Partida Rol por web

- Vamos, tenemos que ayudar a Frank.- insto Rafael a Emiliani en voz alta, pues no estaba seguro si Emiliani estaba al 100% alli, o la explosion le habia afectado.

Rafael sabia que ya no tenia su cuerda entre sus cosas, la habia tenido que dejar en la cueva, y como desconocia si Emiliani tenia una en su equipo, y lo que aguantaria Frank colgado comenzo a bajar por la pared solo esperaba que el acantilado no se desmoronase al bajar, tenia que ayudar a Frank a recuperar un buen apollo para que pudiera bajar el.

Al estruendo de la explosión le siguió un fuerte pitido y un buen porrazo contra la dura roca. Todo empezaba a ponerse poco a poco borroso, pero todavía podía distinguir alguna que otra forma. No podía darme por vencido, tenía que agarrarme a algo, lo que fuera, tras todo lo que he vivido, que mi fin sea contra el suelo sería decepcionante.

Mantenerme aquí agarrado todo lo que pueda es mi prioridad ahora, si aguantaba lo suficiente como para que se me pasara un poco el mareo, intentaría subir un poco más por si pudiera llegar hasta la altura donde se encuentran mis compañeros.

Emiliani aturdido, con visión borrosa ,consigue darse cuenta que no lleva cuerda. Rafael observa como Frank cada vez le esta costando mas, mantenerse aferrado. Sus dedos comienzan a resbalar por la piedra,a la que intenta aferrarse. El  fondo de la cueva ,oscuro y lúgubre parece querer engullir a Frank ,que nota como sus fuerzas decaen.Rafael en un intento de salvar a Frank, comienza a descender, pero las prisas son malas amigas,incluso para un aleccionado ninja,pues resbala y consigue aferrarse , con alguna magulladura, a un saliente a mitad de camino. Sus dedos también parecen inclinarse a la fuerza de la gravedad. Todo parece un final trágico para ambos, parecido al que puede haber sufrido Harlam.  De repente del interior de la cueva surge una luz, y los cuerpos de los 4 hombres,es envuelto en una extraña burbuja de energía, que los atrae hasta la entrada de la cueva,depositándolos suavementeen una especie de sendero, incluido el cuerpo iinconsciente de Harlam. Unas teas de luz azul ,iluminan tenuemente el sendero, mostrando unas paredes con unos extraños glifos y un recubrimiento extraño en las mismas. Una voz parece surgir del interior de la cueva,al final del sendero.

-Por favor, caballeros,no sean stímidos, aquí están a salvo de esas horribles criaturas.

La distancia del sendero no permite discernir forma alguna en su interior. A la vez el cuerpo de Harlam es envuelto en luz y flota hacia el interior del mismo.

Aturdido y extrañado, Emiliani solo puede decir una cosa

"Vos sos dios?"

Rafael no sabia que estaba pasando, estaba seguro que aquello no era natural, asi que, en su mente solo habia dos posibilidades, o se trataba de los corruptos USIs o se trataba de asquerosos mutantes, y ninguna de las opciones le gustaba.Rafael puso su radio solo para emitir señales, por si era de utilidad, queria que kraven escuchara al menos lo que alli pasaba.- quien eres?que quieres?que son esos extraños poderes?- - Rafael esperaba que sus palabras llegaran a Kraven y este fuera lo suficientemente inteligente para entender su aviso, y esperaba que Kraven hubiera visto la explosión y ahora las extrañas luces y pudiera localizar su posición.

Luego mientras se mantenia en guardia echo un vistazo a las heridas de Harlan, sin avanzar por el pasillo.

El terreno cada vez cedía más ante mis intentos por asegurar mi posición. La muerte siempre había sido una posibilidad, y estaba preparado por si llegaba, pero no en una situación como esta. Pensaba que, al menos, caería en combate.

Y de pronto surgió una luz del interior de la cueva que nos envolvió y nos puso a salvo de la caída. Me quedé tumbado boca abajo sobre el suelo, respirando con cierta tranquilidad esperando a que se pasara las secuelas producidas por la explosión. Entonces sonó aquella voz que pensé que era fruto de mi imaginación, pero ante las respuestas de mis compañeros supe que no me lo estaba imaginando.

-Si se supone que tu ya conoces a dios, ¿a que viene esa pregunta? -pregunto a Emilliani intentando mantener el buen humor que me caracteriza, aunque ahora mismo estuviera hecho mierda y con la cara pegada al suelo-.

Me voy levantando lentamente, poniéndome primero a cuatro patas para terminar sentado en el suelo, siempre sería menos humillante que estar tirado sin más.

-Esperaba al menos que nuestro anfitrión diera la cara -respondo hacia la cueva, que era de donde provenía la voz- en lugar de arrastrarnos hacia el interior -hago alusión al hecho de que se están llevando a Harlam hacia la cueva-.

"No tentarás al señor!" le digo al calvorota.

Que narices...

-No soy Dios, pero si sirvo aquel a quien creo el aire que respiras y la tierra que pisas.  

La voz resuena en la entrada de la caverna, algo gutural.

- Y no arrastro a nadie ante mi, solo pongo a salvo a vuestro moribundo compañero. Sois libres tanto de entrar como de escalar y enfrentaros a los girke , que seguramente estarán oliendo la sangre de vuestras heridas. La decisión es vuestra.

Como respuesta,de la parte superior de la caverna se escuchan los alaridos de las bestias.