Partida Rol por web

Estoy seguro que nos será útil-dijo el por su parte mientras observaba las armas que había desenvuelto Retha, incluso sin ser un experto en herrería podía ver por los detalles en las enpuñadura de la espada y el mango de la guadaña que no se trataba de armas ordinarias. Con mucho cuidado tomó la espada entre sus manos y la sostuvo en posición de guardia de una manera tentativa,el equilibrio del arma era exquisito aún cuando tenía que admitir que era bastante más pesada que el estoque que el acostumbraba llevar -es una hermosa arma Retha, Mare podría sacarle provecho a la guadaña aunque lamento decir que yo no podría hacer lo mismo con la espada simplemente no estoy acostumbrado a usarlas-dijo en un tono de disculpas mientras volvía a colocarla sobre el paño dónde la había traído su dueño.

Traian coge la espada y se separa un par de pasos, extiende el brazo con la espada y observa su filo mientras mide el peso y el equilibrio*. Un par de tajos al aire en trayectoria circular y vuelve a envainar el arma.

- Yo podría hacer buen uso de ella, gracias por el presente señor Retha. Después de esto me encuentro listo, partamos cuando lo deseéis entonces.

Traian coge la espada y se la ajusta al cinto que lleva debajo de la capa. A continuación se dirige a la puerta donde aguarda la respuesta de los demás.

Retha se ajusto las ropas y dijo en su tono de siempre.
-Bien caballeros creo que ya es hora de que partamos, yo guardaré la ultima arma hasta que nos volvamos a encontrar con la pequeña.-

- Partamos entonces, comenta Traian con su voz grave y tono serio.

Así finalmente salís de la habitación de Wander y una vez más abandonáis el cuervo rojo. Retha nunca ha estado en uno de los barrios mineros de los pisos superiores, pero su conocimiento de la ciudad hace que pueda guiaros por el complicado entramado de escalas, cuerdas y empedradas sendas.

La ciudad ya despierta está copada con los nuevos visitantes, y en sus calles reverberan las voces de los muchos mercaderes que no quieren desaprovechar la oportunidad. Lentamente comenzáis a ascender por el la pared del desfiladero dejando atrás piso tras piso de viviendas, tabernas y accesos a las minas de los niveles inferiores. Tras casi media hora desde que abandonasteis la posada por fin os encontráis cerca de vuestro destino. Os halláis en uno de los pisos más elevados y casi da vértigo asomarse más allá de las cuerdas que hacen las veces de vallado, pues la caída supera los 50 metros. Si no habéis errado al dirigiros hacia aquí este es el barrio que indicaba el mensaje, la vivienda exacta está en punto hacia el final de esta improvisada calle-gruta. La mayoría de los habitantes de este sector se encuentra en las minas ahora mismo así que los pocos que están en la calle os dirigen miradas furtivas de curiosidad.

Cada uno de los grabados es una pequeña obra de arte y la sala está llena como si se tratara de un cielo nocturno en miniatura. Aunque al principio sencillamente estas encantada con las bellas ilustraciones pronto comienzas a reconocer alguna de las estrellas que tanto observas. Te quedas fascinada un rato con la escena hasta que oyes voces que suben unas escaleras cercanas. La amortiguación de la puerta impide entender el tema de conversación pero por el ruido deben ser 3 ó 4 personas. Casi más por reflejo que por necesidad flotas suavemente hasta la entrada del techo antes de que los hombres entren en la sala. Parecen discutir sobre un tema trivial, se quejan sobre el trabajo y son bastante groseros a tus ojos.

LA ciudad queda muy lejos pero los pisos más elevados de la ciudad están más cerca y puedes ver el trajín de mineros que entran y salen de las cuevas. Te sorprendes al ver moviéndose entre ellos al grupo de Mat y la gente que conociste hace menos de un día, parece que se internan en una gruta.

Una vez hubieron solucionado el problema de las armas finalmente se pusieron en camino hacia el lugar que les indicaba la nota. Si aquello no le había parecido una mala idea cuando comenzaron aquella empresa definitivamente lo parecía ahora,criado como había sido entre las planicies y llanuras de su tierra natal Mat jamás había subido a nada más alto que un árbol por lo que no era difícil notar que aquellas alturas lo ponían nervioso sobretodo con la idea de que allí donde iban seguramente los estaría esperando otro grupo de matones con todos los deseos de arrojarlos barranco abajo-solo espero que no nos topemos con más problemas -dijo el al ver el lugar donde tenían que dirigirse, aquello tenía trampa escrito por todos lados.

Cuando veo a los chicos que conocí anoche inclino la cabeza a un lado y me acerco flotando, pero intentando que no me vean, aún me dan algo de miedo ese tipo grande y la cara de pervertido de Mat.

Traian parecia más serio de lo normal, cosa rara ¿o quizas era de emoción? ¡Bah, da igual! Seguro que es por lo segundo y no por que esto puede ser una peligrosa misión de busqueda...y hablando de busquedas ¿que nos encontrariamos al final del camino? ¿Oro?¿Joyas? ¿Tesoros  mágicos?

Con la emoción contenida todo lo posible cojo la mano de Traian y voy con él durante todo el camino hasta llegar a la tenebrosa calle-gruta, la observo un rato mientras los demas se paran para observa los alrededores.

---¡Yo iré primero!- digo soltando la mano de Traian y avanzando unos pasos y comienzo a cantar mientras avanzo por la calle- Por donde tu vayas y pases, yo paso, ~ y por donde tu brinques, tambien yo brincare. ~

Dejas atrás el fascinante edificio mientras pones rumbo hacia Mat y los demás. Parece que por fin han alcanzado su destino pues tras asomarse y comprobar la gran distancia que les separa del suelo, examinan la entrada de la gruta en la que se encuentran y parecen dudar unos instantes. Cuando estás casi llegando el jovial Wander les dice algo al resto y a continuación comienza a caminar hacia el interior de la cueva con sus extraños edificios escarbados en la roca.

Te situas cerca de ellos y ninguno parece percatarse de tu presencia, aunque ahora puedes oirles con claridad.

Ante el arranque repentino de Wander su hosco sirviente sin mediar palabra se precipita tras él y finalmente el resto seguís sus pasos. La estrecha entrada de la gruta pronto se ensancha para dar cabida a un gran camino de piedra irregular y casas escarbadas en la propia roca. Apenas circula gente por la gruta y los lugareños observan con extrañeza a tan variopinto grupo.

Tras una muy breve caminata Traian detiene a Wander sujetándole firmemente por el brazo.

- Ese parece el edificio en cuestión. Dice señalando una pequeña mole de piedra, con una puerta y sin ventanas que se situa a unos 30 metros de vosotros. El sirviente examina con atención los alrededores pero además del ocasional transeúnte, nada parece fuera de lugar. Se vuelve hacia vosotros con gesto interrogante.

Retha se fue acercando hacia la puerta con las intenciones de abrirla.
-sera mejor que veamos si podemos entrar directamente sino ya buscaremos otra forma.-

El camino los llevó hasta una gruta y una serie de casas de piedra hasta que finalmente se toparon con la que había descrito la nota,si bien nada parecía diferente a como debía ser Mat no podía evitar sentir que estaban caminando hacia una trampa -le recomiendo que habrá la puerta de costado,por todo lo que sabemos podría haber alguien del otro lado con una ballesta -dijo intentando evitar que Retha corriera un riesgo innecesario. 

Traian se adelanta con la mano enguantada sobre la empuñadura de la espada y situandose a la vera de de Retha asiente con la cabeza.

Retha apoya la mano sobre el pomo y lo hace girar lentamente... pero tras unos empujones y el traqueteo correspondiente, la puerta no se abre, está cerrada con llave.

---Mmmm....¿puedo intentar algo?- pregunto acercandome a la puerta, cierro los ojos mientras comienzo a trazar una runa en el aire- Todas las puertas no estan cerradas para mi....

Con la aparición del arcano las pocas personas que estaban a vuestro alrededor se asustan y salen corriendo, algunas de ellas santiguándose en su huida. Traian mira a su joven amo y niega con la cabeza en señal de exasperación.

El ente mágico realiza a su vez un hechizo sobre la puerta y se oye como la cerradura se abre. A continuación la invocación desaparece. La puerta finalmente está abierta y viendo que la gente ha huido, el sirviente desenfunda su espada y espera a vuestro siguiente movimiento.

---¿Veis? Ya podemos entrar- digo mirando al resto del grupo sonriendo y entro tras Traian- La gente de aqui es un poco rara ¿a que si? He llamado a un aliado y se han ido muy asustadas y haciendo gestos raros...¿ Que es  lo que estaban haciendo?

Retha estaba sorprendido por lo que acababa de ver no sabía cual era la mayor sorpresa si lo que acababa de ver o el hecho de que su compañero tuviera tan poco sentido común.
- No son raro la gente de aquí sino lo eres tu y yo que tu tendría cuidado con la iglesia pues es posible que algún día venga a por ti para hacer un juicio sagrado y quemarte entero sino viene antes la inquisición a matarte.-
Tras decir estas palabras entro raudo por la puerta, tenía que moverse rápido para que no pensarán que estaba con él.

Creo que haber tirado la puerta abajo no habría causado tanta conmoción -aportó el por su parte llevándose una mano a la cara con un suspiro de frustración, realmente toda aquella empresa estaba volviéndose excesivamente impredecible incluso para el-lamento tener que decir que además el señor Retha tiene razón,usar la magia tan abiertamente podría traerte problemas aquí-finalizó recordando al inquisidor de la noche anterior rogando porque Mare estuviera a salvo fuera dónde fuera que se había metido aquella chica. 

Dejando de lado su frustración por el momento Mat desenvaino su arma y se dirigió detrás de Retha con sus oídos atentos a cualquier señal de peligro. 

- _{No sé cuantas veces tengo que advertírtelo señor, sus descuidos nos pondrán en peligro a los dos cualquier día de estos}. Susurra Traian entrando tras Mat.

Entráis con premura y cautela para encontrar una estancia que consta de una única habitación. No hay posible escondite para una persona, pues el único amueblamiento es una mesa y heno extendido en un rincón a modo de camastro. Encima de la desvencijada mesa una carta cubierta por el polvo.

Wander entra tras vosotros y al ver que relajáis la pose y sin meditarlo un sólo segundo se adelanta, coge la carta le sacude el polvo y la lee. 

"Quiera el gran Cristo que encuentres esta carta a tiempo y se halle en tú poder la llave. En la sección de cuentos de la biblioteca encontrarás un mapa, ya sabes en que cuento buscar. Ese mapa marca una aldea, una aldea llena de habitantes que creíamos que sólo existían en nuestras fantasías. Es de vital importancia que la llave se encuentre en esa aldea antes del equinoccio vernal. Ya sabes como soy, esto no son los delirios de un viejo loco. La luna de ese lugar te revelará lo importante de la llave y de mis palabras, mucha gente puede depender de ello. Y ni se te ocurra dejarlo en manos de las autoridades, la autoridad sólo destruiría lo que tanto tiempo a estado oculto y eso tendría consecuencias inimaginables. Adiós hermano, siempre te llevo en el corazón."

---Jopetas, sois unos aburridos ¿por que debo de ocultar  algo que es inato en mi? En casa no pasaba nada que lo hiciera- digo algo molesto por la "minibronca" que me estan echando entre todos ¡ Estaban todos compinchados contra mi! Avanzo con actitud que parezca ofendida pero con los mofletes tan hinchados que en vez de parecer enfadado parezco una rana croando.

Cuando menos se lo esperan cojo la carta y la leo en voz alta.

---Habla de un cuento¿ pero que cuento puede ser?- pregunto bajando la carta- Aqui da por hecho que conocemos el cuento en cuestión