Partida Rol por web

Corrió rápidamente  por el camino que le quedaba libre de la cocina cerrando la puerta tras de si.

 -¡¡Mierda!!!- Gritaba con todas sus fuerzas mientras se ponía cada vez más nervioso, luego grito – ¡¡Mujer!! ¿Donde estas? ¡Ayúdanos!- Refiriéndose a Crysta.

Alzó la voz para que le escucharan tanto Hans como Mr. X abajo:

-Suban, por aquí hay una ventana que da al techo, al menos por ahí estaremos seguros temporalmente! Pero apresurate que hay uno en una habitación cercana que esta por tirar la puerta!

-A ver, Vamos a la habitación de al lado hacia el balcón- Le indicó nerviosamente a la niña. Mirando de reojo la puerta. Esperaba que el golpe del sarten hubiese amedrentado un poco a la cosa detras de esta.

Cuando la niña saliera hacia la otra habitación, ella subiría detras, pero por las dudas mantenía la escoba en mano, por si cedía la puerta...

Argh si ando para atras estos dias...xD Perdón, xD Ya corro a editar.

Busco rápidamente sorbe el fogón de la cocina a ver que objeto punzante pueda haber, si encuentra algo sale corriendo hacia arriba donde provenía la voz de Crystal, si no encuentra nada hace lo mismo pero gritando –¡¡¡Maldita casa!!!-

Joder, estoy jodido.-Con el jarron entre sus manos observo a la mujer zombie que bestia con una simple camisa de tirantes, por entre los costados se dejaba ver la mitad de un pezón descolorido.-Lo siento nena eso ya no me pone.

Tras el comentario Mr.X observo durante un segundo el jarron entre sus manos y no dudo un segundo en intentar meter el puño dentro. con la esperanza de encajar su mano en el y usarlo asi como un improvisado guante de ceramica. Con suerte se abriría paso a puñetazos protegido por el jarron mientras que con la otra mano aferrada a su fiel baston se limitaria a pisar las ociosas manos de aquel gordo de cabeza de television.-Con suerte podre dar un par de golpes antes de que se rompa.

Todo esto ya habia pasado en su cabeza y parecia que era la mejor opcion, abrirse paso al estilo Muhammad Ali hasta las escaleras y subir siguiendo la chillona voz de la mujer, para poder salir de esa pesadilla de poco mas de 3 metros cuadrados.

Claro que si la realidad era mas cruda y aquel jarron no era lo suficientemente estrecho para meter su mano, lo lanzararia contra aquella zorra babeante y exhibicionista. Y aprovechando el momento correria enarbolando el baston y teniendo que esquivar al gordo caido hasta las escaleras para subir a unirse con el resto de los humanos.

Miro asustada los montones de vampirocosas de la calle.

-Crystal, hay muchos. No podemos bajar- digo con cara triste.

Uno de ellos levanta la vista y me mira directamente, con uno de sus ojos. En donde debería estar el otro, sólo hay un agujero vacío.

Doy un saltito asustado, volviéndome al suelo del baño. Asiento a Crystal, ella me cuida, haré todo lo que me mande. Asiento muy seria, intentando no parecer tan asustada.

Corro hacia el otro cuarto, hacia el balcón.

Mr X metió la mano en el jarrón satisfactoriamente, y con la otra mano agarró el bastón de madera. El jarrón impactó en el cráneo de la mujer zombie, que iba directa a morderle esta vez, haciendose trizas. La mujer zombie, con una brecha abierta en el cráneo, cayó a una mesilla bastante pequeña, que sostenía un cristal mediante cuatro varas. Al caer la zombie en el cristal lo partió en pedazo, incrustándose parte de los cristales por todo el cuerpo. La mujer zombie comenzó a moverse, pero Mr X ya estaba pasando al zombie gordo, que seguía en el suelo tirado con la cabeza metida en el televisor y no paraba de moverse. A pesar de estar cojo (un poco solo) le costó saltarlo, pero finalmente lo saltó. Ahora quedaba lo más difícil, dos zombies acababan de entrar por la ventana y le cortaban el paso que iba hacia la cocina. MR X, sonriente y limpiandose el sudor de la frente, se dispuso a encararlos, ya que no podía esquivarlos sin más, (había poco sitio para esquivar y estaba casi cojo). Los dos zombies se lanzaron hacia él de forma atroz, los dos de frente. Tras los zombies estaba la puerta cerrada de la cocina. Los zombies eran de complexión delgada y pocos musculosos, por lo que MR X solo le bastó hacerle a uno de ellos mientras se dirigía hacia él una sutil zancadilla con el bastón, una especie de barrida que lo dejó en el suelo encima del gordo. El otro fue tarea fácil, ya que cuando barrió al primero, el otro ya estaba intentando morderle. MR X antes de que fuera mordido, le metió el bastón atravesado en la boca, de forma que el zombie mordiera el bastón, y cuando lo mordió fuertemente, MR X tiró con todas sus fuerzas del bastón, dejando al zombie sin dientes y desplazándolo hacia la izquierda. El zombie sin dientes tropezó contra uno de los sillones y cayó de cabeza al suelo. Mr X corrió todo lo que le permitia la pierna (a grandes zancadas). Entonces se dio cuenta de que la mujer zombie ya le pisaba los talones. Cuando casi lo tenía la zombie a MR X, este cerró la puerta en las narices de la zombie, quedando él dentro de la cocina. Apoyado en la puerta y jadeando, Mr X se dejó caer hacia el suelo lentamente, quedando finalmente sentado apoyado en la puerta. Detrás de ella se escuchaba a la zombie dar gritos desesperados y golpes feroces. Daba bastante miedo. Mr x pudo oler la victoria y se vio como un héroe. Hans parece que había subido por las escaleras contiguas. El suelo estaba tremendamente frío. Se fijó en la cocina, aquí tendría que haber algo para defenderse, un cuchillo jamonero, algo... Una duda se le vino a la cabeza a MR x... ¿Debo conseguir armas ahora?

Arriba en las escaleras escuchó un ruido de golpes y gruñidos muy parecido al que escuchaba en la puerta donde seguía apoyado...

¿O ayudo a los de arriba? Quizás necesiten mi ayuda ahora...

-Mierda puta. Esos cabrones me han abandonado y encima esta zorra no deja de querer acariciar mi piel.-Aun apoyado en la pared maldecia su suerte mientras oteaba el lugar en busca de algun objeto cortante o algo que le fuera util para defenderse, otro jarron como ultimo recurso no seria mala idea. Poco a poco se puse de pie mientras apoyaba la espalda contra la puerta.

-No es momento de descansar Xilar tienes que moverte, ¡Mierda!-Con la mirada tambien espero ver una silla en aquella cocina para apoyarla contra el pomo, mientras sujetaria la puerta con la pierna, no estaba seguro si cerrarla simplemente le daria el resultado para que mas zombies no entraran dentro a tomar el te.

Si encontrara un arma como sino, echaria a correr como pudiera hacia el piso de arriba, como ultima arma siempre podria usar su fiel baston, meterselo en la boca a los zombies le habia dado buen resultado, puede que con ese que estuviera arriba tambien le valdria, y tirarlo por las escaleras tambien era una buena opcion.
-Esa zorra hablo del bater, no puede estar mucho mas lejos. ¡Vamos haya!-Se auto inculcaba animos ya que no habia nadie mas que le apoyara.

Soltando la escoba, se acercó a la puerta a gran velocidad, recogiendo la sartén del suelo empezó a golpear la mano de la aberración con el borde de la sarten.

-Suelta, suelta!

Sus golpes aumentaban de tono a la par de su desesperación, haciendo caso omiso a lo demás que pasaba a su alrededor. Aquella niña no merecía eso.

Miro con ira a su alrededor y a la niña que estaba a punto de morir… se fue de si por unos momentos… pero luego se decidió por ayudar… Guardo el encendedor en su bolsillo y saco con esa misma mano, mientras en la otra tenia el coctel molotov, la navaja y grito – ¡¡Mujer!! ¡Toma la navaja!- lanzándosela cerca – ¡¡Apúrate, voy a lanzar esto para cortar el paso!!