Partida Rol por web

Quizás os conocíais de cruzaros en el campus de la universidad de Barcelona, o porque coincidíais mucho en el bar de estudiantes, pero todos teníais algo en común y es que eráis estudiantes de fuera. Isabel vivía en América y siempre pasaba sus vacaciones en España, este año iba a empezar un curso aquí en Barcelona. Liz y Marcos llevaban unos años estudiando ya y congeniaron muy bien, ambos eran argentinos. Nadie recuerda como empezó la amistad, pero en cuestión de días habían entablado una gran amistad.

Los padres de Isabel tenían un pequeño yate amarrado en el puerto deportivo de Barcelona, ya que solían veranear cada año allí. Isabel sabía manejar el yate, pues era incluso mas fácil que conducir un coche y después de tantos años ya había cogido soltura. Ella fue la que os invito a pasar unos días de vacaciones en alta mar, y vosotros aceptasteis encantados.

Ya hacía varios días que habíais salido y estaban siendo unas grandes vacaciones, sol, bueno tiempo, buena compañía, que mas se podía pedir. Habíais navegado hasta Ibiza y habíais estado unos días de fiesta, luego habíais decidido salir a navegar hacía Valencia, habíais oído que tenía unas playas preciosas. El yate de los padres de Isabel, era nuevo y muy moderno, tenía todo tipo de GPS y navegación automática que facilitaban mucho las cosas, aunque no era demasiado grande, era mas que suficiente para vosotros tres.

Vuestra historia empieza aquí. El yate avanzaba por las pacíficas aguas mediterráneas, hacía la península de nuevo. Estaba puesto el piloto automático que seguía el rumbo designado hacía la costa valenciana, cuando de repente el motor se detuvo.

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Isabel Álvarez
Edad: 21 años
Altura: 1.68
Color de ojos: Miel
Color de pelo: Marrón claro, largo, hasta la cintura.
Descripción física: Delgada, cuerpo atlético. Color de piel moreno, bronceado

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Liz
Altura: 1.65
Peso: 53 kg
Ojos: Negros
Cabello: Castaño oscuro, largo.
Apariencia: Sonriente, tiene una dentadura blanca que enseña muy a menudo, ojos oscuros y rostro enmarcado por un cabello lacio y también oscuro que le llega a los hombros. Luce espalda de nadadora y es esbelta, pero tiene demasiado pecho. De calle suele vestir vaqueros y camisetas de asas, con jersey de lana si es invierno; le gustan las botas. Siempre va bien arreglada, le preocupa su aspecto.

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Marcos Aguirre
Altura: 1.78
Peso: 79 kg
Ojos: Marrones
Cabello: negro y algo largo
Apariencia: Informal generalmente, siempre usa el color negro, tiene un pequeñisimo aro en su oreja izquierda el cual no usa cuando trabaja. En su brazo derecho a la altura de la muñeca tiene un tatuaje azul de una fecha "1999". Es algo atletico pero está ganando unos kilos de más por su vida sedentaria.

El viento fresco sobre su cabello era la gloria, navegaban a buena velocidad y todo parecía ir de maravilla. Marcos se estaba durmiendo medio acostado en la cubierta, cuando escucha que el motor se detiene.

-Ja, ya me parecía que todo era muy perfecto-. Dice mientras se levanta para ir a ver que pudo pasar. No entendía casi anda de motores y mucho menos de un yate, pero podría ver si le faltaba gasolina, estaba flojo algo o si estaba prendido fuego.

-Espero que no sea algo grave, no quiero nadar hasta la costa-. Piensa mientras se acerca a Isabel-. Si no tiene arreglo para nada vas a tener que llamar por radio a algún guardacostas para que nos remolque. No creo que haya problemas pero para ir asegurándonos. Liz, fijate si hay alguna linterna que seguro ahí no se ve nada.

Camina lentamente hasta donde esta el compartimento del motor, con algo de suerte hasta lo pone en marcha...

Te acercas al cuadro de control. El barco esta a la ultima en cuanto a tecnología de navegación, y dispone de muchas pantallas e indicadores. Tras observar detenidamente puedes encontrar el indicador de "FUEL". Esta bastante bajo, pero no al 0, así que piensas que ese no debe ser el problema.

En esos momentos recuerdas que la pantalla grande central normalmente mostraba un mapa con seguimiento GPS, ahora tanto esa pantalla como algunos LEDS indicadores están apagados. Solo hay un pequeño indicador rojo que parpadea.

La cabina es grande, llena de relojes, pantallas y botones parece una nave espacial, algo abrumado trata de encontrar algo raro. Observa detenidamente el cuarto de control, esta todo apagado, eso nunca es buena señal. Mira que combustible aun queda un poco.

-Justo para llegar a algún lugar cercano-. Piensa mientras se rasca la oreja izquierda distraídamente.

Una luz parpadeante de color roja llama su atención.

-Aja!. Acá debe estar el problema-. Exclama esperanzado de que sea algo sencillo. Trata de leer el indicador de la luz.

"Sys error"

El viaje estaba siendo genial, y Liz estaba un poco triste por que llegara a su término. Se había bañado y había celebrado su próximo "ascenso"; el director de la obra en la que trabajaba la quería como protagonista en la nueva producción. Para animarse, pensó en hacer refrescos para Isabel y para Marcos; estaba canturreando en la cocina del barco, cortando limones y poniendo hielos en la granadina, cuando todo se paró. Escuchó la voz de Marcos sobre la cubierta;

No sabía a qué se refería, así que terminó de preparar las bebidas; tres cócteles frescos y sin alcohol, una limonada helada con un toque de granadina. Sonriente, buscó sombrillitas y se las puso dentro de los vasos de tubo. Luego buscó una linterna por el interior del barco, en las habitaciones, por si acaso había alguna.

Subió por las escalerillas; llevaba un bikini azul celeste estampado con olas, y sobre él una camiseta de asas normal. Tenía puestas las gafas de sol y una pamela blanca, y cuando pisó la cubierta sintió el calor en la planta de los pies, reconfortante, y la brisa del mar en el cuerpo. Llevó la bandeja con las tres limonadas hasta donde se encontraba Marcos. (Y la linterna también, si encontró alguna).

"¡Hola Marcos¡", sonrió intentando acomodarse a su lado, "¡Hice limonada¡. ¿Qué es esto?. ¿Sys error?. Vaya, parece que algo se ha averiado", dijo mientras se bebía su vaso y buscaba a Isabel por allí. "¿Donde está Isabel?, ella conoce mejor el barco, igual sabe que pasa. ¡Isabeel¡", gritó cogiendo su vaso y saliendo de nuevo a cubierta. "¡Isabeel, tenemos un problema y una limonada para tí¡", gritaba mientras se dirigía hacia la proa del barco para ver si estaba allí tomando el sol.

Puede leer “Sys error”, parece algún error del sistema. Si estuviera en su trabajo y le pasara algo a la computadora le dirían que reinicie…no importa si exploto el monitor ese siempre parece ser la solución.

-Isabel, ¿sabes porqué puede tirar ese error? Yo la verdad no tengo idea, podríamos intentar encenderlo asi nomas o desconectar la batería para volver a conectarla. ¿Que les parece chicas?-. Dice buscando algún consejo.

Quería hacer cualquier cosa, no le apetecía ser arrastrado por la corriente hacia quien sabe donde..

Mira hacia afuera pensativo

-Si nos agarra la noche acá...se puede complicar mucho-. Piensa para sus adentros, no lo dice en voz alta para no alarmar innecesariamente a sus amigas. Tenían que estar tranquilos si querían salir de allí

Mientras el yate estaba en marcha, apenas notabais las olas. Pero ahora que se había detenido, notabais el efecto de la mar, el barco de zarandeaba de un lado para otro. Isabel parecía no responder a vuestras llamadas, quizá seguía dormida.

En ese momento entro Liz con tres vasos en las manos, sonrió iluminando su rostro y Marcos por un segundo olvido en que estaba pensando. Ella se acomodo en la habitación y miro con atención los controles.

-Hola Liz, muchas gracias, me viene muy bien-.Dijo aceptando el vaso que le ofrecía. Antes de beber el primer trago choco suavemente los vasos mientras sonreía a modo de brindis agregando-. Por la ventura…

Después de tomar unos refrescantes sorbos de la limonada vuelve su atención a los controles.

-Si, algo se jodió. A lo mejor el modo automático, no se. Ni el GPS anda…

En eso nota el oleaje, no había pensado en que estaba así.

-Isabel debe estar tal vez durmiendo, tratemos de ver que podemos hacer entre nosotros-. Dice después pensar un momento. No le gustaba esperar. Gira la llave tratando de darle arranque otra vez.

Igual que un coche, cuando giras un poco la llave, a la mitad del recorrido, se activan los sistemas eléctricos. Puedes oír los ruidos abajo en la cabina, supones que de las neveras que vuelven a activarse. Las luces que había encendidas se iluminan de nuevo y todo parece volver a la normalidad.

En esos momentos, Marcos y Liz os dais cuenta que esta atardeciendo y podéis observar una bonita puesta de sol.

Liz volvió de la proa del barco, sonriendo por el sonido del motor. "Eh, genial, has conseguido que funcione... Isabel debe estar durmiendo, mejor que funcionara, así no la molestamos. ¡Pon el piloto automático ese y en marcha¡", dice saliendo de la cabina y mirando la puesta de sol.

"Mira que cosa tan bonita, Marcos... ojalá estuviera Isabel aquí, es genial..." Sonríe mientras se bebe su limonada y el barco se pone en marcha. Al cabo de un rato viendo el cielo, mientras oscurece, echa mano de los pantalones y la rebeca que tiene dobladas en uno de los bancos del barco. "Está refrescando... ¿qué te apetece cenar?, a ver si Isabel se despierta ya..."

Completamente satisfecho con el resultado de su intento de hacer andar el motor del yate sonríe y suspira aliviado.

-Jaja muchas gracias, tampoco es que haya hecho gran cosa, solamente le di arranque. Que hermosa postal-, dice observando el ocaso- tanto problema nos trajo su recompensa.

Al mirar hacia el horizonte y ver esa mezcla de colores, el negro oscuro de las nubes y el rojo fuego del sol, por un instante sintió escalofríos, parecía una paisaje regado de sangre.

-Si, está haciendo frio-. Aun se siente algo perturbado por esa sensación-. Ahora pongo el automático, espero que alcance el combustible. Apenas se levante Isabel comemos algo y vemos que hacemos esta noche. Si llegamos a puerto pronto podemos dar una vuelta o directamente comer algo ahí.

Busca el botón de automático y lo presiona.

-listo-. Dice sonriendo. Trata de ver en la oscuridad la silueta de la costa.

Consigues arrancar el motor del barco, cuando acabas de darle la vuelta a la llave. La pequeña palanca de piloto automático había quedado desactivada y al darle de nuevo aparece un mensaje en la pantalla del mapa - que hasta ahora había estado apagada - que pone "GPS STATUS: LOST SIGNAL".

El barco sigue quieto y el motor en funcionamiento.

Al ver la señal del GPS, Marcos se dio cuenta que no iba a ser tan fácil salir de ahí. No creía que fuera muy difícil manejar el yate, había visto a Isabel manejarlo. Lo único que tenía que hacer era seguir el rumbo en el que iba el bote y tratar de llegar a tierra firme. No importaba si no era ese su destino, cualquier cosa era mejor a quedarse en medio del mar.

-Parece que vamos a tener que ir de la forma antigua: manejando-. Dice a Liz en modo de broma indicándole el GPS-. Creo que voy a poder. Vamos despacio para allá hasta que veamos alguna luz o la línea de la costa-. Indico mientras señalaba hacia proa.

Despacio y medio con desconfianza comienza a adelantar la palanca del acelerador hacia adelante, mientras toma el volante del yate.

-Espero no chocarme nada-. Piensa mientras acelera.

Estabais en mitad de la ruta, en medio del mar, así que era difícil chocarse con algo. La dificultad radicaba en saber que dirección tomar. Tocando un poco de aquí y otro poco de allá conseguiste hacer funcionar el yate. Con el movimiento del yate conseguiste hacer parar bastante bien el zarandeo de las olas.

Podía sentir un ligero frío acariciar mi cuerpo, el cual hizo que abriera los ojos lentamente. Comienzo a murmurar al tiempo que llevo una mano a la cabeza, me incorporo y me percato que me había quedado dormida en una de las sillas que había en la cubierta; afortunadamente el sol no había quemado mi piel, tan solo un ligero color rosado y un poco de calor.

Me levanto y me percato que el yate estaba detenido. Miro por toda la cubierta en busca de Liz y Marcos ¿Donde estaban? comienzo a caminar, tambaleandome ligeramente, aún me sentía algo dormida y frotaba mis ojos con una mano y con la otra cubría mi boca, que no paraba de bostezar.

Un movimiento inoportuno hace que me vaya de frente. Abrí los ojos como platos y me sotengo de una de las paredes. Refunfuño y maldigo por lo bajo y comienzo a caminar mas rapido hasta por fin llegar adentro.

-¿Me pueden decir que coño está pasando?- se nota que estaba de mal humor, resultado de la pequeña sacudida.

Escucha las palabras de Isabel, parece que la siesta no le sentó muy bien que digamos. Marcos señalando la cabina del yate le comienza a explicar que había pasado.

-Hola Isabel, te ves muy bien-. Sonrie de forma picara-. Se paró el motor, le di arranque y funciono, pero no anda el GPS, pensé que tendría que navegar solo, pero ya que estas despierta…- hace un gesto con las manos para indicarle que si desea puede retomar el control del yate.

-No quisimos despertarte, si era algo más grave te hubiéramos llamado.

Miró hacia adelante, y señalo con su brazo a donde creía que tendrían que dirigirse. La oscuridad ganaba rapidamente terreno y era cada vez mas difcil ver algo claro.

-Sin el GPS es difícil, pero creo que es por allí, el sol se está ocultando por aquel lado así que muchas posibilidades no nos quedan. Por cierto mira que hermosa puesta de sol

Se lo dice como para distraerla y hacerle poner de buen humor.

Enarqué una ceja por su comentario -debería golpearte poque por tu culpa...- me acerco mas a él y con el dedo índice derecho, presiono su pecho unas cuantas veces -casi me voy de narices- hablaba por entre los dientes, apretándolos y rechinandolos y con el ceño fruncido.

Levanto la mirada hacia él -deja de sonreir, idiota- refunfuño y aparto el dedo de su pecho -te ha quedado grande el GPS, ¿eh, Marcos?- rio y antes de que replicara paso mi brazo por su cintura y apoyo mi cabeza en su hombro -tengo sueño y no puedo creer que esta mierda de GPS se haya estropeado y justo al atardecer...- suspiro, giro la cabeza para contemplar el aterdecer -pues si que es precioso, si...- un suspiro mas y me aparto de él, sin antes darle un pellizcón -a ver si solucionamos esto cuanto antes...- murmuro, luego refunfuño y comienzo a presionar los botones del navegador.

Esperaba esa reaccion de ella, cuando apoya su dedo en su pecho no puede evitar sonreir y se puso serio a proposito cuando le dijo que ya no lo hiciera. El abrazo lo tomo medio desprevenido y solo atino a poner su mano en su esbelto hombro. Por un segundo siguio su mirada y vieron lo que quedaba del atardecer.

-Siempre hay algo bueno entre todos los problemas..auch!- exclama al pellizco pero se rie.

Mira como comienza a operar los controles tratando de arreglar el navegador. Si pueden hacerlo funcionar las cosas seran mucho mas sencillas. Desea que estos dias no terminen mas, que siempre tengan combustible para navegar libres hasta donde quisieran.

-Lastima que eso no dura para siempre- piensa algo sombrio. Algo le dice que no esta para nada equivocado

Miro a Marcos por encima del hombre -¡¡ehhhh, que quites esa cara de funeral!!- le digo con el ceño ligeramente fruncido, pero sonriéndole -ya verás que todo irá bien, ¿Verdad, Lizzy?- giro la cabeza hacia la tercera acompañante del yate y le guiño -y las cobardes somos las chicas...- le digo en susurro, pero obviamente Marcos pudo escuchar mis palabras.

-Lizzy, cielo, ayúdame con esto- retomo mi labor de poner en marcha nuevamente el navegador -creo que se ha desconfigurado, pero con suerte estaremos nuevamente sobre la marcha- digo entusiasmada.