Partida Rol por web

The Thing: Outpost 211 (+18)

TERCER ACTO. BAJO EL HIELO

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09/09/2018, 21:31
Director

A tus ojos lo que estaba sucediendo era extraño. Langley te había hecho la señal de que había peligro, pero acto seguido, Victoria se había acercado a ella y la había besado. Aquello era muy extraño y le hacía desconfiar enormemente.

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09/09/2018, 21:37
Director

Aunque reaccionaste, no fue lo suficientemente rápido y Victoria no solo te besó, sino que su lengua recorrió toda tu boca como una desesperada.

Cuando se separó de ti, un pequeño hilo de saliva todavía colgaba entre ambas, y ella sonreía satisfecha.

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09/09/2018, 21:45
Anika Langley Renikova

Con los ojos como platos, con la mirada perdida entre la nada y los ojos de Hasan me quedo paralizada, aun con la boca abierta y extrañada por aquel beso; mi única reacción luego de esto fue silbar tal como le había indicado a Thalassa, silbé tan agudo y fuerte que era imposible que la arqueóloga no hubiera podido escuchar, no sé si necesitaba su ayuda o qué otra cosa.

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09/09/2018, 21:50
Director

Langley no había ni silbado tres notas cuando un dolor horrible en su vientre hizo que se doblara sobre si misma. Incapaz de seguir en pie, se dejó caer al suelo bajo fuertes espasmos que no alcanzaba a comprender a qué se debía. Todas las partes de su cuerpo parecían estar peleándose por crecer y romperse al mismo tiempo, lo que hizo que empezara a sangrar por la boca, la nariz, los ojos, los oídos, las piernas...

Sus venas se hincharon y reventaron, los ojos se te salieron de las órbitas y al poco tiempo, medio cuerpo reventó, expandiéndose por todas partes.

Su último grito consciente del dolor que estabas sufriendo y de quién era desapareció tan rápidamente como el tiempo que tardó en darse cuenta de que ibaa morir, y cuando su cuerpo volvió a reorganizarse, a pesar de parecer Anika Langley, ya no era ella.

Era una más del grupo, junto con Ford, McQueen, Victoria y Brochard.

Notas de juego

Ea, ya estáis todos jajajajajajaja

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10/09/2018, 13:33
Thalassa Bright

Al ver lo que sucedía, Thalassa lo comprendió. Cualquier contacto con esas... extrañas cosas, implicaba ser infectado. Por eso tras el beso de Victoria, que ya no era Victoria, Langley había caído. Thalassa no iba a dejarse asustar, a pesar de que ya lo estaba, así que agarró con fuerza el lanzallamas y bajó. Quizás podría quemarlos a todos. El fuego parecía ser lo que podía con ellos, porque había acabado con el perro.

Así que salió de las sombras y caminó lo suficiente como para tener a tiro a la mayoría del grupo.

-¿Qué sois? ¿Qué hacéis aquí? -les preguntó, sin dejar de apuntarles.

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10/09/2018, 22:54
Peter McQueen

McQueen alzó las manos y sonrió

-Thalassa, querida, ya no hace falta que nos ocultemos, somos....uno....somos.....un organismo, varios, ¿qué más da?. Estamos aquí atrapados y nos queremos ir. No hace falta que nos apunte. Simplemente hemos tomado....precauciones

Da un paso hacia adelante

-Además, somos muchos, si quisiesemos hacerle daño, ya sería una de nosotros.

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11/09/2018, 11:13
Thalassa Bright

Thalassa levantó el lanzallamas.

Si alguien se mueve os quemo a todos -les amenazó.

Miró al grupo de personas que había conocido y que ahora estaban de pie como completos desconocidos.

-¿Qué hay de Ford, Victoria, Langley y McQueen? ¿Existen todavía? 

Thalassa ya sospechaba la respuesta, pero no podía evitar preguntar.

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11/09/2018, 14:30
Peter McQueen

El rostro de McQueen reflejaba disgusto, ira, odio y también miedo. Fugazmente se asomaron unos poderosos dientes puntiagudos, pero sólo por un instante. Levantó las manos y se alejó de Thalassa.

-Todos seguimos siendo los mismos, pero diferentes, mejores, sin miedos, sin temores. El que conoce como McQueen había perdido la cabeza, ahora está bien, sigo siendo yo pero...mejor.

Cuando estuvo a una distancia prudencial de nuevo habló

-No tiene muchas vías de escape. Pero si quiere váyase y búscase la vida. Nosotros también nos iremos, y nada ni nadie lo impedirá.
 

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11/09/2018, 20:14
Director

Notas de juego

Disculpad la demora. Estoy esperando a que desarrolle el doctor la partida en el interior.  Como se fue por ahí y está de resacón jajajaja

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11/09/2018, 21:22
Jöel Brochard
Sólo para el director

Aquella situación parecía directamente sacada de una película de los hermanos Marx. Brochard, aguja e hilo en mano. Su improvisado enfermedo, con las manos en la espalda del herido. Y el herido, casi en un escorzo imposible, apuntando a Brochard. Para más inri, uno de aquellos tres hombres no era tan... hombre. Y estaba a punto de demostrarlo.

- Bien, así es, mantenga cerrada la herida. - Dijo Brochard, en aparente calma.

Y así, la aguja comenzó a atravesar la carne en una ritmina cadenencia, apuntalando con su mano derecha y recogiendo la punta emergente con la izquierda. Así lo hizo una, dos, cinco, dies veces. La longitud de aquella laceraríon le corprendía, sin saber muy bien cómo el herido no había perdido el sentido por un shock por pérdida de sangre.

Sangre...

De forma totalmente instintiva, Brochard pasó por undécima vez la aguja por la carne de su paciente, pero esta vez algo cambió a la hora de recoger la aguja. Dejó que su punta atravesara su guante izquierdo, perforándole la punta de su dedo éndice, traduciéndose en gotas de sangre que, camufladas entre la sangre del herido, salían al exterior. El corazón le palpitaba con fuerza. Era consciente de lo que aquello podía provocar.

Siguió pasando la aguja, con su dedo goteando sangre, hasta que la herida estuvo completamente cubierta.

- No la cubra, la herida debe oxigenarse. - Hizo el gesto al noruego a su lado, tapando con su mano la herida y negando con la cabeza. - Vivirá.

Brochard separó las manos de la espalda del hombre, sin limpiar esta evz los guantes, para que no se pudiera ver el origen de la punción. Que empezara la fiesta.

Notas de juego

Tu me dices si necesito tirada de algún tipo para hacer esto xDDDD

Y sí, fue fucking amazing. No pagué ni una copa JAJAJAJA

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11/09/2018, 21:39
Director

Notas de juego

Nada de tiradas. Ha estado genial. Muy hábil. ;)

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11/09/2018, 21:39
Director

El noruego recién cosido sudaba como un cosaco vestido con un abrigo de pieles en pleno desierto del Sahara, pero aguantó la cura sin quejarse ni una sola vez. Una vez hubo terminado, el otro noruego dio un paso hacia atrás y volvió a apuntar a Brochard.

Esta vez, no había tanta desconfianza en su mirada, pero no acababa de verlo claro. Miró a su compañero, que asintió como indicándole que estaba bien, y él miró hacia arriba, a la escotilla de salida.

Y entonces... 

El noruego recién curado empezó a quejarse. Un dolor muy extraño parecía haber hecho mella en el costado y haberse extendido hacia su vientre. Se llevó las manos a la barriga y comenzó a retorcerse y a quejarse, cada vez mostrando mayores síntomas de dolor.

El otro noruego le dijo algo que por supuesto, tú no entendiste, pero que supusiste que no era más que la típica pregunta de qué te ocurre.

Finalmente, el noruego se fue al suelo entre alaridos de dolor y grandes temblores en todo su cuerpo, hasta que su vientre reventó, llenando todo el interior del submarino de sangre, y su cabeza se elevó hasta el techo sobre un enorme y extraño tentáculo formado, al parecer, a partir de su propia columna, y de la cual salían unas extrañas patas articuladas.

El noruego estaba completamente absorto, incapaz de moverse por lo que estaba viendo.

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11/09/2018, 21:46
Director

Las palabras de McQueen parecieron causar efecto en Thalassa, pero no sabía de qué manera. Por momentos parecía igual de probable que les quemase como que no.

Y fue en ese momento de duda que toda la base comenzó a temblar, y fragmentos de hielo y techo empezaron a caer cerca del grupo y encima del submarino.

Todos mirasteis hacia arriba de manera inconsciente, como si estuvieses buscando lo que causaba todo aquello, pero en realidad, solo algunos de vosotros lo sabíais, porque el ruido que habíais empezado a oír era uno con el que estabais demasiado familiarizados.

Todo lo que habíais conseguido en ese momento, a partir de entonces, podía quedarse en nada. Estaban llegando vuestros captores, seguramente, dispuestos a encerraros de nuevo. ¿Cómo os habrían localizado? Seguramente, el deshielo, el mismo que había permitido a esas débiles criaturas humanas llegar hasta vosotros, también habrían creado un pequeño hueco por el cual la señal automatizada de la nave había conseguido escapar, sirviendo de guía para la que acababa de llegar.

Ahora se abría una nueva batalla en la que ellos ya no eran los depredadores... sino las presas.

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11/09/2018, 21:51
Director

En ese momento en el cual Brochard y el noruego estaban mirando a aquella criatura, toda la base comenzó a temblar, y fragmentos de hielo y techo empezaron a caer encima del submarino.

Mirasteis hacia arriba de manera inconsciente, como si estuvieses buscando lo que causaba todo aquello, pero en realidad, tú, Brochard, lo sabíais, porque el ruido que habías empezado a oír era uno con el que estabas demasiado familiarizado.

Todo lo que habíais conseguido en ese momento, a partir de entonces, podía quedarse en nada. Estaban llegando vuestros captores, seguramente, dispuestos a encerraros de nuevo. ¿Cómo os habrían localizado? Seguramente, el deshielo, el mismo que había permitido a esas débiles criaturas humanas llegar hasta vosotros, también habrían creado un pequeño hueco por el cual la señal automatizada de la nave había conseguido escapar, sirviendo de guía para la que acababa de llegar.

Ahora se abría una nueva batalla en la que ellos ya no eran los depredadores... sino las presas.