Partida Rol por web

Key escuchó a Finn, asintiendo.

- El problema es que no tengo muy claro qué pretenden hacer con Rittermann. Si asediamos el edificio y deciden acabar con él, no ganaremos nada de esta misión. Por otro lado, yo prefiero combatir desde la sombra a un enfrentamiento directo, así que puedo intentar acceder al edificio y ayudar desde el interior o controlar el lugar en el que retengan al cerebrín mientras un equipo de asalto se abre paso por las escaleras.

Se volvió hacia Jay y Steve, esperando sus opiniones. Seguro que Ripper prefiere un ataque frontal, por lo que los hombres de Finn le serán útiles, pero no tanía muy clara la opinión de Donwload. El hacker seguramente pudiese dar apoyo a todo el mundo manipulando los sistemas del edificio desde una terminal próxima, pero prefería escuchar sus propuestas.

-¿Bombas lacrimógenas? ¿Lacrimógenas pa' las viudas, no? Juajuajua... Nah, en serio tío. Menos mariconadas, ¿Porqué no granadas de verdad? Pa' cuando salgamos, la poli no tendría k'aber llegao. Podríamos esperar a que Viuda Negra se cuele y nos abra, o Download les monte un pequeño Kaos organizativo... Haciéndoles una alerta falsa o algo, y luego entramos a sako. En cuanto pillemos a uno, le sacamo' donde está el cerebrín si no lo han logrado viuda negra o Download antes.

Sonrió ante la expectativa de un buen tiroteo.

-Si nos están esperando, acojonémoslos. Hagamos que se encuentren con algo ke no esperaban.

Cogéis un taxi hasta las proximidades del edificio y os acercáis a pie hasta el punto de reunión en las proximidades. El equipo de Finn está allí, y cuentan con una pequeña furgoneta en la que podréis evacuar rápidamente. No tardan en saludar a su jefe y preguntar por el plan.

Key dice que ella se infiltrará por los tejados y os mantendrá informados de lo que vaya descubriendo. Donwload, por su parte, tratará de conectarse a la red del edificio, aunque si tiene algún tipo de seguridad electrónica, lo cual no es seguro dado el estado del lugar, seguramente sea un sistema cerrado.

La chica empieza a escalar por la pared del edificio en el que os encontráis y por un momento os preguntáis si tendrá algún tipo de implante en los dedos que le permita agarrarse a la fachada como una lagartija, porque pocas veces habéis visto semejante demostración de escalada. Finn le da una colleja a uno de sus hombres, que se había quedado embobado mirándole el culo a Key, y os dirigís hacia la entrada del edificio.

El grupo, 7 en total contandoos a vosotros tres, no es fácil que pase desapercibido. Pese a todo, llegais a una esquina próxima sin que nadie os moleste. Desde allí podéis ver de un simple vistazo que en la entrada del edificio hay un par de tipos armados con subfusiles, aunque no tenéis ni idea de si hay más seguridad en la zona.

Jay parecía satisfecho con cómo iban las cosas. Siete tipos no pasaban desapercibidos (no era su estilo) y difícilmente iban a colarse en sitios (tampoco era su estilo) por lo que probablemente aquello acabase como el puto rosario de la aurora (lo que SÍ era su estilo)

-Ya hemos llegao. -Remarcó- ¿Empezamos a cortar cabezas pa' darle hueco a la Viuda Negra y al Assange, o esperamos ke nos digan si encuentran algún hueco pa' liarla desd'aentro?

Si preguntaba a Finn era porque debía contar con él para contar con su banda. Si por él fuera, ya estaría andando hacia aquellos tipos para iniciar combate de contacto, o se habría intentado colar por alguna ventana, para jugar con Sutileza en pasillos estrechos, donde el efecto 'gotelé' era más satisfactorio que en la calle.

Finn no sabia donde estaba Key, y sabia que no podia contar con Steve, al menos no de momento. No era hombre de músculo. Sabia perfectamente lo que pasaba por la cabeza del "simplon" de Jay, asi que supo que hacer.

Justo en el momento en que Jay se disponía a dar un paso hacia los enemigos, Finn le puso la mano delante del pecho negando con la cabeza. Le hizo un signo de silencio y trató de buscar algo más. No estaba seguro de lo que podrían encontrase, pero igual algo les daría una ventaja.  

—Espera un momento —masculló entre dientes como saliendo de un trance en el cual observaba de arriba a abajo el edificio.

De repente Steve se estaba riendo, casi a carcajadas, y no podía hacer demasiado por evitarlo.

—Yo conozco este puto sitio —dio un golpecito en sus gafas y una imagen se empezó a mostrar en las mismas —. Sí, sí, joder, es este sitio.

Instantes después se fijó en la mirada sorprendida de Jay y Finn.

—Perdón, a veces olvido que vosotros no podéis ver mi... —con un gesto del dedo señaló las gafas—. Os lo mostraré en el commlink. Mirad, tengo unos putos planos de este sitio... bueno, no todos, pero quizá sean lo suficientemente completos para conseguir colarnos. Cuando estuve buscando información sobre este Rittermann me topé con un par de planos de estraperlo... ya me entendéis... y los guardé por si eran necesarios en un futuro. Jamás imaginé que ese futuro sería tan pronto. Mirad, si esto no nos engaña esa alcantarilla pasa justo por debajo de las instalaciones. Con un poco de suerte —dijo mientras recorría un camino imaginario con el dedo—, llevará justo aquí: el jodido váter. Una vez dentro es cuestión de encontrar en puto terminal para conectarme y ahí entras tú Jay: tienes que conseguirme tiempo para hacerme con las cámaras y evaluar la vigilancia del lugar. Con suerte puedo ver a nuestro paquete por alguna cámara y todo será mucho más fácil. ¿Vamos?

Download despliega el mapa y os agrupáis a su alrededor.

El lugar que estáis preparando asaltar es un antiguo edificio de viviendas abandonado, con 6 pisos. Tiene una entrada principal amplia, en la que veis a los dos guardias, y una pequeña entrada trasera que seguramente esté también protegida. En la planta baja hay una pequeña habitación con los controles del ascensor: si hay instaladas cámaras de seguridad en el lugar, cosa bastante probable, también se podrán acceder desde allí.

Sin embargo, el recibidor parece un lugar amplio, con bastantes recovecos como para ocultar mucha más gente en el interior y ofrecer cobertura en un tiroteo. Aunque habeis intentado ser discretos durante la investigación, es más que probable que los secuestradores hayan escuchado que tienen a alguien detrás y tengan más gente esperando allí. Seguramente también habrán reforzado la posición de Rittermann.¹

Observáis el edificio un momento y un reflejo llama vuestra atención en el piso superior. Francotiradores. Al menos uno, muy probablemente dos de ellos. Acercarse por la calle podría ser un suicidio, pero incluso encontrando otra forma de acceder al edificio, probablemente tengáis que deshaceros de ellos para poder escapar en la furgoneta sin que la inutilicen con sus rifles.²

La planta baja parece el mayor obstáculo que vais a encontrar, junto con el lugar donde tengan retenido a Thomas. Si asumís que hay gente allí, estarán más centrados en los accesos que en una incursión que llegue por la alcantarilla que sugiere Steve, así que aparecer en medio de ellos puede daros una gran ventaja si la aprovecháis rápidamente antes de veros rodeados. Además eso os libraría de los tiradores.³

Sin embargo, aunque ese parezca el mejor camino, no podrá funcionar mientras los guardias estén atentos a lo que está ocurriendo. Entrar a través de un váter no es únicamente desagradable, sino que además os va a obligar a destrozar todo el acceso alrededor de las tuberías para poder entrar por allí. Y eso es muy, muy ruidoso. Sin embargo, puede funcionar si un grupo distrae a los guardias desde el exterior. Además, podéis contar con Key para distraer a los francotiradores y tener menos riesgo en la calle.⁴

Desde lo alto de la azotea del edificio más próximo, Key observa con atención los movimientos dentro del lugar donde vais a tratar de acceder. Por el comunicador os envía lo que está viendo desde su posición privilegiada:

- Confirmado, chicos, hay dos tiradores en la planta alta. Si queréis puedo intentar acabar con ellos - dice mientras busca el mejor camino para acercarse sin ser detectada.

- Además, veo mucho movimiento en la planta 4. Seguramente sea allí donde tengan retenido al objetivo.

Jay miró el plano. Lo de los francos le tocaba los huevos, más que nada porque le obligaba a hacer las cosas más despacio de lo que le gustaría. 

-Lo mismo tu peña pueden liarla un poko mientras abro un bujero por el váter y Viuda Negra se carga a los putos frankos -Dijo Jay, para quien mancharse nunca había sido el problema- Y de ahí a kortar kabezas menos la del cerebrín, y pa kasa a ponernos hastal culo de birras.

Os coordináis rápidamente. Key se aproxima al edificio por la azotea y se prepara para descolgarse en el piso superior mientras que Jay, Finn y Steve se meten por las alcantarillas. Los hombres de Finn esperan en posición para cargar hacia el edificio y despistar a los guardias de la planta baja mientras el resto entra directamente a los aseos del bajo.

Cuando llegáis a vuestra posición, avisáis al resto del grupo mientras Ripper prepara un par de cargas explosivas de baja potencia y un acceso al váter de la zona de servicio del edificio. Key se descuelga desde la azotea a la planta superior y entra por una ventana rota. Uno a uno, acaba en silencio con los dos francotiradores. "Bonito rifle", escucháis por el comunicador, "aunque me gusta más el mío... ¡Despejado, chicos!"

El "go" de Key es suficiente para que los hombres de Finn se lancen a la carga. Encima de vosotros escucháis disparos seguidos de un "¿pero qué coño...?" seguido rápidamente de la descarga de la cisterna. Parece que el ataque ha pillado a alguien en mal momento, cosa que Jay no parece tener muchas ganas de desaprovechar. El suelo del aseo se derrumba cerca de vosotros, con el váter y el tipo con los pantalones aún por las rodillas, que cae completamente aturdido entre cascotes, polvo y su propia mierda.

A pesar de la distracción, es posible que el ruido no haya pasado desapercibido, así que deberíais actuar rápidamente.

—Joder, puta suerte —dijo mientras miraba al tipo que había descendido junto con el aseo—. Jay, siléncialo.

Mientras tanto Steve se encaramó a la parte superior de agujero que Jay acababa de hacer. Delante de él había varias puertas que conformaban el resto de letrinas que formaban el resto de la habitación. Rápidamente localizó la puerta principal que todavía estaba entreabierta y corrió para colocarse en el umbral de la misma para valorar la situación.

—Despejado. Rápido, os necesito arriba ya —indicó.

Download quería pensar, y eso a Finn le gustaba. Pero desde luego que Jay podria liarsela a ellos en un segundo, asi que optó por adelantarse. 

Le hizo una señal a Jay para que cargara el arma y disparara. Tener la ventaja de que no supieran su posicion podria significar que un par mas cayeran. Y si eso era así, Finn podía usar sus dotes de conviccion para que el resto se rindieran y asi no tener bajas ni gastar munición. 

Siempre era divertido poner una bomba. No solía ser tan cercano e íntimo como le gustaba al asesino, pero el bombazo, el humo y la confusión eran una buena carta de presentación.

-Kaaa-boom! -Gritó antes de hacerla explotar

Jay sonrió al ver al notas caer con el váter, y por supuesto no duró demasiado con los tres runners alrededor y los pantalones bajados. El caganer era historia antes de haber podido levantar el culo del inodoro.

Fish subió primero, y arriba se oían disparos. Aunque hubiera preferido subir a liarla, estaba bien que subiera primero el listillo... así si había sorpresa que no hubiera detectado, se la comía él, por haber hecho mal su curro. Al parecer, la peña de Finn estaba intercambiando impresiones con los de dentro, que con suerte estarían lo bastante empanados como para llevarse una buena sorpresa.

No hizo falta que nadie se lo dijera: Jay cogió a Sutileza, activó todos sus sistemas y pateó la puerta, encendiendo el arma. Aquella sala abandonada tenía unos cuantos sofás, algunas planchas de acero para hacer de parapeto, y una tele encendida donde estaban poniendo un puto programa de cocina de esos que estaban tan de moda.

-¡Sorpresa!

El asesino corrió hacia el primero, que había logrado girarse, y le emportó a Sutileza en las entrañas, haciendo que aullase como un lobo a la luz de la luna, y su sangre saliera despedida hacia atrás como en una pistola de estucar.
Usó el tipo -que aún gritó agónicamente unos segundos- como cobertura mientras el movimiento hacía que siguiera partiéndose hacia el pecho, y corrió hacia otro de los desgraciados. Blandiendo la motosierra hacia arriba, la liberó del cadáver baleado acabándolo de rajar, y aprovechando que el arma estaba alta, la descargó con una sonrisa sádica en la cabeza del segundo tipo, más cercano a la tele, que a esas alturas había quedado completamente salpicada de sangre.

-¡Tomad fiesta hijoputas!!!

Muerto el segundo enemigo, usó sus nervios sintéticos para saltar tras alguno de los parapetos que ellos mismos se habían preparado.
El segundo cadáver tocó el suelo un poco después que la mitad superior de la cabeza.

Jay estaba eufórico.

Jay se lanza en medio de la sala con su sierra mecánica y despedaza rápidamente a dos de los seis hombres que vigilaban la planta. Desgraciadamente, tanto la explosión como el ruido de la sierra y los gritos de dolor de los guardias no son precisamente la mejor forma de pasar desapercibido. Cuando el resto se da la vuelta con sus armas, él se encuentra con dos cadáveres en el suelo... y nada de cobertura a su alrededor.

Donwload aprovecha el espectáculo de la lluvia de sangre que ha provocado Ripper para escabuyirse por un lateral y llegar a una pequeña sala con un ordenador. Desde luego, el sistema de este edificio no es lo más sofisticado que ha visto, pero eso le puede resultar ventajoso, ya que no tardará más de 3 minutos en crackear todo el sistema y redirigir el control a su terminal para poder ir con sus compañeros. Por otro lado, no parece probable que algo así haya controlado nunca más que las luces y ascensores del edificio.

Finn, protegiéndose habló en voz alta. Sabía que a Jay le costaría dejar de disparar, pero casi era mejor evitar mayores problemas. Eran gente a sueldo y Finn sabía como tratar a la gente que recibia pagas. Su reacción dependería del grado de lealtad que tuvieran hacia sus beneficiarios. 

- ¡Estais rodeados! Pero vosotros nos sois nuestro objetivo. Tirad las armas y podreis volver con vuestra familia. ¿De qué sirven unos clicks más si no tienes capacidad de gastarlos? Podemos pasar por las buenas o por las malas. Sabeis que no teneis oportunidad ninguna de salir de aqui si nosotros no queremos que lo hagais. Tirad vuestras armas y marchaos sin dar más problemas. 

La peor situación posible estaba sobre la mesa. Toda posibilidad de mantener el anonimato y hacer un trabajo limpio acababa de ser arruinada y ahora había que ser rápido... muy rápido.

Download se deslizó en la confusión para llegar a aquel ordenador. No parecía nada importante pero podía ser la puerta de entrada a algo más o arrojar alguna pista del resto del sistema.

Había prisa y la maniobra estaba siendo más rápida de lo recomendable. Pronto, quizá demasiado pronto, Download estaba dentro del sistema pero sabía que su entrada no había sido lo limpia que debiera. Había activado una subrutina de defensa del sistema. Había que trabajar muy rápido. El siguiente paso era conocer el nodo y ver las posibilidades.

Tres de los hombres se separan ligeramente de Ripper y, a pesar de las palabras de Finn, se sienten reacios a soltar las armas después de lo que han visto al exterminador hacer con sus compañeros. Sin embargo, los hombres del fixer no están precisamente parados y el cuarto tipo, que seguía disparando por la ventana, recibe un tiro y cae al suelo.

- Vale, vale... - dice uno finalmente, levantando las manos aún armadas. - Avisad a los hombres de ahí fuera para que no disparen y nos iremos de aquí cagando leches.

- Sin dar la alarma - matiza otro. - Aunque igual arriba ya se han escuchado alguno de los disparos.

- ¡Joder! Prefiero dejar tirados a Montero y a Charro que seguir en este tiroteo - dice el tercero que, pese a todo, aún mantiene encañonado a Ripper por lo que pueda intentar. - ¿Qué decís? ¿Nos piramos...? - No termna la frase, por otro lado evidente dada la situación.

Download se conecta a los ordenadores desde la relativa seguridad de la habitación adyacente. Al hacerlo, una de las pocas contramedidas que protegen el obsoleto sistema amenaza con activar una alarma en el edificio.

Jay sonreía. Sutileza seguía manchada de sangre, y de vez en cuando aún escupía alguna gota en alguna dirección. El exterminador miraba al tipo de la pistola. Era grande, amenazante, extremadamente violento, y no parecía temer la pelea.

Tras quitarse algo de sangre que le había salpicado a la cara con el antebrazo, empieza a hablar al tipo de la pistola.

-La oferta termina en tres...

Comenzaba la cuenta atrás, levantando la motosierra.