Partida Rol por web

De alguna manera conseguirte al final zafarte de todos ellos y te lanzaste hacia la puerta luminosa, entrando en... un sitio completamente diferente, luminoso... y verde.

Te encontraste frente a una pared natural de lo que parecía ser una especie de laberinto. A tu espalda, también parecía haber lo mismo, como si la puerta por la cual habías entrado, se hubiese cerrado. La altura de la pared era demasiado alta para poder ver lo que había al otro lado, y trepar no resultaba precisamente sencillo, así que lo tenías muy fácil. Podías ir a la izquierda... o a la derecha. Nada más.

Te encontraste frente a una pared natural de lo que parecía ser una especie de laberinto. A tu espalda, también parecía haber lo mismo, como si la puerta por la cual habías entrado, se hubiese cerrado. La altura de la pared era demasiado alta para poder ver lo que había al otro lado, y trepar no resultaba precisamente sencillo, así que lo tenías muy fácil. Podías ir a la izquierda... o a la derecha. Nada más.

Mira que eran rebuscados y pomposos en Europa y la antigüedad, ¿sabrán hablar español el resto del grupo?, en la España isabelina como se presenten hablando Inglés lo van a pasar muy mal. No soy muy bueno en historia pero en Europa en esta epoca las guerras eran muy frecuentes....

Eligiendo al azar un camino comienzo a caminar por la izquierda.

Ya había traspasado la puerta brillante que no daba para nada mal rollo (pero que parecía mejor idea que quedarse en un cementerio plagado de zombies). Una vez pasada la ceguera inicial y consiguió enfocar de nuevo la vista, se dio cuenta de que estaba sola. SOLA. ¿En qué momento había ocurrido eso? - ¿Donde se han metido todos?- a simple vista no se veía ni se oía nada aparte de su propia voz. "Mierda".

Aguantando las ganas de encogerse sobre sí misma a la espera de que alguien la encontrase, decidió echar a andar tomando una dirección: la derecha.

Bartho escuchó las últimas palabras del fantasma y después desvió la vista a sus compañeros. Realmente estaba perdido respecto a qué hacer en ese instante, por eso prestó atención a las ideas de todos tratando de sacar alguna en concreto que sonara bien. Pero mientras permanecía distraído oyendo, de varias tumbas empezaron a salir zombis y tornó la mirada a Enara junto a Alex, pues correría con ellos, deseaba quedarse acompañado de alguien. Entonces cuando ambos huyeron fue detrás tan rápido como podía.

No obstante la situación llegó a torcerse aún más y de repente el grandullón arribó a un laberinto natural luego de ser cegado culpa de una luz.
—¿Qué es este lugar? —murmuró extrañado.
Jadeaba del cansancio y nerviosismo.

Iba a alzar la voz, sin embargo lo consideró mala idea y avanzó rumbo a la derecha tratando de ver a los demás.

Corrí como alma que llevabeo diablo, no estaba dispuesto a dejarme atrapar por aquellas cosas de nuevo, había tenido bastante con las manos fantasmagóricas como para un chupasangres se me tirase encima a beberse mi esencia vital-Joder ¡Corred!- llegué a decir mientras corría todo lo que daban mis piernas aún con el dolor palpitante de mis piernas. Escuché a alguien gritar pero mi instinto de supervivencia no atendió a razón alguna y seguí corriendo sin mirar atrás.

Unos metros más adelante había una luz, lo único que parecía una escapatoria, o al menos eso pensé mientras entraba en aquella especie de portal a saber qué lugar me llevaba...

Giraste hacia la izquierda y continuaste por aquel camino que se retorcía a un lado y a otro sin girar, hasta que después de unos minutos, llegaste a un sitio sin salida. El seto se elevaba portentoso delante tuya y no había manera de traspasarlo. Sin duda, aquel no era el camino. 

Cuando te giraste, sin embargo, no había lo que tú esperabas. Justo delante había aparecido como si tal cosa una araña gigantesca que movía sus pinzas amenazadoramente hacia ti.

Cuando crucé aquel portal la luz cegadora fue mitigandose hasta que mis ojos se adaptaron y vieron..¿Un puto seto de dos metros de altura o más? Parpadee varias veces confundido y tras mirar a ambos lados estaba claro dónde me encontraba, un jodido laberinto.

Dos caminos dos direcciones, muy sencillo y aclarar vez muy complicado ya que nada me aseguraba que en la primera esquina saliese cualquier cosa. Antes de emprender el camino grité, quizás no era lo más adecuado, pero no perdía nada..-¿Hola? ¿Chicos, Enara? ¿Estáis ahí?- pregunté esperando respuesta. Si no oía nada, solo había una solución y era decidir un camino.

-En fin... probemos por aquí- musité tomando el camino de la izquierda.

Después de torcer a la derecha, el camino volvía a cambiar de dirección, pero a pesar de retorcerse a un lado y a otro, solo mostraba un camino posible, hasta que llegaste a una nueva bifurcación y, por tanto, una nueva decisión. ¿Izquierda... o derecha?

Otra vez tenías que jugártela.

Jorge giró a la izquierda, para después volver a girar a la derecha y continuar recto durante un buen trecho. Los setos continuaban elevándose a ambos lados de ti, sin posibilidad de saltarlos o evitarlos, pero al poco de andar, te encontraste con una nueva bifurcación.

¿Izquierda o derecha? El camino de la derecha seguía recto, pero el de la izquierda volvía a girar al poco de empezar.

Seguiste el camino de la derecha, pero al poco de andar, descubriste que no terminaba ahí tu toma de decisiones. Podías continuar caminando recto, pero también coger la nueva bifurcación que había aparecido ante ti a mano izquierda. Así que... ¿Recto... o izquierda?

Cogiste el camino de la izquierda, que después giraba a tu dereha y de nuevo a la izquierda, para mostrarte en una nueva disyuntiva. Habías aparecido en un camino que se abría de nuevo a izquierda y derecha, y ambas direcciones parecían extenderse bastante en la distancia.

Así que de nuevo, ¿izquierda o derecha?

Desde luego que era un laberinto, así que lo primero que hice fue coger papel y lápiz de mi mochila para ir dibujando el camino que iba tomando. Una nueva bifurcación... tomé el camino de la derecha...

Ufff que jodida de los jardines de los reyes europeos antiguos, desde luego sus jardineros si tenían trabajo para lo poco que pagaban.... vamos como en la actualidad.

Antes de tomar camino de nuevo concentro mi oído para tratar de escuchar al grupo, si los escucho voy por el camino que me parezca escucharles y si no lo hago tomo el de la izquierda.

Segui aquel camino gritando una y otra vez pero no habia respuesta, no habia nada.. y cuando me canse simplemente deje de hacerlo para seguir aquel camino que una y otra vez me hacia girar, por lo menos ya no tenia que decidir hasta que al final me tope con una pared, no habia salida??

Me tomo por sorpresa que no hubiera salida y mas que durante todo el trayecto no hubiera tenido que decidir, de seguro no me habia fijado en algo y habia algun camino que no habia apreciado por lo que decidi girarme para, esta vez, ir tocando los setos por si se me habia pasado algo. Pero al girar el laberinto ya no estaba...en su lugar una enorme araña me bloqueaba el camino, parpadee un par de segundos ante la sorpresa de encontrarme aquel ser repugnante delante mio, aquello si que daba miedo.

Odiaba las arañas!! desde el dia en que habia visto la peli de Spiderman y habia visto como una de ellas le mordio convirtiendole en un monstruo... si en los dibujos, en una de las temporadas se convierte en una araña mutante..., que no habia conseguido quitarme aquella imagen de la cabeza y me daban panico; me quede bloqueada viendo como esta movia sus amenazantes pinzas hacia mi.. necesitaba reaccionar.. como habia dicho Veronica??.. me empece a decir a mi misma... no actuar como si fuera el mundo normal.. asi me lentamente fui caminando hacia atras deseando con toda mi alma que el camino, ahora, se encontrara abierto y yo pudiera salir de alli.
-Eres una linda arañita, verdad??- le iba diciendo a la araña mientras caminaba hacia atras muerta de miedo -Tu no le harias nada a la buena de Ash, no??

No sabia que mas hacer pues la otra altenativa era salir corriendo e intentar saltar por encima de ella, pisandola, cosa que no sabia si tendria el valor de hacer en aquel momento.

A pesar de haber imaginado en tu mente que el laberinto se abría a tus necesidades, nada cambió. Quizás fuese porque tanto la araña como el laberinto, no formaban parte de ti sino de otros, y bien pudiera ser que no fueses capaz de cambiar las pesadillas de otra persona. Pero claro, eso no significaba que no pudieras cambiar algo dentro de ella, añadir cosas que te beneficiasen.

Mientras tanto, la araña seguía acercándose lentamente y estaba claro que iba a atacarte de un momento a otro.

Cuando choque contra los setos crei que me iba a desmayar, mi imaginacion no era tan fuerte?? O acaso aquello no formaba parte de mi sino de otro?? Si era asi porque no iba en busca de su verdadera presa??

Un millon de preguntas se iban formando en mi cabeza mientras aquel bicho se acercaba mas y mas a por mi, no queria morir y tampoco veia un lugar por el que pasar y poder escapar, estaba bien jodida. Asi que cerre los ojos y me imagine un millon de cosas para acabar con aquel bicho, insecticida gigante, un pie gigante que la aplastara, una linda mariposa que le salia de dentro y en la que poder montarme para escapar de alli...

Algo que acabara con ella antes de que ella acabara conmigo.
Por favor señor... - pensaba mientras la sentia mas y mas cerca, no dejes que muera aqui... no dejes que muera!! y una lagrima se escapo de mis ojos.

Seguiste por el camino de la izquierda, igual que podías haber escogido el otro, pero lamentaste haberlo escogido porque al poco de andar por él, torciste de nuevo a la izquierda... y te encontraste sin salida.

Todo estaba en silencio en aquel lugar, como si no hubiese nadie más, aunque de pronto, escuchaste un siseo proveniente justo de tu espalda. Cuando te giraste, viste como centenares de serpientes se acercaban hacia ti. Eran tantas, que no se podía distinguir el suelo, y además no pertenecían todas a la misma especie, sino que eran de muchos tipos diferentes.

Tras girar a la derecha, te alegraste de que al menos, por el momento, no te habías encontrado con nada malo, pero sí con una bifurcación tras otra. En este caso, tras caminar durante un tramo, volviste a tener que elegir. O bien seguías recto por el camino, que después torcía hacia la izquierda, o bien te ibas directamente hacia la derecha.