Partida Rol por web

Hola Ravadón, soy yo, Jeremy. Siento la llamada inesperada y más teniendo en cuenta la diferencia horaria.

Cómo sabrás... prosigo mientras camino por las oscuras calles de la ciudad... fui enviado al nuevo continente con el fin de observar como se desarrolla la Ordo en el nuevo Mundo. Pero ya me conoces, antes que un simple auditor soy Guardián de la Orden. No he podido resistir la tentación de observar las líneas geománticas de la zona y un punto me llamó la atención. He investigado el lugar y... Bingo! creo que hay un portal cerca!

Tras una breve pausa observo la calle, asegurándome de que nadie escucha mi conversación ...Al parecer ya ha accedido un demonio, a pesar de que ya he tratado con unos cuantos, Ravadon, creo que esto me supera, no es un simple caído... Intento calmarme al notar que el tono de mi voz se dispara ...necesito que me mandes toda la información que puedas sobre Azazel y la Segunda Guerra, aquí se cuece algo gordo... También, si no es mucho pedir, me gustaría que me dijeras con quién podría contactar de la Ordo aquí en Nueva York, que sea de fiar...

- ¿Azazel?...estás seguro que es Azazel...es uno de los siete demonios...del círculo interior para mas señas...buscaré todo lo que pueda sobre el y pediré que te lo envien a tu email...debes tener cuidado con el Jeremy...es un demonio muy poderoso...y la segunda guerra es algo muy serio...Ragnarok...Apocalipsis...Gehenna...posee muchos nombres pero creo que todos te suenan ¿no?

Durante unos segundos se mantiene en silencio.

- ¿Te ha pedido que hagas algo por el? - su voz suena emocionada, con un punto de nerviosismo como el que sentiste tu al conocer a Azazel

Mucho me temo que sí... sé hasta qué punto es peligroso tratar con un demonio mi voz suena nerviosa pero entusiasmada a la vez ...Pero piénsalo, es nuestra oportunidad de adquirir un conocimiento hasta ahora inalcanzable...

No tengo mucho tiempo, tengo que conseguir algo para él y sólo tengo 48 horas, intenta que me envíen la información lo antes posible y , por favor, procura que de momento nadie sepa mucho acerca del tema, no estaría bien visto un Guardian de la Ordo tratando con demonios...

Sé qe puedo confiar en tí Ravadón, mi maestro, te debo muchísimo, gracias...

- Muy bien Jeremy...intentaré mandarte yo mismo la información para que nadie sepa sobre este tema...si consigo que funcione algún maldito ordenador.

Tras unos segundos te adiverte de nuevo:

- Ten mucho cuidado por favor...Azazel no es un demonio cualquiera...provocó muchas muertas en el pasado...

Gracias de nuevo, Ravadón, no te preocupes, tendré mucho cuidado... por cierto... ¿Sabes puedo confiar en alguien aquí?, es posible que necesite algún apoyo...

Mientras converso con mi maestro busco alguna tienda del tipo "abierto 24h" con el fin de prepararme adecuadamente antes de encaminarme a mi siguiente destino... el hospital

En NY hay muchísimos 24 horas; asi que lo único que debes hacer es entrar en uno.

- No se si habrá alguien de confianza en esa ciudad pero lo averiguaré...pero necesitaré un par de horas seguramente...espero que puedas permitirte esas dos horas...- te dice tranquilamente pero adoptando una voz que tanto recuerdas de tus tiempos de pupilo.

No te preocupes Rav, tienes tiempo, de momento debo ir solucionando un asunto, te llamaré en un par de horas... DIcho esto cuelgo el teléfono y me dirijo al primer 24h que encuentre.

Antes de entrar, dibujo en mi rostro la cara de pobre niño indefenso, me aclaro la garganta y pongo la voz más dulce que poseo para dirijirme al dependiente

-Buenas noches señor, ¿tienen neveras pequeñas portátiles? Mi padre me espera en el coche porque está mal aparcado...

El dependiente te mira y se extraña de ver a un niño a esas horas de la madrugada:

- Bien..neveras portátiles...pasillo del fondo...al lado de los refrescos de cola...- te dice con voz somnolienta.

Aun asi tras decirte eso mira hacia el exterior para ver si logra divisar el coche de tu madre.

En el local no hay gran cosa; un mendigo borracho que está intentando coger una botella de licor barato pero otro de los dependientes se lo impide. Un par de "pajilleros" que miran unas revistas porno, y dos pandilleros adolescentes seguramente que estan pensando como afanar unas cuantas cervezas.

Muchas gracias le digo al dependiente tras escuchar sus indicaciones. Me dirijo hacia donde están las neveras y cojo una.

Observo al vagabundo y a los pandilleros de reojo No son más que ganado...Míralos...Inconscientes, deprabados viven sus lamentables vidas ajenos a las amenazas con las que conviven...

Me dirijo al mostrador sacando del bolsillo unos billetes y monedas y haciendo ver que cuento con poca destreza, como si fuera un niño de verdad ...Creo que está todo señor, no quiero hacerle esperar, exclamo dirijiendo la mirada al exterior se han empeñado en que tenía que ir de pesca, no es que no me guste, pero hay que madrugar mucho acompaño la frase con cara de pena.

Antes de marcharme vuelvo a mirar al dependiente y le digo casi susurrando Creo que aquellos chicos estaban robando alcohol dicho esto le doy la espalda con una demoníaca sonrisa y me alejo hacia la puerta.

Ves como el dependiente recoge tu dinero y saca un bate de beisbol al mismo tiempo que le dices lo de los chicos afanando alcohol.

No te observa mientras sales por la puerta pero puedes escuchar los gritos de uno de los chavales.

Me encamino hacia el hospital más cercano de dónde me encuentro, no sin antes esconder debidamente la nevera en las cercanías.

Espero en la puerta observando con atención la entrada, intentándome asegurar de que la actividad en el interior no es excesiva para estas horas nocturnas.

Me desaliño el pelo y la ropa ligeramente y con una expresión de pena y cansancio dibujada en el rostro entro a la recepción y me quedo allí plantado sin mediar palabra, a la espera de que alguien se dirija a mí...

El hospital mas cercano es el Mount Sinai, un hospital con capital judio por ser uno de los mas importantes del país.

Entras sin ninguna dificultad aunque realmente el hospital está bien vigilado. Puedes ver a varios guardas uniformadados y bien armados (ves 7 diferentes en 20 minutos; seguramente haciendo rondas).

Estás en la recepción de urgencias en la planta baja. No tienes ni idea de donde queda de momento la planta de pediatría o de neonatos.

Finalmente me acerco a un mostrador en el que se encuentre alguien del personal del hospital. Comienzo a simular pucheros y con voz temblorosa susurro mamá... estoy buscando a mi mamá, por favor ayúdeme...

Entre palabra y palabra intercalo algún sollozo para darle más realismo mientras intento mantener un tono tembloroso en mi voz.

Es ponerte a llorar y se forma alrededor tuya un buen revuelo. Escuchas varias voces a tu alrededor como gritándote.

- Pequeño pero como te deja tu madre solo...

- Tienes cara de enfermo...traiganle una silla...

No solo tienes a enfermeras y celadores atendiendote, también viene el personal de seguridad del hospital y bastantes personas (sobre todo madres) que se preocupan por ti.

Tras la máscara de pesar que muestro se esconde una amplia sonrisa de satisfacción El poder de un niño desatendido...

Me dejo atender ante la gran respuesta de la gente de mi alrededor, observando a todos y cada uno de ellos con minuciosa atención. Mi mamá, busco a mi mamá, no... sigo intercalando pucheros para dramatizar más la situación. Sólo se que está en un hospital porque iba a tener a mi hermanito...

Mientras narro mi historia intento observar mi entorno, puertas de acceso o cunductos de ventilación, cualquier dato que pueda adquirir puede ser valioso en un futuro.

Mientras cuentas tu historia todo el mundo parece centrarse en ti. Ves a madres haciendo aspavientos mientras los guardias avisan por megafonía en busca de tu padre o madre.

- Chico espera sentado un par de minutos, si no localizamos a tu padre o madre tu subiremos a planta de neonatos...¿quieres tomar algo?- te pregunta un guardia muy amable

Al escuchar las palabras del guardia mi euforia crece... A la planta de neonatos ¿eh? Esto irá mejor de lo que esperaba.
Muchas gracias señor pero no me apetece nada... exclamo con tristeza y desgana.

Mi papá no vendrá, él no quiere que vea a mi mamá, por eso he tenido que venir solo... Mi historia busca conmover al máximo a los oyentes. Mientras fluye mi verborrea de niño pequeño y lastimero, disfruto del espectáculo que causan mis palabras, me gratifica saber que juego con sus mortales emociones.

Escuchas murmurar a la gente:

- Encima hijo de divorciados...fijo que si!- dice una señora al fondo.

- Seguramente su padre era un maltratador...- dice una enfermera de planta

Si, las cosas te estan yendo bastante bien. Seguramente en pocos minutos y tras no encontrar a tu madre te suban a planta.

Ves que varios guardias se juntan y hablan entre ellos.

Intento memorizar las puertas y el número de guardias para que cuando tenga el momento, pueda pasar los datos a mi libreta. A su vez intento concentrarme plenamente en mi oído, dejando que los demás sentidos se pierdan en un segundo plano...