Partida Rol por web

- ¡¡¡MORID CABRONES!!!

Valientes últimas palabras de Montero mientras aprieta el gatillo de su ametralladora, escupiendo balas en todas las direcciones posibles. Los dos últimos disparos de Finn y Ripper son demasiado para el mercenario, que no tiene tiempo ni siquiera para apuntar.

Sin embargo, su última ráfaga también parece ser demasiado para la estructura del apartamento. Entre sus disparos anteriores y las distintas explosiones que habéis causado hasta llegar aquí, suelo, paredes y techo empiezan a desmoronarse.

Entre el ruido de los disparos, se escucha la voz de Key por el comunicador.

- ¡No sé qué coño estáis liando ahí abajo, pero esto se está derrumbando! Tengo al paquete, nos largamos de aquí. Os veo en el punto de reunión con los hombres de Finn.

Agarrando a Rittermann por un brazo, tira de él empujándole para evitar la zona del suelo que empieza a derrumbarse sobre las cabezas de los pobres desafortunados que están en el piso inferior. - Vamos, cerebrín - dice utilizando el apelativo que le dio Jay al comienzo de la misión. - O nos largamos corriendo de aquí o vas a experimentar en tus carnes los problemas del cálculo estructural.

-DESPUÉS DE TI! -Contesta Ripper al cadáver de Montero. Durante un momento tiene la tentación de saltar a por la ametralladora antes de que todo se venga abajo.

Mierda... Piensa mientras corre a recoger a Sutileza antes de ponerse a cubierto de la mejor forma que pueda.

Finn miró a los lados. El aire empezaba a aclararse, pero aún pasaría un tiempo antes de que se pudiera ver con normalidad. No obstante, tenía que salir de allí antes de que todo se le viniera encima. ¿Tanto habían dañado la estructura?

Las balas de la ametralladora pesada de Montero hacen papilla pared, suelo, techo y el hormigón de las vigas sin el más mínimo problema.

Steve salta hacia atrás, lanzándose de vuelta hacia la habitación, esperando que el plomo que escupe Montero no alcance ni dañe la base de esa sala. Finn hace algo parecido corriendo hacia el pasillo, esperando poder volver a las escaleras.

Jay no es tan juicioso. Salta hacia Sutileza, justo en el centro del pandemonium de plomo, polvo y cascotes que el matón ha generado con sus disparos. Alarga la mano hacia la motosierra cuando nota que el suelo cede bajo sus pies. Con esfuerzo, intenta mantenerse en el centro del bloque de hormigón que cae sobre el piso inferior. Casi milagrosamente, se mantiene ileso a pesar del impacto. Desgraciadamente no puede decir lo mismo de su arma preferida: la motosierra queda completamente destrozada cuando un trozo del suelo (ahora techo) de la planta en la que estaba le cae encima. Las gafas de visión nocturna empiezan a fallar también por el impacto mientras Ripper tose e intenta levantarse, completamente desorientado.

¡¡MONTEROOOOO!!! ¡¡MAS TE VALE QUE ESTÉS MUERTO, JOPUTA!!! -Gritó el punk mientras intentaba salir de aquella demolición... sin su querida motosierra. No se trataba de la calidad del arma, se trataba de las veces que lo había pasado 'de puta madre' con ella.

Y visto la complicación para ver, moverse e incluso respirar, posiblemente no tendría mucho tiempo para tomarse unas birras en su memoria.

Un par de cascotes golpearon la espalda de Download mientras corría hacia el punto de encuentro.

—¿Se puede saber qué cojones os pasa por la cabeza? Esto tenía que haber sido fácil si no actuaseis como unos descerebrados —gritaba mientras otro cascote le golpeaba en el hombro—. ¡Corred joder, corred!

Finn se arrastraba a duras penas. Habían acabado con el peligro más inmediato, pero ahora tenían que salir de allí echando leches. Así que se puso en pie...

Pero debió hacerlo con mucho impulso. El forjado sobre el que se apoyaba se vino abajo, y Finn cayó por el agujero que se formaba en el suelo. El golpe fue tremendo, sobre todo porque ya estaba magullado de las heridas anteriores. Pero consiguió ponerse en pie de nuevo y avanzó a través del edificio para dejarlo atrás cuanto antes. 

A duras penas, Jay se levanta y se acerca a la puerta, corriendo para quitarse de en medio por si acaso a algún otro casquete del suelo de la casa abandonada le da por poner a prueba la dureza de su mollera. Steve se descuelga por la ventana hasta el piso inferior mientras que Finn vuelve a saltar la barricada y se dirige a las escaleras.

Maltrechos, os reunís de nuevo mientras descendéis a la planta principal. Afortunadamente, los hombres de Montero que se habían largado no han tenido la feliz idea de volver a ver qué tal le ha ido a su jefe, porque en estas circunstancias no estáis para meteros en un nuevo combate.

Cruzáis la calle y os dirigís a la furgoneta, donde los hombres de Finn os están esperando. Unos segundos después, un silbido desde la azote os hace levantar la mirada para ver cómo Key descuelga al científico rescatado con un arnés de escalada. Ella le sigue con agilidad, reuniéndose con vosotros pocos segundos después.

Thomas Rittermann, a.k.a. el Cerebrín, os mira con gesto preocupado.

- Gra... gracias por sacarme de allí... Supongo - añade dubitativo. Aún no está seguro si le habéis rescatado, tal y como Donwload insinuó en la habitación o si sencillamente le habéis secuestrado de sus secuestradores. - ¿Quién os envía? - Se atreve a preguntar. Sin embargo carece de los redaños para realizar la pregunta que realmente le interesa, aunque esta queda colgada en el aire: "¿Qué vais a hacer conmigo?".

Jay sale tosiendo y apartándose el polvo de delante de la cara inútilmente, hasta que al final coge las gafas térmicas que se le han echado a perder y las arroja con rabia... no, las arroja CON IRA contra el edificio, mientras éste comienza a desmoronarse mucho más... en serio.

-¡ME CAGON' DIOS!!! -Grita a los cuatro vientos, mientras ve cómo el edificio se termina de desplomar, sepultando lo que pudiera quedar de botín, la ametralladora, y su valiosa Sutileza -¡¡PUTA MIERDA!! ¡¡JODER!! Maldice lanzando puñetazos al aire.

Entonces, el espectáculo y el estruendo del edifcio hundiéndose le hace sonreír. Sí... Pase lo que pase, la destrucción siempre pone de buen humor al lunático de Ripper, no importan ni siquiera las heridas o las pérdidas.

Mirando el montón de escombros, hace un desganado saludo militar hacia los cascotes y la nube de polvo, despidiéndose de su motosierra, mientras piensa...

Joder, al menos es un final de puta madre. Ya me gustaría a mí palmarla así, entre gritos, muertos y destrucción de la güena

Algo más aliviado, pero no del todo satisfecho, escucha la pregunta del cerebrín.

-Johnson. -Responde- Nos contraró un Johnson. 
Para evitar que hiciera ninguna tontería, le cogió del hombro (Más bien de la clavícula) y le guió amablemente por la calle. 

-Kreo que te quería d'una pieza, así k eso es bueno pa' los dos.... -Frunció un poco el ceño, y al ver la cara de duda y susto de Ritterman, ríe ruidosamente desmelenándole la cabeza- ¡Tranki tio! No me digas ke no ha sido la polla! ¡Anima ese jeto!!

Download miró a Ripper y le dirigió una vez más una ruda mirada. Ese tipo empezaba a tocarle las pelotas pero no era el momento para enfrentarse. Primero había que acabar el trabajo.

—Así que Rittermann, ¿no? —preguntó mientras facilitaba que el científico entrara en el vehículo—. Sabes tan bien como nosotros que da igual quien nos haya mandado, contratado o lo que sea. La cuestión es que no somos tu amenaza ahora. Nosotros entregamos y nos olvidamos. Sabes cómo va esto, ¿verdad?

Cuando todos estuvieron dentro del vehículo Download elevó la voz.

—Nos vamos cagando ostias —dijo poniendo en alerta a los conductores.

Una vez dentro del vehículo volvió a hablar con el científico.

—A pesar de que algunos de mis compañeros no entienden el concepto de un trabajo limpio, hemos conseguido sacarte de una pieza amigo pero, ¿qué cojones querían esos de ti? —preguntó mientras fruncía el ceño—. Me vas a permitir que mientras me responden compruebe que estas limpio¹... ya sabes, solo por seguridad. Mientras tanto ve contando, cualquier cosa que nos cuentes asegura más tu vida.

Steve empezó a cachear al científico.

A Finn no le gustaban los trabajos así. Se agarraba las costillas y respiraba con dificultad detrás de la máscara. No tenía el más mínimo interés en aquel tipo, tan sólo quería quitarselo de encima cuanto antes y acabar aquella locura en que se habían metido. Necesitaba unas vacaciones. Algo que despejara la mente. Había escuchado que habia buenos benzenos en la zona norte de la ciudad. 

Ripper zarandea al cerebrín, al que le queda muy claro que no va a recibir una respuesta a sus preguntas por el momento. De alguna forma, eso se convierte en una respuesta implícita, pues asume que sencillamente le habéis secuestrado una vez más y que su situación no ha mejorado mucho desde hace unos minutos.

Asiente cuando Download le pregunta si sabe cómo va esto, confirmando lo que Jay había dejado entrever de forma más brusca. ¡Joder! ¡Claro que lo sabe! Si acaba de salir de una situación prácticamente idéntica. Suspira, levantando los brazos mientras Steve confirma que no tiene ningún transmisor ni nada que pueda servir para localizarle.

- Tengo la misma idea que tú - le contesta, colaborando pese a todo. Desde luego, no parece una persona especialemente agresiva. - Supongo que querrán lo mismo que ese Johnson que os ha contratado. Seguramente tenga algo que ver con mi trabajo, porque fuera de eso no soy una persona importante... - Baja la mirada, entristecido.

La furgoneta se aleja del barrio antes de que uno de los hombres de Finn se dé la vuelta para preguntar.

- ¿Dónde vamos, jefe? - Si os dirigís directamente al punto de entrega, tendréis que avisar a Roger para que recoja el paquete.

—¿Tú trabajo? Háblame de ese trabajo —preguntó interesado el hacker.

Mientras tanto tecleaba algo en la pantalla de su commlink. Estaba transmitiendo a Roger de que el paquete estaba asegurado y que había que hacer la entrega en menos de una hora.

—Perdona tío, estaba cerrando un negocio... háblame de ese curro, venga.

- Vamos directamente al punto de encuentro. - Dijo Finn tras cerciorarse de que Steve ya estaba transmitiendo el aviso. - A la Calle 8. Aunque es posible que nos estén esperando, así que intenta no coger calles principales. - añadió después. 

Había que pasar desapercibidos. Ahora tenían a sus espaldas demasiada gente como para arriesgarse a una vía abierta. - Steve, ¿puedes procurar que no nos localicen mediante cámaras de tráfico y similares?

El hombre parece tranquilizarse ligeramente al empezar a hablar de su trabajo. Como toda la gente que trabaja de 8 a 8 para los zaibatsus, parece que ceñirse a su rutina de algo conocido les aporta cierta estabilidad. Casi sentís lástima por él, pero en todo caso os recuerda que os metisteis en este negocio precisamente para no acabar así.

- Mi trabajo... Bueno, soy asesor médico para BlueSun Corporation - explica. - No trabajo en la sede central, así que no creo que nadie pueda pensar que soy un pez gordo - agita la cabeza, como si eso le recordase que no tiene ni idea de por qué ha sido secuestrado. - Nuestro laboratorio realiza ensayos farmacológicos para desarrollar una enfermedad contra el neo-alzheimer - explica. - Hasta ahora hemos tenido resultados bastante aceptables y las últimas drogas que hemos desarrollado nos pemiten monitorizar las sinapsis neuronales que se ven afectadas por la enfermedad...

Empieza a soltar una perorata técnica que está a años luz de lo que cualquier mortal sin conocimientos en medicina puede llegar a comprender con facilidad. Han pasado décadas desde principios del siglo XXI, pero parece que los médicos no han cambiado ni un ápice*.

Dejáis que el tipo se relaje con su rollo durante un rato, mientras Donwload desactiva un par de cámaras de vigilancia. Nada demasiado serio, pues llamaría más la atención una acción directa que un par de fallos en cruces estratégicos que pueda dificultar deducir la dirección de vuestro vehículo.

- Ray Nguyen, mi compañero - explica. No tenéis muy claro si el tipo sabe que ese hombre ha sido asesinado, pues su desaparición coincidió con ese hecho - era el encargado de la droga, mientras que yo me dedicaba al análisis neuronal...

Ripper suspira, empezando a hartarse de la voz del cerebrín. Afortunadamente, estáis a punto de llegar al lugar de la entrega.

Un gesto de la cabeza le confirmó a Finn que su petición estaba ejecutada.

—Blah, blah, blah... así que un médico sin aspiraciones —dijo antes de soltar una burlona carcajada—. En fin, no me importan demasiado los motivos por los que te quieran vivo o muerto... yo solo soy el mensajero y me pagan por entregarte vivo. Si no quieres contármelo... allá tú. Pero recuerda que somos mercenarios... el dinero manda colega.

Miró al resto de sus compañeros esperando complicidad de su parte.