Partida Rol por web

Recibido - digo tras recibir las ordenes  Headboom

Levantandome de mi posicion hecho mi m24 a mi espalda y desenfundo mi MK23 mientras avanzo hacia la caravana aputando y alerta a cualquier movimiento , cuando me acerco a 30 metros de la caravano echo una rodilla a tierra mientras espero a Blues

Mientras el interrogatorio de missis Harry el Sucio y su fiel amigo del cuchillo siguen adelante, yo recibo una orden, así que me acerco al lugar indicado.

La escena esta ensayada a la perfección. Los ángulos cubiertos. Cada componente del equipo tiene su espacio, sus ángulos a vigilar.
Ghost desde el Sur, yo desde el Este, en un perfecto ángulo de 90º. Todo como debía ser.

No había trampas. Aquella zona era neutral. Estaba seguro, había echado antes un vistazo, y nada parecía hacer que aquello de repente se volviera más peligroso.

Rápidamente pero con cuidado, ambos hombres se fueron acercando a la caravana. Quién demonios había dejado una caravana en mitad de aquel estúpido bosque.

Pero aquello no era lo importante, vacio su mente, y su cuerpo se dejo llevar por muchísimas horas de entrenamiento. Al final tocaron la caravana.

Hizo un gesto a Ghost para que esperara su señal. Se acerco a la puerta. En aquel momento de tensión recordó una canción que tocaba un viejo negro desdentado cerca de donde se había criado. Maldita sea, que buena era esa canción.

Al tranquilo y eufórico ritmo de aquella canción, como si de una partitura corporal se tratara, Blues dibujo con su cuerpo un asalto perfecto a aquella caravana.

La puerta se abrió de golpe, y él como una mancha en la retina estaba dentro apuntando tras un pequeño muerte. Con la cobertura ganada. Ghost pasó dentro apuntando a todo.

Pero la verdad es que allí no había nada. Estaba pelada. No había nadie. Pero al menos si consiguieron algo interesante.

Alguien había dejado un traje y unos zapatos tirados en el minúsculo baño de aquella caravana. Y tenía una idea de quien podía haber sido.

Saco la ropa, la midió a ojo. Luego busco en el armario, parecía un poco revuelto. Solo había ropa de leñador. O lo que él llamaba ropa de leñador. Seguramente el hombre que se había cambiado tan rápidamente se hubiera llevado también unas botas. Porque extrañamente solo había un pareja de pantuflas. Y no había calzado de montaña.

Eso le dio una idea. Si se había cambiado de zapatos, tenían que ser al menos de su talla. Y ahí estaba lo que necesitaba. Un claro...

Kabum hermano, ya te tengo.

El número del zapato era dos tallas más pequeño que el zapato que había dentro del armario de la caravana. Su objetivo, llevaba seguramente unas botas de caza, y le quedaban grandes. Y eso, era perfecto para seguir un rastro. Sería como una huella digital, infalseable.

Volvieron a salir afuera de la caravana en solo un par de minutos. Pero ya tenían lo que habían ido a buscar.

Después de esperar un tiempo prudencial y ver que nadie iba a responder, Abbie vuelve a prestar su atención al guardia que tiene delante, en el suelo, y al que sigue apuntando con un arma. Sonríe de medio lado, divertida. Le había ido por muy poco... pero ahora las tornas habían cambiado.

Ya estoy toooooooda para tí, encanto.

Se planta de pie en frente de él, con las piernas algo abiertas y mirándolo ahora de forma fría. Ha desaparecido su sonrisa.

¿Para quién trabajas?

Pregunta, esperando paciente a que responda... y no tenga que ponerse violenta.

Kabum ha hecho su incursión.

Rápida. Ha obtenido lo que quería.

Pero no reparó en una cosa.

Una simple cosa oculta tras una de las estanterías.

El estaba seguro de haber revisado todo correctamente, pero siempre, siempre, algo se pasa, hasta al mas experto.

Un click le avisó que algo iba mal.

Un pi-pi-pi le indicó que debería correr.

Y así lo hizo.

Aunque la onda expansiva lo alcanzó de refilón y lo hizo salir despedido un par de metros, haciéndole una fea herida en el brazo izquierdo.

Los demás no pudieron hacer otra cosa que agacharse y cubrirse los ojos.

Magullado como estaba, Kabum se puso de pie sonriente aunque dolorido.

Aun estaba vivo, y tenía una pista bastante buena de lo que deberían buscar. Eso, si encontraban de nuevo el rastro.

Pero menudo susto. La caravana, la que el guardia nacional había dicho: Esta limpia, no era más que eso, una trampa.

Cuando el soldado está a punto de contestarte, escuchas una terrible explosión en el medio del bosque y después, cuando miras hacia allí, ves una columna de humo que sale de entre los árboles.

Las comunicaciones están muertas de nuevo y no sabes si tus compañeros han caído en una trampa.

Lo único que estas segura que ninguno de ellos llevaba explosivos.

Ahora la desición es tuya.

Quedarte aquí o ir a ver que ha sucedido.

Abbie mira preocupada en dirección a la explosión. Seguro que se habían precipitado. Suspira y mira al guardia.

Vaya... ahora que nos lo íbamos a pasar tan bien... Es una pena.

Y sin previo aviso, le da un guantazo con la pistola en toda la cara, dejándolo inconsciente. Luego sale corriendo hacia el sonido de la explosión, procurando ir con cuidado... llevando consigo su portatil, el GPS y la radio... por si podía montar algo con ella.

Golpeas al enemigo y este queda completamente quieto tumbado en el suelo.

Coges el GPS y miras la dirección. Es muy parecida al lugar de la explosión.

Corres con todas tus fuerzas, con tus pistolas en la mano en dirección a la explosión.

Te cansas, te cuesta respirar, has corrido mas de tres kilómetros sin parar, sin embargo, llegas al claro donde estaban tus compañeros, sin ningún problema.

Bob. Dices antes de dejarte ver para que se den cuenta que eres tu y después, te asomas y ves como Kabum intenta levantarse del suelo.

Al parecer, la explosión le ha hecho algún daño, pero todavía puede andar.

Bob. Escucháis desde uno de los lados.

Os dais la vuelta y veis el cabello rubio de Dark Angel, saliendo de entre los árboles justo cuando todos estaban a punto de levantarse del suelo.

Kabum también lo hace. A él le zumban los oídos, y parece tener un brazo roto, pero aún así, se levanta sonriente.

Y he aqui que los acontecimientos se precipitan
Mientras continuo amenazando al prisionero, Headboom lo interroga a fondo. Y las respuestas que va obteniendo, no me gustan nada.
Entretanto, Kaboom decide inspeccionar la zona de la caravana. De momento, la situación parece controlada a pesar de las malas noticias. Y he aquí que, de pronto, Kaboom abandona la caravana a la carrera y yo me agacho previendo lo que va a ocurrir.
Un estallido destroza la caravana haciendo llover sus restos sobre los presentes mientras Kaboom vuela un par de metros.
Y para mi, eso es un estimulo mas que suficiente.
Con rapidez, agarro al prisionero por el cabello y, no dudo ni un instante.
El filo de mi cuchillo muerde la carne destrozando la garganta, venas y arterias.
Con un gorgoteo el prisionero se derrumba y yo digo a media voz.
En cualquier caso, un problema menos.
Limpio mi cuchillo en las ropas del prisionero muerto y lo vuelvo a enfudar.
Empuño de nuevo mi Mp 5 y, al alzar la cabeza, logro distinguir una mata de pelo rubia.
De inmediato, apunto hacia el recién llegado y solo en el ultimo momento, contengo mi índice derecho.
¡Vaya!. Una sorpresa agradable esta vez. Mirad quien aparece.
Dejo atrás el cadáver del prisionero y me aproximo hasta Kaboom. Y puedo ver, por la forma en que le cuelga el brazo, que la herida quizá sea grave.
Espero que puedas mantener el ritmo, pues creo que ahora, toca correr. Esta posición, por si quedara alguna duda, esta comprometida.
Ahora, miro a Dark Angel antes de añadir.
Si no te importa, informanos de lo ocurrido mientras avanzamos.

El prisionero muere entre estertores y gorgoteos.

La Rubia llega casi jadeando. Había corrido casi 3 kms del tirón y a toda pastilla. Así que cuando llega, mira a sus compañeros con algo de rencor, como si le hubieran hecho algo.

¡Seréis...! Murmura mientras se acerca. Pensaba que os habrían dado... -Mira a Kabum un momento y sonríe de medio lado- Vaya... no me equivocaba tanto.

Se acerca a ellos algo más, sin llegar a guardar la pistola que lleva en una mano ni el GPS que lleva en la otra.

Sencillo. Intentaron acribillarme desde fuera de la caseta del guarda. Conseguí salir  me cargué a algunos... otro está inconsciente y atado, por si lo necesitamos.

Mientras busca la señal del presidente en el GPS, sigue hablando.

¿Y vosotros qué?

Me acerco hasta Kabum despues de la explosion y dejo al prisionero en manos de Sword .¿Estas bien?, le pregunto a Kabum.
Escucho una voz conocida, miro hacia los arboles y aparece Dark Angel.

-¡Ya estamos todos!. exclamo

Rubia,¿has podido conseguir algun tipo de informacion util?

Mientras Head Boom habla con Dark Angel, yo me voy aproximando al otro extremo del claro.
A causa de la explosión, la zona ha quedado bastante marcada. Y, por tanto, me resulta difícil hallar de nuevo la pista de nuestro objetivo.
No me queda otro remedio que internarme con sumo cuidado en la floresta y examinar en profundidad el entorno.
Y al fin, parece que tengo un poco de suerte.
Pues en medio de la hojaresca, logro descubrir algunas huellas de distintos tamaños. Nuestro objetivo y sus cazadores.
Vuelvo sobre mis pasos pisando con cuidado y cuando asomo por el borde del claro, digo.
Creo que he tenido la suerte necesaria para poder reemprender la marcha. Dirección Nor este.
No obstante, se refleja cierto gesto de duda en mi rostro. Por tanto añado.
No estaría de mas comprobarlo. Dark Angel, ¿funciona ese GPS?. Espero estar acertado
Tras mis palabras, miro en dirección a Kaboom y añado.
Y creo que alguien debería entablillar ese brazo.
Y señalo levemente el brazo de Kaboom.

Tras ayudar a kaboom ha salir del lugar de la explosion , escucho a darkangel mientras bob va a encontrar de nuevo el rastro del objetivo....

Tras unos minutos , vuelve Bob con un rastro lozalizado en direccion Noreste

Bien , ahora podremos ir y acabar esta maldita mision - pienso enfadado sobretodo por la traicion de la guardia nacional - Joder , esto en el ejercito no pasaba

Me ofrezco voluntario a entablillar el brazo de Kaboom y me acerco a el para ayudarle

Sword vuelve a encontrar el rastro en el barro.

Un par de botas en dirección noroeste.

Justo la talla del presidente.

Abbie niega con la cabeza a Headboom.

Negativo. Estaba a punto de interrogarlo cuando he oído la explosión, y he preferido venir por si necesitábais ayuda.

Consulta después el GPS, y confirma la dirección del rastro.

Blues se agarra el brazo, pero aunque duele, no será un problema.

Sonríe, sabe que tienen ahora un rastro fiel que poder seguir. Aquello seria ahora una cacería de tiempo. Y no había tiempo que perder.
Ya están todos juntos otra vez. Y no han secuestrado a ningún componente. Aquella chica rubia no dejaría nunca de sorprenderle.
Por eso eran tan buenas amigas.

Volviendo a la realidad. Y después de decir un par de veces que estaba perfectamente se acerca a ver el rastro que ha localizado Sword.

Si, claramente es el rastro que buscamos. Nuestro objetivo lleva unas botas que le quedan un par de tallas más grandes. Lo que dejara una huella imposible de imitar.

Adelante.

El grupo no se lo piensa más. Tienen una misión que seguir, y no pueden perder más tiempo. Así que se ponen manos a la obra. Sword va delante, detrás lo sigue el. Mientras las mujeres del grupo van en el centro organizando la expedición. Y Ghost mantiene la retaguardia bien cubierta.

El paisaje cambia otra vez lentamente. Casi sin que lo parezca. Se vuelve más empinado. Más complicado para el ascenso. Pero eran profesionales, y estaban perfectamente preparados para realizar el trabajo.

El terreno se vuelve mas y mas agreste. Pero a pesar de eso y también, a pesar del brazo herido de Kaboom, no nos retrasamos en nuestra marcha. Somos profesionales y tenemos una misión que cumplir.
Avanzo en vanguardia muy atento a las diferentes señales que me van desvelando el camino a seguir en dirección Nor este.
Pero he aquí que, cuando llego a una zona con un afloramiento granítico, las señales se vuelven demasiado difusas.No tengo mas remedio que alzar mi mano derecha para indicar un alto.
Como si fuéramos partes de una misma entidad, todos reaccionamos exactamente de la misma manera apenas un instante después de que haya hecho la señal.
Con inusitada rapidez, nos desplegamos con una distancia de un metro entre nosotros y buscamos cobertura tras los troncos de arboles o detrás de rocas que sobresalen del terreno.
Y yo, miro en dirección a Dark Angel y en voz baja digo.
Lo siento, pero el terreno me dificulta la labor. Vuelvo a necesitar confirmación del rumbo que lleva el objetivo.

La Rubia vuelve a encender el GPS y comprueba la señal.

Al norte, soldados. Dice señalano la dirección que marca el GPS con la mano. Efectivamente, Sword había dado con la pista.

Coge su cantimplora y da un par de tragos aprovechando que están parados. También mira de reojo a Kabum, procurando que no se dé cuenta pero cerciorándose de que sigue bien. Vuelve a dirigir la mirada de nuevo hacia el rumbo a seguir.

Desde luego... el presidente se mantiene en forma.

Por un momento el rastro parecía perderse entre la hierba, pero cuando Dark Angel señaló hacia el norte, Kabum, Sword y los demás avanzaron hacia allí unos cientos de metros, hasta que al final, encontraron nuevamente el rastro de las huellas del presidente.

Sin embargo, si el presidente se dirigía hacia el norte, estaba claro que los otros dos grupos de huellas lo único que querían eran rodearlo.

En poco tiempo, el presidente estaría rodeado por dos pelotones de Guardias Nacionales. ¿Amigos? ¿Enemigos? Nadie lo puede saber a ciencia cierta.

Por suerte, las comunicaciones parecen volver a la normalidad.