Partida Rol por web

Download agarró fuertemente la pistola. En esa posición era muy complicado que todos pudieran disparar o defenderse cómodamente así que el hacker decidió correr hacia una puerta entreabierta que había en el pasillo, cerca de la vuelta de la esquina. Eso diversificaría los disparos y les facilitaría un mayor control de la situación.

—Voy a correr a mejor posición. Cubridme —dijo por el comunicador.

Finn se adelantó y bajó las escaleras. Enseguida subió con un par de extintores. Le explicó el plan a Jay, "tira esto contra la barrica, después vuelalo" A ver si así podemos reventar la barrica. Después yo crearé una distracción. - se preparó para descargar el otro extintor. 

Mientras Jay y Finn preparan el asalto a la improvisada barricada en las escaleras, Steve se escabuye hacia una habitación segura. A pesar de que desde su posición no puede obtener la información que necesita de los guardias del piso superior, Key se pone en contacto con él por el comunicador para proporcionarle esos datos.

- Veamos, ahora mismo hay cuatro tipos en el pasillo. Estaban divididos en grupos de dos, vigilando tanto el ascensor como las escaleras, pero se han acercado todos al rellano en cuanto os han escuchado. - Informa. - Tal vez si podéis hacer subir el ascensor como un señuelo podáis hacer que se separen de nuevo.

Se queda un momento en silencio, como si se estuviera ocultando.

- Tienen al objetivo en una habitación interior, y hay otro guardia en la puerta. Por la cantidad de cromo que lleva encima diría que puede ser Montero... Download, puedo soltar una cuerda para subirte por el lateral del edificio y pillarles por la espalda mientras Ripper y Finn se encargan del ataque frontal - sugiere.

Hecho, Vuida negra- respondió Jay- Dejadme a mi el follón

La cara de Download se iluminó.

—Adelante Key, te marco mi posición en tu commlink. Ripper, voy a provocar una distracción al otro lado, mantente a la espera y cuando yo te diga... a sangre colega. ¿Estamos? Finn, ¿podrás controlar a la bestia?

Se escuchó una leve carcajada por el comunicador.

Steve consigue sincronizar al grupo para que actúen todos al mismo tiempo: Key deja caer una cuerda para que el hacker pueda subir al piso de atrás mientras Finn y Ripper lanzan unos extintores y disparan hacia ellos haciendo saltar por los aires gran parte de los muebles que habían amontonado.

- ¡Joder! ¿Qué ha sido eso? - pregunta Key por el comunicador. - El puto techo se está desmoronando... Download, tengo que buscar otro acceso, me reuniré con vosotros en cuanto pueda.

Con la barricada destruida, hay que actuar ya. Como decía un tipo de ladrillo de algunos antiguos comics (de los que aún ahora tras 14 intentos fallidos, no han conseguido hacer un vid decente), "es la hora de las tortas".

Jay sonríe ante la destrucción provocada por los extintores, sin que aparentemente le importen los daños colaterales que puedan haber habido. Con un alarido maníaco, sube por las escaleras, encontrándose con el polvo, el humo y los restos de la barricada.

-Kome plomo, peazo mierda!!!! -Gritó antes de disparar la escopeta contra el pecho de uno de los guardias, y trató de cubrirse con la primera columna o el primer montón de escombros que tuviese a mano.

-A ver si os sale a kuenta el sueldo!! JAJAJAJA!!!

Finn tenía la ventaja del oído así que sacó una pistola y se dirigió hacia la zona donde el humo aún no se había disipado. Aguzando su ciberoído localizó a uno de los enemigos y disparó con su pequeña pistola, sin exponerse demasiado, con el fin de quitarse a otro de en medio. 

—Malditos descerebrados —masculló Download cuando su grupo no quiso actuar como tal.

Se acercó hacia la cuerda pero antes tecleó una pequeña orden en su terminal.

—¡Tarados! —espetó por el comunicador—. ¿No sabéis nada de táctica y organización?

La voz del hacker resonaba por los comunicadores de los miembros del grupo como los gritos de una madre desesperada con el comportamiento de sus pequeños.

—Voy a lanzar el ascensor al otro lado. No os alarméis. Aprovechad la distracción para ganar mejor posición y echaros encima. Atentos en 3... 2... 1...

Al otro lado del pasillo se escuchó un ruido y las puertas un ascensor abrirse. La locución "Planta 3" se escuchó por el pequeño altavoz del ascensor.

—Tomad posiciones. Rodead, rodead —fueron las siguientes palabras salidas de ese ascensor.

Un sonrisa se dibujó al otro lado de la linea mientras Download desconectaba el micrófono del comunicador de su terminal.

—Eso bastará —dijo mientras se agarraba a la cuerda y trataba de subir al piso superior.

Siempre se decía que tenía que comprar un kit de escalada para poder agarrar esas cuerdas y esta vez lo iba a echar de menos más que nunca. No tenía bien agarrada la cuerda y sus pies ya no tenían contacto con la ventana. La catástrofe era inminente.

Por fin, tal y como Ripper había deseado, se desató el pandemonium.

Corriendo como un loco escaleras arriba escopeta en mano, el ejecutor se plantó junto a la improvisada barricada y le descerrajó un tiro a quemarropa en el pecho a uno de los dos tipos que vigilaban la barricada. El hombre salió disparado hacia atrás, con el torso destrozado por el disparo. Jay se cubre con los muebles, a falta de algo mejor y descubre que, casi milagrosamente, los disparos han volado a su alrededor sin llegar a alcanzarle ni una sola vez. Aficionados...

Finn opta por una solución algo más segura y se queda en el rellano disparando a cubierto desde la barandilla. Impacta en el hombro del otro guardia, que no tarda en abandonar su posición, retirándose a un lugar seguro y dejando libre el acceso a la planta.

La voz de Steve se escucha desde el ascensor, seguida de cerca por los disparos de dos armas automáticas que habrían hecho trizas a cualquiera que estuviera ahí dentro. Afortunadamente, esos dos subfusiles no estaban protegiendo la escalera gracias a la treta del hacker. Cuando la puerta del ascensor se abre, casi desplomándose, en la planta quinta, escucháis una maldición al descubrir el engaño.

Steve corre hacia la cuerda que le ha lanzado Key. La mujer ha tenido que moverse después de la improvisada explosión de los extintores y no puede ayudarle desde su nueva posición. El hacker enreda la cuerda a su brazo para no caerse y se descuelga por la ventana. El viento es más fuerte de lo que había calculado y se desequilibra al soltarse, deslizándose hacia abajo casi hasta el cabo de la cuerda.

Ignorando lo que le ocurre a su compañero, Finn corre escaleras arriba para colocarse junto a Jay. Como en los pisos anteriores, las escaleras suben hasta un estrecho pasillo. A un lado, los dos tipos que acaban de destrozar el ascensor se echan a un lado para cubrirse con las puertas de dos apartamentos. Al otro el rastro de sangre del hombre herido llega hasta una puerta entreabierta en el lugar donde seguramente tengan escondido al cerebrín.

- Por si quedaba duda de que estuvieramos aqui. Espero que no sean muchos dentro - Finn pensaba para sí mismo. ¿Cuál sería la mejor manera de entrar? - ¿Alguna idea?

Jay rió al liarse la que se estaba liando. En plena euforia, no iba a amilanarse por dos tipos, estando tan cerca de su objetivo. Sólo uno o dos pisos más, y por el camino podría ir dejando algunos cadáveres. ¿Qué más podía pedir?

-¡¡A mamarla!! -Gritó con una sonrisa mientras disparaba al tipo que quedaba ileso en el rellano, volándole el pecho.

Jay abandona la cobertura y corre hacia los dos tipos que se habían cebado con el ascensor. Antes de que les dé tiempo a reaccionar, le vuela la cabeza a uno de ellos con su escopeta. Desgraciadamente, el otro descarga una ráfaga de subfusil hacia él. Aunque su armadura le protege del grueso del ataque, los impactos de las balas de bajo calibre le van a dejar completamente magullado.

Finn, algo más reflexivo, intenta decidir el mejor curso de acción. Desgraciadamente, no parece buen momento para quedarse quieto, con balas volando en todas direcciones y el polvo del extintor aún enturbiando el ambiente. Las opciones son limitadas, ir con Jay hacia el ascensor para despejar ese lado del pasillo o en la dirección por la que escapó el herido hacia el apartamento donde retienen a Rittermann.

Una voz familiar que proviene del ascensor parece solventarle las dudas. Key se descuelga por los cables como una auténtica mujer-araña, dejando claro que tiene algún tipo de aumento que le permite trepar con más facilidad que al común de los mortales. - ¡Yo me encargo de este lado! - Le dice a Ripper, mietras apunta al tipo que le ha disparado. - Id por el objetivo - añade señalando al fondo del pasillo.

Download sigue con problemas en el exterior del edificio. A pesar de la cuerda que le ha tendido Key, está a punto de caerse y se ve obligado a soltar su pistola para aferrarse con fuerza al cabo. Pese a todo, consigue calmarse y seguir trepando hasta llegar a la ventana del apartamento. Desde allí puede ver a un tipo, herido en el hombro, que se acerca pistola en mano hacia otro tipo con rasgos orientales, que encaja con la descripción de Thomas Rittermann.

- Jay, te necesito aqui. - Visto que lo de antes había funcionado... más o menos, Finn agarró el extintor que se encontraba al final del pasillo. Al fin y al cabo, la normativa era exigente, y todo el mundo sabía que había que colocar un extintor cada ciertos metros cuadrados. Alli estaba, al lado del ascensor. Se acercó a la puerta y metió la boca por debajo de la puerta. Si les llenaba de humo, podría aprovechar la ventaja que les daba estar todos a ciegas. Y si salian, Jay se encargaría. 

A Jay no se le daba nada bien esperar, pero la idea de Finn de ponerse a gasear a los kapullos del otro lado de la puerta le pareció divertida, así que mientras echaba el humo, recargó la escopeta y esperó a que apareciera alguien, no fuera a ser que le pillaran desprevenido. 

Cuando se hubiese acabado el depósito del extintor, abriría de un patadón y volvería a la carga, liquidando a cualquiera que no fuese el cerebrín.

Os acercáis a la puerta del apartamento mientras Key termina de descolgarse por los cables del ascensor y, tal y como le había dicho a Ripper, se encarga del tipo que estaba atrás de un disparo a la cabeza con su rifle de precisión.

- ¡NO! - grita cuando vuelve a fijarse en vosotros y ve cómo Finn lanza un contenedor abierto al interior, esparciendo el gas por todo el apartamento. La nube de partículas no tarda en cubrirlo todo, lo que hace que a penas podáis ver nada dentro. - ¡Joder, Finn! ¡Montero tiene ciberópticos! Cualquier cosa que disminuya la visibilidad le va a beneficiar...

Como respondiendo a su comentario, una risa se escucha desde el interior de la sala, seguida por el click de un arma al amartillarse y una ráfaga de disparos que se dirigen directamente a vuestra posición a través de la pared. Las balas de gran calibre atraviesan el muro de escayola y madera, dejando unos agujeros por los que se empieza a filtrar el gas del extintor.

—Objetivo a la vista —dijo Steve por el comunicador apenas susurrando.

Las coordenadas del lugar volaron hacia los terminales de Key, Finn y Jay momentos antes de que Download se dispusiera a entrar en aquella habitación. Miró unos instantes hacia abajo. Aquel maldito fallo con la cuerda le había hecho perder la pistola y ahora estaba en clara desventaja... pero era mejor que haber perdido el terminal.

Afortunadamente la ventana estaba abierta y el hacker pudo encaramarse al interior sigilosamente. El escándalo de las plantas inferiores podían ser un tremendo aliado en aquella situación.

Aprovechando la oscuridad Steve se arrastró en cuclillas acercándose a ese individuo. No tenía la pistola así que miró alrededor en busca de algo que pudiera utilizar... pero estaba demasiado oscuro y no localizó nada rápidamente. Miró su mano y extendió los dedos índice y pulgar... una sonrisa se dibujó en su rostro. Tendría que valer.

Siguió avanzando hacia aquel tipo que se acercaba al supuesto Rittermann y se colocó tras él. Se levantó y colocó sus dedos en la espalda.

—Suelta el arma o te dejo seco —le susurró al oído.

Jay escucha a Viuda negra y frunce el ceño -Hay ke ser gilipollas- Dijo, pensando tanto en Finn como en sí mismo, pero no se molestó en aclarar el posible malentendido.

Cuando escuchó el chasquido del arma, saltó inmediatamente hacia el lado, empujando a Finn, que no era plan que lo baleasen y luego encima le tocasen los cojones con que era un runner 'cenizo' o alguna mierda de esas, y le diesen mala fama. No es que no fuera a disfrutar partiéndoles la cara, pero le tocaba la moral.

Finn saltó a un lado, intentando esquivar lo que se les venía encima.