Partida Rol por web

Audio (Incapaz de insertarlo, oye...)

El grupo se ha estado preparando de lo lindo para el gran día, una especie de Día D, han removido cielo y tierra buscando contactos, han conseguido armas, han conseguido falsificaciones, blindajes, han blindado furgones y han sonsacado información a diestro y siniestro. 

Hay mucho en juego, más que sus vidas. Esas las dieron por perdidas tiempo atrás. Nada les ata ya con suficiente fuerza al mundo como para luchar por buscar una felicidad desesperantemente lejana. Pero dicen que el peor enemigo es aquél que ya no tiene nada que perder, y el enemigo de este grupo es el crimen en todas sus facetas. Esta noche darán un gran salto adelante.

Bajo pasamontañas, vistiendo falsas ropas de la Interpol, siete soldados por cuenta propia se disponen a dar su vida por la de unos desconocidos, en una batalla en la que nadie se atreve a pensar. Miradas tensas se pasean de unos a otros, y de allí comprobando por enésima vez el arma, y chequeando el audio con otro par de frases nerviosas.

Hacía poco eran gente más o menos normal, ahora son un comando que va a la caza de uno de los asesinos a sueldo más eficientes, heredero del mítico Chacal. No se presenta una batalla dura, apenas un aperitivo, pero el factor sorpresa es importante. Es una pieza demasiado importante para dejarla en el tablero del puerto, y no debe ser capaz de avisar a nadie.

Marc lleva un buen rato en la azotea. Tres horas, desde las nueve de la noche. La brisa marina reconforta, y el silencio de la calle es roto pocas veces por los transeúntes o los vecinos. Un espejito discreto asoma por la baranda, pero le permite ver la salida de la pensión, mientras sus compañeros siguen ocultos en los furgones

Entonces le ve salir. Mira a un lado y a otro, arriba y abajo antes de cruzar completamente la puerta. Lleva un grueso abrigo, algo poco común en esta época del año. Sin duda oculta un chaleco. En la mano lleva la caja de lo que simula ser un telescopio. En cuanto sale, se encamina a paso ligero hacia la avenida próxima.

El grupo tiene una furgoneta a cada lado de la calle, el furgón 1 con Lázaro, Tecnovirus y Francisco al volante, y el segundo con Katia al volante y Ángel y Xavier en la cabina, esperando la señal del conductor tirador.

Solo un joven pasaba por allí, acababa de mirar el cartel de las farmacias de guardia en la farmacia cercana

Al ver que Phoenix está saliendo del apartamento digo por el radio.

Oíga Jefaso, ahí está saliendo el maloso. Va hacia la avenida principal a paso ligero. ¿Lo bajo? 

La voz de Xavier crepita en el auricular de Marc:

-Negativo, ojo de halcón. Mantenlo en la mira. Vamos a por el objetivo y le daremos el alto. Si se resiste o intenta huir, tienes luz verde para acabar con él.

A continuación, Xavier toca a Katia en el hombro mientras con voz firme habla por el comunicador: -Vamos a por él, ases. Dirigidlo hacia la calle peatonal que tiene a sus espaldas. ¡¡Ya, ya , ya!!

Aprieto el acelerador antes de soltar el embrague con cuidado para salir a más velocidad.

- Francisco, interpón tu furgoneta entre la calle y el chico de la farmacia. No dejemos que Phoenix coja ningún rehén - digo por el intercomunicador mientras acelero y cambio a segunda lo más rápido que puedo.

Observo a nuestro objetivo, que según me acerco no tarda en darse cuenta de que algo va mal. "Deprisa, Katia, no dejes que saque ningún arma", me digo tratando de darme ánimos. Probablemente no sea la persona más adecuada para estar conduciendo, sobre todo porque me sentiría más útil en un tiroteo, pero es lo que hay. Cuando freno, intento girar la furgoneta para dejar el lado del copiloto orientado hacia el tirador, de forma que sea más fácil para Ángel y Xavier salir a la calle y yo no tenga problemas para volver a incorporarme a la cirulación sencillamente acelerando.

Entendido zorro viejo...

Sonrio para mis adentros al decir eso, nunca entendí lo de los motes ni en las películas y es lo primero que se me vino a la cabeza.

Me mantengo en posición, atento a cualquier eventualidad. 

Tecnovirus, al contrario que Katia, hubiera preferido mantenerse al volante del coche. Francisco era un hombre mucho mas grande e intimidante que el y ademas experto en el cuerpo a cuerpo. El informatico, sin embargo, estaba comprometido con la mision por lo que preparo su rifle de asalto y se presto a colocarse en la puerta de la furgoneta para practicar la formacion que habian ensayado.

Asintio con la cabeza a Lazaro, indicandole que estaba listo y que seguiria al cocinero, con experiencia militar.

Lázaro introduce un cartucho en la recámara de sus armas, tanto de la pistola como de la carabina, quitando el seguro de esta última, se asegura de tener el chaleco bien ajustado y dice por radio:

-Nosotros salimos ya a darle el alto. Marc, al menor problema le liquidas.

Hecho esto, mira a Tecnovirus para comprobar que está preparado y tras ello abre violentamente el portón del furgón, lanzándose a la calle como una centella. Se separa de su compañero para dificultar cualquier contra ataque y se dirige hacia Phoenix, manteniéndole siempre encañonado, diciéndole:

- ¡Alto, está usted detenido y bajo custodia de Interpol!
Está rodeado, así que no se resista o habremos de reducirle por la fuerza.

Al menor intento de sacar un arma o incluso huir, Lázaro abrirá fuego apuntando a la cabeza.

 De la tinta a la sangre. No podía saber si estaba preparado a pasar de la teoría a la práctica, hasta aquel mismo instante no se lo había replanteado. En otra ocasión no hubiese reflexionado entonces, quizás antes, seguramente después, pero no durante la operación. Oía a sus camaradas, actuando. Seguían un plan. ¿Sin fisuras?

 Un francotirador, uno como ese, siempre tiene una vía de escape. Ángel esperaba oir una gran explosión en cualquier momento. Estaba realmente pálido, todo daba vueltas a su alrededor. No era como volver a la guerra, era aún peor, era la guerra en el hogar, era el motivo por el que luchaban. ¿Lo era..?

 Estaba acompañado de Xavier, al menos estaba al lado de alguien que podía considerar un amigo. Pero eso no justificaba cualquier fin, se sentía responsable de todos ellos, de su seguridad, y aquella presión se hacía patente en sus sienes que ahora le dolían, molestandole hasta obligarle a sacudir la cabeza.

 Señaló con decisión, saliendo de su trance, por encima de los hombros de Xavier y de Katia. 

 - Ese chaval. Tenemos que hacer que se vaya de aquí.

 Saldría hombro con hombro con Xavier si era el plan, pero su prioridad estaba en duda en aquel instante. Los inocentes no debían pagar por sus actos, y aunque el fin justificaba los medios en ese caso, prefería no tener que pagar tan alto precio.

 Amartilló la glock, dejando el arma más evidente a la espalda, miró fijamente a Xavier. 

 Tengo un mal presentimiento.

El motor rugiendo de un furgón llama la atención de Phoenix, y ya cuando ve otro en dirección contraria, tiene una mano en la chaqueta. Podría parecer tranquilo, pero estaba bien atento. 

Para cuando los compañeros saltan de los furgones, el asesino ya tiene la pistola en la mano.

Estás a distancia corta, así que la base es 16 dados.

-2 por pierna deja en 14. ¿Si? ¿Ahora con 5 éxitos que sucede? Creo que es un "Éxito excepcional" ¿En que influye?

Por las dudas tiro daño.

Lánzalos, cada 8 o 9 es un éxito. Los 10 además de ser un éxito te permiten tirar de nuevo, por si sacases otro 8, 9 o 10. El número de éxitos es el número de daños que recibe el objetivo. Una persona normal tiene 7 heridas, pero pueden tenerse de 6 a 11.

 Ahhh entiendo, es como Hitos. El daño esta en la misma tirada. OK.

Todo tiene un precio.

Es un mundo problemático y una península más problemática aun. La paga también es buena aunque el café jamás es igual.

No importa cuántas cafeterías visite “Phoenix”, todas son iguales en su fallo. Solo hay un lugar en el mundo donde saborear la espuma del café en un pocillo a medias sucio y mal lavado.

Con los años de “profesión” encima, Phoenix atiende las sorpresas y las redadas con destreza porque llena el momento con pensamientos realmente importantes. Por ejemplo el café del Starbucks de la 88, Stockton.

Entonces el primer intrépido avanza vociferando ordenes típicas de las fuerzas de la ley.

- ¡Alto, está usted detenido y bajo custodia de Interpol!
Está rodeado, así que no se resista o habremos de reducirle por la fuerza.

Phoenix dibuja una media sonrisa antes que el muchacho terminase su frase porque milésimas después la pistola del profesional ya había actuado en dirección al sujeto que declaraba servir para la Interpol.

Las balas buscaban la zona inferior de su cuerpo.

Algunos segundos después el Profesional retrocedía velozmente hacia el edificio por donde había salido. Al menos intentaría llegar…  

Un movimiento suave y fluido, propio de un profesional. Tal como tecnovirus acaricia las teclas, Katia dice exactamente lo que hay que decir y mira como hay que mirar, o Marc, siempre con la herramienta exacta... así maneja Phoenix la pistola. 

Mientras corre de vuelta a la pensión, alarmado, valora el chaleco y el casco de Lázaro, su enemigo más cercano, y para incapacitarlo lo más deprisa posible, dispara a la pierna.

La bala del .45 muerde la ropa y la carne, y atraviesa completamente el muslo izquierdo del As, dolorosamente.

Veo a través de la mira telescópica como Phoenix va sacando el arma y me llegan a mis oídos las lejanas palabras de Lazaro.

Noto que nuestro objetivo quiere volver por donde vino, y creo yo que si llega al edificio las cosas se van a poner bastante feas. Así que, sin perder tiempo, aprieto el gatillo tal cual se me había instruido si veía que nuestro muchachote quería escapar.