Partida Rol por web

Maeses....enfriense enfriense que tenemos camello.... Dice Machete que es un poco mas abierto y más tranquilo que Victor Si quieren pertenecer a los Maras tienen que hacer un trabajo para nosotros..aqui no metemos a cualquier pelagato porque tiene cara de malo, menes...

Y les muestra un tatuaje en su espalda que lee: "vivis para la mara o moris para la mara" 

Si quieren entrar a los Maras tienen que quebrar a un pinche de los Zetas que se llama El Comandante Mateo, el puto se encuentra en la Quin robandonos compradores y por lanzao Victor lo quiere quitar del mapa. Si nos traen la cabeza del puto en una bolsa son bienvenidos su nueva vida.....entendio?....llevense mi moto y cuidela....

Le tira las llaves de su Harley a Fear mientras Leonard los observa en silencio

Michael se encogió de hombros cuando el tipo les dio la misión. Como Leonard no decía nada al respecto, asumió que todo estaba bien. Total, ¿qué más daba si tenían que encargarse de un tipo o dos? Ya eran unos jodidos parias, y además en la primera semana en ese grupo ya había despachado a dos tipos a la vez. ¿Un jodido traficante? Menudo problema.

- Dalo por hecho, men - dijo, alzando el pulgar y dirigiéndose con Fear a la puta moto.

Lebrón pensó que era demasiado fácil. Matar a un tipo no iba a ser problema. Se harían pasar por compradores, lo buscarían. Y se lo cargarían.

Seguramente se tuvieran que llevar a más de la mitad de la banda de ese tal Comandante Mateo, pero eso era lo de menos.

Cogió las llaves, se subió a la moto, la toqueteo un poco, disfrutando de lo que iba a conducir, porque le gustaba mucho tener una Harley entre sus piernas.

Y cuando Mike estuvo sentado la arranco con tranquilidad, sin alardes.

Dime donde lo encuentro, y a donde quieres que te lleve la cabeza.

Era todo lo que necesitaba saber. Era más fácil buscar al tipo donde los maras supieran que estaba, que ir por toda la ciudad preguntando por los Zeta. Y sobre todo, no tenían números de nadie, ni sabían donde paraban aquellos imbéciles, así que tendría que saber a dónde llevar la cabeza.

Dudaba que fueran a estar allí durante todo el día esperando a que ellos volvieran.

Machete observa a Leonard y simplemente camina hasta donde Victor dandoles la espalda, entonces su contacto se les acerca caminando y les habla un tanto susurrante mientras que el par de enmascarados tambien susurran a lo lejos

Hay un barcito en Queen llamado La Bodega...entrar allá no es facil así que lleven estas tarjetas y cuando les pregunten quienes son ustedes contesten "Salvador nos envía" y listo. Tengan cuidado, es tierra enemiga y no dudarán en matarlos...

En cuanto Lebron arrancó la motocicleta y salieron a escape, Michael echó un vistazo atrás para asegurarse de que no los seguían y escupió en marcha, asqueado.

- Putos monos de feria - dijo, gruñendo - ¿Se creen que estamos en la selva, con cuchillos y máscaras? Mira que me he cruzado con anormales en mi vida, y a dos los conoces, pero estos tipos me sacan de mis casillas.

Durante algunos minutos continuó gruñendo y hablando sin parar, a sabiendas de que Lebron era un tipo de pocas palabras y prefería que fuera él quien llenara sus incómodos silencios con cháchara sin sentido.

Gracias al conocimiento que Fear habia cosechado como taxista y a la experiencia en las calles de Obsidian, pronto avistaron Queens y el vecindario en el cual se encontraba el Bar que buscan. Un sitio en su mayoria de afroamericanos pero con algunos tintes latinos e italoamericanos, no era un vecindario en el cual traes a tu familia a vivir así por así pero aquí debían estar y no es nada nuevo para ambos.

Pronto y a pena luz del día avistan el Bar que les comentó Leonard, La Bodega se levantaba exactamente como eso, una inmensa bodega de ladrillo sin ventanas (Al menos desde su vista) y con un gran portón en la parte delantera. El lugar era tan inmenso que pueden pensar que cubre casi media manzana o toda la calle y sin embargo afuera hay una fila de aproximadamente veinte personas la mayoria negros del lugar.

Igualmente en la entrada pronto cumplieron con las indicaciones de Leonard y en un abrir y cerrar de ojos estaban en otro ambiente: oscuridad y luces azules de fondo que hacian ver a la mayoria de personas como simples sombras y maquillajes como vestimentas que brillaban en la oscuridad como si de fantasmas se tratasen era la constante. La musica de fondo hacia que la mayoria de personas danzaran al unisono obviamente hipnotizados por las drogas y el alcohol pero las caderas de esas morenas en movimientos sensuales es asombrosa; en ocasiones pareciera que hacen el amor en plena vista. 

Desde su lugar podian ver la inmensa pista y varias salas un poco más altas de VIP, la zona de bar y algunas puertas que conducian a reservados. El sitio es tan inmenso que tiene una segunda planta por la cual se accede por una sola escalera y que está custodiada por gigantones. Ahora debian encontrar a su objetivo mientras que sienten como el lugar parece absorberlos completamente: los sonidos, las luces, el ritmo....el olor a drogas..esto es el barrio

El local le recordaba a tantos otros que había frecuentado hacía unos cuantos años, cuando hizo algún dinero trapicheando con drogas duras en ambientes cargados con música electrónica. El movimiento rítmico, las miradas perdidas y las caricias en los rincones no le eran para nada desconocidas, y se movió con soltura entre el bullicio. Sabía que probablemente le estaban observando (al fin y al cabo, llevaban recomendación), y con un movimiento, indicó a su silencioso compañero de viaje las escaleras que daban al piso superior.

El hombretón de color no dijo una palabra durante el viaje, y no dijo una palabra mientras pasaban al local.

Mike, o lo que era lo mismo, Obsidian, parecía desenvolverse con soltura por aquel mundillo. Mientras que para Fear, aquello era como moverse en un mar de mierda. A cada paso que daba tenía ganas de partirle la cara a algún imbécil,  o de levantar para el aire a alguna pendona con las tetas fuera.

Sin duda, estaba tan fuera de tono, que todo el local debía de notar su enfado. Pero por otro lado, no había venido a hacer amigos. Ni si quiera se le podía llamar hacer negocios. Había venido por una cabeza. Seguramente algún chulo local,  con las manos metidas en droga y prostitución.

Nada que la sociedad fuera a echar de menos, y sobre todo. Nada que la naturaleza vil del hombre no fuera a sustituir en menos de lo que tardaban alguno de aquellos mamones en ir al servicio y volver a colocarse.

Mike señalo a los porteros y la escalera. Lebrón no era precisamente un lumbreras. Pero si había algún mafiosillo local no iba a estar colgado de una barra. Subir parecía la manera más sencilla de localizar a aquel mamon.

El asunto, era que plan iban a usar para cargárselo, y para llevarse su cabeza. Normalmente esa clase de imbéciles iban completamente rodeados de un montonazo de idiotas que no sabían atarse los cordones, pero que si que sabían disparar. Maravillas de la evolución sin duda.

Tenía que buscar algún modo de sacar al tipo a un lugar cómodo, y no armar mucho jaleo.

A cada momento que pasaban el sitio parecia estar mas y mas lleno de personas que beben y danzan sin control alguno siendo un gran problema ya que no tienen idea de la persona a quien buscan mas alla de hacerse llamar Comandante Mateo y ser uno de los Zetas. De resto se encontraban en un sitio desconocido con personas desconocidas.

De entre la multitud no faltan los camellos que se cruzan ofreciendo todo tipo de drogas en colores, presentaciones y tamaños a modicos precios. O las lindas mujeres que venden su cuerpo por cualquier pasta que quieras darle sin demostrar cierto aprecio por su propio ser. Pronto cuando se acercan a la barra el tipo les ofrece por cuenta de la casa un trago rosado en un envase similar a un perfume que dice llamarse NUVO y ser la sensación del momento.

El tipo es un grandulón un tanto amable pero bastante serio que los observa de reojo cada vez que se acerca a su zona

Sin hacer muchos ascos, cogió la bebida y la olisqueó brevemente antes de pegarle un trago. A sabiendas de que su especial biología podría digerir cualquier veneno que le intentasen suministrar, y procurando no hacerse demasiado el remilgado, esa era la mejor estrategia. Cuando bebió un poco, miró a Lebron con una sonrisa y alzó la mano.

- Ah, ni se te ocurra, tienes que conducir - dijo, retirando el vaso que le habían ofrecido y volviéndose al camarero - Menudo jaleo hay hoy montado, ¿no? ¡Menuda fiestaca!

Se apoyó con los codos en la barra mirando al público, y dejó que Fear preguntara por el tipo. Su especial habilidad para sacar información sería mucho más útil que el desenfadado comportamiento del joven mutante.

El negro no quería ponerse a charlar con un camarero, por muy normal que pareciera allí parado.

Tío, venimos  a hacer negocios. Deja de joderme.

Le dijo  a Obsidian, lo suficientemente alto para que lo escuchara el camarero. Y luego se giro, lo miro un par de segundos y se dirigió a él.

Oye, estoy buscando al jefe de los Zetas. Sabes dónde puedo localizarlos. Si, ya se, estarán aquí dentro, pero no quiero tardar dos horas en localizarlos para que luego me diga que no le interesa mi mierda. ¿Me entiendes?

El camarero sabía donde estaba el Comandante Mateo, y sabia donde estaban los de la banda, y seguramente sabía un montonazo de mierda de un montonazo de mamones que venían a aquel lugar a consumir todo lo que trincaban y podían permitirse.

Los camareros eran así. Preguntar directamente era feo. Tenía que hacerle ver que tenían una necesidad, y dejar que el camarero llenara los huecos de su historia el mismo, porque así seria siempre más creíble.

Ahora había lanzado el anzuelo. La pregunta era, si al recoger el sedal iban a coger el pez que buscaban o iban a coger mierda.

El Barman observa de reojo a Fear y luego de servir un par de copas a algunas nenas semidesnudas y sexys, se regresa a ustedes hablandoles seriamente

No se de quien hablan....aqui no hay Zetas..... Y sirve un trago de mala ganas a algun jovenzuelo Y lo mejor que pueden hacer es abandonar este lugar con sus culos para cualquier lugar menos este....

Con un suspiro, Obsidian se giró y clavó la mirada en el barman. Se estaba cansando de perder el tiempo y se notaba en su mirada.

- Mira, anormal, Salvador nos envía y no estoy para perder más tiempo hablando contigo, ¿ok?

Digo, pegando una fuerte calada al cigarrillo y echándoselo a la cara.

Fear miro al camarero, y sonrió.

Tranquilo tío, no somos del equipo de animadoras, sabes. No me asusta meterme en problemas. Porque a mí los problemas me duran medio minuto.

Y sé que aquí hay Zetas, puedo olerlo. Esos hijos de puta tienen un olor muy particular sabes.

Luego le dio la espalda al barman. Estaba seguro que, como en cualquier otro antro, mas tarde o más temprano serian los malos los que vendrían a imponer su criterio a dos bocazas como él y Obsidian.

Así que ahora solo había que montarla y esperar.

El Barman, que se encuentra bastante atareado sirviendo cientos de bebidos a diestra y siniestra cuando de entre la multitud par de gigantones negros y de mala cara se abren paso hacia ustedes y les hablan en un tono fuerte y claro

El jefe quiere hablar con ustedes dos.... Comentan Sigannos

Se quedan a la espera de su reacción

Fear se gira y toca en el hombro a Obsidian. Ya sabía que pasaría eso. Sonríe para dentro, mientras su cara es una roca.

Luego, hace un gesto con las manos abiertas, como si no le importara ir a conocer al “jefe”, al que aun nadie le había puesto nombre.

Estaba claro que estaban avanzando. Y él solo podía pensar en cómo salir de allí con una cabeza bajo el brazo. No sería fácil, ni divertido, sin duda.

La estúpida sonrisa de Michael se ensanchó cuando les permitieron subir al piso de arriba, al menos su enlace entre los Maras no les había fallado, y la clave de entrada había sido la acertada. Mientras seguía a la mole de Fear, observó a su alrededor tal y como le habían entrenado. Contó los enemigos y las posibles salidas, aunque para él el camino era sencillo: sólo debía transformarse y elegir el camino de huída. Su mayor problema era Lebron, que no podría aguantar un balazo tan bien como él.

Aunque probablemente ni siquiera acertaran a coger el arma si liberaba sus puñeteros poderes.

Con la idea de ver a esos tipos duros cagándose encima, Michael sonrió y siguió a su compañero escaleras arriba.

Pronto son conducidos hasta un elegante VIP en la zona alta de la disco donde un gordo vestido de blanco y fumando un puro les espera acompañado de hermosas chicas y un millar de guardespaldas armados hasta los dientes y en ubicaciones estrategicas. El gordo apenas los ve hace una mueca y le indica a las chicas que se alejen mientras les acercan sillas para que se sienten

Muy bien, voy a ser muy claro con ustedes.... Comenta chupando su puro No se quienes son ni me importa pero no me gusta que vengan a mi Local a hacer preguntas a mi gente. ¿Entendido?..Ahora tienen unos minutos para largarse de aqui

Michael empezó a reírse por lo bajo ante el comentario y la escena. Era todo tan típico, que casi esperaba ver un par de maletines llenos de cocaína dispuestos a ser cortados y repartidos en las calles. Ni siquiera le importó las violentas miradas que le echaban los guardaespaldas del enorme y corpulento jefe. ¿Qué podrían hacerle cualquiera de esos en cuanto liberara sus poderes?

- Anda, explícale la situación, tronco - dijo, palmeando con suavidad el hombro de Lebron - que me da que se les ha ido la puta olla...

Fear miro tenso a Mike cuando le puso la mano en el hombro. No le interesaba que le tocaran, incluso el capullo de su compañeros. Eso le ponía de mala hostia, y aquel tipo también.

Miro a sus secuaces, cabezas de corcho llenas de esteroides. Alguno que sabía pelear, pero que en perspectiva, se sentían superiores y a salvo por el hecho de que aquel tugurio les pertenecía, era su casa, y sabían moverse por allí.

Era un estúpido error, porque no sabían cuando una presa se podía convertir en cazador, y cuando la cosa podía volverse en su contra. Y estaban muy cerca de cruzar esa línea.

Fear se puso de pie, y miro al gordo a los ojos de manera desafiante.

Mira patético gordo. Tendría que ser un niño de 4 años para creerme que este garito es tuyo, con tu culo morcillón.

Si querías largarnos, hasta el feo ese podía haberme dado el mensaje. Pero me has subido hasta aquí. Y seguramente será para que tu jefe vea como te pateo la cara de sanguijuela que tienes.

Ahora quiero que me digas donde está el tipo que ando buscando. No me interesa tu culo seboso ni tus putas de circo de los horrores. Yo vengo por trabajo y me voy cuando me salga de los putos huevos, te ha quedado claro.

Fear estaba trabajando para que la línea que solo estaba dibujada en su mente se hiciera cada vez más fina, y alguno de aquellos imbéciles la cruzara por accidente. Así que preparo su cuerpo para la lucha, como había hecho otras muchas veces.