá la hemorragia-

Bebió un sorbo de agua, antes de seguir. 

-Con lo que respecta a la despensa querida sobrina, estas sufrirán un golpe bastante fuerte, no sólo por el banquete de bienvenida, si no también para mantener a los soldados bien alimentados, los ejércitos se arrastran sobre sus estómagos, pero consuelate, ya que el flujo de comida que vendrá desde las otras regiones será abundante-

Miró a todos en el salón, centrando la mirada en la dama ilegítima de la isla del oso. 

-Lady Jonelle, me an contado que en vuestros hogar, hay un escudo de una mujer, sosteniendo un bebé en una mano, y un hacha en la otra, realmente admiro la ferocidad que las mujeres de la isla del oso pueden demostrar, le puedo prometer que en nombre de mi hermano, y las demás casas del norte, que mandaremos a todos los hijos del hierro, con su amado Dios ahogado, y el Kraken habrá deseado jamás salir de su guarida-

Volvió la vista a su cuñada, mirándole de manera un tanto inquisidora. 

-Puede acercarse a nosotros, es nuestra invitada después de todo-

Halbart hizo uso de su puesto cómo hermano del señor del Castillo, para darle más libertad a la dama. 

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08/04/2020, 20:25
Jonelle Nieve

Jonelle había observado, justo cuando despuntaba el alba, cómo el hermano del señor entrenaba, tenía buena destreza con la espada, y al menos demostraba tener más sangre en las venas que otros muchos señores que se acomodaban a las vidas cálidas de sus fortalezas, al vino y a las canciones junto al fuego que rememoraban anécdotas, y en ocasiones, según la edad, a tiempos pasados y mejores, obviando por supuesto sus obligaciones. Eso no parecía ocurrir con Halbart, lo cual era digno de respetar.

Escuchó la bastarda el comentario sobre la despensa y el gasto de víveres, pensando Jonelle que si quería hacer daño de verdad a una casa nobiliaria, tan solo debía mandar a un grupo de forajidos a los caminos a que cortasen los suministros. Era una suerte de que la mujer fuera completamente leal a su familia y el norte, de lo contrario podría haber sido la mayor de las tiranas.

Incomodidad. Mientras bebía de su jarra de cerveza escuchó un título que no le correspondía, ella no era Lady, tan solo era Jonelle Nieve, a veces apodada bastarda. Miró a Halbart, inicialmente pensando que se mofaba de ella, en cuyo caso tendría que joderse y tragar, no debía enfrentarse al segundo señor al mando, y mucho menos con lo que estaba en juego, pero se percató de que el hombre tan solo trataba de tratarla con amabilidad, dándole un estatus superior al que tenía, de hecho ser hijo legítimo de artesano era mil veces mejor que su propia fortuna por nacimiento.

- Mi Señor, en las islas se nos enseña desde pequeños que la tierra es de todos y que hombres y mujeres tienen manos para poder empuñar un arma y una obligación por honor de cuidar con bravura lo que por derecho nos corresponde.... Las mujeres son madres pero también guerreras, es bueno saber de armas cuando con éstas podemos cumplir nuestro deber... - se denotaba orgullo en sus palabras, había sido educada con rigor -...Y coincido con vos de que los Hijos del Hierro deben visitar bien de cerca a su Dios, para hacer honor a su nombre.... - levantó su jarra a modo de brindis, hablaba bien aquel Glover.

Si antes había sentido incomodidad, ahora la sensación se incrementaba, pues la invitación a comer con los señores le instaba a acercarse, y aquello no era bueno. Sabía comportarse, pues cuando dudaba qué hacer se quedaba quieta y si no sabía qué decir, se callaba, guardar distancias siempre le había beneficiado y de hecho, su propia madre lo aprobaba en según qué reuniones.

- Señor, es muy amable por vuestra parte... - pero aquel derecho correspondía a la señora de la casa, la situación se tornaba incluso hostil desde su punto de vista -...pero supongo que vos tendréis temas importantes que tratar con la señora sobre la administración del hogar cuando llegue el ejército... - había sido cortés en la negativa pero ahora podían ocurrir dos cosas, una que el hombre se ofendiese por negarse o... dos, acercarse y que la señora se ofendiera. Cualquier opción no era ventajosa para ella.

Permaneció callada y atenta a ambos, ¿tendrían una lucha de poder para ver si ella se quedaba lejos o cerca?... Se sentía como una ficha de madera cuando debían situarla en un pedazo de mapa para ver la estrategia a seguir en la guerra. Solo esperaba que los cuñados se entendiesen y llevaran bien, de lo contrario tendría que pensar una opción para no despertar las furias de los presentes.

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08/04/2020, 22:31
Marya Glover

-Sí, no es nada.-Dijo a Karlon, para luego escuchar a Halbart. Hizo lo que decía, mirando de vez en cuando el corte que pronto dejo de sangrar, aun así, mantuvo la presión puesto que sabía de buena tinta que la presión, incluso en un cortecito pequeño, cortaría antes la hemorragia. Sencillamente se había dejado llevar por sus manías de jovenzuela. Escuchó las palabras que intercambiaban uno y otro, y sonrió al criado que había pelado y cortado en trozos la fruta que ya empezaba a comerse, trozo a trozo, llevándoselo a la boca y comiendo con educación y modales propios de una dama.

 

Tampoco iba a decir nada sobre la invitación a Jonelle a la mesa, le parecía bien, claro, y aunque pudiera apoyar la idea de Halbart, no creía necesario algo así. La estaban tratando con respeto y era bienvenida a la mesa como otro más. Finalmente, aprovechó un silencio para volver a hablar.

 

-No sé si sería propio organizar una cacería, pero estaría bien recibir a la soldadesca con carne si hacemos una buena batida, estoy segura de que los perros de Karlon están deseosos de salir a cazar, siempre parecen ansiosos de salir a estirar las patas…-Le dedicó una sonrisa a Karlon.- Aunque se dé buena tinta que hacéis bien el trabajo en cuanto a tenerlos bien atados por sus respectivas correas.- Guardó silencio mientras comía algo más de fruta.

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09/04/2020, 13:06
Karlon

Aún no había acabado de acomodarse y fue preguntado por una mujer alta, curtida, vestida como un guerrero, nueva a sus ojos.

- Una invitada importante debe de ser para estar sentada en la mesa del señor.-pensó mientras con asentimiento recibió sus palabras.

¿Cazador?... ¿Cuál es vuestra presa favorita?... -

Aquella pregunta le pilló por sorpresa, pero más le sorprendió ver el símbolo de los Mormont en sus ropas. Una isla bella, donde las mujeres, luchaban codo con codo con sus maridos y no era extraño ver a algún Mormont de paso por Bosqueespeso o cerca de Invernalia.

Pero...¿cuál sería el motivo de su visita? ¿venía a ayudar o a pedir ayuda?..

Karlon se movió en el asiento incómodo, curioso al fin y al cabo, de ver a una mujer capaz de enfrentarse a tantos peligros. Una verdadera osa.

- Me lla...mo Karlon, mi...presa favorita es el ve..nano.- le dió un sorbo a la cerveza. Aunque...es...di...fícil encon..trarlo en el Bosque de Lobos.

-¿Con quién...tengo el gus...to de hablar?- preguntó más por cortesía que por agradar a la huésped.

Marya Glover, la cual conocía desde pequeña, le habló de repente interrumpiendo la conversación con la invitada.

-No sé si sería propio organizar una cacería, pero estaría bien recibir a la soldadesca con carne si hacemos una buena batida, estoy segura de que los perros de Karlon están deseosos de salir a cazar, siempre parecen ansiosos de salir a estirar las patas…-Le dedicó una sonrisa a Karlon.- Aunque se dé buena tinta que hacéis bien el trabajo en cuanto a tenerlos bien atados por sus respectivas correas.-

 

Karlon asintió con una sonrisa, aquella niña era su perdición, el castillo se quedaría más triste el día que la casaran, el maestro de caza esperaba que lo hicieran con un joven señor norteño. Tal vez, pudiera visitarla algún día.

- Son pe...rros, milady. Al fin...y..al cabo. No..pue...den est..ar suel..tos y más..con tan..tos invi..tados en Bosque..espeso.- le contestó.

-Car..ne hay de so..bra, si..es nece..sa..rio ir a por más...sólo ten..éis que pe..dir..lo, milady.- dijo el maestro cazador con dificultad mientras cogía algo de comer y sonreía ante las palabras del señor Halbart.

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09/04/2020, 13:53
Halbart Glover

Inclinó la cabeza y levantó su copa a la mujer en señal de brindis, sonriendo complacido, incluso ante su Cortés negativa de estar más cerca de ellos, el no albergó ningún sentimiento negativo a la mujer, solo comprensión, la dama tiene más honor en un puño que muchos hombres en todo su cuerpo.

Me honra tenerla aquí lady Jonelle, y apostaría mi vida a que mi hermano también-

Marya tuvo una idea, a Halbart le pareció algo exagerada, solo la miró mientras el cazador hablaba, solo cuándo este terminó, se decidió a contestarle a su sobrina. 

-Querida sobrina, la única persona que puede autorizar una cacería está a tu lado, la dama de Bosquespeso es quien puede dar la autorización, debo decir que no es necesario, estamos bien surtidos de comida y eso dará una buena imagen de la casa Glover-

Miró al cazador con calma, antes de pellozcar la mejilla a la muchacha, y mirarle algo más de cerca, con una sonrisa pícara. 

-Además, no quiero que le causes problemas a tu madre, ese ya es mi trabajo-

Bromeó para con la chica, el segundo señor del Castillo apreciaba mucho a su sobrina, más que a los otros dos hijos de su hermano. 

La mejor carne, y la más tierna que e comido nunca, el venado, un poco mejor que la del jabalí, diría yo, pero son mis gustos personales-

Bebió un poco más de agua, antes de tomar una manzana y cortar un pedazo con maestría, llevando el mismo a la boca, lo suficientemete pequeño cómo para permitirle hablar bien en caso de que alguien tenga algo que decirle. 

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09/04/2020, 17:28
Arlan Woods

La mañana ha sido bastante fría y húmeda para mi gusto, pero el deber es lo primero. Con la presteza de años, las capas húmedas y una tos matinal que me aqueja desde hace unas semanas avanzo hasta llegar a las puertas del castillo. Lo primero, es presentar mis respetos. Apuro ami hijo y aun par de mis hombres para entrar al salón, mientras sacudo mi capa y acomodo mi bolsa. Tras un momento, entro acompañado de mi hijo, con mis dos hombres cargando un venado detrás.

-Mi señor- digo inclinándome -Hemos acudido a vuestro llamado. Si los calamares quieren dar problemas, entonces los Woods estamos dispuestos a plantarles cara- Espero a que me indique que puedo incorporarme antes de continuar. -Esperemos que disculpe nuestra tardanza, pero mi hijo Adler, y nuestros hombres creían que no sería respetuoso presentarnos sin un regalo-Con un gesto de manos, los hombres presentan al venado y mi hijo avanza junto a ellos, abriendo su zurrón y mostrando algunas pequeñas pieles. -No opuso gran resistencia, como si supiera que sería vuestra cena, señor. Aunque es una lástima que no fuera un oso.- Mi hijo me hace un gesto y continúo -También hemos traído algunas pieles de ardilla y de conejo, que seguro servirán como guantes para las mujeres, y Grentchen y las niñas han enviado esto para usted, mi señora- Digo dirigiéndome hacia la señora del castillo -Son algunas conservas y mermeladas que han hecho con zarzamora, fresa y otras bayas. Dice que espere que las disfruten y que las disculpen por no presentar sus respetos personalmente.

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09/04/2020, 17:54
Jonelle Nieve

El cazador, con su ritmo habitual de desarrollo lingüístico, respondió a su pregunta demostrando que era bastante agradable en el trato, al menos para lo que ella estaba acostumbrada.

- Mi nombre es Jonelle Nieve.... - se presentó sin mucha más ceremonia -... El venado es una carne delicada, muy tierna... Yo prefiero el jabalí, un animal duro de cazar, carne compacta y de sabor intenso, aunque en mis tierras se suele comer más pescado y marisco que caza, sobre todo mejillones y cangrejos, estos últimos son deliciosos crudos, conservan el sabor a mar... - estaba claro que las gentes de las islas eran diferentes hasta en el tipo de dieta.

La mujer bebió de su cerveza, observando las relaciones de las gentes que allí se congregaban. Karlon parecía encantado con la pequeña señora, la niña del verano, el trato era adecuado pero la manera de mirarla casi parecía que fuera de su familia, había unidad en el castillo, eso le gustaba.

Halbart por su parte levantó la copa hacia ella, saludando de igual modo Jonelle con su jarra, correspondiendo el gesto con la máxima cortesía posible.

- El honor es mío, Señor, así como la gratitud por tan magnífica acogida... - expresa la mujer aliviada por dejar de ser el centro de atención.

Halbart era un hombre con porte y modales, no entendía cómo con la edad que aparentaba no estaba aún casado, casi seguro que no le faltaría mucho para que los Glover reforzaran sus alianzas políticas con un buen matrimonio, al igual que Lady Marya, en poco tiempo deberían pensar en nupcias para ella, es más, Jonelle casi podría recomendarlo, lo contrario era cometer el mismo error que tuvo su madre concibiéndola a ella, era demasiado joven e ingenua, y su error siempre estuvo presente en el castillo, a ojos de todos para que fuera claro ejemplo de lo que una dama no debía hacer hasta el matrimonio.

El hermano del señor hablaba con la niña en un tono completamente dulce, algo no recomendable para forjar el carácter, pero ¿quién era ella para opinar?... Era como una cebolla en medio de una fuente de asado, adornaba pero nadie la quería en su plato por ser insustancial.

Jonelle iba a decir algo acerca de la carne de jabalí, al divergir de la opinión de Halbart, una suerte que no llegó a emitir sonido alguno cuando entraron en el salón varios desconocidos portando un venado, ¿cómo le sentaría eso al cazador?

- Vaya, hay pocos venados en el Bosque de Lobos, pero por lo que dice el recién llegado el animal estaba ansioso de estar muerto para servir al señor, casi no tuvo que cazarlo, se tiró a sus pies... - comenta Jonelle en voz muy baja, tan solo como comentario a Karlon, pensando que la tendencia a la exageración era en cierta medida, una forma vil de mentir. Jonelle hubiera apreciado más que hubiera dicho que llegaba tarde al castillo porque no había forma humana de localizar un jodido venado en todo el maldito bosque, eso sería cierto y loable, pero como casi todos sus pensamientos, se lo calló, muriendo de asco por tanto exceso de querer agradar.

"Así me va en la vida. Si se valorase el honor por encima de todo, más allá del derecho del nacimiento o de las intrigas, mi destino sería bien otro"

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09/04/2020, 18:53
Ellys de Lagobarro

Ellys llegó a la sala común de comedor, había estado patrullando desde primera hora de la mañana por los caminos cercanos a la costa. Era su pago por haber entrado al servicio de la casa y su aporte para estar en nómina de un buen señor. Había llegado a aquellas tierras oyendo que se necesitaban espadas y el caballero decidió aprovechar aquella oportunidad. 

Se fue directo a la mesa principal donde estaba casi llena, desde el hermano del señor hasta una bastarda que había visto los últimos días por el castillo. Si todas las mujeres de esa isla se parecían a la bastarda, pobres hombres del hierro si decidían asaltarla. - Eh! buena mañana a todos! - Saluda mientras se sienta a la mesa y se sirve una buena jarra de cerveza. - Hace un día como todos en el norte, frío y húmedo. Mi buen señor Glover, querrás saber que no se hemos visto nada inusual en mi patrulla matutina. - Da un gran trago antes de comenzar a picar algo de carne. 

Estaba bien comentar que sus servicios no estaban siendo malgastados, al menos le daban comida y bebida, algo que el caballero no negaría jamás. - Parece que pronto vendrán el grueso del ejército, veréis, esos se beberán toda la cerveza y vino del castillo. - Su tono deja ver que eso sí le preocupa - Una vez cuando estaba al servicio de los Blackwood vencimos una batalla sólo porque el ejército enemigo estaba con tanta resaca que no fueron capaces de formar correctamente. Alguno hasta se cayó del caballo. - El caballero volvía sobre sus batallitas, servía para amenizar una mesa aunque muchos acabarían cansados de su cháchara. 

- Hablabais de carne... No fastidiéis, la mejor de todas es la de rana.- Se relame al pensarlo - Bien hecha a la brasa tienen unas patas sabrosas donde las haya. - Sonrió ante las caras de aquellos norteños, eran gente honorable pero cerradas en sus costumbres como sólo el frío podía conservar. 

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09/04/2020, 19:01
Gilliane Tallhart

El ajado cuchillo de Gilliane se deslizaba lentamente sobre el pan tostado extendiendo la mantequilla con hastío mientras la dama contemplaba las escenas que se sucedían a su alrededor. De esta forma, trataba de apartar de sus pensamientos los números y apuntes que había estado repasando en los libros de cuentas de Bosquespeso mientras desayunaba una jarra de vaso caliente con avena y miel y su esposo se preparaba para ir en busca de la comitiva de los Stark. Poco le había preocupado al señor del castillo el hecho de que los recursos menguaran a mayor velocidad de la que se reponían así que Gilliane simplemente había dejado de insistir. Como siempre, se ocuparía de encontrar una solución.

No os preocupéis tanto por las despensas del castillo —replicó tras escuchar la breve conversación entre su hija Marya y el hermano de su esposo, Halbart —No es asunto que forme parte de vuestras responsabilidades. Recibir como se debe a lord Stark y su séquito y mantener la reputación de la casa Glover sí es algo que está en vuestras manos.

Asintió con la cabeza a su cuñado cuando éste invitó a acercarse a la bastarda de los Mormont. Obviamente no era el momento de crear un conflicto familiar delante de todos los que se hallaban almorzando en aquel salón y en realidad, no le molestaba la presencia de la joven. Sin embargo, tomó buena nota de la acción de Halbart para tenerla en cuenta en el futuro.

Acércate, Jonelle —dijo con un tono de voz autoritario de forma natural aunque sin hostilidad en su mirada, dando por hecho que la joven respetaría la jerarquía del lugar y se sentaría cerca del resto de la familia —No te preocupes, los asuntos importantes no serán tratados ni en este momento ni en esta mesa, tu presencia no es invasiva —añadió hablando con claridad.

Al escuchar la propuesta de la cacería que expresó su hija Marya no pudo evitar un suspiro más profundo de lo habitual. Por suerte fue su cuñado quien estuvo rápido en la respuesta y eso dio tiempo a que Gilliane aplicara algún filtro a la contestación que daría a su hija.

Marya, hace varios días que se están organizando partidas de caza en vistas a la situación que se nos avecina y hay carne suficiente por el momento —afirmó mirando tanto a Halbart como a Karlon, quienes confirmaban aquella información.

Las conversaciones fueron interrumpidas brevemente con la llegada de Arlan Woods y sus hijos. Gilliane posó la mirada fijamente sobre el hombre mientras este hablaba y mostraba los presentes que había traído para la familia Glover. La dama enarcó las cejas con cierta expresión de sorpresa.

Vuestra presencia aquí es bien recibida, Arlan —dijo al fin —y os agradezco estos regalos en nombre de Lord Glover y del mío propio pues es de apreciar que os hayáis preocupado por traer presentes aun en la situación que nos ocupa —añadió haciendo referencia a las incursiones de los isleños.

La irrupción de Ellys de Lagobarro importunó tremendamente a Gilliane quien dejó a un lado el pan con mantequilla para dirigirse de forma directa a él, hablando con autoridad y un enojo contenido.

Y vos querréis saber que soy yo la persona que regenta este castillo en ausencia de Lord Glover —"incluso en su presencia", pensó para sí— así que os agradecería que la próxima vez sea a mí a quien os dirijáis con los informes de vuestras patrullas.

Y con el gesto contraído por la poca paciencia que le quedaba, alargó la mano para tomar una jarra de cerveza dejando que continuaran con su conversación acerca de la carne.

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09/04/2020, 19:13
Jonelle Nieve

El colmo de las desgracias. Debía levantarse de su cómodo sitio al lado de Karlon donde bien podía pasar desapercibida para moverse hacia donde la señora indicaba. Jonelle no se pensó la orden dos veces, levantándose como un resorte para posicionarse donde Gilliane indicase, mostrando completa obediencia, y es que si algo había aprendido de su madre en el castillo es que a veces había que temer mucho más a las mujeres que a los varones.

- Por supuesto, mi señora... - dijo llevando, eso sí, su jarra de cerveza con ella -.. Os agradezco vuestra exquisita hospitalidad.... - dicho esto se sentó más cerca de la familia, decidiendo que muchas otras personas verían aquello como una oportunidad. Sin embargo para la mujer era sinónimo de tensión, ya no bebería lo que deseaba ni comería del mismo modo, desempolvando los modales que le habían inculcado desde niña. Todo era más fácil en las campañas de guerra.

El caballero errante de Lagobarro, un tipo encargado de patrullar las inmediaciones de la fortaleza, se presenció en el salón, y tras dar las novedades al hermano del señor provocó el descontento de la señora, la cual era ella la señora de la casa y quien debía ser informada de los sucesos de la región.

"Lucha de poderes....Malo"

Jonelle había disfrutado el comentario de las ranas, hasta se había permitido el hecho de sonreír, no erraba el caballero en aquella cuestión, a la brasa estaban bien ricas, aunque hacían falta muchas para llenar el estómago. En las islas encontrar alimento no era sencillo y no se despreciaba absolutamente nada, pues sus moradores, al igual que los osos, era completamente omnívoros.

La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Marya mostraba su desconocimiento sobre el mundo poniendo en duda la administración de su propio hogar. Halbart parecía querer controlar todas las situaciones que no le correspondían. Gilliane no quería ceder su autoridad frente a su cuñado, por el hecho de ser mujer parecía querer hacerse notar y que no la dejasen de lado. Karlon había perdido un venado de caza por culpa de Arlan. Woods era demasiado adulador con la señora, algo querría. Lagobarro deseaba agradar pero metía la pata de manera catastrófica... No hacía falta estar en Desembarco del Rey para que comenzara el Juego de Tronos.... Jonelle bebió de su cerveza y no emitió comentario alguno.

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09/04/2020, 19:43
Director

Las conversaciones prosiguen en el salón, haciendo pasar el tiempo sin que apenas seais conscientes de ello. Sin embargo, capta vuestra atención la llegada de un hombre gordo y calvo. La mayoría de presentes le conocéis, se trata de Donnel Woods, mayordomo de Bosquespeso, casualmente primo de Arlan. Con pasos pesados y expresión sofocada, el mayordomo hace amago de hablar. Parece que se ha pegado una buena carrera y su dejado estado físico le está pasando factura. Finalmente, alcanza a articular palabra. — El señor ha llegado...con el ejército...y con Lord Stark— comenta antes de tomar aire con pesadez, señalando hacia la puerta. — ...perdonadme, es que he tenido que subir toda la colina corriendo — dice recomponiéndose lentamente.

Con el silencio que traen sus palabras os llega el rumor de los pasos, el metal y los cascos de caballos. El ruido propio de un ejército. Al acercaros a las ventanas comprobáis que tal y como ha dicho el mayordomo, una larga fila surge por el camino desde el bosque. Pendones y estandartes preceden a la columna, a la cabeza de la cual podéis ver el estandarte gris con el lobo huargo mecido por el viento. Más adelante, algunas figuras de relevancia encabezan la entrada. Podéis distinguir inequívocamente la silueta de vuestro señor, que cabalga henchido como un pavo junto a otro hombre, que a juzgar por los colores de su armadura y su lugar al frente del ejército no puede ser otro sino el propio guardián del Norte. 

No tardarán en alcanzar las puertas del castillo, por lo que tenéis tiempo para sacar todo tipo de conjeturas...
 

Notas de juego

Se me ocurre a modo de tutorial que realicéis una tirada cada uno y os revelaré valiosa información. 

  • Tirada de dificultad moderada (9)
  • Para darle mayor emoción, la tirada deberá ser en oculto. Así no sabréis si habéis tenido éxito o no y si lo que veis nace de un éxito o un fracaso. 
  • Podéis usar las habilidades de Estatus (por los estandartes y parafernalia nobiliar) o Guerra (por el ejército), especialidades válidas Táctica y Estrategia para Guerra y Torneos para Estatus. Sólo una tirada por personaje.
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09/04/2020, 19:51
Halbart Glover
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09/04/2020, 20:00
Jonelle Nieve
- Tiradas (1)
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09/04/2020, 20:04
Ellys de Lagobarro
- Tiradas (1)
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09/04/2020, 20:05
Marya Glover

Marya aparto el rostro cuando notó el pellizco, inclinando la cabeza de manera que su cabellera pelirroja ocultó su rostro como una sombra en el tiempo que recuperaba la compostura.- Ay, tío, basta ya.- Le dijo con fingido enfado, aunque sabía que el hombre la pinchaba de vez en cuando para ver si perdía las formas o no, cosa que llevaba mucho tiempo sin hacer gracias a la educación recibida. Se froto la mejilla y le dedicó una negación de cabeza con una sonrisa cómplice que solo él pudo ver.

 

Le hubiera gustado hablar más con el maestro de caza, pero no dejaba de haber otras cosas de las que estar atenta. Aun recordaba los días en los que la nana perseguía a todos los pequeñajos de la familia para que se sentaran de una vez a comer, sobre todo ella que era la pequeña, y esta situación le pareció comparable, con tantas voces, tantas emociones a la mesa. Finalmente tras las palabras de su señora madre, Marya asintió.

 

-Así se hará, madre.- Dijo en cuanto dijo cuál era su tarea. Tomó el pedazo de fruta más grande que pudo encontrar, y antes de llevárselo a la boca, la cual quería tener cerrada a partir de ese instante, respondió a las palabras de su madre con un asentimiento de cabeza. Tenía sus propias reservas en cuanto a la cantidad de carne que llegaría a la soldadesca, claro, pero no era el lugar para decir nada. Y ahora, a mantener la boca ocupada comiendo. Hubo una cierta expresión de sorpresa cuando Woods hizo aparición, o cuando Ellys fue puesto en su sitio, pero ya tenía su mente trabajando en el protocolo y en como recibir a Lord Stark.

 

No tardó mucho en ver que llegaba toda la comitiva, reprimió el instinto de salir a ver el ejército, el marchar de los caballeros en sus espuelas y demás, para hacerlo de manera más comedida, con un plato en la mano donde daba buena cuenta de su postre.

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09/04/2020, 20:24
Gilliane Tallhart
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